“que Xóchitl tenga un discurso más claro y no
solo le tire basura a Claudia”
Voz de una ciudadana, Punto de Referencia,
Canal Once
“Benditas redes sociales”, frase icónica que AMLO plantó en la narrativa
mediática al poco tiempo de asumir la presidencia de la República, pero si se
sobre interpreta, se oscurece el alcance, impacto y penetración real de las
redes sociales, particularmente X (antes Twitter), sin desdeñar el papel de
Facebook, Instagram, Youtube, TikTok, entre otras. Para AMLO, el papel de las
redes sociales en su campaña al Poder Ejecutivo, fue importante, pero el mayor
peso lo tiene su trayectoria de más de cuatro décadas como líder social,
dirigente partidista, funcionario público, organizador del robusto movimiento
social que lo apoyó y sigue respaldándolo. Es una de las grandes diferencias en
el uso perverso, faccioso y violento de las redes sociales por parte de la
oposición derechista. En las últimas semanas, con el intento de vincular a AMLO
con el narco, la derecha está enfocando sus objetivos propagandísticos y
mercadotécnicos en las redes sociales, afirmando incluso que la principal
batalla será en el mundo cibernético.
Con todo, la estrategia de la derecha basada en las redes sociales, en
las que no escatiman en la compra de cuentas de bots y trolls, es otro intento
por ganar una narrativa que no han podido arrebatarle al presidente de México,
a pesar de que tienen a los medios corporativos golpistas, nacionales e
internacionales, a su servicio; el respaldo de decenas de ONG y OSC –muchos
membretes- que supuestamente defienden infinidad de derechos, pero
particularmente la agenda de la derecha contra AMLO, la 4T y Morena; el
insidioso discurso de la intelectualidad del PRIAN; el uso faccioso de la
normativa electoral, el árbitro y la instancia que tiene a su cargo la
aplicación de la ley, entre otros factores y poderes fácticos. De acuerdo con
Julián Macías (pandemiadigital.net) y Milenio, la estrategia de la derecha que
busca plantar la narrativa del narcopresidente, está sustentada en la compra
millonaria –gangas incluso en Argentina- de bots. Es decir, no se trata de una
conversación orgánica. Y los millones de vistas, con todo y lo que diga la
candidata derechista Xóchitl Gálvez, no son cuentas de personas reales.
Sin duda, las encuestas –fotografías del momento- y la realidad de la
opinión pública muestran que las redes sociales se constituyen en una realidad
paralela, ficticia, mientras el periodismo de los medios corporativos distorsiona
el debate público, alimentando la ficción electoral a favor de la derecha, en
la que los trending topics -hashtags en X- con millones de vistas no son votos,
menos ciudadanos. Por ejemplo, Salvador Frausto, autor de la investigación de
Milenio señala la oferta de bots de Argentina para inflar el hashtag
narcopresidente; afirma que un buen número de cuentas reales en México, vieron
los hashtags, pero a fines de febrero, previo al arranque de las campañas
electorales, las encuestas prelectorales no se movieron. Claudia Sheinbaum
sigue arriba y la derechista Xóchitl Gálvez sigue estancada en sus 30-32 puntos.
La campaña de la oposición busca que los mexicanos ejerzan su voto mal
informado, manipulado, a través de una conversación falsa y el uso faccioso de
las redes sociales, en las que solo un 10% de las cuentas es de usuarios
reales.
Las falsas conversaciones en las redes sociales son una de las estrategias
de la derecha para intentar imponer una narrativa ficticia, basada en mentiras
y falsificaciones periodísticas (ProPublica, InSightCrime, Deustche Welle, New
York Times), y el golpismo financiado por Estados Unidos, a través de la DEA y
otras agencias financiadas (USAid, NED) por el Departamento de Estado, que a su
vez financian a ONG y OSC de la oligarquía mexicana. Algunos analistas de “izquierda”,
aducen que no hay una “conspiración”, ni una operación preparada, menos que es
Lawfare, pero ¿cómo entender las acciones orquestadas y la coincidencia en
hechos y golpes?
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