domingo, 5 de marzo de 2023

La “izquierda verdadera” y la derecha

El arribo del actual presidente de la República al Poder Ejecutivo en 2018, no solo implicó la movilización de millones de ciudadanos que han visto en AMLO al político y luchador social capaz de promover y llevar a cabo cambios profundos en los diversos ámbitos de la vida nacional, sino también rupturas con algunos sectores de la izquierda electoral, intelectual y extrema. La frase “primero los pobres” y la continua referencia al neoliberalismo, como una etapa en la que la sociedad mexicana entró en cruciales retrocesos, los cuales afectaron sobre todo a los sectores más vulnerables, marcan un parteaguas en la historia reciente. Pero es el proceso global que ha sido nombrado la 4ª transformación, lo que ha causado choques ideológicos y políticos con la derecha y la izquierda, hoy asumida como la supuesta “izquierda verdadera”. Lo menos que la “izquierda verdadera” ha dicho de AMLO, su partido Morena y el gobierno que encabeza, es que no es de izquierda. Incluso, fracciones de izquierda comunista y radical repelen con particular denostación al primer mandatario y sus seguidores.

Como quiera, la causa de los pobres, como elemento central de la movilización social y política obradorista y morenista, deja en entredicho a la “izquierda verdadera”, la que bajo el neoliberalismo perdió, por diversas razones, causas que históricamente abanderó la izquierda y sus distintas expresiones. Los derechos humanos, el feminismo, los derechos reproductivos de las mujeres, la paz, la pobreza, entre otros, fueron capturados por algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) y organizaciones de la sociedad civil (OSC) ligadas al neoliberalismo y la derecha. Los gobiernos neoliberales e imperialistas, supieron organizar y regular a las ONG y OSC por medio de generosas aportaciones gubernamentales, condonación de impuestos y financiamiento de agencias de gobiernos extranjeros (Estados Unidos, la Unión Europea) y empresarios. En México, la SEDESOL (Secretaría de Desarrollo Social), cuyas primearas versiones fueron instituidas por Carlos Salinas de Gortari, levantó un padrón de ONG y OSC que recibían recursos públicos, prevaleciendo opacidad, enriquecimiento y desvío de dinero público.

La llamada “izquierda verdadera”, además de que se ha convertido en un fantasma político, cuya narrativa está cada vez más cerca de la derecha, ya es un referente academicista de temas y problemas de los que se alejan sin pudor, mientras que, por un lado, critican y denostan al presidente de México y todas las políticas que lleve a cabo, y por el otro, se apuran a celebrar soterradamente a la derecha. Es el caso de la reciente #MarchaFifi, la que con acarreados, amenazados y ciudadanos henchidos de odio y desprecio llenó el zócalo de la Ciudad de México. Una hazaña realmente importante, pero que no implica organicidad ni una movilización social. Las cúpulas partidistas y empresariales son las que los convocan, por medio de mecanismos corporativos y clientelares, pero no les interesa organizar más allá de la denostación que puede ser constatada en diversos videos compartidos en redes sociales.

Sin embargo, apenas terminada la #MarchaFifi, cuya concentración en el zócalo de la Ciudad de México duró apenas 45 minutos y durante los discursos se fueron retirando cientos de marchistas, la “izquierda verdadera” se apuró a decir que, si AMLO no aquilataba el peso de dicha marcha, era miope. El problema de la “izquierda verdadera”, como se puede constatar en la prensa escrita, es la sobrevaloración sin contexto de quienes asistieron a la marcha, a pesar de los abundantes testimonios sobre los diversos asistentes y la estulticia de los oradores. Los ciudadanos que se reunieron en el simbólico corazón capitalino, hicieron un gran esfuerzo para acudir a una reunión en la que muchos no tenían la menor idea de lo que fueron a defender. Para los convocantes el “INE no se toca”, pero para varios de los miles que asistieron sus motivos divergieron de lo que los oradores y los que pagaron, lo que la “izquierda verdadera” no vio ni verá jamás.

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