miércoles, 20 de noviembre de 2024

Futbol y genocidio

 

El futbol nunca me ha quitado el sueño, pues, excepto el futbol callejero y de ligas institucionalizadas menores, lo que se ve en los medios corporativos es un espectáculo, shows mediáticos de pan y circo. Pero lo sucedido la semana pasada en Ámsterdam, Holanda, y en Francia, es parte del contexto en el que el genocidio en Gaza ya es insoportable. En el primer lugar, durante el juego de Maccabi, equipo israelí, contra el Ajax, de la Europa League, y en el segundo, el encuentro de la selección de futbol del Estado sionista de Israel contra Francia, se encendieron los ánimos proPalestina y antisionistas por el genocidio en Gaza.

Según lo que se observa en los videos del encuentro futbolero en Ámsterdam, no fueron los propalestinos quienes atacaron a los israelíes, sino éstos iniciaron la agresión. Incluso se observa que los sionistas llevaban palos. Otra historia contaron los medios corporativos proisraelíes. Insistieron en que la agresión provino de los protestantes a favor de Palestina e, incluso, las autoridades locales los acusaron de antisemitas. En París, Francia, apenas unas 14 mil personas asistieron al estadio. Una buena parte del boletaje no se vendió, a pesar de que a los franceses les encanta ir al futbol y celebrar que su selección nacional juegue.

Los protestantes a favor de Palestina, fueron calificados por los medios corporativos, las autoridades locales y los gobiernos de otros países como antisemitas. El antisemitismo, se ha convertido en la bandera del Estado sionista de Israel, pero en realidad la ideología política antisemita tiene una carga racial innegable. Los sionistas israelíes se apropiaron de una voz que es muy criticada, convirtiéndola en su parapeto ideológico-político para acusar a cualquier persona o grupo que cuestione la conducta del sionismo israelí. No hay, en quienes están a favor de Palestina, ninguna actitud antisemita, pues incluso los palestinos son pueblos de origen semita, pero en el siglo XIX, de manera tortuosa, se acuña el término antisemita o antisemitismo y se lo apropian los sionistas, no el pueblo judío.

En este contexto, el futbol aquí es solo un momento en el que el juego en una cancha se convirtió en confrontación callejera no futbolera. La inasistencia de los fans, en el caso de la selección de Francia, ilustra también una respuesta distinta a una situación insoportable: el genocidio del Estado sionista de Israel en Gaza. Cerca de 40 mil palestinos, más ciudadanos de Líbano, Siria e Irán que están en peligro ante un conflicto financiado y atizado por Occidente, particularmente Estados Unidos. Regularmente, las rivalidades en el futbol callejero se resuelven con una convivencia en la que el alcohol circula sin pena. En el show mediático futbolero, se zanja con grandes sueldos por algunos pares de piernas, muchos anuncios comerciales y corrupción galopante en entre las televisoras, los dueños de los equipos de futbol y la FIFA.

Si bien el ataque de Hamas abrió un frente bélico, la respuesta del Estado sionista de Israel ha sido desproporcionada, llevando el conflicto a situaciones escandalosas como la limpieza étnica y el genocidio. Es incómoda, por ejemplo, la postura del Papa Francisco, quien ha llamado a analizar con tiento –palabras más, palabras menos- si hay o no un genocidio en Gaza. Ojalá el jefe de la Iglesia católica no desvirtúe lo que miles alrededor del mundo denuncian y observan en tiempo real: no hay guerra en Gaza. Hay una operación de un Estado, apoyado y financiado por Occidente, para barrer con un pueblo. Es obvio que la fuerza militar de Hamas o de otras organizaciones similares no es equiparable a la del Estado sionista de Israel, sobre todo porque Occidente, en particular Estados Unidos, financia con ingentes dólares y armas a un grupúsculo de genocidas que se parapeta en la supuesta legitimidad de la autodefensa.

El sionismo y el antisemitismo, son ideologías políticas que justifican el genocidio en Palestina, obscureciendo la verdad del holocausto judío cometido por los nazis, por Occidente.

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