martes, 4 de febrero de 2025

La orfandad mental de la derecha mexicana

 

La presidenta de México mostró, en su conferencia del pueblo (04/02/2025), la fuente de Donald Trump para acusar al gobierno mexicano de supuesto vínculo con el narco, pero, para perplejidad de la derecha mexicana, la nota periodística de la agencia Associated Press, que obvia mencionar en sus ataques contra Claudia Shienbaum y la 4T, se refiere al narco Genaro García Luna, es decir al narcogobierno de Felipe Calderón del PAN, no a los supuestos dichos del Mayo Zambada, tampoco a la foto que captó el saludo de AMLO a la madre del Chapo Guzmán, menos la calumnia que el abogado y el propio Genaro García Luna, sostuvieron en el juicio en el que fue condenado el segundo a 38 años de prisión por narco. Tampoco fue la calumnia difundida por la “periodista” Anabel Hernández, la DEA, Deustche Welle, InSightCrime, ProPublica, Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice (Texas).

Después del acuerdo logrado por la presidenta de México con Donald Trump, para pausar los aranceles y abrir unas mesas de trabajo sobre asuntos de seguridad y comercio, además de continuar las pláticas sobre migración, la derecha mexicana estalló en mayor frustración, porque en su narrativa sobre las tarifas Trump –como la prensa estadounidense les ha comenzado a llamar- todo es culpa de Morena y la 4T, además de reciclar la falsa acusación de nexos con el narco. Esta situación da cuenta claramente de la orfandad de ideas, proyecto, programa y accionar política de la derecha. En resumen, exhibe la orfandad mental, política e ideológica de quienes se asumen como opositores a Claudia Sheinbaum, la 4T, Morena y la mayoría de los mexicanos. De acuerdo con la más reciente encuesta de El Heraldo de México, en alianza con QM Estudios de Opinión, 86% de los mexicanos encuestados respalda a la presidenta mexicana ante Donald Trump.

En este contexto, la narrativa de la derecha mexicana resume el simplismo de su grito injerencista e intervencionista. Gritan “unidad”, pero en los hechos ahondan lo que la oposición llama “polarización”. Si México está polarizado, no es por las políticas de la 4T, tampoco del triunfo de Morena y la presidenta de México en las urnas, sino de una derecha que, ante su orfandad mental, desea fervientemente que el imperio derribe al gobierno mexicano, cuyo talente democrático y legitimidad son la base del cambio que actualmente vivimos. Ante estos hechos, la derecha solo grita. En los medios corporativos, las ocho columnas, los editoriales, la comentocracia; en la radio y la televisión los energúmenos que tienen un micrófono, y en redes sociales, solo vomita odio, desprecio, misoginia, discriminación y clasismo. No hay proyecto alternativo, solo se busca que la potencia del norte avasalle a su propio país, no para construir un gobierno democrático, sino para que sus privilegios y saqueo prevalezcan.

La orfandad mental de la derecha mexicana es insultante, porque nuestro país merece tener una oposición que construya y contribuya a la vida democrática. Al parecer, la derecha no entiende, o se niega a entender, o vive en una situación esquizofrénica, sobre la transformación en marcha, en la que la mayoría de los mexicanos está participando. 60% más o menos de los votantes el 2 de junio de 2024, expresaron su respaldo a Claudia Sheinbaum, la 4T y Morena. Al día de hoy, dependiendo de la encuesta que se revise, entre el 75% y 80% de los mexicanos aprueba, no solo el desempeño de la presidenta, sino también la manera en que ha estado desarrollando la relación bilateral con Estados Unidos, particularmente con el actual presidente Donald Trump. Asimismo, a pesar del financiamiento de ciertos sectores derechistas del empresariado mexicano, las organizaciones empresariales han respaldado públicamente a la presidenta. La reiterada narrativa golpista de la derecha es lamentable. Seguro tiene cierto respaldo de algunos extremistas republicanos, demócratas y Trumpistas, pero la agenda presidencial de Trump se mueve de manera independiente de los gritos y sombrerazos de la derecha mexicana, para su propia vergüenza.

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