Un grueso informe de 123 páginas con 8 anexos de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, desató la ira dramatizada de los escribanos de la prensa corporativa, tanto de la televisión como de los medios impresos, las redes sociales y algunos youtuberos afines a la derecha, revelando que a este amplio sector no le importa la verdad, tampoco los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, menos sus padres y madres. En realidad, a las derechas y ultraderechas en México les tienen sin cuidado los mexicanos.
La larga y oscura noche de los medios corporativos comenzó un golpeteo
irracional, sin argumentos, pleno en descalificaciones y adjetivos, poco
después de que se supo que uno de los artífices de la supuesta “verdad
histórica”, una trama tragicómica orquestada por el Estado mexicano y sus
amanuenses del #PRIANRD hace casi 8 años, era detenido y retenido en el
reclusorio Norte por al menos tres delitos: tortura, desaparición forzada y
contra la administración de justicia.
Hasta hoy, políticos y partidos políticos #PRIANRD, intelectuales
orgánicos, escribanos y locutores de los medios de comunicación corporativos,
han armado una narrativa, verbal y escrita, que defiende al detenido Jesús
Murillo Karam, último procurador de justicia del régimen del #PRIANRD, quien
junto con su equipo tejió una serie de sucesos que finalmente llevaron al
gobierno de Enrique Peña Nieto y su prensa corporativa a montar la llamada
“verdad histórica”, misma que fue siendo diseccionada y desmentida por el GIEI,
el grupo de expertos independientes.
El nado sincronizado de los medios corporativos de la derecha y #PRIANRD
muestra con claridad los vínculos entre la oligarquía, los partidos políticos
que añoran el retorno del saqueo y la corrupción y la prensa y redes sociales
que defienden a los mismos: Jesús Murillo Karam, Genaro García Luna, Rosario
Robles Berlanga. Tres exfuncionarios ligados al #PRIANRD. Las presidencias de
#PRIAN desnudadas desde sus cloacas, en las que la tortura, la invención de
hechos, el abuso policíaco y gobiernos ligados a mafias delincuenciales y
oligárquicas.
La defensa que hoy hacen los escribanos de los medios de comunicación
corporativos del exprocurador y su “verdad histórica”, da continuidad a lo que
durante ocho años hicieron inmediatamente después de la desaparición de los 43
normalistas. El aplauso a la “verdad histórica” no fue más que el corolario de
un hecho atroz que la prensa corporativa y sus amanuenses celebraron para
cerrar un hecho ominoso. No olvidar la difusión que recibió el “ya supérenlo”
de Enrique Peña Nieto a los padres de los estudiantes.
Durante la larga noche neoliberal, los medios de comunicación
corporativos y muchas de sus figuras televisivas, radiofónicas y columneras, se
mimetizaron con los gobiernos de #PRIANRD más estrechamente. No que antes no lo
hicieran, pero en el régimen neoliberal negocios, complicidades, corrupción y
saqueo definieron las relaciones que la oligarquía mexicana aplaudió, pues de
ese modo pusieron a los gobiernos del #PRIAN a favor de sus intereses. La
separación entre gobierno y oligarquía se diluyó, mientras el periodismo
tradicional hacia un frente a favor de privilegios, corruptelas, saqueo, para
minimizar a los ciudadanos.
El exprocurador del “ya me cansé”, quien junto con Tomás Zerón, hoy
prófugo en Israel, se hizo cargo de la investigación, supuestamente la “más
exhaustiva jamás hecha”, según Carlos Marín, escribano de Milenio, recipiente
de dineros públicos en los gobiernos de #PRIANRD y defensor de la corrupción y
saqueo, que incluso exige, en actitud de desprecio y odio, a los familiares de
los 43 normalistas, “pedir perdón” y “agradecer” a los que inventaron y
fabricaron, discursivamente y en los hechos, la “verdad histórica” sobre un
crimen de Estado. Pero el informe presentado no es más que un paso por la
justicia de un régimen corrupto, saqueador, represor.