Mostrando entradas con la etiqueta Corrupta Xóchitl Gálvez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Corrupta Xóchitl Gálvez. Mostrar todas las entradas

viernes, 4 de abril de 2025

La derecha proarancelaria

 

Nada increíble la reacción de la derecha en los medios corporativos, ante el anuncio de aranceles al mundo, pero particularmente la situación “preferencial” en la que quedó México. Excepto el 25% a los automóviles y el acero y el aluminio, Donald Trump dejó fuera de las tarifas recíprocas a México y Canadá, dando así un respiro al TMEC y en general a la economía mexicana. Cualquier situación que afecte negativamente a México, la derecha lo celebraría, aunque en sus delirios narrativos en la prensa, la televisión, las plataformas en Internet, y redes sociales, el odio y la mentira abunden. La derecha mexicana continua en sus intentos, no porque en nuestro país la democracia conduzca los destinos de los mexicanos, sino de derrocar a un gobierno legítimo, electo democráticamente, por medio de una invasión de Estados Unidos.

Mientras en Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, las bolsas de valores pierden por el impacto de los aranceles que Donald Trump impuso al mundo, en México la paridad peso-dólar está estable. Pero para la comentocracia derechista, la debacle estaba en la puerta y todo “por culpa” de la presidenta de México, la 4T y AMLO. La excandidata derechista del PRIAN, Xóchitl Gálvez, afirmó en X que la imposición de aranceles era “culpa” de AMLO. Al parecer no se da cuenta que los aranceles Trumpistas son mundiales, parte de la política Trumpista y no producto de las políticas económicas de la 4T. Igualmente, nada dicen de que el TMEC sobrevivió, aunque venga una intensa etapa de negociaciones que podrían cambiarlo o desaparecerlo.

Con todo, a la derecha mexicana lo que menos le importa es que la economía tenga positivos, pues es contrastante con las crisis del neoliberalismo. Durante el primer sexenio de la 4T a nadie sorprendió AMLO con devaluaciones y aumentos de impuestos, lo que fue cotidiano durante los gobiernos del PRIAN. Y en los primeros seis meses del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, a pesar de las amenazas de Trump, la economía no se ha caído. Hay barruntos de problemas, pero al parecer podrían remontarse con acciones gubernamentales muy precisas, como la inversión pública que podría estimular la economía y el empleo. Lo peor del escenario político, es que a la derecha –en los medios corporativos, en la televisión, la radio, la prensa impresa, las plataformas y las redes sociales- lo único que les importa es que el gobierno mexicano se hunda, para supuestamente entren los carroñeros a salvar al país.

Los aranceles Trumpianos no enaltecen a nadie. Son medidas que buscan resquebrajar el libre comercio, una de las máximas del neoliberalismo. Asimismo, los aranceles plantean un “neoliberalismo” diferente. Es decir, Estados Unidos sepulta las bases del neoliberalismo globalizador, pero intenta que su liberalismo proteccionista golpee al mundo, con la finalidad de que la MAGA Trumpista se haga realidad. En México, no solo es que la derecha suponga que el neoliberalismo es mejor que la estrategia de la 4T, sino que sus prisas por derrocar a un gobierno legítimo en realidad la emparejan con su obsesión por la intervención e invasión del país del norte en México. Lo que exhibe a la derecha antipatriota, no como un sector partidista y de la sociedad que le preocupe el país. Los aranceles son hoy su gran bandera, aunque no tengan lógica.

Sin duda, la macroeconomía y la microeconomía no es parte de la expertise de la derecha mexicana. En los últimos años hemos visto cómo la derecha comentócrata en los medios corporativos y en las redes sociales va de un tema a otro, suponiendo que sus lectores y seguidores entienden los galimatías y mentiras que propagan. El problema con la derecha mediática y de redes sociales no produce piezas narrativas analíticas y basadas en datos, sino en mentiras y el odio contra los gobiernos progresistas. Es el caso de la derecha en México. Por ejemplo, en la televisión pública podemos ver algunos programas y especialistas –Masiosare, Mario Campa, entre otros- que realmente plantean, con datos, lo que está pasando en la economía, mientras la derecha miente.

