Dos frases propagandísticas definen bien lo hueco de la precampaña y, de
seguro, la campaña de la derechista Xóchitl Gálvez: “fuerte como tú” y
“cambiemos el rumbo”. En ambos casos, intentan aludir a la gente en general
como si estuviera desamparada y sin rumbo. Pretende, también, hacer tabla rasa
de la historia reciente en la que un gobierno de izquierda en México, está
poniendo las bases de una realidad distinta a la dejada por los corruptos y
saqueadores gobiernos del PAN y el PRI. El presunto desamparo de los mexicanos
busca acercar a la candidata derechista que en otros anuncios es presentada
como la vulnerable niña que de la nada se erigió en la empresaria exitosa,
ocultando que, como funcionaria del PAN, vía tráfico de influencias y
asignación de contratos con dinero público a sus empresas, acumuló más de mil
millones de pesos en su haber. La burguesa que se hizo así misma, encubre que
gracias al capitalismo de cuates llegó a donde está.
En este contexto, es también interesante la presentación de la alianza
derechista, encabezada por Claudio X. González y sus partidos políticos, PRI,
PAN, PRD, ante sus amigos, el equipo que acompañará a Xóchitl Gálvez en la
campaña electoral de 2024. Un “equipazo” conformado por perdedores aspirantes a
la presidencia (Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel, Margarita Zavala),
censores y represores (Max Cortazar), mapaches y defraudadores electorales
(Humberto Moreira), izquierdoides traidores (Jesús Ortega), entre otros
“xingones, xingones”, que intentarán convencer a algunos sectores de las clases
medias que no la apoyan. Recordemos que, acorde con las más recientes
encuestas, los indecisos oscilan entre el 20% y el 30% del electorado, y la
derecha supone que es la clase media que les podría dar el triunfo.
Observamos cómo, del chistorete y la vulgaridad que simplifica la
pobreza y al pueblo mexicano como estúpidos ciudadanos ignorantes, cuyo
lenguaje es imitable por razones electoreras para que la candidata de la
derecha se posicione y mienta sobre sus orígenes, Xóchitl Gálvez transita a un
“equipazo” conformado por lo peor del PRI, el PAN y el PRD. Al parecer, los
nombrados buscarán manejar una previsible derrota por la presidencia de la
República, mientras los operadores políticos reales maniobran para impedir que
Morena se alce con victorias en las cámaras de Diputados y Senadores. A juzgar
por las encuestas, cuyas cifras no parecen prefigurar un vuelco a favor de la
derechista, pero lo que no debería suponer a Morena que las elecciones de 2024
serán un día de campo, los mexicanos conocen bien a Xóchitl Gálvez, lo que echa
por tierra su idea de que la mitad de los mexicanos no saben de ella; saben que
no ofrece ninguna esperanza, a menos que esta se focalice en los deseos de la
oligarquía y los políticos por regresar al pasado, y ven que con ese “equipazo”
no habría nada nuevo de ganar la presidencia.
Por ello es que la precampaña y la campaña de la alianza opositora, se
centran en atacar a AMLO y toda acción de gobierno (Tren Maya, Megafarmacia,
Mexicana de Aviación, violencia recreada con IA, etc.). La derechista candidata
habla sin ton ni son de salud, cambio climático, pensiones para adultos
mayores, educación, mujeres, el campo, y lo que se acumule, sin un hilo
conductor, argumentos y compromisos reales. Sobresale la hipocresía de una
mujer que se ha inventado una vida, invento que supone la acerca al pueblo, a
la gente que el PAN desprecia, el PRI siempre ha manipulado y el PRD cree que
lo sigue. Priistas y panistas se han deslindado de esta espuria candidatura,
impuesta por Claudio X. González y una facción de la oligarquía golpista. No
porque crean que van a ganar la presidencia de la República, sino porque el
junior González los convenció de tirar a la basura millones de pesos para
sostener a una candidata que miente cada vez que habla con personas a las que
les pagan por salir en sus visitas y en su propaganda.
Chistorete, vulgaridad y “equipazo”, son solo subterfugio de una
oposición que no avanza. Quizás en los siguientes seis meses previos al 2 de
junio de 2024, pero es dudoso que gane.