No estoy seguro de que la presión internacional haya sido el factor
central para detener, al menos momentáneamente, el genocidio en Palestina;
tampoco si la Global Sumud Flotilla, después de haber sido secuestrados en aguas
internacionales por el genocida ejército sionista israelí, operado en igual
sentido; menos si las multitudinarias marchas –solo en Italia, 2 millones de
personas y una huelga general- lo hayan logrado. Más bien parece un acto
propagandístico de Donald Trump, sin negar categóricamente que los anteriores procesos
hayan tenido un impacto. En Estados Unidos, como David Brooks lo afirma, el
país que conocía –y conocimos- se está desmoronando sin pausa. Los fanáticos
fascistas de MAGA, creen que con la autodestrucción programada de su país por
el esquizofrénico Trump, van a regresar a tiempos dorados.
Los fanáticos fascistas de MAGA, quienes abarrotaron un estadio para el
espectáculo de la martirización del odiador Charlie Kirk, están asistiendo en
tiempo real a la destrucción masiva de su propio país. Su delirio porque un
puertorriqueño que “ni siquiera canta en inglés”, para el show del medio tiempo
del Súper Bowl de febrero del próximo año, es impactante. Los blancos, la
blanquitud que se asume MAGA, aplaude el genocidio palestino. Los cristianos evangélicos
pentecostales asumen, como buenos ignorantes, desconocedores de la historia,
odiadores cotidianos, que el sionismo representa a los judíos. Que el sionismo
son los judíos, cuando el sionismo es la ideología de un sector judío que
asesina y masacra a un pueblo entero. A un pueblo al que le arrebataron su
tierra y al que el sionismo quiere desaparecer como cultura milenaria.
El “plan” de Donald Trump es para arengar a sus bases y exigir que le
den un premio Nobel de la paz por su complicidad en el genocidio palestino. Es una
emboscada al pueblo palestino. Como en los viejos tiempos cuando el Reino Unido
y sus aliados –los multimillonarios sionistas Rothschild y otros- Trumpo busca
imponer a los palestinos un gobierno espurio, ignorante. Palestina no será libre
si lo consigue. Hamas ha aceptado parcialmente el plan, por lo que Trump ha
impuesto al sionista asesino y genocida Netanyahu, que pare la masacre. Según cifras
oficiales, son más de 65 mil palestinos asesinados. Acorde con datos de
estudios serios, son más de 600 mil los palestinos masacrados. Jugar con las estadísticas,
es un deporte extremo en Occidente.
Sin duda, las movilizaciones en diversos países, el tardío reconocimiento
del Estado de Palestina, la Global Sumud Flotilla, la tibia voltereta política
de algunos países europeos, cómplices del genocidio, han jugado un papel
importante, pero lo fundamental es la resistencia del pueblo palestino que
confronta de diversas maneras su exterminio. En México, se presiona a la
presidenta Claudia Sheinbaum a romper relaciones diplomáticas con Israel, pero
¿acaso sus detractores, tanto de la izquierda buenaondita como de la derecha,
creen que ese rompimiento va a detener el genocidio palestino? Hitler, en su
demencial fascismo, ejecutó el holocausto judío, sin importarle lo que los
otros países europeos decidieran política o diplomáticamente. Recodemos que fue
derrotado por la ex URSS, no por las “tropas aliadas” que desembarcaron en
Normandía.
Palestina libre es un grito al unísono que incluso judíos lanzan en
muchos momentos. Los blancos Trumpianos de MAGA se revuelcan en su propia
ignorancia. Recordemos que el cristianismo evangélico pentecostal asume que sus
actos son parte de un “mandato divino”. El líder de la Iglesia del Mundo, por
citar un caso reciente, violaba niñas y mujeres porque su dios se lo mandaba. Es
la misma postura de Donald Trump y sus fanáticos fascistas de MAGA: eliminar a
los palestinos es un “mandato divino”. El pueblo palestino no será libre hasta
que se restauren sus circunstancias previas a la invasión sionista. No que el
Estado sionista de Israel sea eliminado, sino que sea obligado a aceptar la
existencia del Estado de Palestina y del pueblo palestino. El “plan” de Trump,
si no es aceptado en sus términos, dará paso a la masacre de la “solución final”
sionista.
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