lunes, 25 de septiembre de 2023

¿Normalizar las dictaduras y sus masacres?

 En Chile y en Argentina, el impacto de las dictaduras militares ha sido múltiple. No solo en esos queridos pueblos y países, sino en otros de Centroamérica y Sudamérica. Las secuelas de las dictaduras también han sido trágicas, desoladoras y mortales. Sin embargo, las dictaduras militares han tenido apoyos. No solo en los medios corporativos que las han impulsado, promovido y alentado, con la complicidad de Estados Unidos, como en Chile, Bolivia, Perú, sino entre las elites económicas y políticas adversas al progresismo y la izquierda. En videos y documentales son notables tres situaciones: la resistencia de los sectores populares ante el ataque de los militares, el apoyo de algunos sectores de clase media y elites a los golpistas, el papel de los medios corporativos a favor de los golpes de estado, y la intervención de Estados Unidos.

A pesar de las cruentas consecuencias de los golpes de estado y las dictaduras, como las masacres de militantes y organizaciones de izquierda y progresistas, las desapariciones, la persecución, el exilio, el secuestro de niños y niñas, la cancelación de derechos fundamentales y la reorganización de la vida de miles de familias que no pudieron o quisieron exiliarse, los sectores que apoyaron las dictaduras normalizaron la situación y vieron sus condiciones de vida favorecidas de algún modo. En la actualidad, descendientes de esos grupos buscan justificar y normalizar la dictadura, sus consecuencias y crueldades. En Chile, por ejemplo, hay un movimiento que pretende justificar la dictadura de Pinochet como la “edad de oro” de ese país. Niega sus masacres y repudia a sus víctimas, además de suponer que gracias a las masacres ese país era mejor.

Entre las consultoras extranjeras, la banca internacional, los organismos financieros, Chile sigue siendo el orgullo de la economía neoliberal, pero sin mencionar o hacer parte de su evaluación economicista el costo de las masacres perpetradas por la dictadura para que los Chicago Boys triunfaran. Destacan el “milagro económico” en Latinoamérica, pero ignoran que la privatización extrema de toda la vida social, económica, política, cultural, creó una sociedad que en su momento repudió al asesino dictador Augusto Pinochet pero que no acaba de tener una idea cabal de la democracia, pues después de votar por un presidente progresista tibio, sin grandes expectativas que defender a los represores y conceder que los represores tienen razón, rechazan una constitución que da derechos a todos. Los chilenos educados durante la dictadura del asesino Augusto Pinochet, y sus hijos e hijas, defenderán, a pesar de las masacres, a los asesinos.

La derecha anticomunista, antiprogresista, antiizquierdista, está en pie de guerra, buscando derrocar a gobiernos progresistas, electos democráticamente, retornar al pasado reciente del capitalismo neoliberal salvaje y normalizar a las dictaduras asesinas como hechos necesarios para sostener formas de organización represivas y en contra de cuestionamientos a sus conceptos patriarcales, de familia y relaciones entre las personas. Esta es la gran tarea de la izquierda y el progresismo: concientizar a la población sobre la extrema derecha y el fascismo. Si bien, una amplia mayoría de la población es conservadora está vinculada a valores y creencias ancladas en las religiones, al alentar su participación política, los partidos progresistas e izquierdistas, los movimientos sociales de diverso signo, han sido capaces de integrar a amplios sectores de la sociedad para participar, apoyar y defender al progresismo, sin cambiar de manera radical las formas culturales e ideológicas de esas poblaciones.

En este sentido, las mayorías que en algún momento apoyan y defienden gobiernos progresistas y de izquierda, no necesariamente comparten los principios de la izquierda y el progresismo. En América Latina abundan los progresismos que se convirtieron en gobierno, impulsaron importantes medidas a favor de los pobres y las clases medias, pero que, ante el embate de la derecha, sus mismos apoyos les dan la espalda. Otra gran tarea de la izquierda, la permanencia.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Temporada golpista

 

A Salvador Allende (1908-1973)

Chile, 50 años del golpe de estado, 11 de septiembre de 1973

 

