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viernes, 15 de agosto de 2025

13.4 millones de mexicanos fuera de la pobreza

 

Más de 13 millones de personas salieron de la pobreza en el contexto del gobierno de AMLO. Un logro, aunque a la derecha le moleste, del proyecto de nación de la 4T. Por ello, la queja del exlíder moral de la izquierda priista, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, es una simple diatriba de la derecha, mientras la derecha se retuerce sin argumentos. El INEGI es una de las pocas instancias autónomas que realmente presentan sus datos, sin tanta parafernalia ideológico-política. Los datos duros son impactantes, pero la derecha mexicana no puede refutarlos, aunque en X y otras redes sociales lo intenten. Muchos mexicanos, por medio de los aumentos salariales y las políticas sociales, hoy pueden tener una vida diferente.

Durante el neoliberalismo, sus ideólogos usaron los aumentos salariales, arriba de la inflación, como arma para hundir a los mexicanos en la pobreza y la ignominia. A los neoliberales mexicanos jamás les importaron los mexicanos, por sostener un modelo político-ideológico que empobreció a millones de mexicanos. Que 13 millones de pobres hayan salido de la pobreza durante los años del gobierno de AMLO, no es un “triunfo” de AMLO, sino de políticas públicas que han incidido en la realidad de millones de personas y familias. No es un asunto político, es una cuestión que la derecha mexicana no reconoce. En los gobiernos del PRIAN, acorde con datos reales, la pobreza aumentó inexorablemente, aunque quieran usar las cifras de la pobreza extrema.

Efectivamente, la pobreza extrema es un asunto sin resolver. Pero los datos que la derecha manipula para descalificar las cifras de la pobreza multidimensional que ahora el INEGI presenta, metodología del CONEVAL, un organismo desaparecido que solía manipular sus propios análisis, son importantes. La 4T tiene muchas acciones por hacer en contra de los pobres en extremo. Urgen políticas públicas en las que los pobres en extremo sean los protagonistas, pero los datos de millones que salieron de la pobreza no pueden ser minimizados.

Que 13 millones de mexicanos hayan salido de la pobreza es malo para Héctor Aguilar Camín, quien manipula las cifras para “abogar” por los pobres en extremo, por quienes jamás dijo nada durante los gobiernos neoliberales. La pobreza extrema siempre estuvo ahí y sin duda, los “sesudos” análisis de la derecha solo intentarán desacreditar las políticas públicas de la 4T. Pero no olvidemos que lo que hoy llamamos pobreza extrema y pobreza, ya Marx, con sus matices, los había catalogado en sus tiempos: ejercito de reserva industrial y lumpenproletariado. Sectores de la población engendrados por el capitalismo. Desclasados, sin más expectativa que sobrevivir diariamente. Son los que Oxfam ha identificado como personas y familias que reproducen su pobreza cotidianamente, sin la esperanza de salir de su situación.

Sin embargo, AMLO y la 4T, antes que romper abiertamente con las elites económicas y destruir desde sus cimientos el sistema socioeconómico prevaleciente en México –lo que no le perdona la izquierda buenaondita porque sigue soñando con la Cuba de Fidel Castro y la Venezuela de Chavez, cuyas sociedades son actualmente una dramática muestra del poder del imperio y del capital-, implementaron una política salarial y una política social que incidieron en al menos un sector de los pobres en México. Si algo he aprendido durante años como investigador de las ciencias sociales, es que el socialismo o comunismo en un solo país es una falacia. El capitalismo es el sistema dominante y si no hay un cambio generalizado –por ejemplo, el colapso total del imperio estadounidense y de la Unión Europea- poco hay que hacer. Excepto luchar por una sociedad de derechos y usar la democracia burguesa para impulsar esas transformaciones, que es lo que AMLO y Claudia Sheinbaum, con sus matices, están haciendo. Al primero le tocó sacar de la pobreza a millones de mexicanos, mientras la segunda impulsa una política de derechos –mujeres, indígenas, afromexicanos, etc.- para fundar una sociedad distinta.

lunes, 4 de diciembre de 2023

Las clases medias en su laberinto, primera parte

 

La clase media en México, como en otros países, no es monolítica. Generalizar que, #AMLO y la #4T no la toma en cuenta, es otro garlito de la derecha. Peor si la queja viene del feminismo, un sector acomodado de la clase media y la llamada “izquierda verdadera”. Efectivamente, #AMLO planteó desde un principio “primero los pobres” pues durante décadas millones de mexicanos han estado sobreviviendo entre la pobreza y pobreza extrema, con graves carencias alimentarias, de ingresos, salud, educación, y acceso a servicios de todo tipo. Pero a la frase emblemática antecede “por el bien de todos”; argumenta que paliando las condiciones de vida de millones de mexicanos repercute favorablemente en los otros sectores de la sociedad: grandes, medianas y pequeñas empresas, elites económicas y clases medias. No hay rechazo u olvido a priori.

Ahora bien, la clase media mexicana está conformada por diversos sectores, los cuales tienen también heterogéneas posturas ideológicas y políticas, además de ingresos y posiciones de clase distintas. Suponer que la clase media es monolítica, es enrarecer, no solo el análisis, sino también la realidad. Hay sectores clasemedieros que se identifican con la derecha, la izquierda e incluso quienes no expresan sus afinidades, declarándose apolíticos o neutrales. Asimismo, las clases medias en México están atravesadas por diversos orígenes étnicos, tonos de piel, escolaridad y cultura. El aparente rechazo a la clase media, cuando #AMLO tildó a ciertos sectores de aspiracionistas, alentó un debate, atizado por la derecha desde la polarización, mientras la izquierda acusa abandono. Pero no se debe confundir la movilidad social con el aspiracionismo.

