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lunes, 1 de septiembre de 2025

El estertor del PRI

 

El artero ataque de Alito Moreno contra Fernando Noroña, presidente del Senado, se le está revirtiendo de manera acelerada, a pesar de que los medios corporativos y sus locutores y escribanos hayan aplaudido la agresión, sigan justificando al porro corrupto y saqueador del estado de Campeche y les extienda generosos cheques, producto del saqueo del erario campechano y las prerrogativas que el PRI recibe como parte del Congreso de la Unión. Revisando los videos de la agresión, es notable el montaje. Alito Moreno se coordinó con la senadora esquizofrénica Lilly Téllez y después se trasladaron a la tribuna del Senado, él mismo, Moreira y otros dos senadores golpeadores. La agresión la inició Moreno. Durante el canto del himno nacional, inició su reclamo, y al término del canto, empujó a Gerardo Fernández Noroña, quien no respondió a los empujones. Mientras, otro de sus matones, tiró al suelo a un trabajador del Senado, quien intentó interponerse entre Alito Moreno y Fernández Noroña, pero acabó en el piso y fue pateado sin misericordia.

Lo peor de la escena grotesca, agresiva, violenta, del porro Alito Moreno, es que no le salió el montaje, a pesar de haberlo preparado con antelación. Solamente la prensa golpista mexicana y su amigo Ciro Gómez Leyva –hay un viejo audio en el que Moreno afirma que este lector de noticias es su cuate y da a entender que lo apoya- le dieron espacio para burlarse de la agresión, minimizarla y lanzar una grotesca sentencia: se lo merecía. La derecha no tiene moral o ética. Los otros, como vemos en el genocidio de Gaza, no importan. Son desechables. La finalidad es tener el poder. En el caso de la derecha mexicana, la violencia es la única vía que tiene para recuperar lo “perdido”. La vía electoral, como está demostrado, ya no les alcanza para gran cosa. Incluso, algunos analistas prevén que en el 2030 el PRI podría perder su registro. Por ello, como el líder del cartel inmobiliario, Jorge Romero, dirigente del PAN, dijo, solo les queda la violencia.

El dirigente del PAN, posteriormente intentó corregir su dicho, pero los mexicanos saben que es cierto. La vía electoral de la democracia burguesa les estorba. Por ello, urge la reforma electoral, así como lo fue la reforma del Poder Judicial. Morena asumió el poder político en 2018 y 2024, a nivel federal y en el Congreso de la Unión. Adicionalmente, ha ganado más de 20 gubernaturas, incluyendo la Jefatura de Gobierno de la CDMX. El hecho es que Morena se ajustó a la normativa existente, aprobada por el PRIAN. Cuando Lorenzo Córdova y sus amanuenses, el PRIAN, los medios corporativos golpistas se quejan por la supuesta “sobrerrepresentación” de Morena en el Congreso de la Unión, intentan confundir al pueblo mexicano. La Constitución mexicana es clara. Morena no está sobrerrepresentado. La fórmula para asignar curules, la inventó el PRIAN, y en 2018 se aplicó de la misma manera en que se aplicó en 2024.

Sin duda, el estertor del PRI es apabullante. Pero los mexicanos tienen que darse cuenta que es el mismo PRI que está cavando su tumba. La agresión a Gerardo Fernández Noroña es un ejemplo de la violencia que el PRI es capaz de practicar para obtener lo que por medio del voto popular jamás podrá obtener. La gente debe recordar que, durante el dominio del PRI, los votos a favor de sus candidatos eran simple fantasía. El PRI arrasaba, no solo porque no hubiera candidatos de oposición o, si los había, eran vilipendiados, sino por los múltiples mecanismos de fraude electoral. Muchas de las cifras atribuidas a los triunfos de varios candidatos del PRI a la presidencia de la Republica, fueron producto de fraudes de todo tipo. Compra de votos, relleno de urnas, desaparición de urnas, saqueo de urnas, ratón loco, etc. La “autoridad” electoral validaba todo. Quizás la elección en la que ganó Vicente Fox, haya sido la menos fraudulenta, pero se le entregó la presidencia porque Ernesto Zedillo pactó con Estados Unidos. Lo que demuestra que la “transición” que muchos académicos y politólogos aplaudieron, fue fraudulenta. La verdadera transición comenzó en 2018. El periodo neoliberal devastó la democracia burguesa.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Los “demócratas” y la comercialización de la política

 

No es extraño que un grupo de abajofirmantes del neoliberalismo se asuma como el único que “si sabe”, que debe de ser “escuchado” y que “tiene la razón” en diversos temas que atañen a la ciudadanía, el gobierno, el Poder Judicial y, hoy, la reforma electoral que viene. Un grupo que, en los hechos, fue artífice de fraudes electorales o que los legitimó. Luis Carlos Ugalde y Lorenzo Córdova, como titulares del IFE y el INE, respectivamente, operaron los fraudes electorales de 2006 y 2012, aunque el segundo intentó ser “sutil”, legitimando la grosera compra de votos que le dio el triunfo a EPN. José Woldenberg, por su parte, garantizó y legitimó la simulación de Ernesto Zedillo que le entregó al PAN la presidencia de la República. Son quienes se autoasumen como “los demócratas”, los únicos que pueden dirimir qué es la democracia y cuál democracia es la que conviene a los mexicanos.

Sin embargo, revisando una de sus demandas, en la que exigen duplicar el número de plurinominales, es notable que lo único que proponen es una supuesta “igualdad” artificial de legisladores para quebrar la mayoría calificada de la actual coalición que llegó al Congreso de la Unión por la vía electoral y ha votado a favor de las reformas impulsadas por la presidenta de México. La representación de las minorías pasó de 100 en 1979 a 200 en 1986, convirtiendo en un jugoso negocio estas posiciones, las cuales son nombradas por las dirigencias partidistas; es decir, estos “legisladores” les deben sus privilegiadas curules a sus líderes, sean de izquierda o de derecha. Los otrora poderosos partidos, hoy de oposición, reparten curules, acorde con sus particulares intereses, no porque quienes ocupen esas posiciones sean expertos legisladores, sino porque les representan lealtades y favores.

Los abajofirmantes, “demócratas” probados, solo buscan proteger sus privilegios y de sus allegados. No les interesa la democracia, porque los plurinominales no son electos por los ciudadanos, sino nombrados por las cúpulas partidistas. Los abajofirmantes le apuestan a seguir mercantilizando la política, además de asegurar posiciones para oponerse a las iniciativas y políticas gubernamentales. No hay que olvidar que el PRIAN votó en contra de las políticas de bienestar; es decir, convertir en constitucionales los derechos de los ciudadanos a recibir una pensión universal. Preferían que continuara siendo una dádiva partidista. Durante los gobiernos neoliberales, se entregaba a los legisladores cuantiosas cantidades de dinero para “gestorías”. Manejaban millones de pesos para manipular a grupos e individuos, a cambio de apoyos y migajas, porque muchos de esos “legisladores” se convirtieron en millonarios operando sus corruptelas.

Sin duda, los “demócratas”, quienes se autoasumen como los que “saben” que democracia les conviene a los mexicanos, han vivido del presupuesto público y los privilegios asociados a sus cargos como funcionarios públicos. La reforma electoral no les interesa. Están defendiendo intereses individuales y de grupo, no a la ciudadanía. Recién Lorenzo Córdova publicó lo que cree que la reforma electoral “debe” ser. Resume en cuatro ejes sus intereses y los de su grupúsculo de “expertos”, quienes fueron funcionarios públicos, se enriquecieron en los cargos que tuvieron y representan a las elites políticas y económicas que los promueven. Sus llamados a marchar están patrocinados –no puedo asegurar que económicamente, pero uso el término para referenciar que al menos políticamente representan a grupos políticos y económicos de derecha- para promover una democracia que solamente es para unos pocos. Así como la riqueza está concentrada en pocas manos, Lorenzo Córdova, Luis Carlos Ugalde, José Woldenberg y sus amigos, pretenden que la democracia sea de unos pocos.

A los “demócratas” no les importan los ciudadanos, menos su participación en las decisiones que les importan. Suponen que todo debe ser decidido por algunas elites. El pueblo no les importa.

jueves, 29 de mayo de 2025

Torpeza intelectual derechista

 

El intelectual orgánico de los gobiernos neoliberales y de la derecha, Enrique Krauze, hace gala de nuevo de su torpeza intelectual. De considerar al derechista exgobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, como un nuevo Mariano Otero, un liberal al que se considera, con Manuel Crescencio Rejón, creador del juicio de amparo en el siglo XIX, ahora convierte al mito genial de la derecha mexicana, Ernesto Zedillo, en “hijo del 68”. Es notable la narrativa de la imbecilidad derechista, cuya intencionada posverdad busca hacer sus propios héroes, manipulando personajes y hechos históricos. Su reciente artículo en el periódico Reforma, elogiando al mediocre expresidente como supuesto “gran reformador”, revela que, como intelectual neoliberal, ha perdido los estribos y la brújula, si es que alguna vez los tuvo.

Inicialmente, una entrevista en Nexos, y un ensayo en Letras Libres, desvelaron el obsceno objeto del deseo de la intelectualidad neoliberal y derechista por encumbrar a un expresidente, Ernesto Zedillo, quien es recordado, no como el “gran reformador”, sino como un vulgar asesino de indígenas y campesinos, artífice de una de las peores crisis económicas de México, bajo el neoliberalismo. Asimismo, los mexicanos del sexenio Zedillista, no olvidan el impacto de la crisis de fines de 1994, la que canceló miles de historias personales y familiares pues, quien no se suicidó, cayó en la pobreza más indignante. Tampoco los mexicanos deben olvidar que Zedillo disolvió la SCJN, dando un golpazo al tercer poder de la República, lo que no está sucediendo ahora, pues el Constituyente decidió reformar al Poder Judicial. No fue una decisión unipersonal.

