domingo, 13 de agosto de 2023

Libros de texto gratuitos: violencia política y cultural de la derecha

 

“No los he leído ni los voy a leer; adoctrinan y son ideologizantes”

Arzobispo de Morelia

 

Desde su aparición e institucionalización en 1959, mediante decreto del presidente Adolfo López Mateos, al crear la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), los libros de texto gratuitos, destinados a apoyar la educación pública, han sido blanco de ataques de la derecha, pero nunca fue un asunto meramente ideológico. La embestida también tiene fines políticos y económicos. Durante el Porfiriato y la consolidación de los gobiernos posrevolucionarios, el Estado mexicano regularmente proveía materiales educativos gratuitos a las escuelas primarias, pero su escritura e impresión estaba regida por autores y editoriales privados. La obligatoriedad y establecimiento de textos únicos para la primaria, causó en su momento escozor ideológico y económico, pues a partir de dicha disposición gubernamental, la educación pública y privada sería orientada –argumentaban los conservadores- por el gobierno. Por su parte, los autores y editoriales privadas verían sus intereses –ideológico-políticos, unos, y económicos los otros, afectados.

La diferencia fundamental con aquel momento histórico, es el contexto actual: un gobierno democráticamente electo por millones de mexicanos que aprueban al presidente más votado en la historia de México, quien impulsa una transformación en todos los ámbitos, y un grupo de empresarios, sectores de clase media, oligarcas, políticos, partidos políticos, transnacionales, que fueron afectados en sus intereses, particularmente económicos, que pregonan el fracaso de un gobierno, aunque las cifras y los hechos los desmientan diariamente. Asimismo, el artificial escándalo en torno a los libros de texto gratuitos muestra la interacción entre ideología, política, elecciones y negocios. La derecha mexicana, por medio de membretes nacionales de supuestos padres de familia, regularmente sale de sus cloacas para atacar cualquier política gubernamental que cuestione sus intereses patriarcales, pero en este momento refuerza su alianza con el empresariado y los partidos políticos golpistas para enrarecer el clima político y electoral, aprovechando la estratagema electorera derechista para vociferar sus posturas.

Pero como entre los abajo firmantes destaca –desplegado pagado por la derecha en los medios corporativos-, no es solo un asunto ideológico, político y electoral, sino también económico. Varias casas editoriales, particularmente transnacionales, apoyan los alegatos en contra los libros de texto gratuitos, no porque les preocupe la “salud ideológica” o el “adoctrinamiento comunista”, sino por los miles de millones de pesos que no están facturando para imprimirlos. Asimismo, la torpeza ideológica y política de la derecha fascistoide, es ilustrada muy bien por la declaración del Arzobispo de Morelia: para qué leer si me voy a volver comunista. Así de simplista es un representante de la Iglesia católica que se siente superior a los ciudadanos que no piensan como la ideología católica lo establece. Porque el catolicismo también ideologiza y adoctrina. No hay neutralidad en los 10 mandamientos y los evangelios del Antiguo y el Nuevo testamento, o la Biblia católica, protestante, cristiana, etc. La ignorancia y la desinformación promovida por la derecha cavernaria.

Y como era de esperarse, la SCJN acepta la controversia constitucional promovida por la derecha panista de Chihuahua. La judicialización de los libros de texto gratuitos nada tiene que ver con sus contenidos, en los que la palabra comunismo aparece una sola vez en uno de los textos, pero como parte del conocimiento histórico que Occidente ha legado. La derecha no solo pretende que niños y adultos ignoren su historia, sino también conocer los momentos en los que esa derecha ha cometido las atrocidades más deleznables en contra de la humanidad.

No hay comentarios: