miércoles, 19 de marzo de 2025

Incendiarios y carroñeros

 

Los hallazgos del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, están poniendo al descubierto una cascada de oportunistas, tanto entre la derecha como en la izquierda, lo que podría distorsionar la relación que el Estado mexicano, encabezado por la titular del Poder Ejecutivo, con las familias y colectivos de familiares buscadores de sus desaparecidos. El sábado 15 de marzo, marcó un quiebre la vigilia promovida por diversos colectivos que buscan a sus desaparecidos, tomando como emblemático lo sucedido en Teuchitlán. Una situación que jamás se había visto, tomando en cuenta que no es el único lugar en el que se han encontrado vestigios y fosas comunes. Excepto por reportajes y un libro de una conocida periodista vinculada a organizaciones civiles cercanas ciertos grupos de derecha, la masacre de San Fernando, Tamaulipas, y sus asesinatos y fosas, no fue motivo para una marcha que nadie puede dudar de su legitimidad.

Es importante entender que el primer gobierno de la 4T, dejó sin resolver diversos asuntos, como el caso Ayotzinapa, los desaparecidos y otros, pero usarlos para golpear e intentar desacreditar al gobierno de la presidenta de México, es realmente perverso. Como lo está haciendo la derecha y algunos grupos de izquierda –como en Chiapas- que intentan aprovechar para sus espurios intereses. La derecha financió en cuatro días una campaña de bots y hashtags en la red social X, en contra de AMLO y Claudia Sheibaum. Gastó 20 millones de pesos, comprando bots en Colombia, España, Argentina, África y otros países. Asimismo, la derecha, en sus plataformas digitales, medios corporativos, comentócratas y redes sociales; incluso hubo algunos personajes que oportunistamente asistieron a la vigilia del 15 de marzo. Son los carroñeros que incendiaron el país con la absurda y esquizofrénica guerra del narcopresidente Felipe Calderón.

Lo que debe quedar claro a los mexicanos, es que el PRIAN incendió al país durante los 36 años de la oscura noche neoliberal. Como algunos estudiosos han documentado, el neoliberalismo fue impuesto en México con muertos, guerras contra el narco, corrupción, saqueo y un clima deliberado en la que la victimización y desaparición de miles de mexicanos eran consustanciales a las políticas neoliberales. Los desaparecidos son la herencia del Estado mexicano encabezado por el PRIAN y por los delincuentes que emergieron y se consolidaron en los gobiernos del PRIAN. Tampoco deben olvidar los mexicanos que todos los gobiernos del PRIAN están vinculados con los narcos y la delincuencia organizada. Genaro García Luna, exfuncionario hoy preso en Estados Unidos por narco, fue secretario de Seguridad del espurio asesino Calderón.

El PRIAN es incendiario y carroñero. Sin proyecto alternativo, hundidos en el fracaso político, desarraigados ideológica y políticamente de la sociedad mexicana, enfrascados en una guerra de narconarrativas en contra de la 4T, ansiosos porque Donald Trump invada México, no buscan regresar al poder democráticamente, sino por medio de un golpe de estado, externo o interno. Los medios corporativos son sus grandes acompañantes. La comentocracia de la derecha ha inundado sus columnetas periodísticas y sus redes sociales, con falsedades y fakenews. El delirio del periodismo mexicano corporativo es una caja de resonancia del odio y el golpeteo político de la derecha y la oligarquía mexicana, para las que la democracia es un lastre. El 85% de aprobación de la presidenta de México les corroe las entrañas, por eso la carroña altisonante de los incendiarios.

Teuchitlán tiene que ser aclarado. Asimismo, las iniciativas enviadas por la presidenta de México para reformar el marco normativo sobre la desaparición son parte de acciones que el gobierno mexicano debe asumir, con la finalidad de llevar justicia a los familiares de las personas desparecidas. Los incendiarios saben que ellos comenzaron el incendio, por eso su nivel de carroñería es insoportable. El PRIAN es carroñero e incendiario.

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