Si bien, el gobierno estadounidense ha cerrado el supuesto caso de
dinero del narco en la campaña de AMLO de 2006, el hashtag contra el presidente
de México, el gobierno federal, Morena, y la candidata de Morena, Claudia
Sheinbaum, con más de 170 millones de vistas, la mayoría de cuentas
automatizadas del extranjero, es decir, bots, y el reciente comentario de Jorge
Castañeda, uno de los “intelectuales” de la derecha, ex canciller del derechista
Vicente Fox del PAN, quienes tramaron la expulsión de México de Fidel Castro,
para que no se topara con George Bush, en torno a la supuesta “duda” de si es o
no narco AMLO, muestra claramente lo que también está en disputa en el contexto
del primer gobierno progresista y su continuidad: racionalidad y legitimidad.
En este sentido, la disputa no es solo por el Poder Ejecutivo, el Poder
Legislativo, el presupuesto público, los privilegios de unos pocos, el
enriquecimiento de la oligarquía mexicana y extranjera, la narrativa
–transformación, continuidad o regreso al pasado-, la agenda informativa, sino
también por la racionalidad y la legitimidad. A juzgar por las reiteradas
mentiras en los medios corporativos (televisión, radio, plataformas de internet,
prensa impresa), las redes sociales, con relatos sin argumentos, insultos,
odios, sin bases empíricas, la irracionalidad campea entre la derecha. En el
caso de la campaña electorera de la derechista Xóchitl Gálvez, quien como merolico
repite falacias sobre la seguridad, los supuestos “ataques” de AMLO a su
persona, la operación intervencionista de la DEA sobre dinero del narco en
2006, raya en la irracionalidad
La irracionalidad de la derecha tiene como objetivo golpear la
legitimidad, la autoridad moral y ética, en particular del presidente de
México. Las recientes iniciativas de reformas constitucionales, pusieron a la
derecha en su esquina de guerra sucia. Previamente, enviaron a su candidata
mentirosa y en caída libre, a Estados Unidos para alentar a la derecha de ese
país que intervenga en México. Ya no se trata de Lawfare, sino de inventar
amenazas al imperio para una incursión bélica en contra de los mexicanos. El intento
de la DEA y sus bien pagados “periodistas” –ProPublica, Tim Golden, InSight
Crime, Anabel Hernández, Deutsche Welle-, para sembrar, vía una narrativa falsa
sobre el supuesto de dinero del narco en la campaña de AMLO en 2006, se
desinfló rápidamente, pero la duda sigue en el aire. Incluso, se amenaza con
una supuesta conversación AMLO-La Barbie, pero, ante la actitud de AMLO,
sabemos que es otra mentira de la DEA y la derecha fascista.
Ocurrencias, rencor, burla al lenguaje presidencial, odio en la
narrativa de los medios corporativos golpistas, son esenciales a la
irracionalidad de la derecha. Los conservadores suponen que no es necesario el
argumento, las pruebas, la autoridad moral y ética, para golpear al presidente
de México, porque siguen pensando que los millones de mexicanos que lo apoyan
son iletrados, estúpidos, están atados a cierto pensamiento mágico. En el imaginario
de la derecha, creen que los mexicanos son irracionales, por el simple hecho de
haber votado y apoyar a AMLO. Pero la irracionalidad está del lado de los
derechistas. En los medios corporativos golpistas y las redes sociales, la
narrativa escrita y oral apela a una ciudadanía que ha estado cambiando, pero
que la siguen tratando como menor de edad –Azcarraga decía que era soldado del
PRI y hacia televisión para los jodidos, es decir para imbéciles- y estúpida. Los
“intelectuales” de la derecha han sido enfáticos en su desprecio clasista y
discriminatorio contra millones de mexicanos: Jorge Castañeda hablando pestes
de un pueblo de Oaxaca, Gabriel Quadri diciendo que mejor Oaxaca, Guerrero y
Chiapas, sean expulsados del país pues impiden el “desarrollo de México, el PAN
presumiendo que en los estados donde gobierna todo es maravilloso, pero la
inseguridad, la corrupción, el saqueo, dominan, el PRI reclamándole a los
mexicanos que se acuerden que con ese partido político todo era un gran sueño,
entre otros ejemplos.
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