El expresidente Zedillo no es, ni será el nuevo héroe de la derecha. Su sexenio fue un desastre que arrastró al mundo globalizado, al imponer a rajatabla las doctrinas neoliberales. La derecha añora el regreso, pero particularmente porque los gobiernos del PRIAN solían repartir dinero a los intelectuales derechistas, los medios corporativos, la comentocracia mediática y a todos los que favorecían sus supuestas “reformas” y sus masacres. Enrique Krauze se equivoca de nuevo. La democracia sin adjetivos es la entelequia de la derecha. Ernesto Zedillo jamás fue demócrata, menos “hijo del 68”. Es hasta un insulto venderlo como parte de un hecho en el que miles de estudiantes fueron masacrados y desaparecidos por el PRI.

Si la derecha intelectual, en su torpeza intelectual, quiere convertir a Zedillo en “hijo del 68”, no es solo porque carece de héroes e ideas, sino también porque manipula y miente. Si Zedillo es “hijo del 68”, lo es de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, los asesinos y represores. Y el expresidente siguió muy bien las elecciones de Díaz Ordaz. Las masacres de Acteal, El Charco, entre otras, son su huella presidencial. Asimismo, las recientes revelaciones de audios en los que su esposa y familiares aparentemente pactan con narcos de su época, no los puede rebatir la intelectualidad derechista mexicana. Las masacres Zedillistas, nunca se esclarecieron y jamás el expresidente aclaró sus decisiones al respecto. En el caso de Guerrero, su compadre Figueroa renunció, pero nunca se pronunció por las crueles matanzas de los guerrerenses.

Los héroes de la derecha mexicana, nunca tendrán buen fin. Enrique Krauze ha intentado reescribir la historia mexicana. Sus escritos, nada geniales, se dedicaron a justificar la dictadura de Porfirio Díaz, denostar a Francisco I. Madero, rebajar a los caudillos mexicanos, entre otros personajes y periodos de la historia mexicana. No es extraño que defienda a políticos de la derecha mexicana e insulte a la 4T y otros políticos de izquierda. Pero al defender a un personaje como Ernesto Zedillo, intentando convertirlo en “héroe” del 68, miente. El expresidente es hijo de la represión, del PRI que hundió al país, que empobreció a millones de mexicanos, que se retiró con una pensión millonaria, que enriqueció a unos pocos, que privatizó empresas a las que después se incorporó como empleado. Es un individuo que tiene años sin vivir en México, que desconoce nuestro país. Es la derecha ignorante que intenta erigirse en caudillo de un país que no conoce.

sábado, 10 de mayo de 2025

Defender lo indefendible

Sin duda, el expresidente Ernesto Zedillo, hoy vocero de la derecha mexicana, con una gran cobertura de los medios corporativos golpistas –de Letras Libres y Nexos irrumpió en la televisión, la prensa y la radio golpistas- fue uno de los más extremistas en la aplicación del neoliberalismo en México. La supresión de la SCJN, para tener ministros a modo para que le aprobaran iniciativas lesivas para millones de mexicanos o rechazaran reclamos justos –Acteal, anatocismo, por ejemplo- cumplió con la agenda zedillista. La imposición del FOBAPROA-IPAB, para favorecer a unos cuantos de sus amigos y la oligarquía mexicana, es otro ejemplo. Las matanzas contra campesinos e indígenas, las que quedaron en la impunidad, tiñen de sangre su sexenio y narrativa, más allá de los reclamos que le hace a la presidenta de México y su imbecilidad de auditar al expresidente AMLO.

La intelectualidad, la comentocracia en los medios corporativos y conocidos derechistas en las redes sociales, se volcaron sin dudar en favor del peor expresidente mexicano, acorde con encuestas recién publicadas. El decrépito Zedillo y sus aplaudidores –Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín- no pueden presumir al mito genial Zedillo. Lo han insaculado como el “demócrata”, como quien “fundó” la “joven democracia mexicana”, según palabras del propio expresidente, pero los mexicanos lo rechazan. Ahora, hasta el impresentable, corrupto y saqueador Alito Moreno pretende defenderlo, cuando Zedillo ordenó expulsar del paraíso gubernamental al PRI, el partido político que lo hizo presidente de México. Los pactos que tejió con el PAN, rehicieron una alianza, PRIAN, que finalmente los hundió.

El actual dirigente del PRI, quien arrastra acusaciones, muchas documentadas, sobre saqueo del erario público, corrupción, amenazas, debería pensar un poco más si al PRI que hoy “dirige” le conviene defender a un indefendible. Lo anterior también aplica a quienes supongan que Ernesto Zedillo, autonombrado el “padre de la democracia”, es realmente alguien a quien se debe defender. En redes sociales, la derecha, buena parte de quienes lo defienden, solo difunden mentiras y le apuestan a los bots para denostar a la presidenta de México, sin argumentar. La derecha mexicana se pierde en sí misma, defendiendo a un expresidente que está siendo exhibido con audios y un grueso expediente en torno a su involucramiento, particularmente de su esposa y la familia de esta mujer, con el narco.

