Domingo 15 de marzo de 2020. Dos tuits anunciaron casi simultáneamente la
muerte del empresario José Kuri Harfush, quien se encuentra internado en un
hospital privado del sur de la Ciudad de México por haber contraído el
coronavirus en un viaje a Vail, Colorado, centro vacacional de los súper ricos
en Estados Unidos.
La noticia corrió como reguero de pólvora, no por la supuesta lamentable
muerte de un hombre a causa del Covid19, sino porque medios y comentócratas
tenían ya su año cero de la pandemia: el primer muerto en tiempos de la 4T y el
lunes siguiente sería nota de ocho columnas y motivo esperado de la
comentocracia para atacar a AMLO.
Sin embargo, la competencia por el primer muerto divulgado por Raymundo
Riva Palacio y Joaquín López Dóriga, se cayó horas después de que el empresario
fue revivido por sus familiares: no había fallecido, pero estaba “muy muy grave”.
Está intubado y su estado es crítico, pero los carroñeros perdieron una
oportunidad dorada.
A la hora en que fue desmentido, poco después de las 9 pm, por
SDPNoticias.com, llovieron en Twitter y otras redes sociales supuestas
condolencias de conocidos personajes derechistas, quienes sin verificar dieron
por muerto al empresario y se aprestaban a impulsar hashtags y fakenews para
atacar a AMLO.
El desmentido de la familia cayó como bomba entre la derecha comentócrata,
periodistas, intelectuales, PAN, PRI, PRD, pues no lograron armar un hashtag y
conferencias de prensas para lucrar con la muerte de una persona. A eso se han
dedicado durante más de un año. Recordemos el caso de la gobernadora de Puebla
y su esposo.
Como quiera, la familia del empresario desmintió la versión de los
conocidos periodistas antiAMLO, pero no han ofrecido disculpas por su exabrupto.
Tampoco AristeguiOnline.com se ha disculpado por usar un fotomontaje y un
hashtag que pretendieron denigrar al presidente de México, acusándolo de una
perversidad.
En redes sociales, particularmente en Twitter, los hashtags antiAMLO son
inventados, financiados e inflados por bots y trolls de la derecha y
ultraderecha, buscando vulnerar la confianza de la gente en AMLO. Pero hacerlos
pasar como “la opinión” de millones de mexicanos es despreciable. No representan
más que el odio de la derecha.
Por ello, en Twitter fue severamente criticada Carmen Aristegui porque un
comentario insidioso subido a su portal AristeguiOnline.com hace pasar un
hashtag que denigra a AMLO como si fuese la “opinión” de millones de mexicanos.
Adicionalmente, el odio de Denise Dresser y Sergio Aguayo Quezada, sobresalieron
en su mesa política.
No se trató nada más del contenido de una nota insidiosa, la que replicó lo
publicado el domingo en otros portales de noticias como si fuera la “opinión”
de millones de mexicanos, sino el uso político de AristeguiNoticias.com de un
fotomontaje, el cual fue desmentido por uno de los involucrados.
La derecha inventó un hashtag que denigra al presidente de México con un
fotomontaje de una situación que jamás ocurrió: un simple beso a una niña
durante su gira por Guerrero. El fotomontaje fue descubierto por una usuaria de
Twitter, pero la derecha no cejó en posicionar una perversidad, bastante común
entre los derechistas.
En tiempos de canallas, prensa, comentocracia e intelectualidad derechista,
tratan de usar muertos vivientes y fotomontajes para encaminar su golpe de
estado blando. Si los mexicanos tenían dudas de un golpe de estado en marcha, asómense
a Twitter y Facebook, redes sociales que al parecer tienen contratos con la
derecha para sus fines golpistas.
Por ejemplo, el senador de Nuevo León por la franquicia Movimiento
Ciudadano, Samuel García, paga publicidad antiAMLO en Facebook e Instagram. Negocios
son negocios, dirán, pero se usan las redes sociales para impulsar un golpe de
estado que hasta la fecha no cuaja, pero el coronavirus, cree la derecha, será
su gran regalo contra AMLO.
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