lunes, 30 de enero de 2023

Apología de la antidemocracia II

 El libro de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama (La democracia no se toca, Planeta, 2023), parecería suficiente celebración de la antidemocracia de la derecha y ultraderecha en México, pero la oligarquía, las elites, los políticos y partidos corruptos y saqueadores, los empresarios golpistas, las clases medias aspiracionistas, los medios corporativos, ya preparan nueva marcha para “defender” al #INE, un organismo antidemocrático, cuyos consejeros lo único que hacen es vivir en una isla de privilegios, que no conocen a los mexicanos, que nada saben de democracia, porque, con algunas excepciones, muchos, en particular Córdova y Murayama, no fueron insaculados democráticamente, sino por los partidos políticos corruptos y saqueadores #PRIANRD. La #MarchaFifi programada para fines de febrero, que ahora amenaza con llegar al zócalo de la #CDMX, busca, otra vez, diseminar la narrativa golpista que sustentan los amparos que #PRIANRD y demás amigos ya depositaron, con bombo y platillo, con rechazo pleno de ciudadanos que luchan por la democracia, en la #SCJN.

Acompañarán de nuevo a la #MarchaFifi, grupos de la sociedad civil que existen por su intención de apropiarse y privatizar los derechos de los mexicanos, incluida la democracia y el voto libre, la participación de la gente, y por supuesto, el empresariado golpista y los partidos políticos que ha comprado a precio de ganga #PRIANRD, y personajes ligados a esas organizaciones partidistas. La nueva #MarchaFifi será otra apología de la antidemocracia en la que el odio, el desprecio, el clasismo, la discriminación tendrán la bandera. Es dudoso que quienes asistan –aunque sea numerosa- habrán leído el plan B presidencial sobre la #ReformaElectoral, en la que se plantea, entre otros asuntos, reducir el obsceno saqueo de los recursos públicos que en el #INE es cotidiano. Suponer que sin el #INE como hoy lo conocen millones de mexicanos y sin sus regenteadores, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, vendrá el apocalipsis es caer en el garlito de que solo la democracia de las elites es la democracia, mientras los ciudadanos deben conformarse con la nada.

Las mentiras sobre lo que para unos pocos es o no democracia se acumulan. En la presentación de libelo de Córdova y Murayama, la otrora periodista, ahora vocera feroz de la derecha y ultraderecha en México, Carmen Aristegui, afirmó que el secretario de Gobierno ordenó “destazar” el #INE, una falsedad en boca de una señora que fue censurada y perseguida por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, por dar a conocer la corrupción y el saqueo durante esos gobiernos derechistas. Igualmente, Córdova aseguró que la falta de participación da paso al autoritarismo, pero este personaje miente. En el #INE han bloqueado las consultas populares, la organización y participación ciudadana, persiguiendo a ciudadanos que en su momento decidieron recolectar firmas, promover las consultas y expresar públicamente su compromiso con la democracia como millones de mexicanos la entienden. Rechazan que se les ningunee y que se les impida caminar por la consolidación de reglas, mecanismos e instrumentos a favor de la democracia.

No debemos esperar que la #SCJN, derechista y derechizada, atienda el reclamo de millones de mexicanos por la democracia participativa, porque se involucren cada vez más en las decisiones, no solo partidistas, sino sobre todo ciudadanas, que les interesan y competen, además de poner un alto al saqueo y corrupción que el #INE y sus consejeros promueven de distintas maneras: costos de las elecciones, informes y consultorías encargadas a empresas privadas, el aparato burocrático que saquea recursos públicos, la burocracia dorada que nada en privilegios de todo tipo. Veremos, cuando la #SCJN tome sus decisiones sobre la constitucionalidad o no del llamado plan B, de qué lado se pone. La derecha y ultraderecha, #PRIANRD, medios corporativos, Carmen Aristegui, columneros y empresariado golpista esperan que los respalde, y deseche los cambios necesarios y urgentes para llevar a buen puerto la democracia participativa, no la democracia sin adjetivos.