La derecha partidista, defendiendo el FOBAPROA, no solo cae en el ridículo ante las evidencias de que fue un fraude descomunal en contra de México y los mexicanos, sino también al pretender encumbrar a un expresidente que hundió al PRI, encumbró a los corruptos y saqueadores del PAN, y protegió a la oligarquía, enriqueciéndola, además de proteger a asesinos por doquier –Acteal, El Charco, etc. El PRIAN no tiene quien los represente, pero alienta a la derecha intelectual con su oferta. Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, supusieron que su narrativa y la de su entrevistado y ensayista no sería respondida por una presidenta tan fuerte. Le apostaron a su misoginia. Los mexicanos no pueden olvidar cómo ambos “intelectuales” insultaron a AMLO, y lo siguen haciendo en contra de Claudia Sheinbaum. De lo que se trata es normalizar el odio y el desprecio, no solo en contra de las mujeres, sino en contra de la 4T.

Ernesto Zedillo es indefendible. No es el gran expresidente, demócrata, salvador de México. En diciembre de 1994 hundió a México y los mexicanos. Suicidios y deudas impagables prevalecieron, mientras protegía a unos cuantos con miles de millones de pesos que los mexicanos siguen pagando. No, salvar a banqueros corruptos no era la única opción. Tampoco se sabe que el expresidente dio la orden o, al menos no cuestionó y menos ordenó investigar, las masacres que sucedieron durante su sexenio. Zedillo es indefendible. Es la peor apuesta de la derech 

jueves, 1 de mayo de 2025

Zedillo, el mito genial de la derecha mexicana

 

La derecha mexicana, incluidos los minimizados partidos políticos fundidos en el PRIAN y MC, la comentocracia de los medios corporativos y la intelectualidad derechista, le apuestan a un expresidente que acusa a Morena, la 4T, AMLO y Claudia Sheinbaum de autoritarismo y de la “muerte de la democracia mexicana”, en el supuesto de que Ernesto Zedillo es el gran demócrata y que en su sexenio se construyó el México democrático que los neoliberales usaron para el saqueo, la corrupción, convertir al país en una gran fosa de desaparecidos, ejecutados y asesinados por el Estado mexicano, lo que ignoran, pero los mexicanos tienen memoria. Es lo que tanto el expresidente, quien fue presidente de México tras el asesinato de Colosio, candidato de Salinas y el PRI, y los intelectuales que le hace entrevistas a modo y le escriben sus ensayos y cartas respondiendo, desde el vacío intelectual y moral, a la presidenta de México.

El mito genial de la derecha mexicana, Ernesto Zedillo, al que quieren convertir en cruzado de la democracia neoliberal o la democracia sin adjetivos, según Enrique Krauze, solo exhibe sus posturas autocráticas, mitómanas y egomaníacas. Quienes le escriben sus ensayos y cartas, parece que no se percatan de que, en lugar de convertirlo en el gran demócrata, lo exhiben como un priista que no conoce México, después de 25 años que entregó la presidencia de México a los corruptos y saqueadores del PAN. Olvidan también sus escribanos que su gobierno fue exactamente autoritario: desapareció la SCJN, impuso el FOBAPROA para proteger a algunos privilegiados, masacró a indígenas y campesinos, asesinó a más de 400 perredistas, pergeñó la peor crisis económica que afectó, no solo a la economía mexicana, sino a millones de mexicanos que quedaron en la miseria, hundidos por la “genialidad de su política económica”.

A la derecha mexicana no parece importarle que la revisión del sexenio zedillista, arroje más negativos que positivos. No se olviden que los crímenes de Acteal fueron denunciados en una corte de Estados Unidos, pero el gobierno de Fox y el PRIAN, maniobraron para detener el proceso, otorgándole, tanto el gobierno mexicano como el estadounidense, el privilegio de la impunidad. Según se sabe, Enrique Krauze es el principal promotor del regreso mediático de Ernesto Zedillo. Ambos, en la entrevista, ensayo y cartas en El Financiero, ignoran deliberadamente que la historia sexenal nunca estuvo cubierta de gloria. Entre el “error” de diciembre de 1994 y la entrega de la presidencia al PAN, la celebración de los transitólogos es simple vanidad intelectualoide. Escribieron, copiosamente, sobre la supuesta transición, pero ignoraron el contexto del gobierno zedillista. A ningún académico e intelectual le importó los muertos, el fraude del FOBAPROA-IPAB, la desaparición de la SCJN, etc.

La derecha mexicana, está resuelta en sus intenciones por derribar al gobierno progresista mexicano. La derecha no son solo los partidos políticos, incluye a la comentocracia mediática y los medios corporativos y grupos oligárquicos que financian las campañas en redes sociales y en la prensa, la radio y la televisión mexicanas. Ernesto Zedillo, sus diatribas, mentiras, medias verdades y manipulaciones de la realidad de su sexenio, es parte de un nuevo montaje que pretende re-construir al propio Zedillo, vendiéndolo como “el demócrata” y a su gobierno como el “salvador” de México. Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, se equivocaron de héroe, de nuevo. No les bastó con encumbrar a una ridícula Xóchitl Gálvez, quien aceptó jugar el papel de “indígena” y “humilde” mujer que se había hecho –una robinsonada- así misma como empresaria, ignorando los privilegiados contratos públicos que había obtenido vía fastrack. La derecha mexicana no es inocente y los intelectuales mexicanos de la derecha lo saben. Ernesto Zedillo tiene una historia bien documentada. ¿Demócrata? No es. ¿Héroe de la democracia? Tampoco. La derecha ya no sabe ni a quién desea convertir en héroe de sus fracasos.

