miércoles, 19 de diciembre de 2007

Migración México-EU: Hispanos, reforma inmigratoria y discriminación

Mientras en México el calderonato busca estigmatizar, discriminar y criminalizar a los transmigrantes del sur, por medio de nuevas normas que violan los derechos humanos y el derecho a la libertad y la justicia, en Estados Unidos los hispanos, epíteto que intenta desdibujar la riqueza cultural latinoamericana, enfrentan la retórica y propaganda antiinmigrante y las recientes medidas antiinmigratorias internas, corolario del debate sobre la inmigración indocumentada.
Acorde con el reciente reporte del Pew Hispanic Center, 2007 National Survey of Latinos: As Illegal Immigration Issue Heats Up, Hispanics Feel a Chill, más de la mitad de los hispanos adultos está preocupado por ser deportado personalmente, por algún miembro de su familia o amigo cercano; dos tercios considera que el fracaso de la reforma migratoria ha hecho su vida más difícil; la gran atención en el tema inmigratorio ha tenido efectos negativos, los cuales incluyen dificultades para encontrar trabajo o casa, menos posibilidades de usar servicios gubernamentales o viajar al exterior, y más probabilidades de que les pidan sus documentos que prueben su estatus migratorio.
Actualmente, los hispanos son la minoría más grande de Estados Unidos; representan el 15.5. por ciento de la población total, 47 millones. Un cuarto de los adultos son inmigrantes no autorizados y muchos llegaron a ese país a partir de los setenta. Asimismo, en los dos últimos años el Congreso estadounidense ha tratado de aprobar una legislación comprehensiva para resolver la inmigración indocumentada, sin conseguirlo.
En ese contexto, los gobiernos federal, estatales y locales están presionando con cientos de leyes, regulaciones y procedimientos contra los inmigrantes indocumentados que incluyen deportaciones, redadas en empresas y fábricas, y restricciones sobre licencias de conducir y otros beneficios y servicios gubernamentales. Una batalla en la que el Congreso y la campaña presidencial hacia el 2008 también juegan un papel importante.
Tres actores, Congreso, gobiernos (federal, estatales y locales) y campaña electoral, que están alimentando, quiérase o no, al movimiento antiinmigrante que se ha instalado en la política estadounidense, más allá del control de cualquier individuo u organización. Adicionalmente, algunas instancias (Think Tanks) líderes en políticas públicas en Washington, DC, que promueven medidas restrictivas, están definiendo la agenda de las fuerzas antiinmigrantes y de los políticos.
El reporte encuentra zozobra, miedo y preocupación entre los hispanos ante el escalamiento de la polémica y las acciones antiinmigrantes, muchas de las cuales están tendiendo a convertirse en un movimiento antihispano. Entre los hispanos, el 75 por ciento desaprueba las redadas; un 79 por ciento rechaza que la policía local tenga atribuciones sobre la inmigración indocumentada, y un 55 por ciento se opone a que en los estados se verifique el estatus migratorio de quienes solicitan licencias para conducir.
La población no-hispana apoya todas esas medidas, además de que aprueban las redadas y la verificación del estatus migratorio. Adicionalmente, entre la comunidad hispana hay grandes desacuerdos: muchos hispanos nacidos en Estados Unidos favorecen dichas disposiciones, respecto a los nacidos en el extranjero. Además, los primeros no resienten un impacto negativo personal respecto a los segundos en cuanto al tema inmigratorio. Los hispanos que no son ciudadanos se sienten más vulnerables que los ciudadanos.
El estudio comentado da cuenta de un medio en el que el movimiento antiinmigrante parece tener un impacto decisivo en las percepciones y sentimientos de los hispanos inmigrantes indocumentados. En el caso de los mexicanos, se comparten esas apreciaciones, además de que la postura del calderonato no pasa de ser retórica y propaganda, lo cual está muy lejos de convertirse en una postura política frente al gobierno estadounidense.
Al clima antiinmigrante, hay que agregar la reciente aprobación, por parte de la Cámara de Representantes, de mil 600 millones de dólares para seguridad fronteriza que incluyen la construcción de 595 kilómetros de vallas en la frontera, y la implementación de otras medidas con tecnología de punta y barreras vehiculares en 1,126 kilómetros.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Migración México-EU: Los niños de las redadas


