viernes, 28 de julio de 2023

Magnicidio: el montaje fascista

 

Acorde con cuatro encuestas recién publicadas (Enkoll-El País, De las Heras Demotecnia, Covarrubias, Buendía y Márquez), tres aplicadas en domicilio y una telefónica, cuatro casas encuestadoras serias, muy alejadas de los montajes de Gea-ISA, El Financiero y otros estudios hechos en redes sociales, la candidata presidencial del Frente Amplio por México (#PRIANRD, Claudio X. González, empresarios golpistas, la autollamada sociedad civil, sectores de clase media anclados en el odio) no avanza. En todos los casos, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, los punteros de Morena, la aventajan con al menos 30% en preferencia electoral. Por ello, siguiendo el manual del Lawfare y el dicho de Goebbels, arrecian las mentiras y #Fakenews en contra del presidente de México, Morena y los ciudadanos que apoyan la 4ª transformación.

La derecha golpista no escatima dinero sucio en la campaña que busca posicionar a Xóchitl Gálvez, la senadora candidata también del INE, pues no la sanciona por usar su cargo público para promocionarse y atacar al presidente de México. Primero, pretendieron hacerla pasar por la “indígena” exitosa que, de vendedora de gelatinas se encumbró como empresaria, pero sin decir nada sobre su fortuna obtenida por tráfico de influencias y uso de sus cargos públicos para obtener contratos públicos; segundo, buscan confrontarla, tanto con AMLO como con Claudia Sheinbaum, inventando una disputa de género; acusa al primer mandatario de violencia en razón de género y supone que la ex jefa de gobierno, al ser la puntera en las encuestas, convertirá la contienda electoral de 2024 en “elección de género”, y tercero, reanima los shows botargueros ad infinitum.

En este contexto, la prensa sicaria y sus escribanos, inventan portadas y escriben columnas pseudo periodísticas, sobre presunto magnicidio, culpando anticipadamente al presidente de México de un supuesto atentado en contra de la candidata de la derecha. Beatriz Pagés, Raymundo Rivapalacio, Héctor Aguilar Camín, entre otros conocidos cancerberos y buitres, arman un montaje fascista. Repiten y replican un magnicidio sin pruebas, pero sus especulaciones son peligrosas. Un elemento del Lawfare o guerra de la ley contra gobiernos democráticamente electos y legítimos, busca abrir brecha para resquebrajar la credibilidad y legitimidad de AMLO, su gobierno, la 4ª transformación y Morena. El montaje fascista de la derecha mexicana es una fabricación que no solo busca golpear políticamente al presidente de México, sino también generar condiciones ideológicas, políticas y legaloides para derrocarlo y exhibirlo a nivel nacional e internacional.

No hay duda de que la candidata de la derecha fascista, Xóchitl Gálvez, no prende, a pesar de sus disfraces, botargas, “denuncias”, bicicletas y pataletas mediáticas. En gira permanente en la televisión, radio y prensa corporativas, sus declaraciones y gritos no han podido alcanzar a los punteros de Morena, al propio presidente de México y a los ciudadanos que apoyan la 4ª transformación. Las supuestas encuestas que le dan ventaja, carecen de rigor metodológico y están manipuladas. El dinero que circula en los medios corporativos de la derecha fluye sin cortapisas, pero no para defender propuestas programáticas u ofrecimientos de la derecha a favor de los mexicanos, sino para simular. El montaje fascista es preludio de su propia debacle.

Los magnicidios no los comete un “loquito”, un “ofrecido”, alguien que quiera “quedar bien” con un mandatario. A Luis Donaldo Colosio lo asesinó la elite política y la oligarquía encabezadas por Carlos Salinas de Gortari, el PRI y el PAN, con la complicidad de los medios corporativos y sus escribanos, el Poder Judicial y el gobierno federal de la época. No hay paralelo. A lo que arriesga la derecha fascista es a exponer a su candidata, lo que no es extraño. La sangre les fascina. En cinco años han amenazado de muerte a AMLO y la derecha no ha dicho nada, pero carroñeros como son han usado la pandemia, supuestos atentados a sus lectores de noticias, accidentes, trágicos sucesos cometidos por la delincuencia, entre otros, para golpear a AMLO.