martes, 29 de abril de 2025

Autoritarismo y democracia

 

Los primeros sexenios de la noche oscura neoliberal, fueron turbulentos. Entre lo que Miguel de la Madrid llamó la reestructuración productiva, desquiciante devaluación, desempleo, se fraguó el monstruoso fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas, para encumbrar al espurio Carlos Salinas de Gortari, cuyas políticas económicas implicaron nuevas devaluaciones, el asesinato del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, asesinatos de opositores, venta de garaje de empresas públicas para favorecer a amigos empresarios, el levantamiento del EZLN, el gobierno de Ernesto Zedillo, no hizo nada diferente. Crisis de 1994 –el famoso error de diciembre-, conversión de la deuda privada, con numerosos actos de corrupción, para crear al FOBAPROA-IPAB que favoreció a una elite corrupta, masacres –Acteal, Aguas Blancas, asesinato de unos 400 opositores, ruptura del estado de derecho al disolver a la SCJN, para crear una instancia a modo, etc.

Que hoy reaparezca Zedillo, el asesino y corrupto, como vocero de la derecha, cuya credibilidad está por los suelos, no restaurará la opinión y el voto perdido por la derecha. El expresidente habla en Nexos y Letras Libres, con los fatuos e ignorantes intelectuales de la derecha, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, del supuesto autoritarismo al que está llevando al país, pero nada dice del desastre que fue su gobierno. Al responder a los cuestionamientos de la presidenta de México, hechos públicamente en la conferencia del pueblo, enfila su embate en contra del expresidente AMLO. Entre otras mentiras, dice que AMLO “destruyó” un aeropuerto de “clase mundial. Pero la lista de supuestos que deberían auditar del gobierno de AMLO, solo hablan de un personaje, cuyas fuentes principales para escribir su “ensayo”, que le mereció la portada de Letras Libres y el elogio de Enrique Krauze, son columnas de opinión de la derecha incrustada en los medios corporativos.

Hace 25 años, después de entregar la presidencia de México al PAN y a un gerente de una compañía refresquera, personaje que estaba en la quiebra, pero que al finalizar su sexenio era millonario, la comentocracia derechista y los intelectuales al servicio del PRIAN, destacadamente los dueños de las revistas Nexos y Vuelta-Letras Libres, que igualmente hicieron exitosos y millonarios negocios con los gobiernos del PRIAN, comenzaron a construir el mito del demócrata Zedillo. No mencionan el fraude llamado FOBAPROA-IPAB, menos las masacres, el asesinato de cientos de opositores, ligados particularmente al PRD, y otros abusos y corruptelas del mito Zedillo. Haber entregado al PAN la presidencia de la República, como exigencia del gobierno de Estados Unidos, no lo hace un demócrata.

Los transitólogos de la época, quienes construyeron una narrativa enclenque sobre Zedillo el demócrata, celebrando el triunfo del corrupto e ignorante Vicente Fox, como si el personaje realmente hubiese inaugurado un proceso novedoso para consolidar la democracia en el país. Pero nunca fue así. El PAN y Vicente Fox, se entregaron a las corruptelas de siempre, se mimetizaron con el PRI y sus saqueos. No hay ni una sola evidencia del tránsito a la democracia, aunque la comentocracia, la intelectualidad y los académicos de la época, haya escrito sesudos volúmenes en los que retorcieron la instauración del PAN en el poder, ocultando la retorcida interacción entre este partido y el PRI. Ese primer sexenio del PAN consiguió prácticamente la fusión de las derechas mexicanas. Lo que vimos en las recientes elecciones, fue la consolidación de la derecha mexicana decadente que hoy acude a un decrépito Zedillo, intelectual y moralmente sin ninguna autoridad.

Enrique Krauze podrá celebrar en su revista el artículo de Ernesto Zedillo, cuyas principales fuentes son columnas de opinión de la derecha golpista, pero la realidad indica que Zedillo, ni es el demócrata que celebraron hace 25 años y nada tiene que decirles a los mexicanos. Penoso.

lunes, 4 de noviembre de 2024

¿Dos Constituciones?

 

El sedicioso y golpista exministro fascista Cossío lanzó una serie de sentencias ilegales y sin sostén jurídico en una “entrevista” con la fascista Azucena Uresti en Radio Fórmula, con la admiración y deseo de derrocar a la presidenta de México de la primera, y las mentiras y golpismo del segundo para alimentar a una ignorante mujer y su auditorio en contra del marco constitucional vigente. El sedicioso y golpista exministro señaló que de favorecer las patrañas del ministro González Alcántara Carrancá y, que de incurrir en desacato, tanto la presidenta como las tres terceras parte de la Cámara de Diputados y de la de Senadores, serían destituidos y encarcelados. El exministro sabe bien que eso es imposible, pero los uh y ah de la fascista Azucena Uresti, en su ignorancia e imbecilidad, cree que es posible. Era notable la fascinación fascista de la locutora.