martes, 8 de octubre de 2024

Misoginia fascista

 

Durante el gobierno de AMLO, la misantropía, el racismo, el clasismo, la discriminación, el odio, el desprecio al ser humano, dieron cuerpo a un discurso y una narrativa, tanto en redes sociales y medios corporativos, como entre ciertos sectores de la clase media y las elites, en el que la figura presidencial era el centro de ataques de todo tipo. Zapatos sucios, indio patarrajada, macuspano atrasado, entre otros apelativos salieron de los ánimos y el odio de la intelectualidad derechista y ciudadanos comunes, muchos de los cuales podrían compartir esos mismos sobrenombres con el presidente de México. Su hijo menor de edad y su esposa, también fueron objeto de ese odio aterrador contra seres humanos. Asimismo, la excandidata de la derecha, Xóchitl Gálvez, no tuvo vergüenza en inventarle a AMLO situaciones misóginas. Tampoco se sonrojó al descargar mentiras, odio y desprecio misógino contra la hoy presidenta de México.

La derecha mexicana camina cercanamente al fascismo. AMLO dejó la presidencia, a pesar de los augurios de que se reelegiría o habilitaría un Maximato, pero la 4T continúa, ahora encabezada por Claudia Sheinbaum, quien será el preciado objetivo de los derechistas, tanto en redes sociales y medios corporativos golpistas, y ciertos sectores de la clase media, que no tienen empacho en vomitar su odio misógino contra la presidenta de México. Misoginia que está muy cerca del fascismo, en el sentido de que la derecha pretende borrar la importancia de que una mujer ocupe el Poder Ejecutivo. También, los ataques misóginos, de hombres y mujeres derechistas, buscan someter, ideológica y políticamente, a la presidenta. Atacarla desde la profunda misoginia de la derecha fascista, no es accidental, broma o crítica a sus acciones gubernamentales; es el desprecio de ciertos sectores de las clases medias por los hombres y mujeres de la 4T.

Los derechistas mexicanos estarían felices de que la mediocre y corrupta Xóchitl Gálvez, los gobernara, porque representa a muchos de las clases medias y las elites que coinciden con la excandidata: corruptos, saqueadores, cómplices, privilegiados, clasistas, racistas, discriminadores, además de profesar, hombres y mujeres, un odio profundo hacia las mujeres que destacan en sus campos de estudio y profesión de manera honesta y ética. Pensar la misoginia parece estar más allá de la sociedad patriarcal, pero no es así. La misoginia es el odio a las mujeres que el mismo sistema patriarcal impulsa en cómo educa a niños y niñas. No está lejos todavía el que muchas mujeres eduquen a sus hijos e hijas acorde con las normas patriarcales y heterosexuales. Normas que en muchos casos están cargadas de odio y violencia de género.

Durante la campaña electoral, la derechista Xóchitl Gálvez y sus apoyadores, hombres y mujeres, no tuvo empacho en atacar a la hoy presidenta. Diseminó mentiras, noticias falsas y odio misógino contra la mujer que la aventajaba y a la que nunca pudo alcanzar. Ese odio alimentó a la derecha que llevaba casi 6 años golpeando a AMLO sin pudor. Y no se trató nada más de tuiteros/as, tiktokeros/as y otros usuarios de otras redes sociales; también la intelectualidad derechista inventó términos y situaciones en las que la mentira y el desprecio eran esenciales. Una narrativa que concitó consensos en la derecha y los fascistas. No era extraño ver en la televisión privada –a veces en la pública-, escuchar en la radio, leer en los medios corporativos golpistas y las redes sociales, cómo se esparcía el odio contra AMLO. Ahora, la presidenta de México es su objetivo. El problema con la derecha fascista es que no se da cuenta que su discurso está circunscrito a ciertos sectores, que no es generalizado a todos los mexicanos, quienes aprendieron bien de sus odios.