En Guatemala, el recién electo presidente de ese país denuncia una intentona golpista. En Colombia, el presidente Petro es presionado por sectores golpistas. En Perú, persiste la espuria Boluarte, producto de un golpe de estado contra el presidente Castillo, electo democráticamente por el pueblo peruano. El 11 de septiembre se cumplieron 50 años del cruento golpe de estado en Chile, donde fue asesinado el presidente de ese país, Salvador Allende, electo democráticamente. Y no será suficiente recordar los golpes de estado en Argentina, Brasil y otros países del cono sur. A la derecha fascista, aunque llegue a la presidencia producto de una elección democrática, no le interesa la democracia. Hará lo que sea para usurpar el poder, sin importarle las masacres que perpetre. La llamada segunda ola progresista, con su matices nacionales y locales, muestra la diversidad del progresismo y la izquierda latinoamericana, pero no avanza sin obstáculos del fascismo latinoamericano apoyado por Estados Unidos y sus agencias.

A diferencia de los golpistas, la izquierda y los progresistas latinoamericanos del siglo XXI han llegado al poder vía elecciones democráticas. Excepto algunos casos centroamericanos en la pasada centuria –El Salvador, Nicaragua-, la democracia burguesa ha sido el principal medio e instrumento para desafiar a las oligarquías y al intervencionismo estadounidense. En Venezuela, por ejemplo, tanto Hugo Chávez como Nicolás Maduro asumieron sus presidencias vía elecciones democráticas. Pero el acoso, bloqueo e intervencionismo de Estados Unidos, como en el caso de Cuba, han definido la marcha de ese país después de su revolución. Resalta en cada proceso nacional y local, no solo el desprecio de las oligarquías a la democracia, sino también los medios corporativos y el financiamiento de Estados Unidos para derrocar a gobiernos democráticos, solo porque enarbolan políticas progresistas y de izquierda. El fantasma del comunismo y el desprecio de ese país sobresalen.

En este sentido, los métodos, instrumentos y justificaciones persisten, como si la guerra fría del siglo pasado se hubiese estancado en América Latina, en Estados Unidos y las derechas latinoamericanas, pues persiste la justificación golpista para acabar con el “comunismo”. No bastó con la caída del Muro de Berlín, menos con la disolución de la URSS, la balcanización de Europa oriental y la derechización de países y pueblos del área oriental europea. La guerra de Rusia contra Ucrania es buen ejemplo de un proceso que, en los ochenta del siglo pasado, no solo sepultó el llamado “socialismo realmente existente” sino también alentó el posicionamiento de la derecha, los fascismos, los nacionalismos y diversos movimientos que actualmente dominan, con algunas excepciones, todo el continente europeo. El fantasma del comunismo en esa zona sucumbió, pero en la Unión Americana persiste como bandera para una política interna que en realidad hace de los habitantes de América Latina enemigos, si la izquierda y el progresismo avanza.

La doctrina Monroe –América para los americanos- y las políticas, económica, de seguridad, relaciones bilaterales y multilaterales, fueron, en su momento, la justificación imperialista para intervenir en América Latina y el Caribe. De manera soterrada, por medio de las oligarquías locales, usando a los medios corporativos como medios golpistas, comprando, ideológicamente a los ejércitos latinoamericanos, interviniendo directamente con bases militares, imponiendo políticas como la lucha antidrogas e invadiendo y apoderándose de países y territorios, Estados Unidos ha promovido golpes de estado y el sometimiento de los pueblos latinoamericanos y caribeños. A 50 años del golpe de estado en Chile, es urgente no olvidar y detener a la derecha, la que no solo añora tener el poder para aplastar a sus propios pueblos –el ejemplo de hoy es Milei en Argentina- e imponer el odio clasista, racista, misógino, homofóbico y patriarcal. Para la derecha fascista latinoamericana, no solo se trata de que el estado no intervenga en sus mafias y saqueos, sino de avasallar sociedades y pueblos para que el capitalismo salvaje arrase.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Tiempo de mujeres y legitimidad democrática

 