Con todo, la supina ignorancia de la locutora de Radio Fórmula no sustituye a la realidad. De caer en desacato, como lo imagina lascivamente el exministro Cossío, amanuense del junior tóxico Claudio X. González, la presidenta de México y el Poder Legislativo no pueden ser tocados. Primero porque esa acusación es ilegal en todos sus términos. La SCJN aceptó una controversia constitucional o acción de inconstitucionalidad de partidos políticos que carecen de interés jurídico. Es decir, que sus recursos son ilegales. Segundo, es la SCJN la que está violentando el estado de derecho y el orden constitucional, no la presidenta de México. Tercero, el absurdo del exministro al afirmar que habría dos constituciones, es parte de la cadena de irregularidades en la que cae diariamente la SCJN y sus 8 ministros golpistas, porque el texto constitucional vigente está por encima de lo que decidan.

La SCJN, como muchos juristas y constitucionalistas han dicho, no es legisladora. Solo el Constituyente (Mayorías calificadas en la Cámara de Diputados, Cámara de Senadores y Congresos locales) puede modificar la Constitución. El mandato del 2 de junio de 2024 es claro: se le dio a la 4T mayorías para modificar la Constitución y las leyes necesarias que favorezcan al pueblo. Acorde con recientes encuestas, 70% de los mexicanos apoyan a la presidenta de México, es decir, poco más de los votos que recibió en las urnas. En tanto, los 8 ministros que pretenden legislar y modificar la Constitución, no fueron electos por los ciudadanos. Son producto, en todos los casos de propuestas de anteriores presidentes y de cuotas partidistas. Es claro que esos 8 ministros, sin olvidar a un ministro y una ministra que traicionaron a AMLO, están políticamente inclinados a la derecha y fueron parte de negociaciones para favorecer al PRIAN.

En este sentido, la SCJN y el Poder Judicial no pueden presumir –peor si Ernesto Zedillo lo hace en el Washington Post, expresidente que aniquiló la SCJN existente durante su mandato para nombrar una a su modo- de independencia y neutralidad. En esa época, nunca fueron cuestionadas las privatizaciones, el FOBAPROA que obliga a los mexicanos a pagarles billones de pesos a banqueros y empresarios corruptos, las masacres de Acteal y Aguas Blancas, y otras ilegales medidas que ningún ministro tocó. Incluso, esa SCJN zedillista liberó a los asesinos de Acteal, según los cuestionables resultados jurídicos de un grupúsculo de estudiantes y abogados del CIDE, CPI del CONACYT que fue colonizado y capturado por los neoliberales, para ponerlo al servicio de las elites y la delincuencia de cuello blanco y criminales de todo tipo.

A unas horas de que 8 ministros decidan dilapidar lo que les resta de vida profesional por violentar el estado de derecho y el orden constitucional, los medios corporativos golpistas intentan erigirse en los prístinos defensores, no de la Constitución, tampoco del estado de derecho, menos del orden constitucional, sino de un grupúsculo de privilegiados que representa a la derecha y la oligarquía que intentan recuperar lo que la democracia les arrebató. No fueron votados unos y otros perdieron estrepitosamente en las urnas. Los ciudadanos tomaron decisiones.

martes, 29 de octubre de 2024

Poder absoluto

 

Los medios corporativos golpistas, la mafia derechista y la “izquierda buenaondita” se retuercen ante la aprobación de la supremacía constitucional. En realidad, salvo una serie de previsiones que fueron retiradas para dar certeza a defensores de derechos humanos y colectivos de la sociedad civil, se elevó a nivel constitucional el artículo 61 de la Ley de Amparo. Durante varias semanas jueces y magistrados han estado lanzando amparos ilegales con la finalidad de bloquear la reforma judicial, cuya constitucionalidad no puede ser puesta en duda, mientras la SCJN se autodesigna revisora y recibe acciones de inconstitucionalidad y otras ilegalidades, siendo que la Constitución mexicana es muy clara: la SCJN no puede declarar inconstitucional la Constitución. Finalmente, el Poder Judicial, aunque el Consejo de la Judicatura Federal ordenó terminar con su ilegal paro, sigue intentando golpear a la presidenta y la 4T.

Con todo, recordemos que, en su momento, la derecha tuvo el “poder absoluto” y modificó la Constitución a su antojo. Y ahora la derecha miente, porque el “poder absoluto” es simplemente lo que el Constituyente decida, el cual está respaldado por 36 millones de votos. La mayoría de los mexicanos votaron porque Morena y sus aliados, para que reformaran la Constitución, a pesar de la derecha y la “izquierda buenaondita”. No olvidemos que el “poder absoluto” por el que pelean la SCJN y el Poder Judicial, tanto en los medios corporativos y en menguadas marchas, a las que obligan a asistir a algunos empleados de jueces y magistrados, como por medio del uso faccioso y mentiroso de la ley –amparos, acciones de inconstitucionalidad, aceptación de trámites a amparos y acciones promovidas por entidades que no tienen personalidad jurídica-, defendió en su momento al narco Genaro García Luna, a través de emplear a gente parte de su estructura criminal y la liberación de cuentas de la esposa para llevarse fuera del país. También, la SCJN, ministros, jueces y magistrados, han favorecido a los magnates mexicanos para no pagar impuestos, como es el caso del dueño de TvAzteca y Eleketra, además de liberar delincuentes de cuello blanco y criminales los sábados.