Es decir, los 35 millones de mexicanos que votaron por Claudia Sheinbaum, aprendieron del odio de la derecha contra AMLO, para llevar a la actual presidenta al Poder Ejecutivo. Mexicanos que han sido objeto también de ese odio de la derecha por motivos raciales, discriminatorios, de género, pobreza, por ser mujeres y hombres, sexuales, entre otros aspectos.

viernes, 7 de junio de 2024

Las derrotas de la derecha mexicana

 

En jornada histórica, los mexicanos salieron a votar, no solo en México, sino también en Estados Unidos, España, Francia. En todos los casos, vimos largas filas, algunos reclamos e incidentes que la oposición buscó aprovechar para apuntalar su campaña de miedo, la que finalmente fracasó. En Madrid, un grupúsculo de las elites hispano-mexicanas que fue a votar, gritaron “fuera AMLO”, pero sus votos no fueron suficientes para impedir el triunfo de Claudia Sheinbaum. En la Unión Americana, el grito “es un honor estar con Obrador”, resonó ante un INE incapaz de cumplir las expectativas de los cientos, quizás miles, de mexicanos que fueron a votar por la continuidad de la 4T. Este contrastante hecho, da cuenta de las profundas diferencias entre miles de los inmigrantes mexicanos asentados en el país del norte, y algunos sectores descendientes de grupos elitistas, privilegiados, de origen español o francés, con doble nacionalidad, derechistas.

Pero las derrotas de la derecha mexicana van más allá de la hipócrita aceptación de que perdieron. Pues de la madrugada de la derrota al mediodía, la corrupta Xóchitl Gálvez anunció impugnaciones. La finalidad es intentar judicializar las elecciones, ante la derrota. La campaña electoral de la derecha fue un monumento al maniqueísmo, cuya estrategia fue jugar perversamente con la supuesta indignación y el miedo. Es decir, se afianzaron al malestar como estrategia política y propagandística, a pesar de las señales e indicadores en contrario, previos a la elección y durante el proceso electoral. Si de indicadores discutimos, las encuestas del INEGI hablaron. Mexicanos felices, pobreza a la baja, mercado interno funcionando, inseguridad relativamente baja, economía con buenos números, etc. Los indicadores evidenciaban una situación muy lejana a la visión alterna de la derecha, en la que el malestar era la gran ficción.

La derecha mexicana insistió, hasta la perversidad, usando las redes sociales, en particular X(Twitter), para posicionar, millones de pesos aparte, hashtags en contra del presidente de México y la candidata de la coalición Seguimos haciendo historia. Pero, visto el resultado, tanto confirmado por el PREP, encuestas de salida, conteo rápido oficial y el recuento distrital que finalizará el próximo domingo, fracasaron. La campaña electoral y electorera de la derecha privilegió el ataque, la mentira, el caos inventado, la supuesta intervención de AMLO en el proceso electoral, la manipulación de datos –prácticamente, todos los datos usados por la candidata derechista en su propaganda y en los debates, son falsos-, uso de tragedias humanas que, en los hechos revictimizaba a las víctimas, entre otras imposturas. El hecho es que no vieron –o no quisieron ver- que los ciudadanos mexicanos están experimentando cambios ideológicos y prácticos que les permiten observar engaños y farsas.

En este sentido, el recuento de votos que exige la derecha, es la nueva fase en la guerra de la derecha golpista contra los mexicanos y contra el progresismo. Ahora intentan enganchar a la gente con la falsedad de un fraude electoral. Pero la narrativa de la derecha no es nueva. No solo los impresentables partidos políticos que acompañaron a la derechista Xóchitl Gálvez, la misma candidata, Claudio X. González y facciones de la oligarquía mexicana y extranjera que financiaron la campaña de odio que intentó convertirse en propaganda electoral, asumieron una actitud beligerante, de odio, sino también sus seguidores y la llamada “marea rosa”. Su problema es que se atrincheran en las redes sociales. Los resultados de las votaciones del 2 de junio, mostraron con contundencia que las redes sociales no son la realidad. Apenas un pequeño mundo en el que muchos mexicanos comparten asuntos personales, odios políticos e información –muchas veces manipulada, mentirosa, sin pruebas.

