lunes, 28 de agosto de 2023

Transformación o restauración

 

Las recién finalizadas contiendas internas de Morena y el derechista Frente Amplio por México, han dejado en claro que en el próximo proceso electoral la disputa será entre la transformación –su continuidad- y la restauración del régimen de corrupción y saqueo. Si bien, la corrupción es un asunto que en el primer sexenio de la 4T avanzó, sigue pendiente su erradicación. Lo mismo puede decirse de la inseguridad, la que la esquizofrénica guerra del espurio Felipe Calderón escaló hasta apoyar a uno de los carteles del narcotráfico y sentar a un delincuente, hoy preso en Estados Unidos, en la secretaría de Seguridad. La narrativa de la derecha continúa negando groseramente los cambios económicos, sociales, culturales y políticos que el gobierno de AMLO impulsa. En el plano económico indicadores como el PIB, la inflación, la inversión extranjera, la inversión pública, entre otros, muestran importantes comportamientos favorables a la macroeconomía y la microeconomía.

En el ámbito social, los recientes resultados de la ENIGH 2022 y la evaluación del CONEVAL, muestran que en el contexto de la pandemia de COVID 19 y la severa crisis económica, las políticas públicas, en particular la política social, de la 4T han tenido un impacto positivo en el bienestar de millones de mexicanos. Que entre 5 y 9 millones de mexicanos hayan experimentado una mejoría en sus ingresos para superar el umbral de la pobreza, y que la desigualdad se haya reducido, prueban que las transferencias directas –adultos mayores, becas educativas y laborales, apoyos a discapacitados y mujeres madres solteras, apoyos a campesinos y pobladores rurales por medio del programa Sembrando Vida-, sin intermediarios y la costosa burocracia de los programas de combate a la pobreza (Pronasol, Prospera, etc.), son fundamento del bienestar que reflejan las estadísticas. En este sentido, el falso debate sobre los montos destinados a la política social anterior, ignoran que buena parte del presupuesto de los gobiernos del #PRIAN, eran para la burocracia.

Sin duda, la política cultural ha tenido también un impacto, aún limitado, pero positivo a favor de la diversidad étnica del país. Falta mucho en el reconocimiento y posicionamiento de las culturas y sociedades indígenas, pero el avance en diversos ámbitos es notable. La diversidad lingüística y étnica del país ha sido visibilizada de diversas maneras. Aunque nada tiene que ver con la 4T, directamente, el movimiento Poder Prieto, es parte de esa visibilización, antes negada, discriminada y marginada. La mayoría de los mexicanos –le guste o no a la derecha- provienen de la mezcla entre poblaciones indígenas, europeas y africanas. El reconocimiento y visibilización de los pueblos afromexicanos es parte de los cambios impulsados por la 4T. Y aunque las feministas radicales no lo reconozcan, las mujeres son hoy ciudadanas fundamentales de procesos laborales, sociales, culturales, políticos y económicos que en los próximos años podrían transformar el país, más allá de acciones afirmativas, cuotas y el feminismo burocrático-empresarial occidental.

En cuanto al ámbito político, la 4T no es solo paridad de género en el gabinete presidencial y el Congreso de la Unión. La participación de la mujer se ha visibilizado desde distintos frentes, aunque persiste la discriminación y la misoginia. Asimismo, hay una apertura política sin par. En los medios corporativos golpistas, diversos columneros escriben mentiras y atacan a #AMLO sin consecuencias funestas, como en las épocas de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, aunque diariamente el presidente de México destina buena parte de su conferencia matutina para desmentir los ataques y noticias falsas que los medios corporativos propagan en sus editoriales, columnas, 8 columnas, plataformas digitales y redes sociales. Como parte del Lawfare, la prensa, la televisión, la radio, llevan a cabo una campaña golpista evidente. Así, 2024 es la batalla por la democracia, la participación ciudadana, la conciencia y continuidad de la transformación.

viernes, 25 de agosto de 2023

Judialización de la política como estratagema electorera

 

“Sin 4Tno hay X”

Lorenzo Meyer en Largo aliento de Sabina Berman

 

A falta de programa de gobierno y proyecto de nación, el Frente Amplio por México, membrete partidista-empresarial-oligárquico formado por tres partidos derechistas, personajes de las elites políticas y empresariales, corruptos y saqueadores, le apuesta a la judialización de la política. Si bien, fue anunciado José Ángel Gurría –el ángel de la dependencia, promotor del FOBAPROA o la conversión de la deuda privada en pública, impulsor del neoliberalismo en México- se sabe que nada nuevo propondrá. De seguro, el documento que genere, con algunas rimbombantes líneas para que los medios corporativos golpistas lo ensalcen, rubricará el principal objetivo de las elites políticas y la oligarquía derechistas: regresar al gobierno para continuar saqueando y corrompiendo. Asimismo, los discursos de los candidatos de la derecha no dejan duda de la falta de programas y proyectos: AMLO es su único y feroz referente. El presidente de México define su hueca narrativa cargada de odio y desprecio. Los mexicanos son el teatro de su tragicómica perdida del presupuesto público y el rumbo.

En este contexto, destaca un elemento adicional por el que Xóchitl Gálvez es la apuesta perdida de la derecha: entre shows mediáticos, disfraces de botarga, gritos en la tribuna del Senado de la República, mentiras reiteradas, ausencia total de iniciativas legislativas, destaca su proclividad a acusar al presidente de México de sus pérdidas políticas y añoranzas empresariales, aunque 70% de los contratos que la enriquecieron los obtuvo cuando fue delegada en la delegación Miguel Hidalgo de la CDMX. Es decir, judicializar el odio y desprecio que la derecha profesa contra AMLO. Cada queja y acusación la ha transmitido vía redes sociales y la prensa corporativa golpista ha celebrado cada ocurrencia: imágenes de denuncias y amparos en la FGR, el INE, el TEPJF, el Poder Judicial. Y durante su reciente recorrido con acarreos mediáticos integrados por gente del PAN, no de ciudadanos, refrenda la falta de un programa y un proyecto de nación alternativo a la 4ª transformación: restringir o desechar los programas sociales, que los trabajadores gubernamentales paguen su propio seguro de vida, ovarios bien puestos, violencia calderonista para resolver la inseguridad. No hay más.

Precedida por una grosera campaña mediática, cuyo costo no ha sido revelado, en la televisión, la radio, la prensa escrita, las plataformas en internet y las redes sociales, Xóchitl Gálvez es la principal protagonista de la estratagema electorera del Frente Amplio por México, y replica lo que siempre ha hecho en el Senado de la República: habla coloquial salpicada de insultos y groserías, ataques a AMLO, shows mediáticos, ausencia de iniciativas legislativas, denuncias y amparos. Y sus “propuestas”: descalificaciones y repetición de una narrativa que los medios golpistas aplauden y magnifican. Tal es la falta de programa y proyecto de nación, que el grupúsculo oligárquico-empresarial-partidista intenta llenar sus propios vacíos nombrando personajes ligados a la delincuencia, denunciados por lavado de dinero, uso de recursos públicos, abuso de autoridad, como el exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, hoy prófugo de la justicia y protegido por un Congreso estatal de diputados corruptos, la SCJN y el Poder Judicial.

Como el historiador Lorenzo Meyer afirmó recientemente: Claudio X. González, la alianza de partidos derechistas –PAN, PRI, PRD-, Xóchitl Gálvez, no existirían si no es por AMLO y la 4ª transformación. Los enredos verbales de la vende-gelatinas no van más allá de acentuar su ignorancia, autoritarismo, oportunismo y desprecio por los mexicanos: en los foros del Frente Amplio por México, resalta su ignorancia, desinformación, autoritarismo, oportunismo, pero su discurso es incapaz de articular un proyecto político, social y económico. Lo que resalta es la guerra cultural y política que la derecha fascista ha emprendido en contra de un gobierno democrático. Si hubiera censura, si el presidente de México fuera autoritario y dictador como los fascistas pregonan, Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes ya hubiesen sido presas de represalias como el PRI, el PAN, el PRD, Enrique Alfaro en Jalisco, han ejercido sin pudor. Represores y sin programas y proyectos, nada pueden esperar los mexicanos. Pero el Poder Judicial está a la orden de los golpistas: la SCJN, Luis María Aguilar, Norma Piña, volverán con su intentona golpista para acabar con la democracia en México.

domingo, 13 de agosto de 2023

Libros de texto gratuitos: violencia política y cultural de la derecha

 

“No los he leído ni los voy a leer; adoctrinan y son ideologizantes”

Arzobispo de Morelia

 