La supremacía constitucional puede tener un uso faccioso, acorde con los partidos políticos que tengan mayoría calificada en el Congreso de la Unión, por lo que no está demás cuestionar sus implicaciones, pero rechazarla también puede llevar al país a crisis institucionales y embestidas golpistas provenientes de la SCJN, le Poder Judicial y la oligarquía. No se olviden los golpes de estado perpetrados por la derecha y Estados Unidos en Latinoamérica, por medio del uso faccioso de la ley-Lawfare-, los medios corporativos y las fuerzas armadas, los cuales dejaron estelas sangrientas de represión, asesinatos, desapariciones y exilios forzados. En este sentido, la supremacía constitucional busca ser un muro que detenga las ilegalidades y mentiras de partidos políticos, ministros, magistrados, jueces, y en general de sectores derechistas de la oligarquía mexicana y extranjera.

El reciente galimatías del ministro Alcántara Carranca, quien pretende declarar inconstitucional la Constitución mexicana, postura que exhibe bien las arbitrariedades de la SCJN y el Poder Judicial. Los ministros que la apoyen, podrían ser objeto de juicios políticos o, en algún momento, que la presidenta de México use una facultad presidencial que tiene: disolver la SCJN, como lo hizo el criminal Ernesto Zedillo Ponce de León, quien fabricó con el Congreso que entonces estaba vigente, un decreto que desapareció la SCJN y conformó otra SCJN a modo. No se espera que se ejerzan ambas facultades –juicio político y disolución de la SCJN-, porque tanto la bancada mayoritaria en el Congreso de la Unión como la presidenta de México, comparten una postura que favorezca el estado de derecho y el orden constitucional, mientras la SCJN y el Poder Judicial pretenden generar una crisis constitucional para hacerse del poder absoluto que le reclaman al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Sentencia ¿individual o colectiva?

 

La sentencia a Genaro García Luna, no es solo a un individuo a quien los medios corporativos mexicanos golpistas siguen defendiendo; es también a un gobierno, el de Felipe Calderón Hinojosa, y a un partido político, el PAN. Y en general a un ciclo de gobiernos de derecha que durante 30 años buscaron imponer el neoliberalismo y sus peores perversiones: corrupción, saqueo, complicidades, privilegios, relaciones entre funcionarios y administraciones gubernamentales con la delincuencia organizada, en particular con algunos carteles del narcotráfico. En ese lapso, está documentado que los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, del PRI, interactuaron de diversos modos con narcos. Asimismo, en los gobiernos de Vicente Fox –“fuga” del Chapo Guzmán-, Felipe Calderón –instalación del primer narcogobierno con Genaro García Luna y el presidente de México a la cabeza- y Enrique Peña Nieto y sus complicidades con diversos grupos delincuenciales, se buscó profundizar esas perversidades. La alianza PRIAN fue exitosa en su momento.

Dicha alianza no causó extrañeza, pero si pavor en su momento. Desde el desafuero e intento de encarcelar y cercenar los derechos políticos de AMLO, y los fraudes de 2006 y 2012, pero en particular el grosero asalto fraudulento de Felipe Calderón, Vicente Fox, el PRIAN y las elites económicas, el país fue hundido en una guerra contra el narco en la que Genaro García Luna y su jefe, Felipe Calderón, que encabezaron a favor de un cartel del narcotráfico, poniendo al gobierno federal y sus fuerzas armadas a favor de un grupo delincuencial. En las últimas semanas, el asesinato del edil de Chilpancingo, Guerrero, circuló profusamente en redes sociales y fue retomado por los medios corporativos golpistas, pero olvidan que, al inicio de la esquizofrénica guerra de Felipe Calderón en Uruapan, Michoacán, seis cabezas humanas fueron sembradas en una discoteca local, anunciando así el terror que los narcos pretendían anidar en los mexicanos, pero que el gobierno de Felipe Calderón se encargó de exacerbar –asesinatos y show mediático.

En este sentido, los años que pasará Genaro García Luna en una cárcel estadounidense de máxima seguridad, no es individual, es para un gobierno es particular y un partido político, el PAN. Un día antes de la sentencia, Genaro García Luna difundió una carta de puño y letra, culpando al gobierno de AMLO, pero ignoró las previas declaraciones de la exembajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jackobson, quien confirmó que tanto el gobierno de su país como el de México, sabían de la conducta delictiva y la corrupción del implicado. Es decir, el gobierno estadounidense de Donald Trump, sabía de los vínculos con el narco, tanto de Genaro García Luna como de Felipe Calderón. Las “distinciones” que el narco cita en su carta, fueron en realidad “confianzas” expedidas por la DEA, el FBI y cualquier agencia del país del norte, para documentar la corrupción del gobierno del PAN y sus funcionarios.