jueves, 20 de julio de 2023

Libertad de expresión y derecho a la información bajo acecho

 

Dos garantías fundamentales, protegidas por la Constitución mexicana, están en riesgo. El INE, la oposición derechista, los medios corporativos golpistas y sus escribanos, retuercen la legislación electoral vigente y la narrativa para callar al presidente de la República y a los contendientes de Morena por el liderazgo de la 4ª transformación. La derecha opositora invierte millones de pesos en propaganda que violenta lo que dicen Morena y AMLO infringen. Agrupada en el autollamado Frente Amplio –tres partidos políticos derechistas, el empresariado golpista y la supuesta sociedad civil-, justifica que sus candidatos no renuncien a sus cargos públicos, vociferen en los medios corporativos que van por la candidatura presidencial y la obscena campaña mercadotécnica con la inflada Xochitl Gálvez con mentiras, fakenews, golpes diarios a AMLO y millones de pesos para blanquearla y amorenarla, contradictoriamente, mientras sus comparsas deliran.

La narrativa derechista mediática, promovida por medio de la manipulación de la información en los medios corporativos –televisión, radio, redes sociales, plataformas web-, busca normalizar sus ilegalidades: mentiras columneras, lectores de noticias que manipulan la información, ocho columnas difamatorias, entrevistas a modo con la candidata de la derecha, nado sincronizado con #Fakenews, tráfico de influencias, banalización de la política, autovictimización –“perseguidos políticos”, dicen- de exfuncionarios y funcionarios del PAN, el PRI y el PRD, sospechosos de encabezar actos de corrupción, saqueo, lavado de dinero, asociación delictuosa, fraudes inmobiliarios, uso de recursos públicos. En todos los casos, la derecha pretende pasar sus ilegalidades como prácticas sin cuestionamiento, so pena de limitarles sus “libertades”.

En este contexto, sobresalen dos prácticas en la adelantada sucesión presidencial: la banalización de la política que amenaza la libertad de expresión y el derecho a la información. Es el caso de Movimiento Ciudadano (MC), una organización política patrimonialista, corrupta y saqueadora, que busca privatizar la participación ciudadana y pretende convertir “la alegría” en su programa de gobierno. Es decir, vacía conceptual y políticamente cualquier visión de los grandes problemas nacionales con un ánimo hueco y estúpido. Que los ciudadanos sean alegres. No importa que políticos y empresarios corrompan y saqueen el país. La buena nueva es que “la alegría” es mejor. La pobreza, la inseguridad, la corrupción, el saqueo, la impunidad, el tráfico de influencias, los problemas de drogadicción, los jóvenes cooptados por la delincuencia, etcétera, son estresantes. Venga la alegría mexicanos, mientras los políticos saquean y corrompen la nación.

La campaña presidencial del Frente Amplio de la derecha opositora ha dejado al descubierto otro atentado a la libertad de expresión y el derecho a la información: la normalización del tráfico de influencias y el conflicto de intereses. La candidata privilegiada con una costosa e insultante campaña, Xochitl Gálvez, fue pillada con contratos –hay evidencias documentales- por 1,400 millones pesos en 9 años. Lapso en el que ha ocupado –sigue ocupando- varios cargos públicos –secretaria de Estado, delegada de la Miguel Hidalgo en la ciudad de México, Senadora de la República. Pero públicamente responde: es muy “chingona como empresaria”, el presidente de México la persigue y ataca, etcétera. Sin duda, es parte del programa que Miguel Ángel Gurría, el ángel de la dependencia, le está preparando el millonario jubilado más joven del mundo y promotor de las reformas estructurales neoliberales –modelo económico que dice desconocer.

