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jueves, 29 de mayo de 2025

Torpeza intelectual derechista

 

El intelectual orgánico de los gobiernos neoliberales y de la derecha, Enrique Krauze, hace gala de nuevo de su torpeza intelectual. De considerar al derechista exgobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, como un nuevo Mariano Otero, un liberal al que se considera, con Manuel Crescencio Rejón, creador del juicio de amparo en el siglo XIX, ahora convierte al mito genial de la derecha mexicana, Ernesto Zedillo, en “hijo del 68”. Es notable la narrativa de la imbecilidad derechista, cuya intencionada posverdad busca hacer sus propios héroes, manipulando personajes y hechos históricos. Su reciente artículo en el periódico Reforma, elogiando al mediocre expresidente como supuesto “gran reformador”, revela que, como intelectual neoliberal, ha perdido los estribos y la brújula, si es que alguna vez los tuvo.

Inicialmente, una entrevista en Nexos, y un ensayo en Letras Libres, desvelaron el obsceno objeto del deseo de la intelectualidad neoliberal y derechista por encumbrar a un expresidente, Ernesto Zedillo, quien es recordado, no como el “gran reformador”, sino como un vulgar asesino de indígenas y campesinos, artífice de una de las peores crisis económicas de México, bajo el neoliberalismo. Asimismo, los mexicanos del sexenio Zedillista, no olvidan el impacto de la crisis de fines de 1994, la que canceló miles de historias personales y familiares pues, quien no se suicidó, cayó en la pobreza más indignante. Tampoco los mexicanos deben olvidar que Zedillo disolvió la SCJN, dando un golpazo al tercer poder de la República, lo que no está sucediendo ahora, pues el Constituyente decidió reformar al Poder Judicial. No fue una decisión unipersonal.

El expresidente Zedillo no es, ni será el nuevo héroe de la derecha. Su sexenio fue un desastre que arrastró al mundo globalizado, al imponer a rajatabla las doctrinas neoliberales. La derecha añora el regreso, pero particularmente porque los gobiernos del PRIAN solían repartir dinero a los intelectuales derechistas, los medios corporativos, la comentocracia mediática y a todos los que favorecían sus supuestas “reformas” y sus masacres. Enrique Krauze se equivoca de nuevo. La democracia sin adjetivos es la entelequia de la derecha. Ernesto Zedillo jamás fue demócrata, menos “hijo del 68”. Es hasta un insulto venderlo como parte de un hecho en el que miles de estudiantes fueron masacrados y desaparecidos por el PRI.

Si la derecha intelectual, en su torpeza intelectual, quiere convertir a Zedillo en “hijo del 68”, no es solo porque carece de héroes e ideas, sino también porque manipula y miente. Si Zedillo es “hijo del 68”, lo es de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, los asesinos y represores. Y el expresidente siguió muy bien las elecciones de Díaz Ordaz. Las masacres de Acteal, El Charco, entre otras, son su huella presidencial. Asimismo, las recientes revelaciones de audios en los que su esposa y familiares aparentemente pactan con narcos de su época, no los puede rebatir la intelectualidad derechista mexicana. Las masacres Zedillistas, nunca se esclarecieron y jamás el expresidente aclaró sus decisiones al respecto. En el caso de Guerrero, su compadre Figueroa renunció, pero nunca se pronunció por las crueles matanzas de los guerrerenses.

Los héroes de la derecha mexicana, nunca tendrán buen fin. Enrique Krauze ha intentado reescribir la historia mexicana. Sus escritos, nada geniales, se dedicaron a justificar la dictadura de Porfirio Díaz, denostar a Francisco I. Madero, rebajar a los caudillos mexicanos, entre otros personajes y periodos de la historia mexicana. No es extraño que defienda a políticos de la derecha mexicana e insulte a la 4T y otros políticos de izquierda. Pero al defender a un personaje como Ernesto Zedillo, intentando convertirlo en “héroe” del 68, miente. El expresidente es hijo de la represión, del PRI que hundió al país, que empobreció a millones de mexicanos, que se retiró con una pensión millonaria, que enriqueció a unos pocos, que privatizó empresas a las que después se incorporó como empleado. Es un individuo que tiene años sin vivir en México, que desconoce nuestro país. Es la derecha ignorante que intenta erigirse en caudillo de un país que no conoce.