Desde su aparición e institucionalización en 1959, mediante decreto del presidente Adolfo López Mateos, al crear la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), los libros de texto gratuitos, destinados a apoyar la educación pública, han sido blanco de ataques de la derecha, pero nunca fue un asunto meramente ideológico. La embestida también tiene fines políticos y económicos. Durante el Porfiriato y la consolidación de los gobiernos posrevolucionarios, el Estado mexicano regularmente proveía materiales educativos gratuitos a las escuelas primarias, pero su escritura e impresión estaba regida por autores y editoriales privados. La obligatoriedad y establecimiento de textos únicos para la primaria, causó en su momento escozor ideológico y económico, pues a partir de dicha disposición gubernamental, la educación pública y privada sería orientada –argumentaban los conservadores- por el gobierno. Por su parte, los autores y editoriales privadas verían sus intereses –ideológico-políticos, unos, y económicos los otros, afectados.

La diferencia fundamental con aquel momento histórico, es el contexto actual: un gobierno democráticamente electo por millones de mexicanos que aprueban al presidente más votado en la historia de México, quien impulsa una transformación en todos los ámbitos, y un grupo de empresarios, sectores de clase media, oligarcas, políticos, partidos políticos, transnacionales, que fueron afectados en sus intereses, particularmente económicos, que pregonan el fracaso de un gobierno, aunque las cifras y los hechos los desmientan diariamente. Asimismo, el artificial escándalo en torno a los libros de texto gratuitos muestra la interacción entre ideología, política, elecciones y negocios. La derecha mexicana, por medio de membretes nacionales de supuestos padres de familia, regularmente sale de sus cloacas para atacar cualquier política gubernamental que cuestione sus intereses patriarcales, pero en este momento refuerza su alianza con el empresariado y los partidos políticos golpistas para enrarecer el clima político y electoral, aprovechando la estratagema electorera derechista para vociferar sus posturas.

Pero como entre los abajo firmantes destaca –desplegado pagado por la derecha en los medios corporativos-, no es solo un asunto ideológico, político y electoral, sino también económico. Varias casas editoriales, particularmente transnacionales, apoyan los alegatos en contra los libros de texto gratuitos, no porque les preocupe la “salud ideológica” o el “adoctrinamiento comunista”, sino por los miles de millones de pesos que no están facturando para imprimirlos. Asimismo, la torpeza ideológica y política de la derecha fascistoide, es ilustrada muy bien por la declaración del Arzobispo de Morelia: para qué leer si me voy a volver comunista. Así de simplista es un representante de la Iglesia católica que se siente superior a los ciudadanos que no piensan como la ideología católica lo establece. Porque el catolicismo también ideologiza y adoctrina. No hay neutralidad en los 10 mandamientos y los evangelios del Antiguo y el Nuevo testamento, o la Biblia católica, protestante, cristiana, etc. La ignorancia y la desinformación promovida por la derecha cavernaria.

Y como era de esperarse, la SCJN acepta la controversia constitucional promovida por la derecha panista de Chihuahua. La judicialización de los libros de texto gratuitos nada tiene que ver con sus contenidos, en los que la palabra comunismo aparece una sola vez en uno de los textos, pero como parte del conocimiento histórico que Occidente ha legado. La derecha no solo pretende que niños y adultos ignoren su historia, sino también conocer los momentos en los que esa derecha ha cometido las atrocidades más deleznables en contra de la humanidad.

lunes, 7 de agosto de 2023

La derechización de la izquierda

 Según la derecha, dos de sus candidatos a la presidencia para 2024 son de “izquierda”. En el caso de Xóchitl Gálvez, ella misma se autonombró “trotskista” y “sindicalista”, mientras el bloque derechista la promueve como santa, “indígena”, vendedora de gelatinas que se convirtió en empresaria exitosa. Santiago Creel, además de aferrarse a su cargo –ilegalmente- en la Cámara de Diputados, inventa que es objeto de “discriminación inversa” y que representa a la “izquierda” del PAN. El dueño de los membretes que agrupan al PAN, PRI y PRD, Claudio X. González, se dice “izquierda” y “activista social”. Sin duda, la derecha tergiversa, tanto los términos izquierda y derecha, como la historicidad de la disputa por el poder en el capitalismo, y las identidades de grupos, movimientos sociales y políticos, y organizaciones, clandestinas o no, que han confrontado abiertamente a la derecha, las dictaduras, el autoritarismo y al sistema capitalista.

Pero en este contexto, lo más lamentable es ver cómo personajes, académicos y grupos políticos que se asumen de izquierda –incluso con historias personales y organizativas de participación política en grupos comunistas, socialistas y sus diversas facciones (línea de masas, estalinistas, bolcheviques, marxistas, maoístas, partidos comunistas y socialistas, castristas, chavistas, socialdemócratas, etcétera)- se han colocado abiertamente a la derecha. No de la izquierda, sino en la derecha. No hay duda que los gobiernos progresistas que enarbolan banderas de izquierda, producto de movimientos y movilizaciones políticas y sociales, o parte de organizaciones clandestinas, que han alcanzado el poder político en diversos países –primera y segunda ola de gobiernos de izquierda y progresistas en América Latina- deben ser objeto de cuestionamientos desde cualquier espectro político, pero dejarse llevar por sus pasiones e intereses políticos, desinformación, ignorancia, odio, desprecio, no los hace ejemplos de izquierda.

Hay en esos cuestionamientos contra los gobiernos progresistas y de izquierda, mucho infantilismo, como lo señaló en el siglo pasado Lenin (El infantilismo de izquierda), o como el mismo Marx lo dijo: no soy marxista y la historia, cuando se repite, es una tragicomedia (18 brumario de Luis Bonaparte, Las guerras campesinas en Francia). Muchos izquierdistas mexicanos, sobre todo aquellos que tienen sus canales digitales, espacios como columnistas en la prensa corporativa, puestos académicos en universidades públicas y privadas, se han sumado a los coros derechistas. Han construido una narrativa “crítica” anti AMLO, contra el proyecto de nación promovido por el presidente de la República y los millones de ciudadanos que votaron por transformar este país y el liderazgo de AMLO. Incluso, han marchado con la derecha para “defender” al INE, instancia que desvirtúa la legislación electoral para censurar e intentar callar a AMLO, y la corrupta y saqueadora SCJN.

Buena parte de la izquierda mexicana y latinoamericana sucumbió al encanto pequeñoburgués del neoliberalismo. En muchas universidades públicas, los cuerpos académicos y docentes se anquilosaron y refugiaron en las migajas presupuestales que la tecnocracia les aventaba para construir feudos plagados de corrupción y saqueo. Asimismo, la izquierda partidista se deshizo de su discurso y organizaciones en busca de puestos en los gobiernos derechistas y organizaciones de la sociedad civil financiadas por las oligarquías y los gobiernos nacionales y extranjeros. El neoliberalismo, además de arrebatarle a la izquierda muchas de sus causas, coronó a grupos editoriales y académicos como autores y generadores de un pensamiento que sirvió para justificar la represión y persecución de movimientos sociales y políticos, líderes, estudiantes, campesinos, habitantes de las urbes. La globalización y el neoliberalismo diseminaron la idea del fin de la historia y la articulación de lo local, con la devastación y saqueo de los recursos naturales, como parte de las oportunidades y competitividad del capitalismo. Y esa izquierda se sumó entusiasta.

jueves, 3 de agosto de 2023

El fascismo mexicano contra la educación de las infancias y las juventudes

 

30 de mayo de 1933: A unos meses de haber llegado al poder Hitler, quema de libros. Recordemos que, en México, Fray Diego de Landa, segundo obispo de la provincia de Yucatán, destruyó y quemó figuras y códices indígenas mayas. En la Europa medieval, la Santa Inquisición de la Iglesia católica, no solo quemaba personas acusadas de herejes, sino también censuraba libros que no le parecían “adecuados”. Martes 2 de agosto de 2023: Marko Cortés, presidente del fascista PAN, llama en el programa de Ciro Gómez Leyva (Fórmula TV), a destruir los libros de texto o arrancarles las páginas que no “vayan de acuerdo” con la educación de los padres, mientras los fascistas gritan comunismo y adoctrinamiento, por medio de Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV-Azteca, a nombre de la llamada Unión Nacional de Padres de Familia, un organismo de la derecha que jamás ha representado a los millones de padres de familia de México.

