Una fotografía desgarradora en las 8 columnas de La Jornada, en la que
un niño de Gaza come arena por carecer de alimentos, porque el genocida
Netanyahu y el Estado sionista de Israel, terrorista y asesino, le impiden
vivir, no solo me conmovió, me aterrorizó. La prensa corporativa occidental,
dice diariamente que Israel “tiene derecho a defenderse”. La narrativa de la
autodefensa ha sido demolida con creces. Si a los humanos no les conmueve un
niño que come arena, significa que la podredumbre humana se afianza. Hay humanos
de segunda, tercera e ínfima categoría. Estos, no deben existir. Los sionistas
israelíes y los WASP de MAGA y Estados Unidos, detentan un privilegio que nadie
les concedió.
El ataque del Estado sionista de Israel y el gobierno fascista de Trump
contra Irán, a pesar de que la quimera de las armas nucleares no ha sido
demostrada, es un ataque en contra de la humanidad. Incluso organizaciones y
científicos de Estados Unidos han negado enfáticamente que Irán desarrolle
armas nucleares. Otra falacia de los fascistas de ese país para asesinar a un
país entero, como en el caso de las “armas de destrucción masiva” de Irak. Los
medios corporativos como New York Times, Washington Post, acompañaron
activamente al gobierno fascista de Bush. Hoy, celebran la masacre contra Irán.
Sin pruebas. Solo con el dinero que Washington generosamente les reparte.
La complicidad de los estados fascistas de Israel y Estados Unidos,
están provocando una tercera guerra mundial, solo para satisfacer las
perversiones sionistas de ambos gobiernos. El sionismo es una ideología
fascista, que nada tiene que ver con el pueblo judío masacrado por los nazis,
cuya esencia perversa retomó las perversiones de los WASP de Estados Unidos. El
nazismo no emergió de la nada, sino de lo que los blancos estadounidenses ya
habían ensayado previamente en contra de judíos, afroamericanos y latinos. La eugenesia
es el preámbulo del nazismo. El holocausto judío no es solo producto de las
perversidades de Hitler y el nazismo, sino de las perversidades de los blancos
estadounidenses.
El ataque a Irán no es un hecho aislado. Para los nazis-blancos
estadounidenses los enemigos eran los judíos. Hoy, para los blancos
estadounidenses-israelíes, los enemigos son los árabes musulmanes. Eliminar a
una parte de la humanidad es la cruzada del sionismo israelí, apoyo por los
WASP estadounidenses. Es el mayor fracaso del proceso civilizatorio, eufemismo
que sociólogos, antropólogos, politólogos occidentales han usado para analizar
los supuestos avances de la sociedad capitalista “democrática”, cuando en
realidad la barbarie conduce ese “proceso civilizatorio”. Vergüenza debería
darles a los intelectuales mexicanos que siguen asumiendo que una supuesta “sociedad
de derechos” es civilización.
La podredumbre humana es lo que prevalece. Porque la fotografía de un niño
comiendo arena, quizás en el futuro premiada por la sociedad occidental como “desgarradora”,
sin señalar su alucinante y despreciable contexto, no es nueva. Viene a mi
mente la niña vietnamita huyendo desnuda de las atrocidades del napalm lanzado
por el fascismo estadounidense contra una población indefensa, aunque después
Estados Unidos se rendiría, ante una guerra, como otras que perdió, que no pudo
justificar a sus ciudadanos, muertos por miles. Son las guerras del
imperialismo que hoy Trump busca reeditar.
Irán, como muchos sabemos, no es la frontera de Estados Unidos. Son humanos
desechables para el fascismo y el imperialismo. El Estado sionista de Israel,
pretende colonizar una amplia geografía con genocidios calculados. Gaza perdió
las cámaras de occidente, las que no se conmueven, pero si premian, mientras
Irán es bombardeada por los sionistas y fascistas de Israel y Estados Unidos.
Eliminar a la humanidad es el objetivo de Netanyahu y Trump.
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