La derecha es una caja de pandora de mentiras y una realidad alterna llena de odio. Es lo que hay que discernir. Sus derrotas no pueden arrastrarnos.

lunes, 22 de abril de 2024

Los miedos de la derecha

 

La campaña electoral de la derecha, ha puesto el énfasis en el miedo, como un sentimiento individual manipulable, pues supone la prevalencia de un miedo colectivo explotable a su favor. Busca que lo que llama miedo salga a flote para que los mexicanos voten por la candidata derechista, Xóchitl Gálvez. La propaganda hace hincapié en que los habitantes de México tienen miedo y que, en los últimos cinco años, el miedo consume a los mexicanos y define su vida cotidiana. Usan la inseguridad, la salud, la pandemia de COVID 19, los feminicidios, los desaparecidos y a sus buscadoras, entre otros aspectos, para intentar someter a la gente. Recientes encuestas del INEGI, una institución pública, autónoma, que no podría ser acusada de ser comparsa del gobierno de la 4T, muestra que los mexicanos son felices, que la inseguridad persiste, pero en algunos centros urbanos del país la percepción negativa baja o se ha estancado, el empleo formal crece, la economía en general tiene un comportamiento favorable, etc.

En el tema de salud, la derecha trata de confundir a los mexicanos cuando dice que el seguro popular regresaría para que a nadie le falte atención médica y medicinas, cuando fue un programa de Vicente Fox que le cobraba a quienes estaban fuera del sistema de salud pública institucional (IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA, MARINA). Los mexicanos sin adscripción a las instituciones públicas de salud, podían ser atendidos en las mismas, pero la atención era limitada. Y en el tema de materiales de curación, medicamentos y algunos estudios, la gente tenía que pagar aparte o usar servicios subrogados a la medicina privada, la que realmente se enriquecía con esta privatización soterrada. Sobre la pandemia de COVID 19, la derecha paga a un grupúsculo de derechistas, entre los que destacan Sergio Aguayo Quesada, el exministro José Ramón Cossío, y otros exfuncionarios del PRI y el PAN, y personajes y académicos ligados implícitamente a ambos partidos políticos, distinguidos por su activismo anti AMLO, anti Hugo López-Gatell, anti 4T. Según sus sesudos “análisis”, más de un millón de mexicanos murieron por la pandemia, lo que mostraría la falta de atención del gobierno mexicano. Y se dicen “apartidistas” e “independientes”.

En cuanto a la inseguridad, la derecha sigue con su propaganda de miedo, ante hechos que caracterizaron a los gobiernos del PAN y el PRI. Claro, la inseguridad subsiste, pero no podemos negar sus orígenes, menos que en el contexto electoral actual esté siendo usada, no solo por la derecha y la oligarquía, sino también por la delincuencia organizada, la que añora los acuerdos que alcanzaron con el narcopresidente Felipe Calderón y su exsecretario de Seguridad, hoy encarcelado en Estados Unidos, acusado por narco. Los desaparecidos, son parte de esa guerra esquizofrénica, pero la derecha busca capitalizar, descontextualizando hechos trágicos y dolorosos. Las buscadoras, las familias de los desaparecidos/as, si bien han cuestionado el papel del gobierno federal, han superado el miedo y han encontrado cientos de fosas que el PAN y el PRI negaron y ocultaron, mientras el gobierno de AMLO ha reconocido su existencia, aunque no ha podido darle solución a tan triste situación.

Con todo, el miedo que la derecha busca propagar y manipular entre los mexicanos, está calando fuerte entre la misma derecha. La denuncia en contra del ministro en retiro, Arturo Zaldívar, es una muestra del pánico en el Poder Judicial, ante la posibilidad de que el 2 de junio, no solo gane la presidencia de la República la candidata de Morena-Pt-PVEM, Claudia Sheinbaum, sino también se cumpla la idea del Plan C. Es decir, que esta coalición obtenga la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión (Senado y Cámara de Diputados), lo que podría implicar aprobar y echar a andar la reforma del Poder Judicial. Los miedos de la derecha, seguirán marcando la contienda electoral, porque es un sentimiento individual que olvidaron los derechistas que también los acompaña. Vivir lejos del presupuesto, los privilegios, aterroriza al PRIANRD y la oligarquía.