No cabe duda que la movilidad social es un mecanismo estructural que promueve el ascenso de ciertos sectores de la sociedad hacia otras posiciones de clase, por medio de factores como la educación, el emprendedurismo, entre otros, mientras el aspiracionismo puede ser entendido como la exacerbación del individualismo promovida por el neoliberalismo. Lo anterior no niega las legítimas aspiraciones de la población que participan de la movilidad social, pero el neoliberalismo las convirtió en el mecanismo mercantil único para acceder al mercado. Muchos sectores medios depositaron sus aspiraciones en las mercancías que supuestamente les develaban un anhelado estatus, el cual los distinguía, desclasaba y ponía en ruta a parecerse, aunque el camino fuese sinuoso y mentiroso, a las elites económicas. El neoliberalismo destruyó la vida comunitaria, mientras valores como la solidaridad, la ayuda mutua, entre otros, eran sustituidos por la competencia individualista a toda costa.

Con todo, no todos los sectores medios van en la misma ruta. Si revisamos, en lo general, la política social, observamos que algunos estratos de la clase media reciben uno o varios apoyos sociales. Adultos mayores, estudiantes de preparatoria, población discapacitada, están entre los beneficiarios. Los resultados de la ENIGH 2022 muestran los deciles en los que esos grupos de las clases medias podrían ubicarse y las mejoras en ingresos de los hogares, promovidas por la política social. La idea de “desatención” planteada por feministas y la llamada “izquierda verdadera”, es una simple mistificación de la clase media, y la mentira ideológico-político sobre el supuesto “desprecio” a ese sector, mientras se “privilegia” a los pobres. En términos numéricos y sociodemográficos, la clase media en México es menor, aunque sin duda muy compleja ideológica y políticamente, respecto a los pobres y pobres en extremo. Algunos académicos expertos, señalan que la cifra de pobreza rebasa lo que la CONEVAL considera como pobreza y pobreza extrema.

Aunque la clase media no sea numéricamente amplia, su complejidad sociodemográfica, ideológica, política, económica, valores, entre otros aspectos, no la hace monolítica. Incluso, su ubicación espacial importa mucho en sus conductas, aspiraciones y vínculos de clase y transclasistas. No hay una clase media única.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Ficción globalista, ficción de la derecha

 En un reciente foro en España, que reunió a lo más granado de la derecha, ultraderecha, neoliberales, tecnócratas y golpistas, sus ponentes resumieron muy bien la nostalgia por la ficción globalista y neoliberal, la que caló hondo entre muchos latinoamericanos, políticos, funcionarios públicos, académicos, escritores, gobiernos, entre otros. También confirma la añoranza por los gobiernos que desmantelaron el Estado de bienestar y llevaron al extremo las máximas neoliberales que hundieron a millones de latinoamericanos y caribeños en la pobreza, la violencia, la delincuencia, la ignominia. Millones de seres humanos, como han demostrado diversos estudios, que quizás en 150 años podrían superar su actual condición de vida, condenados entonces a reproducir su pobreza durante al menos cuatro generaciones o más.

Según la derecha, el populismo es un “grave” problema en América Latina y el Caribe, pues cuestiona el modelo económico, político, social y cultural impuesto por el neoliberalismo en los último cuarenta años. Chile, el principal laboratorio de los Chicago boys, donde una sangrienta dictadura hundió a millones de chilenos en una larga y trágica noche de represión y violencia económica, fue el ejemplo que el Consenso de Washington potenciaría para hacer de Latinoamérica el modelo probado y depurado de extrema concentración de la riqueza, gigantesca desigualdad, híper individualismo, mercantilización de toda la vida humana, ruptura del tejido social, creciente delincuencia de todo tipo. El paraíso del capitalismo salvaje y depredador.

A fines de los setenta, las crisis cíclicas del capitalismo, el estancamiento económico mundial, exigieron a las grandes naciones medidas extremas, como la reestructuración productiva que en Gran Bretaña y Estados Unidos se implementó, pero América Latina y el Caribe fueron el territorio ejemplo para el capitalismo salvaje y depredador. Entre dictaduras, desestabilización y procesos pseudodemocráticos, el neoliberalismo se impuso en diversos frentes. La ficción globalista.

Frente a la crisis del neoliberalismo, en Europa la derecha y ultraderecha crecen y ganan espacios políticos y gubernamentales como en Italia, mientras en América Latina los gobiernos progresistas y de izquierda anuncian, por un lado, una segunda ola democrática, y por el otro, el rechazo al conservadurismo en general, pero sobre todo a sus expresiones derechistas, ultraderechistas y fascistas. El hecho es que ni el neoliberalismo como racionalidad estructurante de los gobiernos, las políticas públicas y la sociedad, ni los gobiernos derechistas y golpistas, trajeron en los últimos cuarenta años alivio a las condiciones de vida de millones de latinoamericanos. Los crecientes flujos migratorios, la violencia delincuencial, las protestas ciudadanas, el voto a favor del cambio, son algunas expresiones del rechazo a la ficción globalista.

Una de las metáforas del neoliberalismo, la del goteo que precede a las nubes oscuras, cargadas de lluvia, jamás tuvo efectos reales. Es decir, la concentración de la riqueza en pocas manos que supuestamente favorecería a millones de personas, es la gran falacia de la mitología neoliberal y la ficción globalista. Los multimillonarios y billonarios crecieron a la par que la pobreza y marginación aumentaba. Beneficios para unos pocos y menos que migajas para millones. Es la ficción que de la derecha defiende. La pandemia de #COVID19 fue el gran ejemplo: naciones endeudas, mayor concentración de la riqueza, ganancias extraordinarias para la industria farmacéutica, corporaciones y algunas familias privilegiadas.

En tanto, millones de ciudadanos del mundo aun no son vacunados, además de que la guerra Ucrania-Rusia, que favorece antes que nada al sector industrial-militar y Wall Street, han disparado la inflación y el mundo vive bajo la amenaza de una hambruna de proporciones apocalípticas, mientras los europeos se preocupan si tendrán energía para calentar sus casas ante el invierno que se anuncia, marcado por el cambio climático, producto de la devastación ecológica promovida por las corporaciones multinacionales y sus gobiernos neoliberales y derechistas.

lunes, 28 de enero de 2013

Paradojas del hambre

El lunes 21 de enero, Enrique Peña Nieto inició su cruzada contra el hambre, en un contexto en el que, según la CEPAL, poco más de 40 millones de mexicanos sobreviven en condiciones de pobreza y más de 14 millones vive en la indigencia; en total, más de 55 millones tiene graves problemas de subsistencia.
De acuerdo con ese mismo organismo multilateral, las cifras de pobreza e indigencia en México superan los promedios, tanto para la región de América Latina y el Caribe como de Uruguay, Chile, Costa Rica y Brasil. Aunque con porcentajes altos, Perú y Ecuador están por debajo de nuestro país.
En el evento de lanzamiento de la Cruzada Nacional contra el Hambre, Peña Nieto firmó un decreto que crea el Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre y la Pobreza Extrema (Sinhambre). Busca eliminar la desnutrición infantil aguda y la falta de alimentos, involucrando 60 programas federales.
Tan rimbombante nombre recuerda los años dorados del salinato. El problema no es solo el nombre y el acrónimo, sino que descansa en los mismos parámetros ideológico-políticos que desde entonces se están esgrimiendo para acabar con la pobreza, pero únicamente se ha logrado mal administrarla.
El programa retoma el enfoque focalizador, centrándose en un grupo poblacional acotado por ciertos criterios políticos e ideológicos, a partir de algunos indicadores socioeconómicos reales, pero que aíslan la pobreza e ignoran su carácter estructural. Nada se dice de la redistribución del ingreso y las desigualdades.
Sinhambre reivindica la supuesta neutralidad del combate a la pobreza; las implicaciones de la pobreza, manifiestas en desnutrición, indigencia, enfermedades curables, muerte prematura, marginación, entre otros, no son aspectos inmanentes a esta condición, son producto de la desigualdad.
Y sin duda, la desigualdad en México y en el mundo, forma parte del capitalismo, pero sus consecuencias han sido exacerbadas por el neoliberalismo, una ideología que se ha transmutado en programa económico que únicamente reivindica la exacción, la expoliación y la concentración de la riqueza.
Buena parte de la agenda de Enrique Peña Nieto, se centra en los planteamientos de un cerrado grupo de tecnócratas neoliberales acríticos, favorables a las elites transnacionales, cuyo pensamiento se estancó en el Consenso de Washington, en las teorías neoclásicas, las reformas estructurales y el libre mercado a ultranza.
Bajo esta perspectiva, Sinhambre convierte en paradoja el hambre cuando en Templo Mayor del periódico Reforma (18/01/2013), se afirma que en la Asamblea Nacional del PRI, se impulsará, previa modificación de sus estatutos, el aumento al IVA en alimentos y medicinas y la inversión privada en la explotación petrolera.
Ambos “añejos tabúes” del priismo, según la citada columna, finalmente pasarán a la historia, a pesar de que en México más de la mitad de la población vive en la pobreza e invierte buena parte de sus ingresos en alimentos. Estamos ante otra anécdota de la política asistencialista con fines de control social y político.
Un programa de la envergadura de Sinhambre, que prende coordinar 60 programas dispersos en algunas instancias gubernamentales, no llegará al fondo si en su bandera no incluye la urgencia de acabar con la exclusión, la concentración del ingreso en pocas manos, la impunidad y la corrupción.
No cabe duda que la pobreza tiene un carácter estructural, y su erradicación total implica un cambio social y económico profundo. Pero el estado, en las condiciones actuales, puede hacer mucho si quienes gobiernan revisaran sus agendas ideológicas, políticas y económicas para cambiar la vida de millones.
Obviedades. 1. El domingo 20 de enero, en una ceremonia privada, Barack H. Obama, juró por un segundo mandato como presidente de Estados Unidos; el lunes 21, una serie de ceremonias y celebraciones dieron inicio a su segundo periodo, con un discurso que recalcó que le falta mucho por hacer para que las minorías tengan los mismos derechos, destacadamente, señaló la necesidad de cambiar la situación de los inmigrantes. 2. Otra paradoja: mientras en Estados Unidos el presidente Obama promete avanzar en una reforma inmigratoria, en México fue nombrado como comisionado del INM un ex-jefe policíaco, de lenguaje “florido” y con un historial de abusos documentado por la CEDH de Puebla, donde ocupó la secretaría de Seguridad Pública. Su dicho sobre que la migración es un “asunto de seguridad nacional”, reivindica llanamente la visión y la política de Washington al respecto. 3. Ante la inminente resolución de la SCJN que podría redefinir la situación de la francesa Florence Cassez, condenada por los montajes ilegales del secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, conocido jilguero oficialista de Televisa se retracta de su propio montaje diciendo que “no sabía”. 4. De acuerdo con la consultora Stratfor, la violencia en nuestro país seguirá su curso y las políticas emprendidas por el gobierno actual tendrán un “efecto nulo”, al menos este año. Prevé incluso que su incidencia podría aumentar. 5. Una solicitud al gobierno estatal, con el debido respeto: los medios no son la fuente de la violencia, como sugirió el responsable de la seguridad pública; los dos recientes asesinatos a mansalva en transitadas calles y avenidas de Morelia reflejan la grave descomposición social que vivimos y no hay acciones ni políticas públicas al respecto. Quizás en lugar de amenazar a los automovilistas que no hicieron el cambio de placas, de seguro por falta de recursos pecuniarios, deberían dedicar sus esfuerzos y elementos policíacos para delinear una política real y efectiva de seguridad. 6. Ojalá el airado desmentido de la diputada Portillo sobre su regreso a la bancada del PRD, tuviera congruencia y renunciara a ese partido, porque ella y sus cuates son parte de los graves problemas de ese instituto político derechizado. 7. Un reciente estudio codirigido por la OEA y la OCDE, afirma que la crisis económica, además de provocar un descenso mínimo de la migración internacional, impulsó el redireccionamiento de los flujos de América Latina hacia otros países de destino, incluidos Canadá, México, Japón, Corea, Australia, Nueva Zelanda y otras naciones de Europa. 8. Ojalá los panistas dejen de litigar en los medios para desviar la atención sobre su histórico fracaso que, según diversos medios, está lleno de desaseo, corrupción, impunidad, montajes, etcétera, y documenten sus dichos, como lo afirmado por la Sra. Calderón. 9. Las revelaciones de la revista Proceso, sobre los montajes del secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, respecto a los casos Martí y Cassez, muestran también la complicidad de los implicados con la impunidad del gobierno en turno.