miércoles, 30 de abril de 2025

El fraude intelectual

 

Una de las sacudidas impulsadas por AMLO y la 4T, fue poner al descubierto cómo la intelectualidad de la derecha mexicana convirtió la información, el conocimiento, el pensamiento, la reflexión, en una mercancía. Los intelectuales encumbrados por el neoliberalismo en México, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, entre los más conocidos, cabeza de grupos que se organizaron alrededor de algunas figuras, como Octavio Paz, y grupos editoriales que publican las revistas Nexos y Vuelta-Letras Libres, convirtieron la producción de conocimiento y la información en simples mercancías, narrativas al costo y a favor de los gobiernos del PRIAN para justificar la pobreza, la brutal contención salarial, la concentración de la riqueza en pocas manos, el saqueo, la corrupción, los crímenes del gobierno y el Estado mexicano, entre otros.

Cuando Enrique Krauze escribió su ensayo sobre la democracia sin adjetivos, pretendió vender una idea liberal en la que la ideología y la política eran neutras. Si El fin de la historia de Francis Fukuyama anunció la omnisciencia capitalista, Krauze pretendió que en México la democracia se quedara en las urnas, negando la ciudadanización, advirtiendo que solo los partidos políticos y el sistema eran los legítimos manejadores de un proceso en el que el voto se quedaba en las cuentas alegres de los organismos electorales. La historia de la democracia mexicana, como el neoliberalismo la concebía, era el principal bastión de la derecha y el mercado regularía todo. La estafa intelectual de la derecha fincaba el fraude en la supuesta neutralidad, la operación de instancias que resguardarían una democracia edulcorada, además de proteger que los ciudadanos ejercieran alguna ciudadanía efectiva.

Por su parte, el grupo que creció alrededor de la revista Nexos, osciló entre ciertos esfuerzos de pretensiones filosóficas liberales, que finalmente se convirtieron en justificación neoliberal, y una narrativa que hizo de la democracia sin adjetivos el principal objetivo del neoliberalismo en boga. Por su parte, Vuelta-Letras Libres, es una revista que, sin cortapisas, celebra el neoliberalismo. Octavio Paz y Enrique Krauze hablan de liberalismo, pero en realidad están justificando al naciente neoliberalismo en México. Y es una de las tragedias del neoliberalismo. La derecha intelectual mexicana, no solo falla en el pensamiento y el conocimiento, sino traiciona al mismo liberalismo. Carlos Salinas compró a Octavio Paz, Nobel de literatura mexicano, con una prodigiosa producción, pero que sucumbió a las lisonjas y el presupuesto gubernamental.

Los intelectuales derechistas mexicanos, no solo fracasaron en justificar el saqueo y la corrupción, primero del PRI, después del PAN, sino que nunca construyeron un discurso alterno. Durante 30 años publicaron artículos y libros que tuvieron al neoliberalismo como la única opción intelectual. Es decir, el pensamiento único. Nunca debatieron, solo justificaron, a pesar de las evidencias que les decían lo contrario. Incluso pensadores tan interesantes, fueron seducidos por la derecha y fueron asiduos publicantes en Nexos y Vuelta-Letras Libres. La llamada intelectualidad mexicana se centró en ideas que en realidad justificaban las atrocidades del neoliberalismo. Como Rolando Cordera Campos, quien publica en La Jornada –y en Nexos- unas diatribas en contra de AMLO, la 4T, Morena y Claudia Sheinbaum. Supone que es un “izquierdista” prístino.

Parece ser que la intelectualidad mexicana, la derecha intelectual, no puede producir nada diferente a las mentiras, el odio y el saqueo. Es patético escuchar, por ejemplo, a Héctor Aguilar Camín, insultando al expresidente AMLO y afirmando que estamos en un país autoritario. Lo mismo con Enrique Krauze, aludiendo cotidianamente al autoritarismo y que México se convertirá pronto en Venezuela. Pero ni siquiera saben qué sucede en Venezuela. Solo parten de las acusaciones de la derecha de ese país. Pero no hay ideas, solo golpeteo político. Venezuela es un país que ha logrado resistir a la invasión y Washington. No hay nada nuevo. La intelectualidad derechista mexicana no perdió nada. Es la basura del país.