miércoles, 7 de febrero de 2024

Vendiendo gelatinas en Estados Unidos

 

La corrupta candidata derechista Xóchitl Gálvez, estuvo en Nueva York y Washington, vendiendo el país, aunque sabe bien que sus reuniones con Think Tank derechistas, medios corporativos, funcionarios del Departamento de Estado y la OEA, no le darán un solo voto. Las recientes encuestas del Heraldo y Reformar, confirman la distancia de al menos 30 puntos entre la vendedora de gelatinas y Claudia Sheinbaum. La primera encuesta, cara a cara, muestra que, a pesar de las mentiras de los medios corporativos en México y Estados Unidos, la derecha mexicana, PAN, PRI, PRD, la candidata de Morena sigue cuesta arriba, mientras la segunda, que en realidad fue aplicada para conocer el clima electoral en Jalisco, da cuenta de la probabilidad de que Movimiento Ciudadano siga gobernado esa entidad, pero ratifica la ventaja de la morenista sobre la prianrdista.

En este sentido, ir a Nueva York y Estados Unidos a vender gelatinas, exhibió a la candidata derechista: entre el rechazo de los inmigrantes mexicanos, mentiras en discursos en el Wilson Center, Think Tank derechista, amenazas de sus seguidores a inmigrantes mexicanos, ignorancia de las leyes de inmigración estadounidenses, tras culpar a AMLO sobre abogados que prometió, el tour con los medios corporativos derechistas, los que de seguro publicarán alguna nota “elogiosa” a la candidata del #PRIANRD, su paseo en la OEA, organismo golpista, ofrecimiento para obsequiarles a los empresarios el litio y otros recursos y empresas mexicanas, y sus acusaciones infantiloides sobre el supuesto financiamiento del narco a la campaña de AMLO de 2006, negada públicamente por el gobierno estadounidense.

Sin duda, vender gelatinas a la derechista Xóchitl Gálvez no se le da. La gira de las gelatinas, aunque sus amigos corruptos y saqueadores –Idelfonso Guajardo, José Sarukhan, Juan Pardinas (ex director editorial del periódico Reforma)-, entre otros que le compraron el tour a distintos lugares en los que los inmigrantes mexicanos no estuvieron en su agenda. El objetivo de la derechista fue a gritar desesperada que Estados Unidos intervenga en México para que la nombren presidente, pues sabe bien que su campaña, con tantos millones en propaganda y viajes que la oligarquía ha invertido, es un fracaso. Fue a Nueva York y Washington, no a defender la democracia, sino a vender la patria. La derechista traidorzuela pinta muy bien a los partidos políticos que la acompañan y la oligarquía que la financia. Si los mexicanos no tenían claro el proyecto de la derecha, con esta gira debió quedar muy claro: abyección, sumisión, venta de garaje, mentiras, y basura ideológica y política.

La derecha dirá que fue “exitosa” la gira. Y los escribanos de los medios corporativos golpistas en México tratarán de elevarla a “estadista”, retomando porciones de los discursos que no escribió, sino que le dictaron los conocidos corruptos y saqueadores que la acompañaron. Lo que quedó claro en este tour gelatinero, es que la candidata de la derecha fue a vender México a Estados Unidos a cambio de intervenir en nuestro país, y le pagaría a la oligarquía estadounidense con empresas estatales y recursos naturales. De acuerdo con las mediciones más recientes, Xóchitl Gálvez apenas alcanza entre 20 y 25 por ciento de la opinión electoral, voto duro que tanto el PRI como el PAN consiguieron en 2018. Asimismo, la candidata de la derecha fue a hacer ridículos propagandísticos al por mayor a Nueva York y a Washington. Hablar en el Wilson Center, un Think Tank derechista, no le dará más votos. Tampoco su visita al Press Club, donde presumió a los medios corporativos golpistas (Wall Street Journal, Washington Post, New York Times).

