La torturadora, quien aparentemente falleció hace tres meses, aunque
hubo dudas serias del acontecimiento, Isabel Miranda de Wallace, sigue
impactando la vida de muchas personas, particularmente a quienes maltrató,
abusó y encarceló. Pero el 11/06/25, el montaje de una mujer que se autollamó
activista, premiada por el espurio y asesino Felipe Calderón, y parte del
circulo de corruptos, encabezado por el narco Genaro García Luna, hoy preso en
Estados Unidos, comenzó a desmoronarse. Con cuatro votos a favor, uno en contra
del ministro Jorge Pardo Rebolledo, quien intentó defender a la torturadora
Isabel Miranda de Wallace, pero falló, la Primera Sala de la SCJN ordenó la inmediata
liberación de Juana Hilda González Lomelí.
Sentenciada a casi 80 años de cárcel, sin pruebas, con procesos
amañados, incluso favorecidos por la FGR, instancia que solicitó que el caso no
fuera discutido, pero que fue rechazado, Juana Hilda González Lomelí, después
de 20 años presa, torturada, vejada cotidianamente en la cárcel, finalmente vio
la luz de la libertad. La postura del ministro que se opuso a la resolución de
la Primera Sala de la SCJN y la apresurada negativa de la FGR del fiscal
florero, Alejandro Gertz Manero, para que esa instancia no discutiera el
proyecto del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, muestra el poder que
todavía ejerce una torturadora ultraderechista, asociada al PAN. Lo dictado por
esa Primera Sala de la SCJN, abrió la expectativa para que todos los apresados
y torturados por Isabel Miranda de Wallace, sean liberados lisa y llanamente.
Ahora bien, la impostura de Isabel Miranda de Wallace fue parte de un
gobierno corrupto, abusivo, asesino y perpetrador de crímenes de lesa
humanidad, como el de Felipe Calderón, del PAN. No hay posibilidades para que
el PAN se deslinde de los crímenes atroces de esta mujer, quien se erigió como
parte de la impunidad y el abuso institucional del gobierno calderonista. Sin
duda, el “activismo” de esta mujer, premiada con un oscuro título de derechos
humanos, fue el parapeto que justificaba la esquizofrénica guerra del espurio
expresidente. Su asociación Alto al Secuestro, en realidad se convirtió en un
aparato ligado al PAN y al gobierno calderonista, para secuestrar a ciudadanos
inocentes. Parece increíble, pero a partir de una fotografía en la que aparecen
todos los inculpados, sin pruebas, la señora Miranda arremetió en contra de un
supuesto muerto que, un año después, habló con su expareja residente en Estados
Unidos.
Esta situación muestra muy bien cómo los gobiernos del PAN, no solo se mimetizaron
a las burocracias y maneras de actuar del PRI, sino también practicaron su
ideología extrema y criminal en contra de los mexicanos. La guerra
esquizofrénica de Felipe Calderón, y los abusos de Isabel Miranda de Wallace,
retratan bien al PAN y al PRIAN. La represión, el abuso y el desprecio por los
mexicanos fue parte de las políticas públicas de los gobiernos del PAN, además
de pretender institucionalizar una política de terror en contra de los
mexicanos. No es casual que el PAN se oponga a las políticas sociales, a las
que llaman autoritarias, clientelares, buscavotos, etc. Al PAN nunca le ha
interesado la gente, excepto para engrosar sus filas de fanáticos
ultraderechistas. Están en contra de los derechos reproductivos de las mujeres,
en contra de apoyar a los más vulnerables, en contra de la comunidad LGBTQ+, en
contra de cualquier ciudadano que cuestione sus intereses empresariales,
derechistas y fascistas.
La señora Miranda de Wallace, infringió múltiples leyes, violentó a cientos
de personas, se embolsó millones de pesos del erario público. A pesar de la
defensa de lectores de teleprompter, como Ciro Gómez Leyva la señora se enseñoró
como una delincuente protegida por los gobiernos del PRIAN y los medios
corporativos. Los mexicanos conocen sus atrocidades, pero las atrocidades de
los medios privados ¿cuándo serán disculpadas? La prensa impresa, la radio, la
televisión, las plataformas digitales de los medios corporativos, siguen
impunes.
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