La reciente diatriba de Ernesto Zedillo, a quien acude la derecha como su vocero, a partir del mito genial del demócrata Zedillo, cuya decrepitud es más que evidente en Letras Libres y el periódico El Financiero. Si Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, son el fraude de la intelectualidad mexicana derechista, el expresidente apuntala dicha narrativa fraudulenta. Exige argumentos, pero intenta, en su egomaníaca visión, que lo traten como el “padre” de una democracia que no fue. Fue el padre del FOBAPROA, los privilegios de unos cuantos, el hundimiento de las clases medias y pobres mexicanas, las masacres contra indígenas y campesinos. Presume un crecimiento económico después del desastre económico de diciembre de 1994, pero este abrió las puertas para ese crecimiento a costa de millones de mexicanos, y a favor de unos pocos.

martes, 29 de abril de 2025

Autoritarismo y democracia

 

Los primeros sexenios de la noche oscura neoliberal, fueron turbulentos. Entre lo que Miguel de la Madrid llamó la reestructuración productiva, desquiciante devaluación, desempleo, se fraguó el monstruoso fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas, para encumbrar al espurio Carlos Salinas de Gortari, cuyas políticas económicas implicaron nuevas devaluaciones, el asesinato del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, asesinatos de opositores, venta de garaje de empresas públicas para favorecer a amigos empresarios, el levantamiento del EZLN, el gobierno de Ernesto Zedillo, no hizo nada diferente. Crisis de 1994 –el famoso error de diciembre-, conversión de la deuda privada, con numerosos actos de corrupción, para crear al FOBAPROA-IPAB que favoreció a una elite corrupta, masacres –Acteal, Aguas Blancas, asesinato de unos 400 opositores, ruptura del estado de derecho al disolver a la SCJN, para crear una instancia a modo, etc.

Que hoy reaparezca Zedillo, el asesino y corrupto, como vocero de la derecha, cuya credibilidad está por los suelos, no restaurará la opinión y el voto perdido por la derecha. El expresidente habla en Nexos y Letras Libres, con los fatuos e ignorantes intelectuales de la derecha, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, del supuesto autoritarismo al que está llevando al país, pero nada dice del desastre que fue su gobierno. Al responder a los cuestionamientos de la presidenta de México, hechos públicamente en la conferencia del pueblo, enfila su embate en contra del expresidente AMLO. Entre otras mentiras, dice que AMLO “destruyó” un aeropuerto de “clase mundial. Pero la lista de supuestos que deberían auditar del gobierno de AMLO, solo hablan de un personaje, cuyas fuentes principales para escribir su “ensayo”, que le mereció la portada de Letras Libres y el elogio de Enrique Krauze, son columnas de opinión de la derecha incrustada en los medios corporativos.

Hace 25 años, después de entregar la presidencia de México al PAN y a un gerente de una compañía refresquera, personaje que estaba en la quiebra, pero que al finalizar su sexenio era millonario, la comentocracia derechista y los intelectuales al servicio del PRIAN, destacadamente los dueños de las revistas Nexos y Vuelta-Letras Libres, que igualmente hicieron exitosos y millonarios negocios con los gobiernos del PRIAN, comenzaron a construir el mito del demócrata Zedillo. No mencionan el fraude llamado FOBAPROA-IPAB, menos las masacres, el asesinato de cientos de opositores, ligados particularmente al PRD, y otros abusos y corruptelas del mito Zedillo. Haber entregado al PAN la presidencia de la República, como exigencia del gobierno de Estados Unidos, no lo hace un demócrata.

Los transitólogos de la época, quienes construyeron una narrativa enclenque sobre Zedillo el demócrata, celebrando el triunfo del corrupto e ignorante Vicente Fox, como si el personaje realmente hubiese inaugurado un proceso novedoso para consolidar la democracia en el país. Pero nunca fue así. El PAN y Vicente Fox, se entregaron a las corruptelas de siempre, se mimetizaron con el PRI y sus saqueos. No hay ni una sola evidencia del tránsito a la democracia, aunque la comentocracia, la intelectualidad y los académicos de la época, haya escrito sesudos volúmenes en los que retorcieron la instauración del PAN en el poder, ocultando la retorcida interacción entre este partido y el PRI. Ese primer sexenio del PAN consiguió prácticamente la fusión de las derechas mexicanas. Lo que vimos en las recientes elecciones, fue la consolidación de la derecha mexicana decadente que hoy acude a un decrépito Zedillo, intelectual y moralmente sin ninguna autoridad.

