martes, 6 de noviembre de 2007

Migración México-Estados Unidos: Discursos de ignorancia y escenarios mediáticos

No cabe duda que el calderonato tiene a los medios como su única ventana al exterior de Los Pinos. En menos de un año, la televisión, los medios escritos afines y los jilgueros mediáticos han sido la única vía para conocer acciones convertidas en espectáculo y declaraciones que promueven escenarios mediáticos, sin muchos anclajes con la realidad que viven millones de mexicanos.
Las declaraciones de Calderón al programa televisivo Good Morning America de la cadena ABC, reflejan la falta de una política migratoria y de políticas públicas que realmente transformen las condiciones en las que se generan las motivaciones para migrar a Estados Unidos. Calderón acude a los medios estadounidenses para quejarse contra el muro fronterizo, al que califica de “deplorable”, pero es incapaz de articular una postura gubernamental fundamentada.
En tono francamente bíblico, mezclado con la ideología neoliberal, afirmó que la migración es un “fenómeno económico natural”. Enseguida, apunta la supuesta inevitabilidad de la migración porque "el capital en Estados Unidos necesita trabajadores mexicanos y los trabajadores mexicanos necesitan oportunidades de trabajo", declaración que desmiente la fantasía calderónica de haber creado 900 mil empleos en menos de un año.
Acepta su incapacidad para resolver un asunto fundamental en la relación México-Estados Unidos y para miles de migrantes que cruzan la frontera buscando mejores condiciones de vida, cuando afirma que “es imposible hacerlo ahora”, pero vaticina que en una década podría solucionarse, sin adelantar, por lo menos para el espectáculo mediático, estrategias y acciones.
Varias afirmaciones son cuestionables. Los fenómenos económicos, sociales, culturales, políticos no son “naturales”, creerlo así es ocultar los verdaderos resortes de la acumulación capitalista que mueven a nuestras sociedades, sustituyendo las dinámicas propias con “manos invisibles” y mercados que supuestamente actúan por sí mismos y “existen” cual entes reales.
La migración no es inevitable. Si bien todos los grupos humanos en diversos momentos históricos practican la trashumancia, existen mecanismos y procesos que tienden a estabilizar la salida y entrada de personas entre regiones, países y al interior de éstos. Las tendencias actuales responden a fenómenos económicos, sociales y políticos condicionados por la globalización, la exclusión, la concentración de la riqueza, las guerras, el genocidio, etcétera.
Fenómenos que sin duda podrían ser evitados o atenuados bajo condiciones de desarrollo distintas, las cuales están muy lejos de cambiar. Tampoco tiene que ver con la apertura o cerrazón de las sociedades. El TLCAN, vigente a partir de 1994, fue firmado bajo condiciones desventajosas para nuestro país, además de que se excluyó deliberadamente el libre tránsito de la mano de obra.
No hay evidencias de los supuestos 900 mil empleos creados; son una más de las terribles mentiras de Calderón y sus secuaces. Las mismas estadísticas oficiales desmienten tal aseveración. Adicionalmente, el número de asegurados del IMSS no es confiable y menos representa las tendencias actuales del empleo y desempleo en nuestro país.
Finalmente, la solución en una década del problema migratorio es otra fantasía del calderonismo. El proceso migratorio actual dista mucho de ser un asunto solamente de empleo y desempleo, oferta y demanda. Creer que mecanismos puramente económicos lo mueven, es ignorar deliberadamente la historia migratoria internacional de más de 100 años de nuestro país, la manera en que el fenómeno define parte de nuestras relaciones con Estados Unidos, y su complejidad y autosostenibilidad actual, donde la vida transnacional y las comunidades binacionales son fundamentales.
Publicado en Cambio de Michoacán, Octubre 10 de 2007, www.cambiodemichoacan.com.mx

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