viernes, 4 de abril de 2025

La derecha proarancelaria

 

Nada increíble la reacción de la derecha en los medios corporativos, ante el anuncio de aranceles al mundo, pero particularmente la situación “preferencial” en la que quedó México. Excepto el 25% a los automóviles y el acero y el aluminio, Donald Trump dejó fuera de las tarifas recíprocas a México y Canadá, dando así un respiro al TMEC y en general a la economía mexicana. Cualquier situación que afecte negativamente a México, la derecha lo celebraría, aunque en sus delirios narrativos en la prensa, la televisión, las plataformas en Internet, y redes sociales, el odio y la mentira abunden. La derecha mexicana continua en sus intentos, no porque en nuestro país la democracia conduzca los destinos de los mexicanos, sino de derrocar a un gobierno legítimo, electo democráticamente, por medio de una invasión de Estados Unidos.

Mientras en Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, las bolsas de valores pierden por el impacto de los aranceles que Donald Trump impuso al mundo, en México la paridad peso-dólar está estable. Pero para la comentocracia derechista, la debacle estaba en la puerta y todo “por culpa” de la presidenta de México, la 4T y AMLO. La excandidata derechista del PRIAN, Xóchitl Gálvez, afirmó en X que la imposición de aranceles era “culpa” de AMLO. Al parecer no se da cuenta que los aranceles Trumpistas son mundiales, parte de la política Trumpista y no producto de las políticas económicas de la 4T. Igualmente, nada dicen de que el TMEC sobrevivió, aunque venga una intensa etapa de negociaciones que podrían cambiarlo o desaparecerlo.

Con todo, a la derecha mexicana lo que menos le importa es que la economía tenga positivos, pues es contrastante con las crisis del neoliberalismo. Durante el primer sexenio de la 4T a nadie sorprendió AMLO con devaluaciones y aumentos de impuestos, lo que fue cotidiano durante los gobiernos del PRIAN. Y en los primeros seis meses del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, a pesar de las amenazas de Trump, la economía no se ha caído. Hay barruntos de problemas, pero al parecer podrían remontarse con acciones gubernamentales muy precisas, como la inversión pública que podría estimular la economía y el empleo. Lo peor del escenario político, es que a la derecha –en los medios corporativos, en la televisión, la radio, la prensa impresa, las plataformas y las redes sociales- lo único que les importa es que el gobierno mexicano se hunda, para supuestamente entren los carroñeros a salvar al país.

Los aranceles Trumpianos no enaltecen a nadie. Son medidas que buscan resquebrajar el libre comercio, una de las máximas del neoliberalismo. Asimismo, los aranceles plantean un “neoliberalismo” diferente. Es decir, Estados Unidos sepulta las bases del neoliberalismo globalizador, pero intenta que su liberalismo proteccionista golpee al mundo, con la finalidad de que la MAGA Trumpista se haga realidad. En México, no solo es que la derecha suponga que el neoliberalismo es mejor que la estrategia de la 4T, sino que sus prisas por derrocar a un gobierno legítimo en realidad la emparejan con su obsesión por la intervención e invasión del país del norte en México. Lo que exhibe a la derecha antipatriota, no como un sector partidista y de la sociedad que le preocupe el país. Los aranceles son hoy su gran bandera, aunque no tengan lógica.

Sin duda, la macroeconomía y la microeconomía no es parte de la expertise de la derecha mexicana. En los últimos años hemos visto cómo la derecha comentócrata en los medios corporativos y en las redes sociales va de un tema a otro, suponiendo que sus lectores y seguidores entienden los galimatías y mentiras que propagan. El problema con la derecha mediática y de redes sociales no produce piezas narrativas analíticas y basadas en datos, sino en mentiras y el odio contra los gobiernos progresistas. Es el caso de la derecha en México. Por ejemplo, en la televisión pública podemos ver algunos programas y especialistas –Masiosare, Mario Campa, entre otros- que realmente plantean, con datos, lo que está pasando en la economía, mientras la derecha miente.

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