miércoles, 20 de enero de 2016

Chapoaventuras

Mientras Thalía daba a conocer el número de orgasmos que alcanza durante el sexo, el gobierno de Enrique Peña Nieto desplegaba una intensa campaña mediática para criminalizar a Kate del Castillo, al revelar supuestos mensajes “cariñosos” entre la actriz que operó la entrevista Sean Penn-El Chapo Guzmán, y el citado narco.
La prensa y la comentocracia oficialista y chayotera, corrió presurosa a escribir “sesudas” columnas que concluían, al unísono, que la actriz, o lo entregó o tenía alguna relación amorosa o le financiaba sus empresas –les faltó agregar “narco-empresas”- o lo que supongan que al gobierno satisfará en algo que hace muy bien: manipular.
En una entrevista en el programa “60 Minutos” (CBS), el actor Sean Penn afirma que si bien arriesgó su vida, quizás ingenuamente, para saber de viva voz sobre el negocio de la droga tiene claro que la posterior detención de El Chapo fue para culparlo a él y la actriz que lo acompañó. Un dato adicional: un contacto, no dice el origen, los llevó a la reunión.
Como quiera, al affaire Sean Penn-Kate del Castillo-El Chapo Guzmán, no tiene la finalidad de clarificar la fuga del narco, sino descentrar el tema, manipular y ofrecer a la ingenua sociedad mexicana chivos expiatorios para ser quemados en leña verde. Lo demás es accesorio. La estupidez mexicana deja buenos dividendos políticos.
Lo accesorio es la vertiginosa caída del dólar, el colapso del precio del petróleo, la debacle de la economía mexicana, la burla de los tres pesos de aumento al salario mínimo, la falta total de transparencia y rendimiento de cuentas, el imperio del narco y sus socios políticos y de la elite económica. Ni el gobierno ni la prensa oficialista habla de ello.
A este escribano no le interesa disculpar a los protagonistas de esta extraña historia, sino observar la trama urdida por el gobierno mexicano y sus acostumbrados socios mediáticos, las perversidades que la mercadotecnia y la propaganda usan para declarar triunfal un hecho que es obligación gubernamental: detener delincuentes, sobre todo a quienes dejó escapar.
El tema central detrás de esta trama es el escape de El Chapo Guzmán, las complicidades involucradas, la impunidad que prevalece, el fracaso de una estrategia policiaco-militar. Los funcionarios a quienes se les sigue algún proceso por supuestamente haber colaborado en la huida, tampoco quiebran los cimientos podridos de una institución corroída.
La detención del delincuente de marras, además de cobrar una afrenta contra un gobierno pillado en una cantidad increíble de situaciones alejadas del estado de derecho que enarbola, es importante, pero cobraría mayor relevancia si desmantelara la red de complicidades, impunidad y vínculos político-financieros que sustentan el poder de la delincuencia.
El problema en esta trama no son los orgasmos de Thalía o el supuesto amorío de Kate del Castillo. La ironía de estas revelaciones, todas con excesos y perversidades mediáticas, lleva a otra afirmación de Penn en “60 Minutos”: el gobierno mexicano tiene algo que ver en esta puesta en escena, pues dice, no “somos más inteligentes que la DEA o el gobierno mexicano”.
Afirma el actor que, a contracorriente de traducciones interesadas sobre su supuesta aceptación de que la entrevista a El Chapo Guzmán “fracasó”, se deben discutir las políticas contra las drogas. Es decir, una política impuesta por Estados Unidos desde la época de Nixon que ha sido un total fracaso, pero que gobiernos como el mexicano siguen sin cuestionar.
La trama de este affaire solamente contribuye a la mitificación de un personaje que se jacta de su andar delincuencial y de ser un supuesto Robín Hood al revés. El gobierno y sus adláteres están haciendo de El Chapo Guzmán un mito de la debacle mexicana, trazada por una sociedad cuya crisis de inseguridad, económica, política, no se resolverá con mentiras.
Mientras el gobierno mexicano cita a declarar a Kate del Castillo, en medio de un linchamiento mediático bien pagado con recursos públicos, pretende ocultar, junto con los medios sediciosos, la detención en España del exgobernador Humberto Moreira, sin derecho a fianza porque podría fugarse y ser protegido por la corrupción mexicana.
No es poco de lo que la Audiencia Española lo acusa: lavado de dinero y asociación delictuosa. Los lujos exhibidos durante su estancia en España para hacerse de un doctorado patito y un proceso abierto en Estados Unidos, podrían dar señas del destino de miles de millones de pesos de la deuda de Coahuila, asunto por el que fue exonerado en México.
Obviedades. 1. Quienes obsequian la cosa llamada “Jumil de Oro”, o son ignorantes o no conocen Morelia más allá de algunas calles del Centro Histórico. 2. El gobierno mexicano “lamenta” que Amnistía Internacional (Un trato de indolencia. La respuesta del Estado frente a la desaparición de personas en México), no reconozca sus esfuerzos, al rechazar su indolencia en el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, y se extraña porque no incluyera la quimera gubernamental llamada Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas. 3. La SEP da el siguiente paso para desconocer la relación laboral con el magisterio dizque democrático. Se niega a pagar a los miles de comisionados ocupados en supuestas tareas sindicales. Apuesta a complicidades jurídicas que negarán al profesorado sus derechos. No comparto la comisionitis alentada por el propio gobierno federal y los estatales, pero es obvio que no se trata de la educación. 4. Alerta de género y canasta básica. Al parecer al “nuevo comienzo” el asesinato brutal de mujeres ni le conmueve ni le afecta, pues se “prorrogará” la publicitada alerta con el asentimiento de las mujeres que forman parte de un supuesto “gabinete de género”, mientras se acota la entrega de una miserable despensa a unos pocos hambrientos por la dizque “calidad” de su contenido. 5. #misióncumplida, emulación o burla de la Policía española al arrestar a Humberto Moreira, por presunto lavado de dinero y otros delitos que en México nadie sabe, nadie supo. El gobierno cómplice exhibido de nuevo. 6. La estupidez mexicana es oprobiosa. En Colima volvieron a votar por quien hizo todo para que se anulara una sucia elección que costó otros tantos millones de pesos de nuestros impuestos, y donde la corrupción campea. 7. Las dos exfiscales integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH (GIEI) están siendo violentadas por una feroz campaña de la ultraderecha, militares, políticos, medios mexicanos y el propio gobierno mexicano, para desacreditar mediática y moralmente a dos mujeres que en sus países abrieron procesos contra corruptos y militares genocidas y vulnerar la búsqueda de la verdad sobre los 43 normalistas desparecidos. 8. Entre 2008 y 2014, fueron asesinadas 623 mujeres en Michoacán, casos de los que solamente se reconocen 8 feminicidios. Tremenda realidad que minimiza la vida humana. 9. Soberbia, arbitrariedad y autoritarismo, la respuesta del “nuevo comienzo” a los ciudadanos que cuestionan su imposición del reemplacamiento. Afirma que el Congreso del Estado lo aprobó, pero los michoacanos saben del contubernio tejido para esquilmar a los ciudadanos. 10. Mi solidaridad con Cambio de Michoacán y quienes hacen y sostienen este espacio de libre expresión ante la pretensión de las catacumbas por responsabilizar a este medio de comunicación de una acusación contra los panistas que no votaron por el reemplacamiento. Última: Y mientras las elites económicas, con el contubernio de los políticos y tecnócratas, se hacen de las jubilaciones y pensiones de los mexicanos, cuya debacle no le importa a nadie.