viernes, 13 de octubre de 2023

Capitalismo y crisis migratoria

 

En la última década, varias oleadas migratorias han recorrido largas travesías. Gente buscando llegar a destinos soñados o al menos donde la carencia, vulnerabilidad y la violencia no golpeen tan fuerte. Porque alcanzar un territorio lejano, mitificado por la supuesta abundancia y una vida digna, como el famoso “sueño americano” o la próspera Europa de fronteras abiertas, no garantiza un inmediato cambio de las condiciones que hicieron a los migrantes abandonar sus terruños. Asimismo, en el trayecto por países y sociedades hostiles, montañas, ríos, mares, los sueños pudieron haberse acabado abruptamente. Si bien, el andar de un lugar a otro explica el poblamiento primitivo e histórico del mundo, la masividad de la movilidad humana actual no puede ser entendida y explicada por la supuesta proclividad migratoria milenaria del humano. La fase actual del capitalismo, determinada por la debacle del neoliberalismo, la desigualdad, la concentración de la riqueza en pocas manos, el salvaje extractivismo, la violencia estructural del Estado y la delincuencia organizada, tienen mucho que ver con el proceso migratorio.

La migración sin duda es motivada por la expectativa de una mejor vida, ingresos, condiciones favorables para la reproducción y las interacciones humanas, pero el contexto actual ha agregado a la expectativa motivaciones más que escalofriantes. La resiliencia y agencia de las personas son puestas a prueba en sus propios países por verdaderos retos que las obligan a redefinir sus expectativas de vida en el lugar que los vio nacer y crecer. Cambio climático, sequía, deforestación, guerras entre naciones, guerras internas y de carácter étnico, crímenes de lesa humanidad, guerra contra el narcotráfico, cultivos ilícitos, violencia entre delincuentes, violencia delincuencial contra la población, violencia del Estado, golpes de Estado, pobreza, marginación, vulnerabilidad alimentaria, bloqueos económicos, políticas neoliberales y globalizadoras que propician mayor pobreza y concentración de la riqueza, entre otros múltiples factores, imprimen a la movilidad humana actual características nada similares a las migraciones primitivas que llevaron a los humanos a ocupar diversos territorios.

Durante la acumulación originaria, el despojo de tierras, el colapso de las sociedades feudales, el surgimiento de la industria y la urbanización acelerada, produjeron migraciones masivas del campo a la ciudad, de países y territorios a otras naciones prósperas, de mercados laborales esclavistas, de bajos ingresos, a otros en crecimiento en países boyantes. Durante al menos los dos siglos pasados las migraciones norte-norte se impusieron. Posteriormente, la movilidad humana sur-norte se consolidó. En el siglo XXI, el capitalismo, con sus crisis, bloqueos económicos, golpes de estado, extractivismo, políticas neoliberales, violencia estatal y delincuencial, ha estado empujando a miles de personas a abandonar sus localidades y naciones de origen para sobrevivir. Los procesos migratorios actuales no están desvinculados del capitalismo en sus diversas formas: financiero, globalizador, neoliberal, extractivista, golpista. El capitalismo salvaje ha reforzado la hegemonía de naciones y oligarquías nacionales y transnacionales, dejando a la mayoría de los humanos la miseria del supuesto de que la acumulación de capital en pocas manos, en algún momento beneficiaría a las mayorías.

La crisis migratoria del siglo XXI nada tiene que ver con la supuesta proclividad del humano a la movilidad. Está vinculada y promovida por la acumulación capitalista, la recuperación de la tasa de ganancia, la concentración de la riqueza en pocas manos, la pobreza, el clasismo, la marginación, el racismo, las guerras. Es el momento para que los expertos y estudiosos de la movilidad humana, revisen sus paradigmas y explicaciones. Los actuales modelos analíticos y las políticas públicas ya agotaron, tanto la comprensión como la explicación del fenómeno migratorio. Es hora de renovar la mirada y dar paso al debate en el contexto del capitalismo actual.

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