Durante el último tercio del siglo pasado surge un concepto que la
ecología, disciplinas afines y agencias de desarrollo y financieras internacionales
adoptarían como infalible: sustentabilidad, desarrollo sostenible o
sustentable. Terminología apropiada para justificar la explotación y
depredación de la naturaleza en la globalización.
Asimismo, en la última década y media se ha promovido la idea de la
adaptación al cambio climático, lo que muchos investigadores ven improbable,
pero que se generaliza, como el anterior concepto, impulsado por los mismos
agentes. La adaptación implica la generación de mecanismos relacionados con la
resiliencia y la agencia.
Resiliencia y agencia son dos conceptos provenientes de la biología y la
sociología que proponen dar cuenta de las respuestas a los cambios y
transformaciones que se generan en el ambiente natural y social. La agencia
refiere la capacidad de los humanos para responder a tales cambios. Ambos
aportan importantes elementos empíricos a la academia.
La agencia implica cómo los individuos y los grupos sociales generan
mecanismos propios para responder a los cambios. Adaptarse en términos antropológicos.
La resiliencia es una respuesta que implica reponerse y adaptarse a los
cambios. Ambos refieren empíricamente cómo los individuos y grupos sociales
responden al cambio.
Con todo, tanto la adaptación en términos antropológicos, como la
resiliencia y la capacidad de agencia, resultan en falacias ante el acelerado
deterioro ambiental promovido por la depredación capitalista salvaje. No es que
la resiliencia, la capacidad de agencia, la adaptación no sean empíricamente
analizables, el hecho es que están siendo rebasados.
La sustentabilidad o sostenibilidad, es un concepto que surge, desde la
perspectiva socioantropológica, para justificar la depredación capitalista
salvaje. Supone que planificando la explotación de los recursos naturales, lo
que hasta la fecha es totalmente falso –caso del fracking para extraer petróleo
y gas natural-, todo sería miel sobre hojuelas.
Este escribano ha escuchado a decenas de biólogos, ecologistas,
ambientalistas, muchos ligados a empresas que supuestamente promueven una agenda
“verde”, argumentar y justificar la sustentabilidad, pero ante las evidencias
de la depredación y el cambio climático es necesario cuestionar y denunciar la
falacia de la sustentabilidad.
Los mejores ejemplos los tenemos en los recientes incendios, nada nuevos,
de cientos o quizás miles de hectáreas para obligar al cambio del uso del
suelo. En Michoacán es sabido que la delincuencia y algunos sectores
agroempresariales están coludidos para depredar, por medio de incendios,
tierras que serían convertidas para cultivos como el aguacate.
A pesar de la propaganda del “nuevo comienzo” y de algunos académicos
“sustentabilistas”, hay suficientes evidencias de que el aguacate, el cultivo
de berries, por ejemplo, son insustentables. Vuelven infértiles las tierras y
usan agua en exceso. No es cuestión de productividad, como algunos académicos
de la UNAM afirman, es depredación.
En Michoacán, en los últimos veinticinco años miles de hectáreas han sido “reconvertidas”,
con la anuencia gubernamental y el silencio de los académicos de la UMSNH y la
UNAM, para el cultivo del aguacate, berries y otros. Ganar el mercado externo,
aumentar la productividad, obtener ganancias, posicionar al estado, ocultan la
depredación.
No es mi interés discutir con los académicos si la sustentabilidad es o no
posible o probable. Las evidencias son incuestionables. El problema no es el
debate académico, sino la depredación y el desinterés gubernamental que en
realidad favorece a los depredadores. Desde hace años se sabe que el aguacate
vuelve infértil la tierra que toca, pero nada se hace.
Y el “nuevo comienzo” presume ratings sin cuestionar que la depredación
ambiental ha llegado a tal momento que es necesario acotar cultivos que
solamente dejan ganancias a unos pocos, pues el trabajo que ofrecen raya en la
explotación y la esclavitud. La adaptación al cambio climático es también un
proceso cuestionable.
Científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC),
afirman que las medidas que se tomen, lo que no significa inacción, no evitarán
los efectos: aumento de la temperatura, cambios en las estaciones y
precipitación pluvial, reducción de la humedad del suelo, mayor intensidad de
los ciclones, aumento del nivel del mar, deshielo del Ártico.
Obviedades. 1 Según un lectorcillo de noticias, quien no acepte la neofascista
“reforma laboral”, aprobada por Felipe Calderón, refrendada con la “reforma
educativa” de Enrique Peña Nieto, vivirá fuera del paraíso. 2. La derecha, la
ultraderecha y el neofascismo en Latinoamérica gozan su revancha y venganza.
Tantos gobiernos de izquierda o progresistas, tantas reformas a favor de los
pobres, no pueden ser mejores que las ejecuciones, desapariciones y asesinatos
perpetrados por los militares y sus apoyos en Brasil, Venezuela, Argentina; hoy
buscan colapsar las democracias burguesas en las que esa izquierda que se
corrompió y volvió cómplice, como en México, decidió entrarle al sucio juego.
3. En el caso del abuso a los niños de la escuela Montessori Matatena, lo
lamentable es el apoyo de la esposa del abusador, quienes estuvieron a punto de
gozar de impunidad con el visto bueno de funcionarios de la SEP. 5. 63 millones
de pobres, 30 millones de mexicanos en la informalidad, más de 2 millones
desocupados, 4 millones subocupados, simbolizan la precarización laboral y
salarios miserables. 4. En Estados Unidos la Oficina de Inmigración y Aduanas
(ICE) confirmó una nueva ola de redadas antiinmigrantes entre mayo y junio. 5.
La PGJ de Michoacán afirma que el menor de Opopeo murió de broncoaspiración,
pero se le olvidó decir, como la CNDH establece, que fue por violencia física
al parecer infringida por sus compañeros.