miércoles, 16 de enero de 2013

Alineamiento de astros

Según el secretario general de la OCDE, los astros están alineados, por lo que las reformas estructurales que no terminaron de arraigarse en nuestro país durante el gobierno de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, impuestas por las elites políticas, económicas y financieras globales, tienen el escenario propicio.
Las reformas energética, fiscal y laboral, ésta última aprobada días antes del fin del sexenio calderonista y por enfrentar cerca de 150 mil amparos, deberán instalarnos definitivamente en el primer mundo, mientras los zapatistas aciertan al sugerir que ese mundo se está colapsando, al parecer irremediablemente.
En este contexto, son interesantes dos recientes publicaciones sobre México de ese organismo: Evaluaciones de la OCDE sobre el desempeño ambiental de México y Hacer posible la reforma de la gestión del agua en México. En ambos casos se describen los desafíos que enfrenta nuestro país en materia ambiental e hídrica.
La primera publicación asienta que México emprendió desde hace algunos años medidas para enfrentar los problemas ambientales, pero la degradación ambiental y el agotamiento de los recursos naturales sigue su marcha. Se calcula que en 2010 ambos procesos costaron a nuestro país el siete por ciento del PIB.
El documento plantea un triple reto: “impulsar (la) economía, mejorar el medio ambiente y brindar condiciones de vida dignas para todos (los) ciudadanos”. Identifica como problemas importantes los subsidios a la energía, los bajos impuestos y los créditos fiscales sobre peajes carreteros. La solución es aumentar impuestos y desaparecer subsidios.
Como se puede esperar de la visión de la OCDE, los problemas son estrictamente económicos y deben ser resueltos en esos términos. La mejora del ambiente y las condiciones de vida dignas de los ciudadanos deberán resolverse cobrando más impuestos y desaparecer la quimera neoliberal de los subsidios, pues son el principal problema.
En la segunda publicación este planteamiento es claro: la gestión del agua en México es un desafío que debe enfrentarse como un asunto de seguridad nacional. Se reconoce el estrés hídrico de las cuencas acuíferas, la disminución de la calidad de ríos, lagos y acuíferos, y el impacto de los fenómenos naturales, pero su solución es estrictamente económica.
Las políticas de gestión del agua deben aumentar la productividad y eficiencia del manejo de este bien. En tanto asunto de seguridad nacional, México debe construir su propio modelo de gobernabilidad con políticas de gestión del agua más flexibles, regulaciones estables y sólidas, y mayor uso de instrumentos económicos e infraestructuras verdes.
Si como lo sugiere el secretario general de la OCDE, el alineamiento de los astros favorece las reformas estructurales, sus implicaciones económicas y economicistas deberán generar condiciones de productividad y eficiencia para ingresar al primer mundo. El problema, desde mi perspectiva, es la estrecha visión eficientista y productivista de estas soluciones.
Precisamente, las políticas sustentadas en el neoliberalismo han profundizado los problemas ambientales e hídricos en México y el mundo. Bajo esta perspectiva, su continuidad llevará a nuestro país a situaciones más graves; el capitalismo salvaje tiene permiso productivista y eficientista para la depredación.
Obviedades:
1. Los diputados del PRD que se separaron de su bancada, por los que nadie votó, pues su puesto y su exorbitante salario es producto del atraco político al interior de ese partido derechista, chantajean por posiciones sin vergüenza ni recato, acelerando el hundimiento de esa organización que nos cuesta carísima.
2. Para el PAN, su fracaso como gobierno y partido es una embestida mediática, pero a diario se acumulan las pruebas del oportunismo, la corrupción y su mayor hazaña en el pasado sexenio: hundir a un país, lo que Felipe Calderón pretende convertir en cátedra a pesar del repudio de miles de mexicanos.
3. Según quien fuera principal asesor jurídico de Felipe Calderón, la guerra emprendida fue justa y las víctimas (100 mil muertos, 25 mil desaparecidos, miles de desplazados, lisiados y traumatizados) son simple “retórica”.
4. En la región de Ayutla, Guerrero, la gente decidió asumir su autodefensa, estableciendo retenes, capturando presuntos delincuentes, organizando un tribunal propio, mientras las autoridades estatales y federales se envuelven en banderas de retórica guerrerista.
5. Como lo sugerimos en pasadas entregas, el presidente Obama, en los meses siguientes al inicio de su segundo periodo presidencial, presionará al Congreso de Estados Unidos para aprobar una reforma migratoria integral y unitaria, que evite diluir las diferentes situaciones que enfrentan los inmigrantes indocumentados como lo promueven los republicanos.
6. Acorde con el más reciente reporte de la Sedesol, en los dos últimos años del calderonato más de un millón de mexicanos cayó en la pobreza extrema. En cifras del Coneval, 48 por ciento de los mexicanos son pobres y 32 por ciento son vulnerables o carenciados.
7. El cabildo del Ayuntamiento de Morelia aprobó un punto a favor de los animales, perros y gatos particularmente, para prohibir su uso en experimentos y prácticas que finalmente reflejan la crueldad y maltrato de los humanos contra otros seres vivos. Buen avance, pero deberá estar acompañado de acciones, políticas públicas y leyes que penalicen en definitiva esta situación.
8. La iniciativa binacional para que la Universidad de Harvard se retracte de contratar a Calderón para convertir en cátedra “Cómo acabar con un país” suma ya 30 mil 172 firmantes. Según el panismo fracasado, lo invitaron por “su prestigio”; claro, en épocas de capitalismo salvaje es “prestigioso” emprender guerras que han golpeado a la población civil, por las que nadie se responsabiliza.
9. Mal hace el gobierno estatal al pretender “suavizar” mediáticamente la situación en nuestro estado. Los enfrentamientos en poblaciones y municipios ubicados en las fronteras con Jalisco; el secuestro de dos españoles; el asesinato atroz de una mujer en el Centro Histórico, dicen mucho de una situación que está lejos de la seguridad y la paz.
10. Se crea una Comisión para el Diálogo con Pueblos Indígenas, presidida por Jaime Martínez Veloz, ex integrante de la Cocopa, para saldar la deuda social con las etnias, mientras en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas nombran a una contadora que poco sabe de las realidades indígenas de nuestro país.

sábado, 12 de enero de 2013

Nuestro abismo

El primer mes del nuevo gobierno federal transcurrió entre represión, “ni te veo ni te escucho”, y fanfarrias mediáticas. La cereza del pastel fue el adelanto del gasolinazo, que incluyó un alza adicional. Entre las viejas y las nuevas mañas de las élites políticas, únicamente nos toca observar cómo crece nuestro abismo.
Según diversas fuentes, en ese primer mes se contabilizaron entre 300 y mil asesinatos producto de la guerra contra los cárteles de las drogas, mientras los bancos -extranjeros la mayoría- hacían su agosto en los dos últimos meses de 2012, al favorecer el endeudamiento de sus tarjetahabientes en niveles históricos.
En el plano migratorio, nuestro abismo sigue creciendo también. Los abusos, documentados y algunos en litigio en las cortes estadounidenses, de la Patrulla Fronteriza, solamente dieron pie a una nota diplomática de la Secretaría de Relaciones Exteriores, muestra del desinterés del gobierno federal por emprender acciones reales y de largo alcance.
Durante los pasados veinte años, el riesgo migratorio aumentó desproporcionadamente como corolario de las políticas inmigratorias restrictivas de Estados Unidos, los abusos de la delincuencia contra los migrantes, el alza en los costos del cruce fronterizo indocumentado, y las arbitrariedades de la Patrulla Fronteriza hacia los migrantes.
Las deportaciones siguen su marcha. Datos del U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE), revelan que en el último año fiscal (octubre 2011-septiembre 2012), las deportaciones de personas ascendieron a casi 410 mil. Entre este récord de inmigrantes indocumentados expulsados, destaca que 55 por ciento tenía antecedentes penales.
Sin duda, la criminalización de los inmigrantes indocumentados es la punta de lanza de la política estadounidense. El dato de extranjeros criminales expulsados representa cerca del doble de los deportados en similar categoría en el año fiscal 2008, y la cantidad más alta de extranjeros criminales deportados en la historia del ICE (www.ice.gov/removal-statistics/).
La mayoría de los “extranjeros criminales convictos” expulsados fueron detenidos por homicidios, abuso sexual, crímenes por drogas y conducir alcoholizados o drogados; estas dos últimas categorías implicaron a más de 40 mil y 36 mil individuos, respectivamente. Los deportados por cruzar recientemente la frontera han descendido con dramatismo.
En nuestro abismo también ocupa un lugar importante la deuda pública que en doce años de panismo esquizofrénico escaló niveles históricos. Durante el calderonato, la deuda interna creció más de dos billones de pesos (168 por ciento) y la externa pasó de 49 mil millones a 123 mil millones de dólares (146 por ciento). En total, cinco billones 170 mil millones de pesos.
A pesar de este atroz endeudamiento, el abismo en infraestructura, seguridad, empleo, servicios públicos, salud, educación, entre otros, creció a pasos agigantados. El endeudamiento de municipios y estados es igualmente preocupante, pero los panistas, dirigentes, militantes, nos deben respuestas antes de acusar a otros por lo mismo.
Lo del supuesto “manejo responsable” es una patraña. Durante el calderonato pretendieron engañarnos, acudiendo incluso a datos de la OCDE que hacen ver la deuda de México debajo de países como Grecia, por ejemplo, pero nuestro abismo es producto del caos y el desastre que el panismo impuso, con altas dosis de corrupción e impunidad.
Nuestro abismo en cuanto al empleo es notorio. Nuevas mediciones del Inegi muestran que seis de cada diez mexicanos está incrustado en la economía informal. El 60.1 por ciento de la población ocupada tiene remuneraciones 35.4 por ciento menores respecto a la economía formal. Trabajo precario, sin prestaciones, sujeto a múltiples carencias.
El panorama laboral no se atenuará en el corto plazo; al contrario, la reforma laboral panista-priísta, aunada a las implicaciones de los excesos financieros de los últimos años y la necesidad de incorporar a quienes favorecieron al nuevo-viejo grupo en el poder, cerrarán la llave de los empleos a otros colores, partidistas o no.
Por su parte, la iniciativa privada, favorecida por una reforma laboral que privilegia el actuar discrecional y el trabajo precario, y presionada por el accionar de la delincuencia organizada, empujará a los necesitados de un empleo a la economía informal, alimentando un sector con mano de obra que se mueve entre la ilegalidad y la clandestinidad.
Nuestro abismo se profundizará, mientras las políticas públicas promueven, por un lado, al mercado como única palanca del crecimiento económico y, por el otro, el combate a la pobreza, encabezada por una neo-priísta, se vuelve punta de lanza del clientelismo y las miras electorales. La nueva administración de la pobreza.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Los pueblos indígenas