En Estados Unidos, los únicos que podrían votar o no por la derechista, son los inmigrantes mexicanos, pero vimos el rechazo que suscita. La oligarquía estadounidense, los medios corporativos golpistas, los Think Tank, la OEA, no votan. Solo intervienen países y derrocan gobiernos democráticos.

viernes, 29 de diciembre de 2023

Entre el chistorete, la vulgaridad y el “equipazo”

 

Dos frases propagandísticas definen bien lo hueco de la precampaña y, de seguro, la campaña de la derechista Xóchitl Gálvez: “fuerte como tú” y “cambiemos el rumbo”. En ambos casos, intentan aludir a la gente en general como si estuviera desamparada y sin rumbo. Pretende, también, hacer tabla rasa de la historia reciente en la que un gobierno de izquierda en México, está poniendo las bases de una realidad distinta a la dejada por los corruptos y saqueadores gobiernos del PAN y el PRI. El presunto desamparo de los mexicanos busca acercar a la candidata derechista que en otros anuncios es presentada como la vulnerable niña que de la nada se erigió en la empresaria exitosa, ocultando que, como funcionaria del PAN, vía tráfico de influencias y asignación de contratos con dinero público a sus empresas, acumuló más de mil millones de pesos en su haber. La burguesa que se hizo así misma, encubre que gracias al capitalismo de cuates llegó a donde está.

En este contexto, es también interesante la presentación de la alianza derechista, encabezada por Claudio X. González y sus partidos políticos, PRI, PAN, PRD, ante sus amigos, el equipo que acompañará a Xóchitl Gálvez en la campaña electoral de 2024. Un “equipazo” conformado por perdedores aspirantes a la presidencia (Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel, Margarita Zavala), censores y represores (Max Cortazar), mapaches y defraudadores electorales (Humberto Moreira), izquierdoides traidores (Jesús Ortega), entre otros “xingones, xingones”, que intentarán convencer a algunos sectores de las clases medias que no la apoyan. Recordemos que, acorde con las más recientes encuestas, los indecisos oscilan entre el 20% y el 30% del electorado, y la derecha supone que es la clase media que les podría dar el triunfo.

Observamos cómo, del chistorete y la vulgaridad que simplifica la pobreza y al pueblo mexicano como estúpidos ciudadanos ignorantes, cuyo lenguaje es imitable por razones electoreras para que la candidata de la derecha se posicione y mienta sobre sus orígenes, Xóchitl Gálvez transita a un “equipazo” conformado por lo peor del PRI, el PAN y el PRD. Al parecer, los nombrados buscarán manejar una previsible derrota por la presidencia de la República, mientras los operadores políticos reales maniobran para impedir que Morena se alce con victorias en las cámaras de Diputados y Senadores. A juzgar por las encuestas, cuyas cifras no parecen prefigurar un vuelco a favor de la derechista, pero lo que no debería suponer a Morena que las elecciones de 2024 serán un día de campo, los mexicanos conocen bien a Xóchitl Gálvez, lo que echa por tierra su idea de que la mitad de los mexicanos no saben de ella; saben que no ofrece ninguna esperanza, a menos que esta se focalice en los deseos de la oligarquía y los políticos por regresar al pasado, y ven que con ese “equipazo” no habría nada nuevo de ganar la presidencia.

Por ello es que la precampaña y la campaña de la alianza opositora, se centran en atacar a AMLO y toda acción de gobierno (Tren Maya, Megafarmacia, Mexicana de Aviación, violencia recreada con IA, etc.). La derechista candidata habla sin ton ni son de salud, cambio climático, pensiones para adultos mayores, educación, mujeres, el campo, y lo que se acumule, sin un hilo conductor, argumentos y compromisos reales. Sobresale la hipocresía de una mujer que se ha inventado una vida, invento que supone la acerca al pueblo, a la gente que el PAN desprecia, el PRI siempre ha manipulado y el PRD cree que lo sigue. Priistas y panistas se han deslindado de esta espuria candidatura, impuesta por Claudio X. González y una facción de la oligarquía golpista. No porque crean que van a ganar la presidencia de la República, sino porque el junior González los convenció de tirar a la basura millones de pesos para sostener a una candidata que miente cada vez que habla con personas a las que les pagan por salir en sus visitas y en su propaganda.