Va le pena recordar el fantasma que Marx decía recorría Europa (Manifiesto comunista), el cual, según la derecha mexicana se mueve hoy por territorio mexicano. Y los libros de texto gratuitos al parecer son el nuevo manifiesto comunista a la mexicana. En realidad, la llamada Unión Nacional de Padres de Familia es una organización patriarcal y del patriarcado financiada por el empresariado golpista. A este grupúsculo derechista no le interesa las infancias y las juventudes mexicanas. Es oscurantista y peligrosa, capaz de promover situaciones violentas contra millones de mexicanos, como el PAN, cuyo imberbe, infantil e irresponsable dirigente llama a destruir y cercenar los libros que, según la UNPF, son malignos. No extraña que el PAN impulse una campaña “anticomunista”, tampoco que las comparsas mediáticas –prensa, televisión, radio, escribanos de quinta, lectores de noticias- acompañen a la derecha en un alegato que exhibe su ignorancia, desinformación, odio y desprecio.

A la derecha le molesta que en los libros de texto se aborden temas como la solidaridad, inclusión social, sexualidad, diversidad, pueblos indígenas, igualdad de género, justicia social, racismo, clasismo, familias homoparentales, movimientos sociales, entre otros aspectos que las historias oficiales y privadas buscan seguir ocultando. Que los niños sepan cómo organizarse colectivamente, debatir y saber sobre hechos realmente vergonzosos como la represión contra los estudiantes ¿es comunismo? Que los jóvenes tengan acceso a conocimientos que los formen como personas y no simples mercancías ¿es comunismo? Que niños y jóvenes –hombres en particular- cuestionen la masculinidad dominante y deconstruyan las nociones patriarcales de género ¿es comunismo? El tránsito a la civilización es imposible sin la construcción de una sociedad de derechos. El neoliberalismo arrebató al Estado sus obligaciones con los ciudadanos y promovió la privatización de los derechos y su uso a contentillo de la derecha.

La educación de infancias y jóvenes es un derecho, no una mercancía. El hecho de que el PAN promueva la destrucción de los libros de texto, recuerda la historia inicial de ese partido político, el cual fue conformado en el contexto del ascenso del nazismo. El grupo que formó el PAN fue quizás el menos radical, pero siempre ha representado a la derecha, además de ser cómplice de grupos de la ultraderecha (El Muro, El Yunque, sinarquistas, católicos integristas, pronazis, etcétera). La UNPF es un membrete próvida y proempresarial ligado a la ultraderecha. Históricamente, nunca ha representado a millones de padres y madres de familia mexicanos, pero se arroga su representación porque supone que ideológica y políticamente todas las familias les son afines. Es decir, defienden al patriarcado y la ideología patriarcal en un país en el que el conservadurismo prevalece. Pero este es un mito sobre el que la derecha levanta sus ambiciones autoritarias. La sociedad mexicana no es homogénea, está atravesada por clases sociales, conflictos y contradicciones de todo tipo. La derecha solo gana con violencia, jamás con la razón.

Sin duda, la derecha fascista mexicana ha convertido el cuestionamiento a los libros de texto gratuitos en otra mercancía. Escuchar a la corrupta Xóchitl Gálvez decir que solo Morena participó en la hechura de dichos materiales, es oír el intento fascista de diseminar otra mentira, además de exhibir su ignorancia y desinformación. No señora Gálvez, no narcoexgobernador Silvano Aureoles, no corrupto Gabriel Quadri, no ignorante De la Madrid, maestros y expertos intervinieron en la realización de los libros. Es tan penosa la diatriba del PAN, PRI y PRD contra AMLO, la 4ª transformación, Morena, los obradoristas y millones de mexicanos que apoyan al presidente de México (80% según la encuesta de Mendoza Blanco y Asociados, 60% acorde con Morning Consult), que Claudio X. González debería pensar bien que el dinero empresarial y de agencias golpistas extranjeras que está despilfarrando, en reorientarlo. No solo otro u otra candidata, también a nuevos mercadólogos, propagandistas y su “sociedad civil”.

miércoles, 2 de agosto de 2023

Racialización y discriminación: el Frente Amplio por México y la polarización

 En todo lo que va del sexenio de AMLO, la derecha ha usado el discurso presidencial, las conferencias matutinas y cualquier declaración del presidente, para acusarlo de dividir a los mexicanos. Incluso en la narrativa derechista destaca un supuesto llamado a la unidad, como si la sociedad mexicana fuera homogénea, lejana a cualquier conflicto social, sin clases sociales que la atraviesen. Busca seguir ocultando, no solo las profundas desigualdades que el capitalismo genera históricamente, sino también que en las últimas décadas la globalización y el modelo neoliberal ahondaron la pobreza, la marginación y concentraron la riqueza en pocas manos, por medio del saqueo y la corrupción del Estado y los gobiernos.

Con cualquier pretexto, la derecha lanza su anatema: polarización. El presidente de México usa su conferencia de prensa matutina para dividir, gritan los medios corporativos y sus escribanos a sueldo del empresariado golpista, políticos, dirigentes y legisladores del #PRIANRD que usan sus cargos para golpear. En cinco años, insultos, odio y desprecio ha salido de las filas partidistas derechistas diariamente. Las redes sociales y las marchas de la derecha, han sido el mayor escaparate de la polarización, mientras AMLO señala, con información a su alcance, los agujeros sociales, económicos, fiscales, políticos, que 30 años de gobiernos neoliberales dejaron en un país polarizado históricamente, dividido por una oligarquía voraz, una clase política corrupta y saqueadora, de un lado, y millones de mexicanos sumidos en la pobreza y la marginación, del otro.

La adelantada contienda electoral de 2024 ha abierto la caja de Pandora de la derecha mexicana. No solo porque su único interés es recuperar el país que dice le arrebataron los mexicanos, sino también porque al calor de la batalla sobresalen narrativas y actitudes racistas, clasistas, discriminatorias de sus principales contendientes contra sus adversarios oficialistas, a quienes en realidad ven como enemigos. Asimismo, las compasas de los candidatos derechistas lucen su mejor antisemitismo y racismo. Como su principal producto comercial, Xóchitl Gálvez, la derecha se distingue por inventar a una “indígena” que supuestamente vendía gelatinas, pero no mencionó que es una mujer millonaria por tráfico de influencias y uso indebido de sus cargos públicos.

Pretender que Xóchitl Gálvez, por haber nacido en un pueblo de raíces indígenas es, ipso facto, indígena, exhibe el oportunismo de la derecha. La pretensión escala cuando mediáticamente se le presenta como una mujer que, según la falsa historia de la misma candidata derechista, era pobre, vendía gelatinas para sobrevivir, caminaba horas para ir a la escuela, pero sus propios parientes que aún habitan en esa bucólica población la desmienten. Su padre no murió en un petate, tampoco era alcohólico golpeador y todavía tienen en propiedad la casa en la que la senadora vivió y creció. La impostura “indígena” deviene así en cierta racialización de la contienda electoral, además de intentar convertirla en una disputa de género. La denuncia de la derechista contra el presidente de México por supuesta violencia en razón de género es falsa, pues si el TEPJF falla en su favor, usaría ese alegato feministoide contra la candidata puntera de Morena.

Además de que Santiago Creel es un patético político panista que cree que haciéndose pasar como de izquierda le dará simpatías de ciertos sectores de la izquierda derechista, su alegato de discriminación inversa contra el presidente de México es otra impostura de la polarización derechista. Los blancos jamás serán discriminados porque el solo hecho de su color de piel, además de la clase social en la que se ubica, los convierte en privilegiados y en una posición de poder y dominación. El Frente Amplio por México politiza las diferencias de clase, racializa la contienda política y ensalza la discriminación. El caso de Vicente Fox, para quien los candidatos de Morena son judíos, fifís y extraterrestres, es realmente lamentable. La estupidez de la derecha no solo promueve la xenofobia y el antisemitismo, al pretender hacer creer que solo su candidata es mexicana, sino que también alienta el odio y el desprecio de sectores de clase media y la oligarquía.

El clasismo, xenofobia, antisemitismo, discriminación y racismo del circulo de Claudio X. González, pronto podría convertirse en la pesadilla de la derecha fascista. Los comentarios racistas, clasistas y antisemitas contra Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, por ejemplo, solo merecieron un breve comentario de la derechista Xóchitl Gálvez, pero el Frente Amplio por México nada dijo. El problema con Vicente Fox es que fue obligado a disculparse con la con la comunidad judía, pero no con Claudia Sheinbaum. Igualmente, resalta la misoginia de Xóchitl Gálvez y Claudio X. González, el Frente Amplio contra Claudia Sheinbaum. Afirmar, como la derechista Denise Dresser hace, que “detrás” de la puntera de Morena está AMLO, es misoginia. El golpeteo de una mujer contra otra solo por pretender representar los principales postulados de la 4ª transformación. Pero al parecer es todo lo que tiene Claudio X. González: polarización, politización del racismo, clasismo, discriminación, misoginia de la derecha fascista.