jueves, 26 de enero de 2023

Apología de la antidemocracia

 Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, presidente consejero y consejero del #INE, respectivamente, han escalado su activismo anti #AMLO, la #4T y #Morena, convirtiéndose en protagonistas políticos ligados a intereses económicos, partidistas e ideológicos, más allá del supuesto fin que los mueve –según ellos y sus amigos- como autoridades del árbitro electoral. De mala manera han tomado de rehén a una institución que tiene por objetivo organizar las elecciones, salvaguardar resultados y confirmar contiendas limpias, sin dudas, y reconocer los triunfos de los diversos candidatos y partidos políticos. De ningún modo, los ganadores de los comicios vencieron “gracias” al #INE o sus consejeros. Los candidatos y partidos políticos triunfaron por el voto libre y soberano del pueblo que acudió a las urnas a ejercer su legítimo derecho a elegir a las autoridades que lo representarán en la toma de decisiones para determinado periodo.

Con todo, la narrativa tramposa y perversa de los consejeros del #INE y sus acompañantes –partidos políticos opositores, oposición de derecha y ultraderecha, oligarquía, elites, organizaciones de la sociedad civil, empresarios y medios corporativos golpistas- pretende tomar cartas de naturalización en la sociedad mexicana, aduciendo que el árbitro electoral es prístino y los mexicanos deberían agradecerles que pueden elegir, aunque inapropiadamente, a sus autoridades. Es el principal argumento de un nuevo libro de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama (La democracia no se toca, Planeta, 2023) que resalta que la democracia, como ellos la conocen –y como desean que los demás la asuman-, no está en el ADN de los mexicanos. Así como un conocido historiador neoliberal, asesor del entonces presidente Enrique Peña Nieto, afirmó que la corrupción es parte de la cultura mexicana, ahora este par de bribones electorales acusan a los mexicanos de antidemocráticos.

Entre la corrupción como cultura y que el código genético de los mexicanos rechaza la democracia, no hay mucho trecho. Es la narrativa de las elites intelectuales del neoliberalismo y de los viejos partidos políticos, antes aparentemente opuestos, hoy aliados que la ultraderecha golpista empresarial compró para representarla como alternativa derechista, repiten, en la propaganda electoral, la narrativa de los medios corporativos y sectores de la clase media aspiracionista en redes sociales y columnetas de supuesta opinión, bien pagadas por la oligarquía. Para Córdova y Murayama la mayoría de los mexicanos no puede ni sabe elegir a sus autoridades; no entiende la democracia, no debería votar porque elige mal y se congratulan de que “gracias” al #INE que regentean #AMLO ganó la presidencia en 2018. Y seguro por las mismas razones, #Morena ha obtenido senadurías, diputaciones, entidades federativas, ayuntamientos, regidurías y cualquier cantidad de cargos de elección popular.

La revelación prístina en ese libelo antidemocrático y antimexicano es que Córdova y Murayama hace un execrable elogio de la antidemocracia. Es decir, al decantarse por lo que ambos y sus cómplices creen saber sobre la democracia, sus fundamentos y práctica, se colocan en la posición extrema: la democracia de las elites, la oligarquía, el poder del dinero y los medios corporativos golpistas. La democracia sustentada por el pueblo, por millones de mexicanos, no es “su” democracia. Es de los ignorantes, los menores de edad, la gente que nunca podrá ser demócrata porque la democracia es refinación intelectual, es la ideología de altos estándares, es la política que solo unos pocos entienden y saben practicar. A lo más que pueden aspirar millones de mexicanos que han salido a votar desde julio de 2018, es a reproducir su pobreza e ignorancia. El libraco resume muy bien la apología de una democracia que en realidad es el elogio de la antidemocracia. La democracia de las elites y la oligarquía es la que en ese panfleto se retrata, no la democracia de millones de mexicanos. Es el bodrio antidemocrático peor narrado.

sábado, 21 de enero de 2023

La conjura de ¿los letrados?