El 6 de septiembre en el World Trade Center de la CDMX, el proceso interno de Morena refrendó lo que diversas encuestas de los medios corporativos adelantaron desde hace más de un año: la ventaja de Claudia Sheinbaum, ex jefa de gobierno de la CDMX, científica, funcionaria pública, activista de izquierda, obradorista, morenista, mujer, hija, madre, compañera. ¿Dados cargados? ¿Tiempo de mujeres? Aunque la derecha, su candidata y medios corporativos, cuestionen el proceso, en particular alentando el griterío de uno de los contendientes perdedores, Marcelo Ebrard, la Dra. Sheinbaum llega a la coordinación de la 4T con amplia legitimidad democrática. Y el hecho de ser mujer, con un gobierno en la CDMX en el que rindió buenas cuentas, la perfilan para la presidencia de la República. La comparsa de la derecha, quizás avance en los próximos meses, pero no se prevé que sea una amenaza, aunque la 4T no puede cantar aún victoria.

A diferencia de la imposición de la candidata de la derecha, decidida por algunos hombres, quienes presionaron para que todos los contendientes, incluida una segunda mujer que fue expulsada de la contienda de manera humillante, Morena abrió un proceso que concluyó acorde con la agenda que se planteó al inicio. Asimismo, uno de los candidatos perdedores exigió ciertas condiciones, lo que fue aceptado por todos los que compitieron. Sin duda es comprensible el resultado, aunque también el berrinche de Marcelo Ebrard, quien se veía –se sigue viendo- como presidente de México, no como líder de un movimiento de transformación. Claudia Sheinbaum, aunque es obvio que ganó un proceso que eventualmente la convertirá en la primera presidenta de México, en su discurso de aceptación del bastón de mando se asumió como líder de la continuidad con cambio, no como una mujer que desea a toda costa ser presidenta –como la candidata de la derecha lo grita a diario.

En este contexto, es interesante la cargada de la derecha a favor de Marcelo Ebrard. Los cínicos testaferros del PRD y el PAN, dicen que a Marcelo Ebrard le hicieron fraude y que su impuesta candidata “indígena, pobre y que se hizo a sí misma”, tiene todo a su favor. Pero las propias mentiras de la derecha la delatan. Y los mexicanos lo saben. Primero, Xóchitl Gálvez es producto de una imposición. La impuso un grupúsculo de hombres de la derecha y la oligarquía. Asimismo, el cuento de la mujer pobre, indígena y vende-gelatinas que ahora es multimillonaria por su propio esfuerzo, es falso. Sin legitimidad democrática, promovida por el patriarcado derechista, con una fortuna hecha con tráfico de influencias, uso de cargos públicos para favorecer sus empresas y enriquecerse y muy por debajo de la aprobación de la Dra. Sheinbaum.

Claudia Sheinbaum ganó con el 39.32% de las encuestas de Morena, mientras Marcelo Ebrard obtuvo el 25.8%, incluida la casa encuestadora que el exCanciller propuso. Pero dice Alito Moreno (PRIANRD-FAM) que Marcelo Ebrard divide a Morena, lo que favorecería a los corruptos del Frente Amplio por México, pero como a su impuesta candidata Xóchitl Gálvez, no le salen las cuentas. La encuesta de Morena fue aplicada a población abierta, no solo a morenistas. Según los resultados promediados de las cinco encuestas, Sheinbaum obtuvo 39.32, Ebrard 25.8, Adán 11.8, Noroña 10.62, Velasco 7.16 y Monreal 4.56. Los números hablan. Incluso, de irse Ebrard de Morena, con lo obtenido por los otros cuatro contendientes, 34.14 en total, Morena contaría con poco más de 70% de probable intención de voto, mientras Ebrard se iría con 25.8%. A esto le llaman división los del PRIANRD y salivan con el supuesto de que ya ganaron.

