En el contexto de la declaración Trumpista contra los carteles de la
droga mexicanos como terroristas, se desató el aplauso del PRIAN a la medida,
pero es fundamental recordar que estos carteles y sus antecesores, surgieron,
crecieron y proliferaron durante los gobiernos del PRI y el PAN. En el largo
gobierno del PRI, diversas investigaciones periodísticas y académicas han dado
cuenta de la protección gubernamental y los vínculos con funcionarios, partidos
políticos y políticos. Diversos capos y grupos delincuenciales del narcotráfico
bien localizados geográfica y territorialmente, fueron prosperando y
consolidándose bajo los gobiernos priistas. Se han documentado lazos con Carlos
Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, entre otros.
Sin embargo, el PAN no puede deslindarse de los capos y carteles del narco.
Durante el gobierno de Vicente Fox, el Chapo Guzmán se “escapó” de una cárcel
de alta seguridad. El periodismo de investigación ha documentado que en ese “escape”
prevaleció el contubernio y la complicidad del foxismo. El caso del calderonato
es más grave, pues, además de declarar la guerra contra el narco, de lo que se
vanagloria el asesino Felipe Calderón, sin reconocer los miles de víctimas que
implicó su guerra (ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, criminalización,
desplazados, etc.), nombró a un delincuente en el importante cargo de
secretario de Seguridad, Genaro García Luna, hoy encarcelado en Estados Unidos
por narco.
Durante seis años y en lo que va del actual sexenio, la derecha
opositora ha intentado vincular a AMLO, Claudia Sheinbaum, Morena, la 4T, con
los carteles de la droga. Los medios corporativos golpistas en Estados Unidos y
en México, han aceitado una campaña de montajes pseudoperiodísticos, sin
pruebas de ningún tipo, para fabricar escenarios en los que AMLO supuestamente
recibió personalmente dinero para su campaña electoral de 2006, y por extensión,
se ha pretendido vincular a la presidenta de México (“narconcandidata”), de
nuevo sin evidencias, con el narco. Por ejemplo, la escritora de ficción
periodística, Anabel Hernández, favorita declaradora e inventora de narcotramas
en @AristeguiOnline, pasó de afirmar que AMLO nunca había estado vinculado al
narco, a encabezar una cruzada mediática en contra del expresidente.
Asimismo, la pseudoperiodista, Anabel Hernández, después del retiro de
AMLO de la arena política, encabeza otra campaña en contra de la presidenta de
México, inventando que el Mayo Zambada está hablando de supuestos vínculos con
el narco, aparte de haber imaginariamente financiado la campaña de AMLO, en el contexto
de su secuestro por el gobierno de Estados Unidos, violentando toda la normatividad
bilateral e internacional. Según la amiga de @AristeguiOnline, su última prueba
en contra de Claudia Sheinbaum es una fotografía que la actual mandataria se
tomó con un abogado del Mayo Zambada, la que seguro buscó con frenesí entre
miles que durante sus giras muchos/as se hacen con la presidenta.
El problema para Anabel Hernández y @AristeguiOnline, es que esa
fotografía sustituye a una que fue usada por comentócratas, el PRIAN, los
medios corporativos, la derecha partidista, la oligarquía, cuando AMLO saludó a
la madre del Chapo Guzmán en una gira, pero que al ser utilizada política y
mediáticamente sin respaldo, sin pruebas de ningún tipo, perdió todo
significado ideológico y político. Una fotografía de una gira en la que miles
de personas buscan activamente un acercamiento con AMLO o con la presidenta de
México es, simple y llanamente, anecdótica. Si no hay documentos u otro tipo de
evidencias que sustenten las fotografías que la derecha inspecciona con lupa
para inventar vínculos indebidos, el fracaso de la oposición es catastrófico. Hasta
ahora, ni Anabel Hernández ni @AristeguiOnline, ambas financiadas por las
derechas mexicanas, estadounidenses y europeas, han presentado evidencias de lo
que gritan en sus plataformas. Es el fascismo retorciendo la realidad para los
fines de otros.
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