Enrique Krauze podrá celebrar en su revista el artículo de Ernesto Zedillo, cuyas principales fuentes son columnas de opinión de la derecha golpista, pero la realidad indica que Zedillo, ni es el demócrata que celebraron hace 25 años y nada tiene que decirles a los mexicanos. Penoso.

miércoles, 28 de agosto de 2024

La arrogancia de la derecha intelectual

 

Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, fueron, durante 36 años, los voceros de dos grupos cooptados y comprados por los gobiernos del PRIAN. En su derredor, se acomodaron algunos escritores, analistas, académicos, entre otros, cuyo principal objetivo era proveer a los gobiernos neoliberales de narrativas que justificaran la corrupción y el saqueo, además de recibir prebendas y dinero público por mostrar su abyección. Ambos personajes han hecho algunas declaraciones que los exhiben. Por ejemplo, Héctor Aguilar Camín insulta a los mexicanos cuando afirma que, aunque los mexicanos no entiendan su diagnóstico, porque al parecer 36 millones de mexicanos son imbéciles, la derecha intelectual está en lo correcto: México va camino a la dictadura. Por su parte, Enrique Krauze escribió que, a partir del 1 de octubre, el país se convertirá en una monarquía. Solo le faltó agregar que se coronará a la emperatriz Claudia I.

La derecha intelectual mexicana actúa su derrota como la peor desgracia a su trayectoria. Ya no reciben dinero público, tampoco hacen negocios con el gobierno federal, aunque siguen saqueando algunos erarios estatales (Chihuahua, Jalisco), no pueden “vender” sus ominosas publicaciones (revistas, libros, panfletos) a cuenta de los recursos públicos, está impedida de patrimonializar el presupuesto federal, no pueden imponer su agenda política e ideológica, más allá de algunas pantallas de televisión, cuya audiencia ha caído estrepitosamente, y su narrativa ya no justifica las políticas gubernamentales. Pero no se trata de un divorcio –intelectuales-gobierno-Estado, sino de la expulsión de la derecha intelectual del paraíso presupuestal, los privilegios, los negocios y la agenda derechista, la que en algunas ocasiones rayaba en el fascismo.

Si bien, Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, han sido durante algunas décadas las cabezas de al menos dos grupos de intelectuales derechistas visibles, en las universidades públicas, los Centros Públicos de Investigación del CONAHCYT e instituciones educativas privadas, también se conformaron algunos grupos locales e institucionales donde la derecha intelectual creó sus grupos de académicos, tanto internos como alternos. En muchos casos, la investigación realmente avanzó y fructificó en estudios de diversos temas antes poco tomados en cuenta, mientras en otros los negocios prevalecieron. Es sabido que el organismo garante de la investigación en ciencia, tecnología e innovación, entregó ingentes recursos públicos a grandes empresas privadas transnacionales y nacionales para realizar investigación que solo favoreció los intereses de grandes grupos empresariales, además de promover cotos de poder académicos y de investigadores que se embolsaban dinero público, formando grupúsculos de derecha protegidos por torres de marfil.

A pesar de las aportaciones a la producción de conocimiento académico y científico, la derecha intelectual durante los gobiernos neoliberales del PRIAN, se ensimismó en su arrogancia al suponer que podía imponer su agenda y conducir las políticas públicas. Pero esta arrogancia, se basaba en la abyección sustentada en la perversa y saqueadora transferencia de recursos públicos, vía directa a los negocios y las cuentas personales de los intelectuales empresarios y del organismo rector de la ciencia, la tecnología e innovación de México. En su arrogancia, la derecha intelectual promueve actualmente una narrativa de odio, desinformación, fakenews y discurso con apariencia intelectual y académica golpista. Que supongan que su “diagnóstico” es “correcto”, mientras ningunean al pueblo mexicano e inventen que viene una monarquía, no es producto del análisis de la realidad mexicana, sino de la invención de realidades alternas, donde el odio de la derecha prevalece.