Nuestro país vive hoy terribles desastres en Tabasco y Chiapas, los cuales vergonzosamente están siendo usados mediáticamente por la ansiada legitimidad que el fraude del 2006 no otorgó. Asimismo, al otro lado del territorio mexicano transnacional, otro drama se teje entre familias con hijos nacidos en Estados Unidos con un padre o una madre inmigrantes indocumentados.
Un estudio realizado por el Urban Institute, organismo no partidista, no lucrativo, de investigación en política y educación, asentado en Washignton, DC, a pedido del National Council of La Raza (NCLR), una de las más grandes organizaciones nacionales hispanas de defensa de los derechos civiles, aborda los dramas de las redadas y deportaciones que están dejando a miles de niños sin padres o madres en Estados Unidos.
El estudio Paying the price: The impact of immigration raids on American’s children (Pagando el precio: El impacto de las redadas inmigratorias en los niños de América), conducido por Randy Capps, Rosa María Castañeda, Ajay Chaudry y Robert Santos, evalúa las implicaciones de las redadas antiinmigrantes emprendidas por el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés).
Acorde con la publicación, su principal objetivo es ir más allá de las historias mediáticas, proporcionando una base factual para discutir el impacto de las medidas judiciales en los niños de padres indocumentados. Se considera que hay cerca de cinco millones de niños con al menos un padre indocumentado.
La intensificación de las redadas pone a los niños en riesgo de separación familiar, dificultad económica y trauma psicológico. El número de inmigrantes indocumentados arrestados en su trabajo se septuplicó de 500 a 3,600 entre 2002 y 2006. Las incursiones en el lugar de trabajo son parte de las deportaciones de inmigrantes que cometieron crímenes y operaciones para arrestar inmigrantes con órdenes de deportación.
El estudio se realizó en tres comunidades donde se llevaron a cabo amplias redadas el año pasado: Greeley, Colorado, Grand Island, Nebraska, y New Bedford, Massachusetts. En las dos primeras, ocurrieron dos de las seis redadas a las plantas empacadoras de carne de Swift & Company. En la tercera se ubica Michael Bianco, Inc., fabrica intervenida que hace mochilas para el ejército estadounidense. La mayoría de los arrestados eran de México, Guatemala u otro país latinoamericano.
Los niños afectados por las redadas representan más de la mitad de los adultos detenidos. Entre los 900 adultos arrestados en los tres sitios de trabajo, los padres en conjunto tienen más de 500 hijos. La mayoría son ciudadanos estadounidenses y los más jóvenes y vulnerables (bebés, niños de primeros pasos y preescolares). En un lugar dos tercios de los niños son ciudadanos, mientras que en los otros dos, el 79% y 88% respectivamente, más de la mitad tiene cinco años de edad o son jóvenes.
El procesamiento y detención implicó el abandono de los hijos; muchos padres firmaron su deportación voluntaria antes de contactar con abogados de inmigración, familiares y consulados. También tuvieron acceso limitado a teléfonos para comunicarse con familiares y algunos fueron ubicados en lugares remotos al lugar de arresto. Unos fueron liberados el mismo día, pero varios estuvieron detenidos por días. Por miedo, muchos no dijeron que tenían niños, creyendo que la autoridad los tomaría en custodia.
Muchos padres fueron deportados pocos días después; en algunos casos tuvieron que hacer arreglos dependiendo si podían reingresar a Estados Unidos legalmente o enfrentar los graves riesgos de hacerlo ilegalmente otra vez. Otros permanecieron meses en la cárcel y solamente fueron liberados después de pagar fianzas de más de diez mil dólares.
Asimismo, un buen número de los inmigrantes fueron liberados hasta su deportación. En esos momentos, las familias experimentaron dificultades, tanto económicas como por el estrés psicológico causado por el arresto y la incertidumbre de no saber si el padre arrestado sería o no liberado.
El estudio comentado de poco más de 100 páginas, basado en entrevistas individuales y colectivas, además de la discusión con líderes, párrocos, familiares, inmigrantes deportados, entre otros, para evaluar la situación colectiva e individual, no deja duda del drama legal, afectivo y emocional enfrentado por niños, padres y familias. Una tragedia sobre la que el calderonato nada ha dicho.
Mientras, en suelo mexicano se acumulan otras tragedias y los medios afines celebran como grandes hazañas las insuficiencias, los desatinos, la falta de coordinación y la ausencia de autoridad en Tabasco y Chiapas. Detrás, una maquinaria defiende las trapacerías y corruptelas del priismo y la complicidad del panismo-calderonismo.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Migración México-Estados Unidos: Un reporte sobre cambios en las tendencias recientes