 No suelo estimar las conjuras y las conspiraciones, pues a veces ocultan las aristas de un debate y de hechos que las podrían pergeñar o inspirar, reduciendo el asunto a un pleito de buenos y malos. Pero el supuesto plagio de una tesis, en la que se incrimina a una ministra de la #SCJN, y los “incidentes” anómalos en el metro de la #CDMX, parecen sacados de las intrigas de grupos de poder fáctico que buscan golpear, tanto al presidente de la República como a la Jefa de Gobierno de la #CDMX. El primero con una aprobación de la ciudadanía mexicana arriba del 70% según #MorningConsult, una casa encuestadora estadounidense que registra el asenso y disenso respecto a varios mandatarios del mundo, y la segunda, fuerte aspirante a la candidatura presidencial de #Morena, #AMLO y la #4T, para 2024. Al parecer ambos están en la mira de la derecha, ultraderecha, la “izquierda verdadera” y círculos afines a la #4T, todos los cuales no disimulan su misoginia, machismo y pretensiones de desbancar a Claudia Sheinbaum de su posición, y de derrocar al “dictador”.

En el caso de la ministra #Esquivel, la diatriba sobre el supuesto plagio de su tesis de licenciatura ha escalado al linchamiento de grupúsculos derechistas de la #UNAM afines al sector dizque ilustrado que “denunció” el imaginario plagio. Según la derecha y ultraderecha #PRIANRD y sus amos empresariales golpistas, y un reducido grupo de la llamada “izquierda verdadera”, se le debe cancelar su licenciatura y renunciar a su posición como ministra en la #SCJN. Al parecer la derecha salvaje no leyó –y si lo hizo, no entendió o de plano le importa un bledo- lo que su asesora asumió: ella “compartió” el proyecto original de la hoy ministra con sus otros asesorados, quienes –no lo dice- quizás se apropiaron de páginas y capítulos completos de la tesis, la que no fue presentada antes que la del presunto plagiado, porque no había cubierto su servicio social, requisito fundamental en cualquier universidad –pública o privada- para optar a una licenciatura.

La derecha golpista encargó a un supuesto letrado escudriñar las bases de datos de la #UNAM para hacer un montaje en #Latinus/Letrinus, medio digital financiado por Roberto Madrazo, un político del #PRIAN cuya fortuna debería ser investigada, y el dinero público de entidades como Michoacán y San Luis Potosí, antes encabezadas por el #PRIANRD, donde el “genio” de los montajes #LordMontajes #Loretito #CarlosLoretDeMola fabrica golpes contra el presidente de México y cualquier político o personaje afín a la #4T. Guillermo Sheridan, un oscuro escritor de 5ª, quien se ha apropiado de obra de Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, sin permiso de sus herederos: el Estado mexicano, gustoso se prestó a golpear a la ministra Yazmin Esquivel, quien era fuerte candidata a presidir la #SCJN, presidencia que finalmente quedó en manos de la derecha judicial.

Hasta ahora, aunque el rector de la #UNAM pretendió responsabilizar a la #SEP, y por ende al gobierno de #AMLO y la #4T, de defenestrar a la ministra #Esquivel, no hay una sentencia legalmente válida. Si bien un órgano de 5ª de la FES-Aragón –donde la ministra cursó sus estudios de licenciatura- concluyó que, si hubo plagio, el mismo no tiene autoridad legal, moral, ética y política para invalidar un título de licenciatura. Además, se sabe que actuó de manera imparcial, sin revisar todas las pruebas y evidencias. Es decir, actuó por consigna de la derecha salvaje. La ministra #Esquivel perdió finalmente la votación para la presidencia de la #SCJN, pero a la derecha le importa que salga de esa instancia, pues necesita unanimidad para derrocar al presidente de México. De ahí el linchamiento y las falsedades que los medios corporativos golpistas han fabricado en las últimas semanas.