En los próximos meses, tanto las instancias electorales como la derecha opositora arreciarán sus legaloides maniobras para socavar la libertad de expresión y el derecho a la información. Se trata de ocultar, no solo prohibir que el presidente de México haga uso de sus derechos, la corrupción, saqueo, impunidad e ilegalidades de los partidos políticos, las elites y el empresariado golpista. Recapturar el Poder Ejecutivo y el gobierno federal es crucial para sus corruptelas.

jueves, 13 de julio de 2023

Tiempos electorales y violencia delincuencial

 

En unos meses se definirán las candidaturas presidenciales, a diputaciones y senadurías, varias gubernaturas, ayuntamientos y algunos congresos locales. 2024 será la contienda electoral que de seguro definirá el rumbo del país, no solo en el próximo sexenio, sino también para las décadas por venir. No se trata solo de la continuidad de la 4ª transformación, el proyecto obradorista de nación, el partido Morena y la movilización ciudadana; es sobre el cambio en un país que en los pasados 30 años fue sometido a un modelo económico y político rapaz, corrupto, saqueador, salvaje, depredador. En aras de una supuesta modernización, el capitalismo globalizado y neoliberal irrumpió en México hundiendo en la pobreza y precariedad a millones de personas; promovió una clase media híper individualizada, aspiracionista, consumista apolítica y desideologizada, y conformó una pequeña elite oligárquica y política que concentró recursos públicos (presupuesto, bienes, recursos naturales, etcétera) y privados, buena parte producto de la corrupción y el saqueo.

Los tiempos electorales son hoy el contexto social, económico y político de un proceso que ha contado con el apoyo de millones de mexicanos y el desprecio de la oligarquía, las elites políticas, sectores de las clases medias, grupos y membretes que dicen representar a la sociedad mexicana. Por ello es preocupante la violencia que algunos grupos delincuenciales están generando, pero también perturba cómo los medios corporativos renuevan su agenda golpista potenciando políticamente el impacto de esas situaciones. De un lado, se clama por la supuesta violencia generalizada, que, según cálculos de agencias estadounidenses, cubriría más del 80% del territorio nacional, y del otro, se alienta la intervención represiva del Estado mexicano y el extranjero, a pesar de que escandalosamente acusan de militarización. Se observa así, la convergencia de una contienda electoral por venir, el odio a un proceso incluyente, el activismo de la oposición, partidos de derecha (PRI, PAN, PRD), empresariado derechista y golpista, y la delincuencia organizada.

Pero lo que destaca en este marco, es la aparente relación entre los recientes hechos encabezados por grupos delincuenciales focalizados y las ansias golpistas de la derecha fascistoide mexicana. En esta trama, sobresalen al menos tres posturas: a) la oficial, posición que continúa presentando la estrategia “Abrazos no balazos”, la cual ha sido manipulada por la derecha, pero ha rendido frutos. La guerra contra el narco no ha terminado, pero es notable, por un lado, el descenso constante de la letalidad y el conflicto abierto y mediático, y por el otro, cifras menores de delitos del fuero federal –incluso del común- y su impacto en la percepción de la gente sobre la inseguridad; b) la visión de los medios alternativos, buena parte en sus plataformas youtuberas, que coinciden críticamente con el gobierno, pero resaltan la convergencia entre la derecha y la delincuencia organizada. Se asume que, entre delincuentes, oligarquía y elites políticas, hay una convergencia estructural. Es decir, la delincuencia es parte del régimen que ha sido desplazado por el actual gobierno y opera en su favor.

La derecha, por su parte, no parece ocultar sus intereses: c) los medios corporativos, partidos políticos agrupados en torno al corrupto dinero empresarial y algunos sectores empresariales, alimentan la narrativa de la esquizofrénica guerra de Felipe Calderón y su narco Estado, el desprecio a AMLO y la 4ª transformación, la politización de los recientes sucesos y un escenario que mediáticamente catastrófico. Con todo, la fuerza de los grupos delictivos hoy activos fue obtenida durante el narcoestado encabezado por Felipe Calderón del PAN. Mientras su secretario de seguridad, Genaro García Luna, favorecía al Cartel de Sonora, otros grupos crecieron, se armaron y arraigaron como respuesta a ese contexto en el que los gobiernos del PAN, PRI y PRD ocupaban el gobierno federal y algunos gobiernos estatales y municipales.