Chistorete, vulgaridad y “equipazo”, son solo subterfugio de una oposición que no avanza. Quizás en los siguientes seis meses previos al 2 de junio de 2024, pero es dudoso que gane.

domingo, 29 de octubre de 2023

Carroña mediática

 

A unas horas del devastador impacto del huracán Otis, categoría 5, escala Saffir-Simpson, en Acapulco y municipios aledaños de Guerrero, la comentocracia y los medios corporativos derechistas, montaron un espectáculo mediático en el que la carroña es esencial. No se trata de informar, no es sobre una tragedia en la que miles de mexicanos están hoy sufriendo los efectos de un fenómeno que de natural nada tiene. Acorde con información de expertos estadounidenses y mexicanos, nadie esperaba que en menos de doce horas la tormenta tropical se transformara en un catastrófico ciclón. Lo que los medios golpistas muestran es su vomitivo odio contra el presidente de México y su gobierno. Los escribanos derechistas suponen que, atacando a AMLO, cosecharán votos para su candidata derechista.

Como quiera, la adicción de los medios corporativos golpistas a la carroña mediática, nada tiene que ver con los guerrerenses que hoy enfrentan una grave situación de sobrevivencia. Según la derechista Denise Dresser, le cobrarán políticamente a AMLO y Morena. Es decir, lo importante no es si mienten sobre la respuesta gubernamental y los recursos existentes para enfrentar la catástrofe, sino la venganza política que sueñan, desde el 2018, llevar a cabo. Ya no hay prensa corporativa oficialista, tampoco boletines y fotografías del espurio Felipe Calderón en medio de un charco de agua para simular que atendía a los mexicanos, mientras ordenaba el asesinato de otras miles de personas con su absurda guerra contra el narco, del que era parte. Las imágenes y testimonios fluyen en redes sociales; no las calla el gobierno; no ordena censurarlas.

Durante los gobiernos del PAN y el PRI, fueron calladas las masacres causadas por sus gobiernos, mientras los medios corporativos y sus escribanos a su servicio recibían ingentes recursos públicos, ensalzaban la “ayuda” enviada por medio del FONDEN, un fideicomiso del que también fluía dinero público para alcaldes, gobernadores, empresarios, periodistas, prensa nacional y local. Los desastres que golpean con más furia a los pobres y marginados, nada tienen de natural, pues la vulnerabilidad de miles de mexicanos es también parte de la fábrica capitalista, nunca atendida por los gobiernos del PRI y el PAN. Lo que Marx llamó el ejército de reserva industrial, el lumpenproletariado, son sectores de la población que la acumulación capitalista deja en la ignominia. En México siempre fueron la reserva de votos del PRI, y parapeto de los clasemedieros y las elites derechistas del PAN.

Con la complacencia del INE y el TEPJF, la candidata del #PRIANRD, Claudio X. González, los medios corporativos golpistas, sectores de la elitista sociedad civil, las elites políticas y la oligarquía, emprendieron una feroz campaña mediática alimentada con la carroña de la que vive plácidamente la derecha y ultraderecha. No se conmueven ante el desastre: que desapareció el FONDEN, otrora nido de corrupción y saqueo del #PRIANRD, mentira desmentida; que van tres o cuatro días y no hay electricidad, internet o lo que sea, mientras la CFE, la Guardia Nacional, las fuerzas armadas trabajan arduamente; que voté por AMLO en 2018 y ahora me avergüenzo, pero AMLO mueve de inmediato al aparato gubernamental y sus anquilosadas estructuras burocráticas para volcarse en favor de Guerrero; que hay que inventar otro fideicomiso, dijo la derechista Xóchitl Gálvez, pero se niega a aportar una pequeña porción de su jugosa dieta senatorial para los damnificados.

Los pretextos de la derecha carroñera son inconmensurables para golpear a AMLO, la 4T, Morena y Claudia Sheinbaum, quien recolecta víveres y otros productos para enviar a los damnificados, mientras la carroña mediática monta espectáculos. Como el orquestado por Xóchitl Gálvez en las instalaciones del Cruz Roja mexicana para simular con que está acopiando suministros, pero los compró en cualquier almacén con dinero público y privado. Es la derecha, idiota.