lunes, 20 de noviembre de 2023

Prensa sicaria

 

Mientras Joaquín López-Dóriga (Radio Fórmula) maldecía al gobierno federal, por supuestamente no apoyar a Guerero -“su pinche información de siempre”-dijo en alusión a la conferencia matutina-, y uno de sus reporteros lo secundaba con “no hay ningún tipo de apoyo y todo es un desastre”, a sus espaldas pasaban al menos tres camiones del Ejército mexicano y la Guardia Nacional llevando agua y despensas. Y de pronto, el director de Quadratín Guerrero sale con el bulo: hay 350 muertos por Otis, según las “funerarias de Acapulco”. Y se hizo viral la mentira. Y los medios golpistas impresos y sus escribanos montan la nueva #Fakenews, sin comprobar fuentes, sin corroborar la información; y hacen del director de esa agencia de noticias, la “fuente”: lo dijo Quadratin. Es la manera en la que los medios corporativos fabrican sus notas, las mediatizan y ensalzan una mentira más, sin cuestionar, sin revisar su veracidad.

Como quiera, a los medios corporativos golpistas lo que menos les importa es la veracidad y la verdad. La nota es golpear al gobierno. Cientos de videos circulan en redes sociales sobre la manera en la que el gobierno federal se ha volcado para apoyar a los damnificados de Otis: reparto de despensas, agua, comida caliente, limpieza de escombros, reinstalación de la electricidad, entrega de enseres domésticos, anuncio de apoyo monetario a los afectados –los más vulnerables, los hoteleros, etc., pero se insiste en un desastre que, en algunas columnas, se sugiere fue obra de AMLO. Según varios escribanos y locutores de los medios corporativos: AMLO sabía y no hizo nada, aunque los expertos –los reales, no los televisivos o de redes sociales- han insistido en su pasmo ante la manera en que Otis se convirtió en categoría 5; o que AMLO no ha ido a Acapulco, aunque hay constancia de que horas después del paso del huracán fue por carretera y tuvo que caminar un tramo de la autopista siniestrada.

En la mañanera del martes 14 de noviembre, AMLO afirmó que había ido al menos tres veces –hay videos y reportes en redes sociales- y el 15 de noviembre regresó a Acapulco para supervisar los avances, horas antes de viajar a San Francisco, California, Estados Unidos, para participar en la conferencia de la APEC y reunirse con el presidente Joe Biden, pero un escribano a sueldo insistió, tergiversando y mintiendo (Yahoo.com), que AMLO no había ido a Acapulco para salvaguardar la investidura presidencial. El nuevo bulo es un rumor de un supuesto funerario –funerarias, se dijo originalmente- sobre más de 350 muertos de Otis. Según la Fiscalía de Guerrero –una instancia independiente del gobierno federal y estatal- el saldo es de 49 fallecidos y 57 desaparecidos, pero el director de la agencia Quadratín Guerrero lanza el bulo en la televisión y la radio privadas, con la finalidad, no de proporcionar información y cuestionar las cifras oficiales, sino con el fin de dar carroña a los medios corporativos golpistas.

Los medios corporativos mexicanos hace años que no están a la altura de la libertad de información y el derecho a la información, dos derechos que la Constitución mexicana garantiza a toda la población. La derecha ha insistido en la supuesta censura del “autócrata”, mientras la autollamada “izquierda verdadera” alinea a la derecha sus espacios en la prensa impresa, la televisión privada y pública, la radio, las plataformas en Internet y las redes sociales. Pero, excepto la conferencia matutina, las giras del presidente, el uso de redes sociales y algunos programas que son señalados de cercanos a la 4T y AMLO, el gobierno federal está en desventaja ante los medios corporativos que se han convertido en verdaderas máquinas de mentiras, manipulación y golpeteo político. No hay día en que, por ejemplo, las 8 columnas de la prensa impresa, los noticiarios de radio y televisión, programas de “opinión” en la televisión privada y pública, notas en plataformas y comentarios en redes sociales, sean parte de un coro golpista. Acorde con la teoría del golpe blando y el Lawfare, los medios corporativos mexicanos son la avanzada de la derrota de la democracia.

No hay comentarios: