Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, presidente consejero y consejero del #INE, respectivamente, han escalado su activismo anti #AMLO, la #4T y #Morena, convirtiéndose en protagonistas políticos ligados a intereses económicos, partidistas e ideológicos, más allá del supuesto fin que los mueve –según ellos y sus amigos- como autoridades del árbitro electoral. De mala manera han tomado de rehén a una institución que tiene por objetivo organizar las elecciones, salvaguardar resultados y confirmar contiendas limpias, sin dudas, y reconocer los triunfos de los diversos candidatos y partidos políticos. De ningún modo, los ganadores de los comicios vencieron “gracias” al #INE o sus consejeros. Los candidatos y partidos políticos triunfaron por el voto libre y soberano del pueblo que acudió a las urnas a ejercer su legítimo derecho a elegir a las autoridades que lo representarán en la toma de decisiones para determinado periodo.
Con todo, la narrativa tramposa y perversa de los consejeros del #INE y
sus acompañantes –partidos políticos opositores, oposición de derecha y
ultraderecha, oligarquía, elites, organizaciones de la sociedad civil, empresarios
y medios corporativos golpistas- pretende tomar cartas de naturalización en la
sociedad mexicana, aduciendo que el árbitro electoral es prístino y los
mexicanos deberían agradecerles que pueden elegir, aunque inapropiadamente, a
sus autoridades. Es el principal argumento de un nuevo libro de Lorenzo Córdova
y Ciro Murayama (La democracia no se toca, Planeta, 2023) que resalta que la
democracia, como ellos la conocen –y como desean que los demás la asuman-, no
está en el ADN de los mexicanos. Así como un conocido historiador neoliberal,
asesor del entonces presidente Enrique Peña Nieto, afirmó que la corrupción es
parte de la cultura mexicana, ahora este par de bribones electorales acusan a
los mexicanos de antidemocráticos.
Entre la corrupción como cultura y que el código genético de los
mexicanos rechaza la democracia, no hay mucho trecho. Es la narrativa de las
elites intelectuales del neoliberalismo y de los viejos partidos políticos,
antes aparentemente opuestos, hoy aliados que la ultraderecha golpista
empresarial compró para representarla como alternativa derechista, repiten, en
la propaganda electoral, la narrativa de los medios corporativos y sectores de
la clase media aspiracionista en redes sociales y columnetas de supuesta opinión,
bien pagadas por la oligarquía. Para Córdova y Murayama la mayoría de los
mexicanos no puede ni sabe elegir a sus autoridades; no entiende la democracia,
no debería votar porque elige mal y se congratulan de que “gracias” al #INE que
regentean #AMLO ganó la presidencia en 2018. Y seguro por las mismas razones,
#Morena ha obtenido senadurías, diputaciones, entidades federativas,
ayuntamientos, regidurías y cualquier cantidad de cargos de elección popular.
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