La “monarquía” es el corolario de una narrativa en la que la dictadura, la venezualización, el castrochavismo, el comunismo, la muerte de la República, han sido parte de una propaganda derechista de odio, desprecio y esquizofrénica. La derecha cuando pierde, busca arrebatar.

jueves, 29 de febrero de 2024

La deriva de la intelectualidad del PRIAN

 

Durante las últimas tres décadas del siglo XX y las dos primeras del siglo XXI, México fue testigo del ascenso de un grupo de personajes identificados como intelectuales. Algunos, académicos que construyeron sus cotos de poder en universidades públicas y organismos financiados por las políticas “científicas” de los gobiernos del PRI, otros, cabezas de camarillas que se conformaron en torno a medios impresos que difundían artículos, ensayos y análisis literarios, políticos y de coyuntura. En el segundo caso, destacan Héctor Aguilar Camín, quien fundó la revista Nexos, que aglutinó a escritores, analistas, politólogos, tecnócratas y expertos en diversos temas, varios de extracción de izquierda, incluso sobrevivientes de las represiones de 1968, 1971 y de organizaciones izquierdistas antes clandestinas, y colaboradores ligados a la derecha. Octavio Paz, premio Nobel de Literatura mexicano, encabezó un proyecto editorial, literario y político con claros anclajes en la derecha, con la revista Vuelta, la que a su muerte desapareció y dio paso, según su supuesto heredero, Enrique Krauze, a una nueva publicación, Letras Libres, de tono derechista sin ambages.

Si bien, en las universidades públicas y los hoy llamados CPI (Centros Públicos de Investigación) del CONACYT, se consolidaron diversos grupos de expertos y académicos, muchos no fueron tan visibles como aquellos que crecieron y se consolidaron en torno a las revistas Nexos y Vuelta-Letras Libres, encabezadas por sus fundadores. En ambos casos, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) inició un acercamiento y cooptación a través de prebendas, financiamiento, préstamos, publicaciones, compra de ediciones completas de sus revistas, además de una intensa relación clientelar, hasta su consolidación como intelectuales del régimen del PRI, y posteriormente del PAN. Los intelectuales prianistas tuvieron la máxima exposición y actividad durante el periodo neoliberal, convirtiéndose en productores de conocimiento que justificó y sustentó las políticas neoliberales, la prevalencia del mercado, el individualismo y cualquier acción de la tecnocracia. Fueron, en palabras de Antonio Gramsci, intelectuales orgánicos, sin ambages. La mayoría de origen derechista y fascista, mientras quienes se reclamaban de izquierda, se derechizaban o anclaban en lo que actualmente es una facción de la llamada “izquierda verdadera”.

Con el arribo a la presidencia de México, de AMLO, la ruptura con ambos grupos de intelectuales del régimen del PRIAN fue evidente; pero la fractura fue previa a su triunfo, pues Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze y diversos personajes de sus camarillas, emprendieron un feroz ataque y participaron con diversos insumos en las campañas electorales de 2006, 2012 y 2018, apoyando el fraude electoral o promoviendo operaciones propagandísticas y mercadológicas para anularlo. Personajes como Jorge Castañeda, Gabriel Zaid, Guillermo Sheridan, entre otros, se han destacado por sus opiniones que buscan horadar el apoyo popular de AMLO, y seguir alimentando las falsedades, mentiras y #Fakenews.

Hoy esos “grandes” intelectuales de la derecha, el neoliberalismo, el PRIAN, perdieron, no solo ingentes recursos públicos que los volvieron millonarios, sino también su supuesta “capacidad de análisis”. Enrique Krauze, denigrando el movimiento estudiantil de 1968, al compararlo con la marcha rosa de sectores de las clases medias y la oligarquía; Héctor Aguilar Camín, aplaudiendo a la derechista Xóchitl Gálvez, yendo a Estados Unidos y España a pedir que México sea invadido para que la derecha se adueñe del país; Jorge Castañeda intentando sembrar la duda con mentiras sobre notas periodísticas de investigaciones de la DEA –una, cerrada por falta de evidencias, y otra jamás iniciada, pero que el New York Times, trató de imponer-; Guillermo Sheridan insultando a los mexicanos en Reforma–son borrachos, léperos, etc.- y buscando plagios inexistentes. Es la derecha intelectual que sigue cayendo estrepitosamente, desprestigiados, abyectos derechistas.