jueves, 2 de octubre de 2025

2 de octubre no se olvida: a 57 años de la matanza de Tlatelolco

 

Televisa intenta hacer de la desmemoria norma. Un documental, dirigido por la periodista Denise Maerker, cuya vida profesional está sellada por la televisora, revisa al PRI, anunciando su fin. Es una revisión tramposa. Lo destacable es el uso del extraordinario archivo fílmico de la empresa, pero se intenta dejar la idea de que tiempos pasados fueron mejores. Es decir, el PRI de antaño fue mejor. Un gran partido político, un momento casi soñado de México bajo el dominio del partido de Estado. El PRI nunca fue un partido hegemónico, sino un aparato político e ideológico que surgió y creció al amparo del Estado mexicano.

Hechos como los crímenes de lesa humanidad (Acteal, el 68, Aguas Blancas, etc.) no son parte de la revisión de Televisa. Carlos Salinas de Gortari acepta que hubo fraude electoral en la elección presidencial que llevó a Ernesto Zedillo al Poder Ejecutivo, pero no habla del fraude electoral que lo hizo a él mismo presidente de México. Tampoco se revisa el fraude electoral de 2006, menos de 2012. El 2 de octubre de 1968, no ocupa un lugar central en el documental. En la matanza de Tlatelolco parece que el PRI no tuvo nada qué ver. Fue un asunto que “sucedió” y ya. Hay que recordar el PRI gobernaba y fue encabezado por un asesino.

Son 57 años que el PRI masacró a los estudiantes que exigían democracia. Un hecho que dejó desaparecidos, asesinados y ejecutados. Una matanza que la sociedad mexicana tiene que recordar y no apostarle a la desmemoria de una televisora que creció y se consolido con el PRI. El grito de 2 de octubre no se olvida, está más allá de la retórica. Es una realidad que los mexicanos estamos obligados a recordar y conmemorar. Fue un crimen de lesa humanidad, perpetrado por el Estado mexicano, gobernado entonces por el PRI. Ese PRI que hoy Alito Moreno sigue hundiendo. No hay mejor momento que el actual del PRI. Recordar la masacre del 2 de octubre es recordar que el PRI y sus gobiernos fueron asesinos.

En 1968, octubre 2, el PRI masacró a miles de estudiantes. Pero después hubo un 1971, las masacres de Acteal, Aguas Blancas y un largo etcétera. La historia del PRI no es la que Televisa cuenta. Es la que los estudiantes y la sociedad mexicana cuentan. La represión fue la consigna del PRI para mantener un gobierno “estable”. No se puede olvidar que, durante el gobierno espurio de Carlos Salinas de Gortari, más de 300 perredistas fueron asesinados. Ese PRD que hoy, por fortuna ya no existe, porque se vendió a la derecha. En este sentido, reprimir, desaparecer, asesinar a ciudadanos mexicanos, no es ajeno al PRI. Ninguna justificación puede limpiar al partido más represor de México. Un partido político que se inventó enemigos –Gustavo Díaz Ordaz era un recalcitrante anticomunista- que jamás tomaron el poder en México.

La cantaleta autoritaria y comunista del PRIAN es de risa. Si Cuba y Venezuela se han concentrado en sí mismos, es porque el imperio les ha negado la posibilidad de desarrollarse de manera autónoma. Y no están “exportando” su forma de organización. Es hasta ridículo seguir suponiendo que son sociedades “comunistas” o “socialistas”. La derecha mexicana vive en fantasías de los sesenta y setenta del siglo pasado. AMLO llegó al poder sin prometer que México sería un país socialista. Nunca declaró al país como la derecha lo imaginó. Claudia Sheinbaum, nunca ha declarado socialista o comunista a México. Y ni lo hará. El Plan México, no tiene ni un ápice de “socialismo” venecubano. Dan risa ajena.

El 2 de octubre de 1968, no anunció el “socialismo” o el “comunismo” en México, sino el establecimiento de una vía democrática que finalmente fue masacrada por el PRI. Los estudiantes jamás esgrimieron un cambio de régimen, aunque muchos podrían haber tenido antecedentes en grupos izquierdistas radicales. Posteriormente se habrán radicalizado algunos grupos, pero son casos específicos. 2 de octubre no se olvida, porque fue la radicalización de la democracia.

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