A propósito de las renovadas formas de resistencia indígenas, cada 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, fecha instituida por la ONU a partir de 1995, lo que dio pie también a la primera Década Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo. El Convenio 169 de la OIT refrendó desde 1989 los derechos indígenas.
En aquellas fechas, como ahora, para 350 millones de indígenas no hubo grandes cambios. Los descendientes de las poblaciones originarias se encuentran entre las poblaciones más vulnerables, discriminadas y marginadas. Los territorios que habitan y sus recursos están siendo amenazados por el capitalismo salvaje, sin que a los gobiernos les importe.
De acuerdo con el INEGI, en México el 6.6 por ciento de la población de 3 años y más, habla alguna lengua indígena. La mayoría habla náhuatl (23 por ciento), maya (11.5 por ciento), tzeltal (7 por ciento), mixteco (6.9 por ciento), tzotzil (6.5 por ciento) y zapoteco (6.4 por ciento), y 6 de cada 10 hablantes de lengua indígena viven en zonas rurales.
Hoy entendemos que el criterio lingüístico oculta las identidades indígenas entre números que poco dicen sobre la situación de los pueblos indígenas. Las identidades étnicas e indígenas van más allá de hablar o no una lengua indígena. La renovación de las formas de resistencia indígena permite observar a los pueblos y comunidades de otro modo.
En muchas partes del país, la ausencia gubernamental, en cuanto a programas de desarrollo, educación, entre otros, impacta sobre manera a los pueblos y comunidades indígenas. Si durante décadas el medio rural, mestizo, ranchero, indígena, fue ignorado por diversos gobiernos, entre los indígenas esta situación implica exclusión, explotación y marginación.
La exclusión de los pueblos indígenas obedece a situaciones históricas y estructurales. En el siglo XX, el Estado diseñó una política que implicaba la integración de los indígenas a lo que se llamó desarrollo nacional. El problema es que decidía arbitrariamente sobre el destino de los pueblos indígenas. Hoy, prácticamente se les ha ignorado y marginado.
En el campo educativo, 46 por ciento de la población indígena es analfabeta, mientras 76 por ciento no tiene la primaria completa. La tercera parte de los municipios del país es indígena; más del 80 por ciento de las comunidades indígenas tiene menos de 500 habitantes, y 75 por ciento de los indígenas se ocupa de actividades agrícolas.
Los 15.7 millones de indígenas viven situaciones extremas de discriminación. La Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación reporta que un 43 por ciento de los encuestados afirma que los indígenas están limitados por sus características raciales, y un 30 por ciento señala que para salir de la pobreza los indígenas no deben comportarse como tales.
Asimismo, los pueblos indígenas mexicanos migran continuamente, ya sea porque sus condiciones de subsistencia en sus comunidades son deplorables, por la violencia y porque es parte de sus formas culturales e ideológicas. Entre los jornaleros agrícolas en las zonas de agricultura de exportación, los indígenas de diferentes grupos étnicos sobresalen.
Por lo mismo, han formado flujos permanentes transnacionales en Estados Unidos. Tal es el caso de mixtecos, zapotecos, mayas y otros grupos. Su capacidad de resistencia, juzgada erróneamente como tradicionalismo y cerrazón, les ha permitido reproducir elementos de sus formas de organización y cultura en diversos puntos de la Unión Americana.
En Michoacán, la migración internacional indígena tiene una larga historia. Los p’urhépecha de la Sierra, la ribera del Lago de Pátzcuaro y la Cañada de los Once Pueblos, comenzaron a migrar bajo el Programa Bracero (1942-1964). Originalmente se asentaron en California, Illinois, entre otros; hoy trabajan y sobreviven en las Carolinas.
Los p’urhépecha, mayas, zapotecos y mixtecos, han construido un consistente y fluido espacio transnacional entre las comunidades que habitan en Estados Unidos y sus territorios de origen. Las primeras generaciones suelen comunicarse en sus lenguas originales y el inglés, además de que reproducir sus formas organizativas y culturales e ideológicas.
Esto no significa que hayan eludido la discriminación y marginación que solían vivir en México. En Estados Unidos son altamente vulnerables por diversas circunstancias. No es sólo el color de su piel; puede ser su habla, formas de organización, creencias, etc. La sociedad anglosajona, blanca y protestante los discrimina como inmigrantes e indígenas.
Pero los indígenas que se quedan en México, quienes no tienen migrantes internacionales entre sus familias y mucho menos redes sociales, subsisten en la precariedad de sus comunidades y la explotación de que son objeto cuando emigran a los campos agrícolas del centro y norte del país. Son también objeto de violencia y desarraigo continuo.
La resistencia indígena actual implica recuperar protagonismo; resolver problemas históricos; conservar y proteger sus recursos y territorios; renovar su cultura, formas organizativas e identidad. Los mexicanos deberíamos de asumirnos como sociedad multicultural y diversa, respetar al otro y crecer en la pluralidad.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Las inseguridades de los otros

