miércoles, 23 de diciembre de 2015

18 de diciembre

El viernes pasado fue el Día Internacional del Migrante, fecha instituida por la ONU en el 2000 (Resolución 55/93). A 15 años poco han hecho los países expulsores y receptores. Sin duda, ha habido cambios en los niveles internacional, nacional y local, pero las condiciones que empujan a la gente a emigrar siguen reproduciéndose, hasta empeorar.
Igualmente, la gente que retorna de manera voluntaria, unos pocos, y deportada, expulsada o que se le impide el ingreso a otro país, la mayoría, está enfrentando el histórico abandono gubernamental, el vacío emocional y múltiples problemas para reinsertarse. Discursos, programas y funcionarios van y vienen, pero la migración sigue marcando vidas.
La Organización Internacional de las Migraciones (IOM/OIM), ha llamado al 2015 un año marcado por el sufrimiento humano y las tragedias de migrantes. Durante este periodo más de 5 mil hombres, mujeres, niños y niñas, murieron al buscar una vida mejor; miles más fueron abusados por traficantes, y otros enfrentan políticas xenofóbicas.
Esta fecha reconoce a los migrantes, independientemente de su estatus y particularmente a quienes salen de su país por una expectativa de vida diferente, la migración como un complejo proceso social, económico, político y cultural. Algo que los gobiernos en turno, de naciones expulsoras o de acogida, no terminan de aquilatar.
Las remesas, por ejemplo, con la perversa imposición de organismos financieros y de desarrollo internacional (FMI, Banco Mundial, BID), siguen en las agendas políticas como el gran recurso para potenciar el desarrollo local y nacional, mientras se eluden las implicaciones del histórico abandono gubernamental, responsabilizando a los migrantes.
Si bien los históricos flujos de remesas a países como México, con sus estrepitosas caídas en periodos recesivos (2008-2009), han generado bienestar, impulsado la participación cívica de los migrantes, sus familias y localidades, además de formas nuevas de membresía y ciudadanía, las evidencias empíricas sugieren que el desarrollo no llega ni llegará.
Un problema mayor de organismos financieros y de desarrollo, y gobiernos nacionales, es su rechazo a revisar sus atavismos economicistas sobre el desarrollo y acendrado neoliberalismo que favorece el capitalismo salvaje y depredador, pretendiendo responsabilizar a los migrantes de más de treinta años de políticas económicas que atentan contra el desarrollo.
En más de tres décadas, la imposición irrestricta de las políticas neoliberales, atar el salario a la inflación, implementar políticas públicas que únicamente administran la debacle y el malestar social, pretender que las remesas protagonicen la palanca de un desarrollo sin bases, además de la explosión de violencia delincuencial, han implicado impactantes retrocesos.
Asimismo, en ese lapso el gobierno mexicano ha seguido las políticas antiinmigrantes y antiterroristas que han convertido el territorio mexicano en zona de fosas de migrantes asesinados, desaparecidos, violentados cotidianamente por las mismas autoridades mexicanas. La tragedia de los inmigrantes que buscan arribar a Europa, la tenemos en casa.
Los refugiados sirios, subsaharianos, africanos, enfrentan la muerte cruel en el mar, el desprecio y la xenofobia al llegar a Europa, pero en México los centroamericanos son maltratados, asesinados, extorsionados, desaparecidos y sepultados en fosas clandestinas. La política migratoria mexicana acepta a los extranjeros bienvenidos, no a los indeseables.
Sin duda, la diáspora mexicana en Estados Unidos tiene hoy un papel relevante. A los líderes migrantes se les premia con cargos públicos. Pero la retórica y el clientelismo no pasan por la exigencia de que sean respetados sus derechos. Solamente situaciones dramáticas implican notas diplomáticas como pétalos de rosas que no molesten al vecino del norte.
En Michoacán, la secretaría del Migrante fue asignada a conocido líder migrante, como parte de los arreglos cupulares y los amarres clientelares que la derecha perredista acostumbra, y quien dos días después de asumir el cargo se fue a Turquía, aparentemente a otro evento más sobre migración, pero lo importante es que hasta la fecha no se conoce su agenda concreta.
Con motivo del Día del Migrante Michoacano, el “nuevo comienzo” retomó” su listado clientelar firmado con los migrantes antes de las elecciones, afirmando que entre sus pendientes faltaban un centro de estudios de la migración, el banco migrante y posiciones políticas para los migrantes en el Congreso estatal, a cargo del erario público.
Tanto el listado original como los tres anteriores pendientes son producto de la imaginación de sus asesores. Respecto a lo primero, existen grupos de investigadores e instituciones altamente capacitadas en Michoacán que en las últimas tres décadas han estado estudiando y proponiendo acciones sobre la migración michoacana y sus actores sociales.
Parece obvio que si se funda el señalado centro, será un reducto clientelar asignado a los cuates de alguna entidad federativa que buscan vivir del erario público. El banco migrante imagina quedarse con las remesas de los migrantes, lo que habla del desconocimiento total de los asesores de las realidades familiares, locales y el uso de las remesas.
Se lee fácil. El estado recibe cerca –quizás más- de 2 mil millones de dólares en remesas, pero llega en pesos mexicanos –ahora favorecido por la devaluación- y fragmentado entre poco más del 10 por ciento de los hogares michoacanos que reciben regularmente remesas, y básicamente sostiene el bienestar de las personas. El promedio fluctúa de 150 a 200 dólares.
Con las cifras del Banco de México se imaginan muchas cosas, pero no representan la realidad. Las posiciones en el Congreso estatal son importantes, solo si quienes las ocupan asumen una postura crítica y favorecen la rendición de cuentas y la transparencia, porque para lo demás están los diputados, actuales y pasados, de lo que la ciudadanía está cansada.
Obviedades. 1. Las elecciones en España muestran el agotamiento parcial del modelo político bipartidista, la fuerza de los jóvenes en una sociedad que envejece y la raigambre de la derecha neofascista y el conservadurismo. 2. El “nuevo comienzo” ha sacado de los medios la conflictividad cotidiana (movilizaciones magisteriales, normalistas, autodefensas, por falta de pagos a universitarios y burócratas, la delincuencia envalentonada), con solicitudes oficiales a dueños y directivos de medios, propaganda costosa e insulsa, pagos millonarios a un monopolio televisivo, y una política de comunicación social que evade, mientras desde las catacumbas se desata el linchamiento a coro de buena parte de los medios electrónicos e impresos locales contra los normalistas. 3. El “nuevo comienzo”, en típica actitud izquierdoide, neoliberal, autoritaria y populista, redujo su salario e impuso a su gabinete la misma medida. Mejor sería imponer un salario digno a las mayorías, no la burla de su aliado federal, mientras insiste en esquilmar a los ciudadanos con el reemplacamiento; en acciones mediáticas no para el gobierno estatal y el río revuelto, sigue revuelto. 4. Poco más de dos meses y medio, y en el tema financiero no hay salidas reales a problemas que su partido, el PRD, y el PRI, generaron, usa mediáticamente el sostén de los programas sociales, es decir administrar la pobreza y la miseria, para imponer el reemplacamiento y el cobro de derechos, pero nada de pensar en la ciudadanía. No existe oficialmente, menos en el diccionario de la lengua española, y su particular expresión mexicana, la palabra reemplacamiento. La Norma Oficial Mexicana Proy-NOM-001-SCT-2-2012, aprobada en 2013, regula las características de las placas de los automotores a nivel nacional, no establece periodicidad y, acorde con algunos abogados constitucionalistas, podría ser inconstitucional.