Post scriptum: ¿Qué diferente podrá ofrecer la derecha mexicana al poner a escribirle su programa a José Ángel Gurría, el ángel de la dependencia, exfuncionario mexicano que se retiró a los 40 años y obtuvo jugosa jubilación después de un año de servicio, y sirvió a la oligarquía internacional en la OCDE imponiendo el neoliberalismo y el pensamiento único como la vía para el desarrollo de los países, sin importar que empobrece a millones de seres humanos y enriquece a unos pocos?

miércoles, 5 de julio de 2023

Mercadología, populismo y mentiras

 

De pronto, la oligarquía mexicana desfondó a su propia alianza derechista. Mientras PRI, PAN y PRD, en contubernio con su gerente Claudio X. González inventaban un “proceso” para elegir a su candidato/presidencial para 2024, los empresarios y políticos detrás del membrete Frente Amplio por México, decidieron dirigir sus inversiones e instruir a los medios corporativos y sus escribanos que inventen a una candidata que está siendo blanqueada con Photoshop para agradar a ciertas clases medias y altas y posicionarla entre esos sectores, pero también fabricarle una supuesta vida de “indígena” vende-gelatinas, con la finalidad de hacer creer a millones de mexicanos que ella es parte de la población más vulnerable, de la que surge y asciende en la escala social por su “propio esfuerzo”. Una robinsonada, dirían Karl Marx y Friedrich Engels.

Sin embargo, estamos ante una operación mercadológica en la que las mentiras, el populismo derechista, las entrevistas pactadas, las columnas de la prensa corporativa golpista y la confrontación de la candidata con el presidente de México, sobresalen. En tiempo real, los mexicanos observamos como una mercancía es fabricada por una de las prácticas más perversas del capitalismo, resumidas en la mercadotecnia, mercadología, marketing. Una serie de instrumentos y técnicas para engañar a la gente, aplicadas a la política. No hay ciencia en esta actividad. La finalidad es moldear un producto para que la gente lo consuma, lo compre. Inventar una vida que agrade a las elites y a los sectores poblacionales más vulnerables. La candidata de la derecha fascista ni es indígena, ni vende-gelatinas, jamás conoció la pobreza, tampoco es parte del pueblo. Es la gran simulación.

Como parte de la cadena de producción capitalista, con la finalidad de maximizar la tasa de ganancia de su inversión, el empresariado golpista mexicano y transnacional, y los gobiernos extranjeros, particularmente Estados Unidos por medio de sus agencias intervencionistas y golpistas (USAID, National Endowment for Democracy), inventan e inflan a una candidata que se ha distinguido por shows mediáticos, performances, clichés estandoperos y botargas. Los mercadólogos tienen súbitas epifanías populistas y le fabrican e inventan una vida, mientras parientes y habitantes del pueblo en el que nació muestran la próspera casa en la que vivió, niegan que su padre fuera alcohólico golpeador, que la candidata de la derecha haya “luchado” contra un cacique, vendido gelatinas, caminado horas para estudiar o que su solo esfuerzo “personal” la haya blanqueado para estudiar una carrera universitaria, y se “hiciera” triunfante empresaria y funcionaria de Vicente Fox y del PAN.

La operación mercadológica está fabricando a una candidata que la derecha populista celebra en columnas y entrevistas en los medios corporativos. Pero un video muestra realmente quién es la candidata de la derecha fascista mexicana: servil e integrante del grupo que hundió al país durante los gobiernos del #PRIAN. La gran diferencia con la mercancía Enrique Peña Nieto es que el expresidente priista fue gobernador del Estado de México, miembro del hoy derrotado –en las urnas- Grupo Atlacomulco y parte de un montaje de ensueño televisivo. La senadora Xochitl Gálvez, funcionaria de Vicente Fox, cuyo esposo fue favorecido con contratos millonarios gracias a las relaciones que la “indígena” tiene con el PAN y sus gobiernos prianistas. En el Senado de la República armó varios montajes, fuera del recinto parlamentario llegó varias veces a la FGR con supuestas “denuncias” por cualquier basura prianista y se convirtió en botarga cotidiana, pero jamás presentó una iniciativa que realmente valiera la pena.