Genaro García Luna, parafraseando a la presidenta de México, no llega solo a su sentencia, llegan con él los medios corporativos golpistas mexicanos y sus columneros y locutores defensores –Raymundo Rivapalacio, Ciro Gómez Leyva, entre otros-, el PAN, partido político que ha negado, así como el expresidente de la misma extracción, Felipe Calderón, cualquier vínculo con el sentenciado, los funcionarios públicos que lo apoyaron, Norma Piña, ministra presidenta de la SCJN que ha contratado a sus amigos, cuyas corruptelas están documentadas. Si bien no le concedieron la súplica de 20 años, los 38 años 8 meses parecen a muchos una cifra pequeña, pues se esperaba que le dieran cadena perpetua. Algunos analistas plantean que la sentencia es una ventana de oportunidad que el juez, los fiscales y el Departamento de Estado de EEUU, le dieron con la finalidad de que negocie la entrega de los expedientes que posee. Acorde con el periodista Francisco Cruz, Genaro García Luna, su familia y allegados, tienen importantes archivos que involucran a muchos en sus narcoactividades. Otros analistas alertan por la venganza que podría armar en contra de AMLO, Morena y la 4T. En la carta donde pide clemencia al juez, acusa a AMLO. La 4T debe estar vigilante de esta posible venganza.

jueves, 19 de septiembre de 2024

Las tragicomedias de la derecha mexicana

 

Se suele afirmar que la historia se repite, pero como tragicomedia. Es lo que parece pasar con la derecha mexicana que pretender expropiar al Poder Judicial para sus fines. En un evento de abogados, aparece de nuevo Ernesto Zedillo Ponce de León, expresidente de México, gritando que la reforma judicial es una aberración. También participó la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, lloriqueando y despotricando contra lo mismo. Dos personajes que han demostrado con creces su interés por destruir México, sin importarles la democracia ni los mexicanos. La historia de Zedillo, con una esposa cuya familia estaba ligada al narcotráfico, es trágica para millones de mexicanos. Las masacres de Acteal y Aguas Blancas, son parte de la historia represiva del expresidente. El famoso error de diciembre de 1994, fue otro episodio que hundió al país, además de entregar los ferrocarriles a una empresa estadounidense, de la que fue después empleado.

Pero la disolución autoritaria de la SCJN, que no suscitó gritos en contra por supuesto autoritarismo o destrucción de la democracia que la derecha afirma de la actual reforma judicial, es el gran acto del derechista Zedillo. Con un golpe autoritario desapareció a la SCJN y redefinió al Poder Judicial. Ni moral ni políticamente Ernesto Zedillo puede argüir lo que sea, tanto en contra de AMLO y el gobierno de la 4T, como en contra de la reforma judicial. Asimismo, el presidente que llegó a encabezar el Poder Ejecutivo, después del asesinato de un candidato presidencial del PRI, dio otro golpe autoritario e ilegal, al decretar el rescate de banqueros, empresas y amigos, por medio del saqueo del erario público: el Fobaproa.

La derecha mexicana, en su desesperación, trae a la arena política, en el contexto de la reforma judicial en marcha y de la transición gubernamental, a un personaje anquilosado en sus mentiras. Un expresidente moral y políticamente acabado, desprestigiado, corrupto, saqueador. No es de extrañar que los medios corporativos golpistas y personajes derechistas en las redes sociales, repliquen el discurso golpista zedillista y operen una campaña para convertir al expresidente en su nuevo adalid, ocultando las atrocidades del personaje, que implicaron masacres, saqueo y corrupción del erario público y el Estado mexicano. La derecha mediática, política, judicial y empresarial, necesita alimentar su narrativa para emprender nuevas campañas, tanto para intentar restar credibilidad a AMLO, quien finaliza su sexenio con más de 70% de aprobación, como para presionar y socavar al gobierno de Claudia Sheinbaum.

En este contexto, es entendible la carta de Genaro García Luna, el exsecretario del narcopresidente Felipe Calderón, quien en unas semanas podría ser condenado en Estados Unidos, después de un juicio en el que fue declarado culpable por cargos graves ligados al narcotráfico. En la misiva, se autodeclara inocente y acusa al gobierno de AMLO que fue condenado con información que supuestamente su gobierno proporcionó a los fiscales estadounidenses que lo juzgaron, además de afirmar que existen audios, videos, fotografías, documentos, que involucran al presidente en vínculos con el narcotráfico. Al parecer, sus fuentes son las mismas que las de Anabel Hernández, quien sigue mintiendo, sin pruebas, sobre lo mismo, con la derechista Carmen Aristegui. Dice Genaro García Luna, que su honor sigue intacto. Esta frase no solo provoca carcajadas, sino exhibe el cinismo de un individuo, cuya carrera delictiva ha sido documentada con rigor periodístico por Francisco Cruz (García Luna: el señor de la muerte, Planeta, 2020).

La derecha desempolva cartas marcadas, desprestigiadas y las hace coincidir para golpear a AMLO, Claudia Sheinbaum y la 4T. El problema es que, del asesino, corrupto y saqueador Ernesto Zedillo, se sabe mucho, y de Genaro García Luna, se sabe que es un narco condenado en Estados Unidos y espera su condena. Sentenció AMLO en una de sus más reciente conferencias mañaneras: falta Salinas de Gortari. ¿Se animará la derecha y la oligarquía a darle reflectores?