sábado, 24 de febrero de 2024

El affaire Kitroeff

 

No cabe ninguna duda que la derecha mexicana e internacional, están operando una mega campaña, no solo para golpear y herir políticamente al presidente de México sino también descarrilar a la candidata de Morena, cuyas proyecciones electorales para el 1 de junio de 2024 es que ganará la presidencia, convirtiéndose así en la primera mujer progresista por dirigir México. Pero la operación contra AMLO y Claudia Sheinbaum, cada vez más se le complica a la derecha en el país. Los últimos golpes, el nado sincronizado DEA-ProPublica-TimGolden-InSightCrime-DeustcheWelle-AnabelHernández, el montaje Latinus-CarlosLoretdeMola, el hashtag operado con miles de bots del extranjero, con millonaria inversión, y el reciente affaire que involucra a la corresponsal del New York Times, Natalie Kitroeff, el propio periódico y la DEA de nuevo, perdieron pronto efectividad, en parte porque fueron construidos con calumnias, falsedades, montajes de agencias de Estados Unidos y periodistas de México y la Unión Americana, y también por la pericia política de AMLO, al deconstruir cada golpe.

El más reciente montaje, firmado por Kitroeff a nombre del New York Times, la DEA y la derechista Xóchitl Gálvez -¿o qué hacía tomándose fotos en la entrada del periódico estadounidense?-, y la corresponsal de Univisión, Jessica Zermeño, enviada por Jorge Ramos, locutor de Univisión, para minimizar la calumnia, mentira y ofensas del New York Times, porque AMLO reveló el número telefónico de la sicaria del New York Times, muestra con contundencia hasta dónde la derecha puede actuar para intentar recuperar lo que perdió en 2018. Revela también, el hartazgo y desesperación de la derecha mexicana, cuyos partidos políticos, PRIANRD, dirigentes, financiadores como Claudio X. González y su candidata, Xóchitl Gálvez, no repuntan. Una millonaria inversión que al parecer para nada ha servido. Igualmente, exhiben el temor de que la mayoría de los mexicanos, no solo voten por Claudia Sheinbaum, sino que otorguen la mayoría absoluta en alguna de las cámaras del Congreso, a Morena, lo que favorecería el plan C.

Los periodistas y el periodismo, en México y Estados Unidos, muestran también que el dinero es su fin, no informar. Como Noam Chomsky plantea, al buscar moldear la opinión pública imponen la agenda de los medios corporativos y, en este caso, de la derecha y el fascismo. En México, la prensa impresa y sus columneros, la televisión y sus locutores y analistas, la radio y sus lectores de noticias y opinadores, a pesar del insulto, la mentira, el acoso, la calumnia, en contra de AMLO, el gobierno federal, la 4T, Morena, Claudia Sheinbaum, se han estancado en un duelo entre los mismos medios corporativos por publicar la nota más escandalosa contra el presidente de México y su gobierno. Es tal el desprestigio, que la derecha ha decidido pagar generosamente a medios estadounidenses para generar noticias falsas y calumnias en contra de AMLO. El affaire Kitroeff, pretendió ser la cereza en el pastel de notas insidiosas y mentirosas, pero se olvidaron que AMLO ejerce su derecho a la réplica sin ambages.

Con la finalidad de controlar los daños, el New York Times decidió involucrar a la corresponsal en México de Univisión, poniendo el acento en la revelación de un número telefónico y la amenaza de la prensa sicaria de Estados Unidos al presidente de México. La idea era confirmarle en la conferencia matutina que era un lacayo y que la verdad no importa, como han pregonado en nuestro país Sergio Sarmiento –Reforma y TvAzteca- y Raymundo Rivapalacio –El Financiero y La Razón. Elevar el tono del golpismo de los medios corporativos, como si no conociéramos su desprestigio y servicio al poder (el New York Times ha sido duramente cuestionado por defender sin ambages el genocidio contra los Palestinos), era el objetivo de NewYorkTimes-Univisión, pero AMLO es un astuto animal político y confirmó que la calumnia, el desprecio, el odio de la derecha, la mentira, no son la mejor vía del periodismo y sus sicarios para cuestionarlo.

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