Sin duda la inseguridad es un asunto que involucra, tanto a los diversos órdenes de gobierno como a la sociedad civil, organizada o no; pero pretender responsabilizarla de su propia seguridad, como ha sugerido reiteradamente el inquilino de Los Pinos, implica la confesión pública de incapacidad e ineficacia, por decir lo menos.
La teoría política moderna sugiere que el papel del Estado, respecto de la seguridad pública (que comprende a personas y sus bienes), ha cambiado históricamente, introduciéndose nuevos paradigmas, pero los elementos esenciales prevalecen. En este sentido, parece pertinente resaltar el rechazo de muchos ciudadanos a convertirse en su propio policía.
Asumir una “lucha” que en ningún momento fue debatida o consultada, en el entendido de que vivimos en un sistema democrático que va más allá de las decisiones autoritarias y discrecionales, no justifica los alegatos mediáticos que apuran la “participación” de la población en tareas de denuncia, vigilancia y policiacas, con altos riesgos personales.
Los sucesos del sábado pasado, un motín de integrantes de la Policía Federal, donde se denunciaron vínculos de algunos mandos con la delincuencia organizada, no favorecen la “participación” ciudadana. Al contrario, refuerzan la idea de que los cuerpos encargados de la seguridad pública están involucrados con los trasgresores de la ley.
Esta situación cuestiona también la idea de “participación” ciudadana que mediáticamente promueve el gobierno federal. Es decir, la ciudadanía está sometida a un sistema electoral donde los votos son la única vía de “participación”, sin lugar a revisar y discutir resultados dudosos, pero se pretende que la ciudadanía “participe” en labores de alto riesgo.
Convertir a la población en delatora y denunciante de probables hechos delictivos, con o sin recompensas monetarias, implica ponerla en riesgo. Asimismo, releva al gobierno federal y al Estado de sus responsabilidades en materia de seguridad personal y colectiva, además de imponer una visión individualista de los delitos y los responsables.
En opinión del gobierno federal, la “participación” ciudadana y de los actores políticos, debería de estar más allá de sus intereses particulares; lamenta que anteriormente no hubo una acción contundente que evitara que la inseguridad se diseminara, además de defender el uso de las fuerzas armadas en su guerrita contra el narco.
Los medios de comunicación también han sido receptores de reclamos de la burocracia federal. Al respecto, es interesante la postura del arzobispo de Guadalajara, quien se hace eco del cuestionamiento gubernamental. El prelado asegura que los medios promueven un estilo de vida de dinero fácil y facilitan la penetración del crimen en la sociedad.
Dicho reclamo moral ignora que el ciudadano global se forma en espacios sociales, económicos, políticos y culturales, donde el individualismo y el culto al mercado tienden a promover, en algunos aspectos, lo que se critica. Los negocios globales, la desregulación, un Estado ausente, entre otros, pueden fomentar la rapiña y el egoísmo extremo.
En los últimos cuarenta años, la ideología neoliberal y la globalización excluyente, han promovido la desigualdad y la ruptura del tejido social, favoreciendo y exacerbando la respuesta individual a los crecientes problemas que enfrentan las sociedades globalizadas. La pobreza sin gradaciones, rural y urbana, asoma cotidianamente en México.
La inseguridad y la seguridad ciudadana son asuntos que competen al Estados y los aparatos gubernamentales. El cambio de paradigma sobre las funciones del Estado global, no ha tenido referentes a nivel social y político en México; se trata de una imposición que la transición ni siquiera alcanzó a plantear y menos a resolver.
Por otro lado, el saldo de 28 mil muertos en la guerrita contra el narco, refleja los problemas de un aparato gubernamental que no se preparó para esta guerra. La militarización de las acciones tampoco ha resuelto un conflicto que arroja abusos y muertes civiles. La impunidad fomenta la huida individual de los ciudadanos.
Las personas en la calle y autos, son bunkers individuales, social y moralmente atrapados por el miedo, la ansiedad y la angustia por sobrevivir, mientras el desempleo y las crisis de salud física, mental y emocional, no alcanzan a ser atendidas por el aparato de salud pública colapsado. “Participar”, como la propaganda oficial apremia, es otro golpe.
El reclamo oficial no puede ser atendido por una sociedad en la que los valores universales, como la democracia, la solidaridad, la convivencia, entre otros, y los valores morales impulsados por las religiones están siendo cuestionados estructuralmente. La crisis de la sociedad global, en su vertiente de americanización, lleva la ventaja.

miércoles, 28 de julio de 2010

Crisis y pobreza

La crisis que aun no termina, que ha lanzado a la pobreza a unos 60 millones de personas más en el mundo, según el Banco Mundial, sirve hoy al “gobierno” federal para sacar cuentas vergonzosas. Acorde con el secretario de Hacienda, 6 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza por la crisis, e ironiza señalando que son la mitad de 1995.
Es decir, tranquilicémonos que en la larga pesadilla neoliberal el priismo zedillista hundió aún más al pueblo mexicano en la miseria; el hundimiento panista calderonista es una minucia. El problema de las cifras gubernamentales está en la ausencia de ética y moral, no solamente en las mediciones, como ha sido señalado en diversas ocasiones.
Observando el acomodo insano que se hace de la tragedia humana, no queda más que pensar en la lejanía discursiva y el desinterés social y ético de la burocracia actual en los millones de pobres que habitan las ciudades y campos mexicanos. El panismo cuya derrota cultural es evidente, se parapeta entre la estupidez humana por votos y privilegios.
A los “logros” del actual “gobierno” federal sumemos, además de los 25 mil muertos de la guerrita esquizofrénica, 6 millones de nuevos convidados a la miseria e indigencia. Para aderezar esa cifra, al último trimestre del 2009, 3.2 millones de mexicanos carecía de recursos suficientes para adquirir la mísera canasta básica decretada por la burocracia.
En este contexto, el reciente reporte Panorama Educativo de México 2009, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), es revelador: 322 mil menores de 6 a 14 años no van a la escuela pues trabajan más de 20 horas a la semana. Niños y niñas que pronto serán adultos en extrema pobreza y calidad de vida precaria.
No olvidemos el reciente desdén a jubilados y pensionados de hoy y mañana, instigado por la nada Suprema Corte de Justicia de la Nación, al emitir una irónica jurisprudencia basada en una norma derogada por el priismo neoliberal, para hundirlos aún más en la pobreza, la precariedad alimentaria y la vejez sin horizonte, respaldada por el panismo neoliberal.
La pobreza, como problema estructural del capitalismo, se agrava por el desdén ético y moral de la alta burocracia panista, actualmente rodeada de privilegios. Sonrientes acuden a darse golpes de pecho, dan una limosna que lava sus culpas judeo-cristianas, y regresan a sus torres de marfil, ignorando a millones hundidos en la miseria.
Asimismo, prevalece, como en los viejos tiempos priistas, el uso electorero de la pobreza para conservar el poder. Después de las recientes elecciones del 4 de julio, donde las derechas se reposicionaron, haciendo aún más patente la patética ausencia de la izquierda electoral y las otras izquierdas, todo discurso y despliegue mediático alude al 2012.
La crisis de la globalización nos enfrenta a una cotidianeidad furiosa. Los pobres, quienes no ven salida a su situación histórica, están donde la delincuencia, organizada o no, teje y desteje su accionar con “protección”, “apoyos”, reclutamiento, violencia, convencimiento. Donde el Estado ya no está, y el “gobierno” ya es menos que fallido.