En la fiesta de la oligarquía que transmitió vía Periscope, se enorgullecía de los “personajes” con los que departió sin gloria, pero con mucha pena: un grupo de la oligarquía y las elites corruptas y saqueadoras. Nada que ver con la usurpación étnica que pretende promover. Populismo derechista.

sábado, 1 de julio de 2023

Continuidad con cambio, Cuarta y última parte

 

El experimento obradorista, no solo impulsa un relevo que lidere y conduzca los cambios que AMLO está promoviendo –grandes obras, política social, sistema de salud renovado, política energética, concientización-, sino también una transición política protagonizada por su movimiento-partido y los miembros de Morena, mientras la derecha y sus aliados se desesperan, mostrando su naufragio inducido por la alianza a la que los obligó un pseudoempresario que recolecta dinero de empresarios derechistas mexicanos, transnacionales y fondos de conocidas agencias extranjeras golpistas. La continuidad con cambio revela así interesantes matices del presidencialismo mexicano. No hay dedazo y se rechaza la cargada priista, pero el reemplazo es alentado por el propio presidente de la República con bases novedosas. En 60 días, los morenistas y sus aliados deben obtener la estafeta a partir de su acercamiento a la gente, una encuesta abierta –con encuestas espejo- y el liderazgo del movimiento, el partido y el futuro gobierno.

Sin duda, los aspirantes de Morena a suceder a AMLO, tienen sus historias políticas, algunas cuestionables. Es el caso de Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal. Estos tres personajes tienen tras de sí cuestionamientos diversos (Línea 12 del metro de la CDMX, intento por cancelar los beneficios sociales impulsados por AMLO, la llamada “Ley Mordaza” en Tabasco, manipulación y traición política, entre otros), pero son, con Claudia Sheinbaum, los más destacados en el contexto de la 4ª transformación. En el caso de la oposición, cinco de varios pretendientes a la candidatura presidencial de la alianza derechista Va por México (PRIANRD, Claudio X. González), han decidido abandonar lo que evidentemente es una simulación (Germán Martínez, senador, ex morenista, integrante del autollamado Grupo Plurarl, Mauricio Vila, gobernador de Michoacán, Lilly Téllez, senadora ex morenista, furiosa fascista anti AMLO, Claudia Ruiz Massieu, senadora por el PRI, Alejandro Moreno, dirigente del PRI, presionado por su propio grupúsculo).

Como parte de la gran simulación, Claudio X. González y el PAN, están invirtiendo millones de pesos para inflar la supuesta candidatura de la senadora Xochitl Gálvez, a quien le están inventando una historia “indígena” que vendía gelatinas y que por “esfuerzo” personal llegó a ser funcionaria de Vicente Fox, obtuvo recursos públicos usando sus influencias y fanática del PAN. Asimismo, la alianza derechista, después de que su consejo electoral de exfuncionarios del IFE de los fraudes electorales e intelectuales derechistas (Sergio Aguayo Quesada) se disolvió, inventó otro mini INE, integrado por otros exfuncionarios de ese viejo IFE (federal y locales) para supuestamente dar fe de un proceso que al parecer ya está decidido. El problema de posicionar a una candidata mediocre con una falsa historia personal y conformar un grupo para justificar y validar la decisión previamente decidida, es que no hay propuesta de un proyecto de nación. Es simular lo que no tienen con propaganda mercadológica para convencer a la ciudadanía que sus componendas son diferentes, pero son lo mismo.

En realidad, la costosa propaganda electorera tiene destinatarios acotados: militantes, simpatizantes y adherentes del PRIANRD, sectores de las clases medias, la “izquierda verdadera”, académicos, grupos de intelectuales de derecha, y los dueños y los pocos miembros de las organizaciones de la autollamada sociedad civil. La retórica de los dirigentes de los partidos políticos aliados con el empresariado golpista, es bien conocida. Es la narrativa del “nuevo” PRI promovida durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero que se caracterizó por corrupción y saqueo a niveles escandalosos en estados gobernador por el PRI, el PAN, el PRD y el gobierno federal. Si bien el presidencialismo mexicano sigue en pie, es notable que con el experimento obradorista hay cambios que dan a la política y sus prácticas, nuevas perspectivas.