En situaciones como la detención de uno de los líderes del cartel de Sinaloa, es cuando los medios corporativos, sus opinadores, columneros y el periodismo mexicano en general, exhiben sus fracasos mediáticos y periodísticos, además de la ausencia de esa relación perversa que algunos de esos supuestos periodistas mantenían con los gobiernos del #PRIANRD, donde el dinero público era la máquina que la aceitaba sin pudor. Durante la guerra esquizofrénica de Felipe Calderón, cuyo gobierno estaba ocupado por el narco por medio de su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, hoy preso y en espera de juicio en Estados Unidos, varios de los opinadores que hoy salen a manipular y tergiversar la información, recibían avisos y filtraciones de funcionarios para posteriormente glorificar ejecuciones y tortura de delincuentes en tiempo real.
Durante la Conferencia matutina del 5 de febrero de 2023, el presidente
de México planteó, a pregunta expresa, que unas horas después se daría más
información sobre el operativo del Ejercito mexicano para detener a Ovidio
Guzmán, pero los columneros y personeros de la derecha y ultraderecha
intentaron incendiar Twitter con dichos que rayaron en la estupidez: que el
primer mandatario no sabía, por lo que eran inútiles las reuniones de gabinete
a temprana hora. Esta tergiversación y mentira promovida por Héctor de Mauleón,
Marco Levario Turcot y sus personeros, entre otros, solo exhibe su ignorancia y
frustración: no les avisaron para aplaudir, por medio de unos buenos fajos de
billetes públicos, la “guerra” en tiempo real, lo que les duele.
La narrativa de los medios corporativos, no solo es infame, también
patética. En 2019, cuando se frustró la captura de Ovidio Guzmán para evitar impactos
negativos en la población de Culiacán, y en general de Sinaloa, los columneros
y personeros de la derecha mediática, concluyeron, sin pruebas –la fotografía
del presidente saludando a una anciana, madre del Chapo Guzmán y las falsedades
de Anabel Hernández desde su dorado refugio en Alemania. ¿Pruebas? - que había
habido un pacto con el narco. De ese año hasta el jueves 5 de enero de 2023, la
narrativa buscó adueñarse de la conversación, tanto en los medios corporativos
como en las redes sociales, sin lograrlo. Ahora que lo detienen, vociferan que la
alianza con el narco se rompió, que la detención de Ovidio es un regalo a Joe
Biden, que Estados Unidos dio la información, que el presidente estaba
desinformado, que la aprehensión fue pactada, que mientras #AMLO “ataca” a los
intelectuales derechistas, Culiacán se incendiaba, entre otras estupideces.
En este sentido, raya en la estupidez la narrativa de los columneros de
la derecha en los medios corporativos y las redes sociales, sobre que la
captura de Ovidio Guzmán es un obsequio al presidente Joe Biden, pero deberían
preguntarse, de ser cierta tal idiotez, entonces las mismas agencias de
espionaje y el servicio secreto enviado por el gobierno estadounidense previamente
a la reunión México-EEUU-Canadá que se realizará la próxima semana, estarían
poniendo en peligro al mandatario de Estados Unidos, incluso al primer ministro
de Canadá, Justin Trudeau, quien también ha confirmado su arribo para el mismo
encuentro. Por lo visto, el gobernante de la Unión Americana estaría tan
desesperado que le proporcionaron información a #AMLO y le “ordenaron” detener
a Ovidio Guzmán como una muestra del poderío estadounidense. ¿Tema electoral?
No, pues las elecciones fueron el año pasado. ¿Un regalo de Biden para Biden?
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