Obviedades. 1. Arizona está a un día y horas de convertirse en el primer estado de la Unión Americana donde se perseguirá legalmente a los inmigrantes indocumentados, si es que la juez encargada de la demanda presentada por la administración de Obama y respaldada por organizaciones pro-inmigrantes y otros países (“amigos de la corte”) no la detiene. 2. Investigadores mexicanos señalan con razón que México no está preparado para recibir a los probables deportados de Arizona, pues ni los anuncios de fondos extras y proyectos supuestamente productivos cambiarán de la noche a la mañana la situación crítica que todos vivimos. 3. En realidad, los probables deportados de Arizona se sumarían a los cerca de 400 mil “repatriados” que anualmente expulsa Estados Unidos, producto de las redadas, inspecciones, detenciones arbitrarias, apresamientos por ingresar a ese país, y un acuerdo de “repatriación voluntaria” que el panismo aplaude diariamente. 4. De acuerdo con el Southern Poverty Law Center, cada año aumenta 20 por ciento los crímenes de odio contra inmigrantes en Estados Unidos, además de que existen unos 602 grupos racistas antiinmigrantes a lo largo de la frontera entre ambos países. 5. 81 legisladores republicanos solicitaron a la Corte de Distrito de Arizona desestimar la demanda de Obama contra la ley SB1070, por falta de méritos, porque el gobierno federal no hace mucho para frenar la inmigración indocumentada y porque suponen que Arizona está en su derecho al tomar acciones contra los “ilegales”. 6. Acorde con la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALACC, siglas en inglés), 18 estados de la Unión Americana están promoviendo leyes similares a la de Arizona, la cual, como hemos dicho en otros lados, solamente va a institucionalizar, si es que comienza a aplicarse, la discriminación y racismo históricos. 6. Acorde con el Washington Post, las deportaciones de inmigrantes indocumentados alcanzaron su máximo histórico en 2009, pero a junio de 2010 la cifra está arriba del 50 por ciento del año anterior; las redadas en los sitios de trabajo han descendido, pero las inspecciones a las empresas en busca de trabajadores indocumentados, crecen. 7. En la tercera Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos, celebrada en Ginebra, Suiza, 8 asambleas legislativas latinoamericanas condenaron la ley SB1070 por xenofóbica, racista y discriminatoria; además el representante de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y parlamentarios de Ghana, Senegal y Turquia, apoyaron la declaración.

viernes, 26 de febrero de 2010

Tragedias sociales, ¿tragedias naturales?

Las tormentas invernales que trajeron copiosas lluvias, deberían ser ejemplo tanto para los gobiernos locales y estatales como para las personas, pero años de atraso, pobreza y precariedad, por un lado, e ignorancia y desdén de políticos y burócratas, por el otro, no prefiguran políticas y acciones eficaces de prevención y planeación.
El impacto de las transformaciones antropogénicas muestra cómo los desastres naturales se convierten en tragedias sociales. Durante años la migración interna, impulsada por la pobreza, la violencia, las sequías, la falta de oportunidades locales, ha prohijado espacios sociales que reproducen dramáticamente las carencias de los inmigrantes.
Asimismo, el abandono gubernamental, la escasez de recursos, el mal uso del dinero público, la ignorancia de los procesos de planeación y el diseño de políticas públicas, contribuyen a la pervivencia de esos espacios sociales, muchos asentados en cauces de ríos, viejas y obstruidas avenidas acuíferas, y lugares difícilmente habitables.
Las tragedias sociales, acicateadas por la naturaleza profundamente transformada, convierten la pobreza y precariedad en miseria extrema. Un estudio del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, asienta que los desastres naturales podrían incrementar a 3.6 por ciento los niveles de pobreza extrema.
Dicho impacto aumentaría 1.5 por ciento la pobreza de patrimonio, además de retraer por dos años los indicadores de desarrollo humano. Las inundaciones pueden incidir en el aumento de la pobreza alimentaria y de capacidades. Estos cálculos no incluyen el golpe de la crisis económica que contrajo la economía mexicana 6.5 por ciento el año pasado.
Además, científicos estadounidenses sugieren que la pobreza “puede dejar profundos efectos biológicos y permanentes en niños pequeños, que de adultos corren mayores riesgos de sufrir problemas de salud y tener ingresos más bajos” (La Jornada, 23/02/10). Una biología de la pobreza que deja huella en niños pobres menores de 5 años.
Lo anterior no es una verdad absoluta, pero agrega un elemento polémico al estudio de la pobreza y su impacto en el desarrollo humano. También, la idea de que las poblaciones pobres reciben una educación pobre, declaración del relator especial de la ONU para el derecho a la educación, introduce más incertidumbre al tema de las tragedias sociales.
Y para complicar más nuestro entendimiento de las rupturas sociales y el impacto moral de la delincuencia, en Ciudad Juárez, la ciudad de los juvenicidios, estudiantes de secundaria de entre 13 y 14 años se organizan como “La Familia” para extorsionar, agredir y abusar de sus compañeros y maestros, mientras el “gobierno” monta sus espectáculos.
Tales tragedias sociales, parte del contexto global, cuestionan los Objetivos de Desarrollo del Milenio, comprometidos en el 2000, que en opinión de la organización Social Watch, es imposible alcanzarlos en el plazo propuesto. Incluso, la ONU, en su reciente informe “Repensando la pobreza”, pide redefinir la visión de la pobreza más allá de los ingresos.
La crisis económica global produjo, acorde con el Banco Mundial, más de 60 millones de nuevos pobres, además de profundizar las condiciones de vida de otros pobladores. En México sabemos que al menos 5 millones de personas, en cifras oficiales, se incorporaron a la pobreza. De ellos, cerca de 800 mil a la pobreza extrema.
No hay tragedias naturales. Los desastres naturales que se convierten en tragedias sociales son parte de los profundos cambios impulsados por la actividad depredadora del hombre. Nuestro país es ejemplo de ello. En los últimos años, la legislación “proteccionista”, según la derecha depredadora, ha sido modificada para favorecer a la oligarquía.
Adicionalmente, los gobiernos locales y estatales suponen que los recursos colectivos naturales y los dineros públicos están al servicio de la oligarquía, mientras la ignorancia entre los políticos y burócratas campea. Y la gente es solamente un voto comprable y una estadística de las tragedias sociales acicateadas por la naturaleza.