Un estudio reciente del Pew Hispanic Center, organización no partidista estadounidense patrocinada por The Pew Charitable Trusts, con sede en Washington, DC, afirma que el flujo de inmigrantes mexicanos descendió o se volvió más lento desde mediados del año pasado. Con todo y que la población nacida en México se ha incrementado en Estados Unidos, su tasa de crecimiento disminuyó en los últimos meses.
La afirmación de los expertos del Pew Hispanic Center se basa en datos que indirectamente reflejan el flujo migratorio a través del tiempo. Cuatro indicadores son examinados: tamaño de la población nacida en México que vive en Estados Unidos; número de inmigrantes hispanos que trabajan en ese país, particularmente en la construcción; remesas recibidas según el Banco de México, y aprehensiones de indocumentados al cruzar la frontera entre esa nación y México.
De acuerdo con los datos, el total de la población mexicana en Estados Unidos creció firmemente a partir de 2004, manteniéndose en niveles relativamente altos e incluso incrementándose a mediados de 2006. Pero, esta tendencia parece haber cambiado hacia flujos inmigratorios más pequeños. Así, hubo un lento crecimiento en el primer trimestre de 2007 y probablemente también en la segunda mitad del 2006 respecto a 2004 y 2005.
Si bien el estudio no plantea las causas de este aparente cambio en las tendencias de la migración México-Estados Unidos, en parte por las características de la información estadística, plantea múltiples cuestiones sobre un proceso cuya intensidad, diversidad sociodemográfica e impacto ha incidido en las relaciones y percepciones entre ambos países, tanto a nivel diplomático como económico, político y sociocultural.
Entre los datos del estudio, cabe destacar el descenso del número de hispanos ocupados en la construcción durante el primer trimestre del 2007, donde regularmente el 60% de esos trabajadores son mexicanos. Entre 2004 y 2006, el empleo entre los latinos nacidos en el exterior en la industria de la construcción creció un promedio de 17.4%, pero en el primer trimestre de este año aumentó apenas 10.9% respecto a igual periodo de 2006.
Respecto a las remesas enviadas a México, el reporte analiza la información del Banco de México. En otro lugar he señalado que los datos muestran una tendencia a la baja desde por lo menos la segunda mitad del 2006, acentuándose en los primeros meses de este año. El hecho es que de incrementos anuales aparentemente firmes se ha llegado a descensos mensuales y trimestrales pronunciados; la tasa anualizada de crecimiento apenas alcanzó 3.4% en el primer trimestre de 2007.
Lo anterior se refleja también en las tendencias a nivel estatal, donde estados cuya creciente recepción de remesas fue usada políticamente como “ejemplo”, apremiando a gobiernos y migrantes a invertir las remesas “productivamente”. La ignorancia y la manipulación política proverbial, desconoce lo que algunos académicos hemos dicho desde hace años: las remesas no son divisas ni ahorro. Son simple y llanamente los ingresos de los emigrantes, los que juegan un papel similar al del salario entre las familias de los migrantes.
En relación a las aprehensiones de indocumentados al intentar ingresar a Estados Unidos a través de nuestra frontera norte, los datos de la Patrulla Fronteriza reflejan una caída importante en las mismas. Lo que según el Pew Hispanic Center muestra que las medidas implementadas por el gobierno estadounidense están teniendo resultados positivos, pues parecerían estar inhibiendo la entrada de inmigrantes.
Como quiera, el dato de las aprehensiones debe ser tomado con cuidado, pues no muestra otras situaciones. Falta tomar en cuenta los efectos del incremento de las muertes en las zonas desérticas, el impacto del acuerdo entre México y Estados Unidos sobre la supuesta repatriación “voluntaria”, el aumento de la violencia fronteriza, donde la Patrulla Fronteriza ha jugado un papel importante, sin disculpar la generada por el narcotráfico y la delincuencia.
Habría que analizar también algunos factores sociodemográficos por región, estado y localidad sobre migración internacional, pues información de campo y algunas estadísticas sugieren que entre el grupo de entidades históricamente emigrantes la ausencia de familias, hombres, mujeres y niños está dejando pueblos y comunidades desoladas y cerca del abandono. Asimismo, la migración interna parece que podría ofrecer algunas respuestas.
El costo del viaje entre los “polleros” se ha incrementado, mientras las posibilidades de reunir alrededor de dos mil quinientos a tres mil dólares son menores, en parte por la falta de empleo, el trabajo precario, los cambios sociodemográficos, las ausencias cada vez más largas y la emigración de familias enteras. El estudio aquí comentado es un ejercicio analítico muy interesante. Si bien la información estadística analizada tiene sus límites, muestra tendencias que no deben ser ignoradas por los políticos y por quienes toman decisiones.
Fragmentos: El PAN coronó su obcecada misión por sustituir al PRI al ponerse a las órdenes de Calderón. ¿Partido en el gobierno? No. Partido de Estado. Las mañas, la corrupción, el autoritarismo y el fraude también son su fuerte. El Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), llamó a Calderón a no contaminar el debate sobre reforma inmigratoria en el Senado estadounidense, porque, argumentan con razón, como su antecesor no tiene autoridad moral.