Las encuestas son una fotografía del momento y falta un largo trecho para el 2024. Y el ultraderechista confesional Eduardo Verástegui ya solicitó al INE su registro como candidato independiente, aunque tiene que reunir un millón de firmas. Si Ebrard se va de Morena, Xóchitl Gálvez quedaría en tercer lugar y los independientes, de reunir las firmas necesarias, se llevarían una pizca del electorado, pero no a favor de #PRIANRD y @ClaudioXGG

miércoles, 6 de septiembre de 2023

La derecha y la “izquierda verdadera”: del aplauso al fraude

 

El viernes 1 de septiembre de 2023, la impuesta candidata de la oligarquía corrupta y saqueadora, Xóchitl Gálvez, irrumpió, en el inicio del periodo de sesiones del Senado de la República, con nuevo discurso de odio, el cual será el tono de su campaña electorera ordenada por la derecha fascista liderada por Claudio X. González. Sin propuestas, sin programa de gobierno, sin proyecto de nación, sin discurso alternativo, simple odio y estupideces, la senadora que fue insaculada por el empresariado y los medios corporativos golpistas, retoma el golpeteo machista y patriarcal que la distingue. Los aplausos de la derecha no escasearán, pero los de la llamada “izquierda verdadera” son los peores. En su momento, abrazó la narrativa de la derecha y los medios corporativos aplaudiendo el supuesto “proceso democrático” derechista.

La oposición derechista y un sector de la "izquierda verdadera", se emocionaron tanto que hasta calificaron a la vende-gelatinas Xóchitl Gálvez como un "fenómeno político", aunque nunca reconocieron la feroz y millonaria campaña mediática que la impulsa, y la censura que operó la derecha con el apoyo del Poder Judicial. Incluso aplaudieron el supuesto "proceso democrático" para "elegir" a la candidata derechista. Pero la realidad es canija: hoy la "izquierda verdadera" y algunos columneros de los medios corporativos se quejan veladamente de la imposición de Xóchitl Gálvez y la humillación a Beatriz Paredes. ¿Habrán comprobado que todo fue simulación y show mediático? ¿Y que el #FAM Frente Amplio por México, #PRIANRD, Claudio X. González nada tienen que ver con la democracia?

Parece obvio que a la senadora Xóchitl Gálvez no le interesa debatir con propuestas e ideas, sino seguir la ruta que la ha distinguido en el Senado de la República: atacar, denostar, odiar, presentar denuncias en las que los medios corporativos y redes sociales la reflejen sonriente en su bicicleta de más de 20 mil pesos, representar botargas, encadenarse a escritorios. ¿A la ciudadanía le interesa esta tragicomedia? Claudio X. González le apuesta a que a mayor ridiculización de su botarga favorita mayor desacuerdo con AMLO y la 4T, pero las encuestas serias –no las del periódico Reforma- muestran que entre el 25 y 30% rechazan a AMLO, y entre 25 y 30% votarían por la vende-gelatinas. Es decir, la oposición a AMLO y la 4T como quienes favorecerían la impostura de la derecha fascista, no le alcanza a la senadora.

En este contexto, vale la pena considerar a qué se aferra ese sector de la “izquierda verdadera”, para continuar denostando a AMLO y apoyar a la derecha golpista. La “izquierda verdadera” tampoco tiene programa político y menos proyecto de nación alternativo. Su supuesto progresismo no va más allá del neoliberalismo. Celebran al EZLN, el neozapatismo, rechazan con furia a AMLO, Morena y la 4T, pero aplauden las imposturas de la derecha fascista, la que, si tiene muy claro qué hacer en todos los ámbitos, de regresar al poder. Que su candidata sea incongruente, ignorante, desarticulada discursivamente y lo único que hace es vestirse de botarga, obedecer a Claudio X. González y vomitar su odio contra #AMLO, no significa que la oligarquía nacional y extranjera no sepa que haría de tener de nuevo el dinero público.

Ahora bien, que fuera impuesta por Claudio X. González, con la comparsa de lo que queda de dos partidos políticos (PRI y PRD), y un tercero que no oculta su vena fascista, no implica que Xóchitl Gálvez ya haya ganado la presidencia. La estupidez de la “izquierda verdadera” al aplaudir su imposición y falta de oficio político, tampoco le dará más votos, pero no perdamos de vista que la botarga del FAM va por la confrontación. El autoritarismo dictatorial de los oligarcas representados en ese membrete empresarial y partidista parece que va por la ruta de la violencia política, verbal, ideológica y el uso del Poder Judicial para impedir la continuidad del proyecto de nación en marcha. Incluso, la violencia derechista podría coordinarse con la delincuencia.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Simulación, mercadología y sumisión

 

A la militancia del #PRIANRD, simpatizantes, seguidores, fanáticos y bots en redes sociales de la derecha opositora, les vendieron un supuesto proceso democrático. Como durante el sexenio de Enrique Peña Nieto con la cantaleta del nuevo PRI, ahora Claudio X. González, dueño del PRI, PAN y PRD, disfrazó las intenciones oligárquicas con aparentes novedades, confirmando así el anuncio que el presidente de México hizo hace casi dos meses. A partir de dos encuestas, una de ellas realizada por el periódico Reforma, cuyo peso definitorio ratificó, no solo el dicho de AMLO sino también la cargada mediática millonaria dirigida por este medio corporativo y acompañantes (radio, televisión, plataformas, prensa, redes sociales, columneros, lectores de noticias, odiadores de AMLO). La gran simulación de la derecha deja en el camino al otrora partido único, hundido en sus propios miasmas, y al membrete llamado PRD, digno representante de la derecha cavernaria y un sector derechizado de la autonombrada “izquierda verdadera”.

Mercadología y sumisión jugaron un papel fundamental en la gran simulación de la derecha. Apenas AMLO anunció que la mafia política y un sector de la oligarquía mexicana ya habían decidido que Xóchitl Gálvez sería su candidata para 2024, se echó a andar una costosa campaña propagandística y mercadológica –sobre cuyo financiamiento ni el INE ni el TEPJF han emitido algún suspiro de sospecha- para posicionar a la fraudulenta senadora, quien mantiene su cargo violentado la democracia. Los medios corporativos la celebraron como supuesto fenómeno político, saturando con su falsa historia de indígena, vende-gelatinas y empresaria exitosa, televisión, radio, prensa, plataformas y redes sociales. Al principio parecía crecer en las encuestas, pero a pesar de las giras programadas por el FAM, en las que no pasó de la narrativa de insultos, ataques al presidente de México, ocurrencias y un discurso desarticulado sin ninguna novedad que supere a la 4T, pero hasta la fecha en que fue ungida por Claudio X. González y sus partidos políticos sigue estancada.

De acuerdo con encuestas, incluso de encuestadoras cercanas al FAM, la senadora perdería las elecciones de 2024, por lo menos 2 a 1, con cualquiera de los candidatos de Morena. Las adhesiones que le acerquen el #PRIANRD, la oligarquía, la clase política corrupta y saqueadora, los medios corporativos golpistas y el propio Poder Judicial, no le alcanzarían. Xóchitl Gálvez nació como candidata en un contexto en el que los mexicanos saben bien que sus impulsores añoran la restauración para seguir saqueando y corrompiendo. Asimismo, el gabinete que #PRIANRD le han estado organizando está integrado por delincuentes de cuello blanco, exgobernadores y exfuncionarios públicos acusados de lavado de dinero, vínculos con narcos y delincuencia organizada, de los que hasta la fecha no se ha deslindado. Y la propia candidata acumula denuncias por lavado de dinero y delincuencia organizada, por tráfico de influencias, uso de sus cargos públicos para obtener dinero público para sus empresas y enriquecimiento ilícito. Según la senadora, está en ese sitio por sus méritos, pero millones de mexicanos la conocen bien.

La sumisión, complicidad e impunidad definen al #PRIANRD. Deshonrada y humillada, Beatriz Paredes se sumó al fraude de la oposición derechista. A pesar de su actuación, bastante articulada y con oficio político, en los foros del FAM, fue defenestrada con una encuesta del periódico Reforma que, en lugar de dar certeza, confirma el fraude de un proceso en el que militantes del PAN y el PRD denunciaron la simulación. Sin duda, los tres partidos políticos que adquirió a precio de ganga Claudio X. González, son expertos en simular y defraudar a su militancia y simpatizantes, el problema es que hoy no tienen propuestas alternas a la 4T. En su propaganda van del baile azul, el otrora partido revolucionario y la intención de confundir a los ciudadanos con perversas afirmaciones. Y de eso veremos más con Xóchitl Gálvez en los próximos meses.