Con todo, la ministra #Esquivel ha demostrado tener la piel dura y resistir los embates de la derecha fascistoide y la “izquierda verdadera”. Sobre el metro de la #CDMX escribiré en otra entrega.

sábado, 14 de enero de 2023

Consenso y odio fabricado

 Dos lecturas, entre otras, pueden contribuir a entender el actual rol de los medios corporativos y el periodismo que suelen hacer diariamente por medio de sus ocho columnas, notas periodísticas, reporteros, columneros y supuestos analistas: Los guardianes de la libertad, de Noam Chomsky y Edward S. Herman (Planeta, 2013, primera edición en español en 1990) (Manufacturing consent: the political economy of the mass media, Pantheon Books, 1988), y Hate Inc: why today’s media makes us despise one another de Matt Taibbi (2019, QR Books). Ambos libros desbrozan cómo los medios corporativos fabrican el consenso y el consentimiento que de alguna manera permite justificar los golpes de Estado contra gobiernos democráticos, y cómo se ha incorporado el odio personal y colectivo en esos medios contra determinados personajes, en particular contra políticos progresistas. El primero prefigura lo que hoy es parte del Lawfare y la guerra híbrida contra gobiernos democráticos, y el segundo muestra la normalización del odio que finalmente se convierte en parte del golpismo derechista.

Los medios corporativos en México juegan hoy el rol más perverso que les ha tocado jugar, pero el mismo es alentado por la oligarquía, implicando así, no solo la perversión del periodismo sino también su hundimiento. Si durante los gobiernos neoliberales ensalzaban cualquier acción privatizadora, la entrega de recursos naturales y empresas estatales y la conversión de deudas privadas en deudas públicas, además de justificar la corrupción, el saqueo del erario público y los privilegios e impunidad de algunos grupos, actualmente se oponen a cualquier medida, acción y política pública que vulnere las corruptelas y saqueo de las élites económicas y los partidos políticos que las acompañan. Chomsky y Herman nos alertan sobre cómo los medios corporativos construyen y fabrican el consenso para justificar, de un lado, corrupción, saqueo, privilegios, abusos e impunidad de unos cuantos, y del otro, su intención por derrocar a un gobierno electo democráticamente. En este sentido, gozan de plena libertad de expresión, pero la usan para manipular e inventar noticias y situaciones muy alejadas de la realidad.

Asimismo, observamos cómo los medios corporativos incorporan el odio y el desprecio de algunos grupos sociales, los cuales al parecer no han sido golpeados económicamente, pero son comprados fácilmente, pues tienen una serie de conductas clasistas y racistas, las que han sido potenciadas por las redes sociales y exacerbadas por esos medios y sus personeros. La narrativa que se busca imponer, sin duda impacta a un importante porcentaje de los mexicanos. Según las encuestas más acreditadas, entre un 20 y 25% de los ciudadanos expresa su desacuerdo sin ambages en contra de #AMLO y la #4T. El problema político e ideológico no es el desacuerdo, sino el odio y el desprecio que lo acompaña, el cual es incorporado en la prensa, la radio y la televisión como parte de una “normalidad” que se presenta como neutral, apartidista y sin fines ideológico-políticos. En este caso, lo “normal” puede escalar más allá del odio personal al clasismo y racismo que se condensa en actitudes golpistas e incluso criminales. Algunos periodistas y usuarios de redes sociales han apelado al asesinato del primer mandatario.

El consenso y odio fabricados, parecen esencial a la narrativa de la derecha y ultraderecha mediática. No hay día en el que la prensa, la radio y la televisión en México usen la libertad de expresión para golpear, no con cuestionamientos y desacuerdos sobre la conducción política y gubernamental, o el programa de gobierno, sino con rencor y desprecio que atenta, no solo contra la libertad de expresión sino también contra el derecho a la información. Aunque es falso que se viole la libertad de expresión, los medios corporativos y sus personeros han centrado sus embates contra las respuestas del primer mandatario, sean personales o por medio de algunos funcionarios públicos, como si censurara o violara la libertad de expresión, pero el derecho a la información es eludido. Vale más el odio y el desprecio difundido como libertad de expresión, pero el derecho a la información, también consagrado en la Constitución, es violentado cotidianamente. Y las asociaciones financiadas por gobiernos extranjeros –Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, entre otras- omiten defender a los ciudadanos y su derecho a ser informados sin mentiras, manipulaciones, insultos.