martes, 6 de noviembre de 2007

Migración México-Estados Unidos: Discursos de ignorancia y escenarios mediáticos

No cabe duda que el calderonato tiene a los medios como su única ventana al exterior de Los Pinos. En menos de un año, la televisión, los medios escritos afines y los jilgueros mediáticos han sido la única vía para conocer acciones convertidas en espectáculo y declaraciones que promueven escenarios mediáticos, sin muchos anclajes con la realidad que viven millones de mexicanos.
Las declaraciones de Calderón al programa televisivo Good Morning America de la cadena ABC, reflejan la falta de una política migratoria y de políticas públicas que realmente transformen las condiciones en las que se generan las motivaciones para migrar a Estados Unidos. Calderón acude a los medios estadounidenses para quejarse contra el muro fronterizo, al que califica de “deplorable”, pero es incapaz de articular una postura gubernamental fundamentada.
En tono francamente bíblico, mezclado con la ideología neoliberal, afirmó que la migración es un “fenómeno económico natural”. Enseguida, apunta la supuesta inevitabilidad de la migración porque "el capital en Estados Unidos necesita trabajadores mexicanos y los trabajadores mexicanos necesitan oportunidades de trabajo", declaración que desmiente la fantasía calderónica de haber creado 900 mil empleos en menos de un año.
Acepta su incapacidad para resolver un asunto fundamental en la relación México-Estados Unidos y para miles de migrantes que cruzan la frontera buscando mejores condiciones de vida, cuando afirma que “es imposible hacerlo ahora”, pero vaticina que en una década podría solucionarse, sin adelantar, por lo menos para el espectáculo mediático, estrategias y acciones.
Varias afirmaciones son cuestionables. Los fenómenos económicos, sociales, culturales, políticos no son “naturales”, creerlo así es ocultar los verdaderos resortes de la acumulación capitalista que mueven a nuestras sociedades, sustituyendo las dinámicas propias con “manos invisibles” y mercados que supuestamente actúan por sí mismos y “existen” cual entes reales.
La migración no es inevitable. Si bien todos los grupos humanos en diversos momentos históricos practican la trashumancia, existen mecanismos y procesos que tienden a estabilizar la salida y entrada de personas entre regiones, países y al interior de éstos. Las tendencias actuales responden a fenómenos económicos, sociales y políticos condicionados por la globalización, la exclusión, la concentración de la riqueza, las guerras, el genocidio, etcétera.
Fenómenos que sin duda podrían ser evitados o atenuados bajo condiciones de desarrollo distintas, las cuales están muy lejos de cambiar. Tampoco tiene que ver con la apertura o cerrazón de las sociedades. El TLCAN, vigente a partir de 1994, fue firmado bajo condiciones desventajosas para nuestro país, además de que se excluyó deliberadamente el libre tránsito de la mano de obra.
No hay evidencias de los supuestos 900 mil empleos creados; son una más de las terribles mentiras de Calderón y sus secuaces. Las mismas estadísticas oficiales desmienten tal aseveración. Adicionalmente, el número de asegurados del IMSS no es confiable y menos representa las tendencias actuales del empleo y desempleo en nuestro país.
Finalmente, la solución en una década del problema migratorio es otra fantasía del calderonismo. El proceso migratorio actual dista mucho de ser un asunto solamente de empleo y desempleo, oferta y demanda. Creer que mecanismos puramente económicos lo mueven, es ignorar deliberadamente la historia migratoria internacional de más de 100 años de nuestro país, la manera en que el fenómeno define parte de nuestras relaciones con Estados Unidos, y su complejidad y autosostenibilidad actual, donde la vida transnacional y las comunidades binacionales son fundamentales.
Publicado en Cambio de Michoacán, Octubre 10 de 2007, www.cambiodemichoacan.com.mx