viernes, 17 de marzo de 2023

La “izquierda verdadera” y sus “causas”

 En los alegatos de la “izquierda verdadera” y la derecha sobresale un objetivo común: golpear a AMLO, la 4T y la izquierda electoral representada por Morena. Pero este fin diverge en las dos tendencias políticas e ideológicas. Con el neoliberalismo, una buena parte de la izquierda mexicana y mundial, en general, se quedó sin causas. Múltiples ONG y OSC fueron capturando las diversas causas sociales que regularmente movían a distintos grupos izquierdistas –de los moderados a los extremistas. Las ONG y OSC han estado ligadas, la mayoría, a la derecha; algunas a la izquierda. Y en conjunto, fueron cooptadas también por el Estado, los gobiernos neoliberales y los gobiernos extranjeros. Durante el neoliberalismo en México, a través de la SEDESOL se construyó un padrón para financiar a ONG y OSC con dinero público, además de regularlas, incidir en las causas que lideraban, corporativizarlas y convertirlas en clientelas políticas.

La izquierda en general, en el contexto del colapso del Muro de Berlín, la Unión Soviética y el rechazo al marxismo, se convirtió en paria sin causas, mientras el neoliberalismo asaltaba el poder económico y político enarbolando la globalización como su mayor triunfo. El Consenso de Washington, no solo buscó replantear las bases del capitalismo en crisis, sino también imponer el neoliberalismo como el pensamiento único. Francis Fukuyama fue enfático cuando afirmó que la historia se había terminado y la acumulación de capital reinaría por siempre. La humanidad ya no podía esperar otro sistema económico y social. El neoliberalismo había llegado para socavar todos los ideales de cambio y transformación, radical o moderada, con el mercado como único principio de las relaciones sociales y económicas. En este marco, la izquierda se fragmentó, agazapó y algunos miembros antes prominentes en las luchas sociales, se entregaron al neoliberalismo.

El movimiento encabezado por AMLO, se abrió a múltiples grupos y tendencias, pero lo fundamental fue su enraizamiento en las movilizaciones y luchas de los pueblos, recuperando causas y reorientando la contienda y sus objetivos. En el camino, parte de la izquierda abrazó el neoliberalismo; otro sector, encontró en la academia y los medios corporativos, su lugar. El problema es que esa izquierda se quedó sin causas sociales, mientras construía torres de marfil en las universidades públicas y escribía para revistas académicas o de divulgación política. Detrás de su narrativa academicista y análisis sustentados en los paradigmas vigentes, estaba la necesidad de prestigio, el gozo de privilegios, la competencia exacerbada por la tecnocracia neoliberal por medio de organismos que fomentaban la investigación científica y tecnológica, y los sistemas de premios a investigadores noveles y consolidados.

Y el neoliberalismo se impuso. No solo respecto a las torres de marfil en las universidades públicas, las que a través de sindicatos que presionaban por demandas justas que se convirtieron en privilegios de académicos, sino por medio de la constitución de un sistema nacional que obligaba a competir por premios económicos, prestigio por publicaciones arbitradas, asistencia a congresos, posiciones en la estructura académica, y disolución de ideologías y posturas políticas “radicales”. El proceso implicó, para muchos académicos, asumir el neoliberalismo sin crítica. Incluso, algunos académicos que durante el periodo neoliberal se seguían asumiendo de izquierda, radicalizaron sus posiciones en contra de la lucha de los pueblos. Muy pocos denunciaron o se movilizaron por los crímenes de lesa humanidad del gobierno de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto. Algunos, para vergüenza de la izquierda radical y moderada, dudaron de las evidencias no oficiales sobre el caso Ayotzinapa.

Actualmente, la “izquierda verdadera” es un remedo de derecha e izquierdismo sin causas sociales y políticas. En los medios corporativos y marchas de la derecha, se suman a la narrativa y las complicidades de la derecha golpista. Su objetivo es AMLO, no las causas sociales.

No hay comentarios: