30 de mayo de 1933: A unos meses de haber llegado al poder Hitler, quema
de libros. Recordemos que, en México, Fray Diego de Landa, segundo obispo de la
provincia de Yucatán, destruyó y quemó figuras y códices indígenas mayas. En la
Europa medieval, la Santa Inquisición de la Iglesia católica, no solo quemaba
personas acusadas de herejes, sino también censuraba libros que no le parecían
“adecuados”. Martes 2 de agosto de 2023: Marko Cortés, presidente del fascista
PAN, llama en el programa de Ciro Gómez Leyva (Fórmula TV), a destruir los
libros de texto o arrancarles las páginas que no “vayan de acuerdo” con la
educación de los padres, mientras los fascistas gritan comunismo y
adoctrinamiento, por medio de Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV-Azteca, a
nombre de la llamada Unión Nacional de Padres de Familia, un organismo de la
derecha que jamás ha representado a los millones de padres de familia de México.
Va le pena recordar el fantasma que Marx decía recorría Europa
(Manifiesto comunista), el cual, según la derecha mexicana se mueve hoy por territorio
mexicano. Y los libros de texto gratuitos al parecer son el nuevo manifiesto
comunista a la mexicana. En realidad, la llamada Unión Nacional de Padres de
Familia es una organización patriarcal y del patriarcado financiada por el
empresariado golpista. A este grupúsculo derechista no le interesa las
infancias y las juventudes mexicanas. Es oscurantista y peligrosa, capaz de
promover situaciones violentas contra millones de mexicanos, como el PAN, cuyo
imberbe, infantil e irresponsable dirigente llama a destruir y cercenar los
libros que, según la UNPF, son malignos. No extraña que el PAN impulse una
campaña “anticomunista”, tampoco que las comparsas mediáticas –prensa, televisión,
radio, escribanos de quinta, lectores de noticias- acompañen a la derecha en un
alegato que exhibe su ignorancia, desinformación, odio y desprecio.
A la derecha le molesta que en los libros de texto se aborden temas como
la solidaridad, inclusión social, sexualidad, diversidad, pueblos indígenas, igualdad
de género, justicia social, racismo, clasismo, familias homoparentales, movimientos
sociales, entre otros aspectos que las historias oficiales y privadas buscan
seguir ocultando. Que los niños sepan cómo organizarse colectivamente, debatir
y saber sobre hechos realmente vergonzosos como la represión contra los
estudiantes ¿es comunismo? Que los jóvenes tengan acceso a conocimientos que
los formen como personas y no simples mercancías ¿es comunismo? Que niños y
jóvenes –hombres en particular- cuestionen la masculinidad dominante y
deconstruyan las nociones patriarcales de género ¿es comunismo? El tránsito a
la civilización es imposible sin la construcción de una sociedad de derechos. El
neoliberalismo arrebató al Estado sus obligaciones con los ciudadanos y
promovió la privatización de los derechos y su uso a contentillo de la derecha.
La educación de infancias y jóvenes es un derecho, no una mercancía. El hecho
de que el PAN promueva la destrucción de los libros de texto, recuerda la
historia inicial de ese partido político, el cual fue conformado en el contexto
del ascenso del nazismo. El grupo que formó el PAN fue quizás el menos radical,
pero siempre ha representado a la derecha, además de ser cómplice de grupos de
la ultraderecha (El Muro, El Yunque, sinarquistas, católicos integristas,
pronazis, etcétera). La UNPF es un membrete próvida y proempresarial ligado a
la ultraderecha. Históricamente, nunca ha representado a millones de padres y
madres de familia mexicanos, pero se arroga su representación porque supone que
ideológica y políticamente todas las familias les son afines. Es decir,
defienden al patriarcado y la ideología patriarcal en un país en el que el
conservadurismo prevalece. Pero este es un mito sobre el que la derecha levanta
sus ambiciones autoritarias. La sociedad mexicana no es homogénea, está
atravesada por clases sociales, conflictos y contradicciones de todo tipo. La derecha
solo gana con violencia, jamás con la razón.
Sin duda, la derecha fascista mexicana ha convertido el cuestionamiento
a los libros de texto gratuitos en otra mercancía. Escuchar a la corrupta
Xóchitl Gálvez decir que solo Morena participó en la hechura de dichos
materiales, es oír el intento fascista de diseminar otra mentira, además de
exhibir su ignorancia y desinformación. No señora Gálvez, no narcoexgobernador
Silvano Aureoles, no corrupto Gabriel Quadri, no ignorante De la Madrid,
maestros y expertos intervinieron en la realización de los libros. Es tan
penosa la diatriba del PAN, PRI y PRD contra AMLO, la 4ª transformación,
Morena, los obradoristas y millones de mexicanos que apoyan al presidente de
México (80% según la encuesta de Mendoza Blanco y Asociados, 60% acorde con
Morning Consult), que Claudio X. González debería pensar bien que el dinero
empresarial y de agencias golpistas extranjeras que está despilfarrando, en
reorientarlo. No solo otro u otra candidata, también a nuevos mercadólogos,
propagandistas y su “sociedad civil”.
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