jueves, 5 de enero de 2023

La narrativa de la estupidez. La detención de Ovidio Guzmán y los medios corporativos

 En situaciones como la detención de uno de los líderes del cartel de Sinaloa, es cuando los medios corporativos, sus opinadores, columneros y el periodismo mexicano en general, exhiben sus fracasos mediáticos y periodísticos, además de la ausencia de esa relación perversa que algunos de esos supuestos periodistas mantenían con los gobiernos del #PRIANRD, donde el dinero público era la máquina que la aceitaba sin pudor. Durante la guerra esquizofrénica de Felipe Calderón, cuyo gobierno estaba ocupado por el narco por medio de su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, hoy preso y en espera de juicio en Estados Unidos, varios de los opinadores que hoy salen a manipular y tergiversar la información, recibían avisos y filtraciones de funcionarios para posteriormente glorificar ejecuciones y tortura de delincuentes en tiempo real.

Durante la Conferencia matutina del 5 de febrero de 2023, el presidente de México planteó, a pregunta expresa, que unas horas después se daría más información sobre el operativo del Ejercito mexicano para detener a Ovidio Guzmán, pero los columneros y personeros de la derecha y ultraderecha intentaron incendiar Twitter con dichos que rayaron en la estupidez: que el primer mandatario no sabía, por lo que eran inútiles las reuniones de gabinete a temprana hora. Esta tergiversación y mentira promovida por Héctor de Mauleón, Marco Levario Turcot y sus personeros, entre otros, solo exhibe su ignorancia y frustración: no les avisaron para aplaudir, por medio de unos buenos fajos de billetes públicos, la “guerra” en tiempo real, lo que les duele.

La narrativa de los medios corporativos, no solo es infame, también patética. En 2019, cuando se frustró la captura de Ovidio Guzmán para evitar impactos negativos en la población de Culiacán, y en general de Sinaloa, los columneros y personeros de la derecha mediática, concluyeron, sin pruebas –la fotografía del presidente saludando a una anciana, madre del Chapo Guzmán y las falsedades de Anabel Hernández desde su dorado refugio en Alemania. ¿Pruebas? - que había habido un pacto con el narco. De ese año hasta el jueves 5 de enero de 2023, la narrativa buscó adueñarse de la conversación, tanto en los medios corporativos como en las redes sociales, sin lograrlo. Ahora que lo detienen, vociferan que la alianza con el narco se rompió, que la detención de Ovidio es un regalo a Joe Biden, que Estados Unidos dio la información, que el presidente estaba desinformado, que la aprehensión fue pactada, que mientras #AMLO “ataca” a los intelectuales derechistas, Culiacán se incendiaba, entre otras estupideces.

En este sentido, raya en la estupidez la narrativa de los columneros de la derecha en los medios corporativos y las redes sociales, sobre que la captura de Ovidio Guzmán es un obsequio al presidente Joe Biden, pero deberían preguntarse, de ser cierta tal idiotez, entonces las mismas agencias de espionaje y el servicio secreto enviado por el gobierno estadounidense previamente a la reunión México-EEUU-Canadá que se realizará la próxima semana, estarían poniendo en peligro al mandatario de Estados Unidos, incluso al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien también ha confirmado su arribo para el mismo encuentro. Por lo visto, el gobernante de la Unión Americana estaría tan desesperado que le proporcionaron información a #AMLO y le “ordenaron” detener a Ovidio Guzmán como una muestra del poderío estadounidense. ¿Tema electoral? No, pues las elecciones fueron el año pasado. ¿Un regalo de Biden para Biden?

No cabe la menor duda que el periodismo mexicano –aunque las ONG financiadas por Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, se destemplen, cada día cava su profunda tumba. Los columneros y personeros de la derecha mediática jamás fueron profesionales. Su falsa fachada se debía al dinero público que los gobiernos del #PRIANRD les hacían llegar generosamente. El periodismo tradicional a modo hoy queda aún más entredicho. Por fortuna, las redacciones de los medios corporativos ya no pueden usar la sangre de los caídos para vanagloriarse.