Sin duda, la SEP no debió de haber aplicado descuentos a los violentos
integrantes de la CNTE, a menos que políticamente se calculara la respuesta,
nada inusual. La especulación toma sentido, porque se sabe que se había pactado
con el magisterio vinculado a la CNTE, no hacer descuentos, a pesar de las
semanas de plantón en el Zócalo de la CDMX y las violencias que protagonizaron.
La CNTE, desde su fundación en Chiapas, protagonizó importantes luchas en
contra del viejo PRI, pero en los gobiernos del PAN y del “nuevo” PRI,
prácticamente se desmovilizó, en parte por la represión, pero no se vio su
actual violencia cuando fue impuesta una ley educativa que los degradaba como
docentes. Con el arribo de AMLO, quien abiertamente se declaró a su favor, la
CNTE se reagrupó para violentar al primer gobierno progresista de México, lo
que demostraron, aunque sin mucho apoyo de la población, en los primeros meses
de la presidencia de Claudia Sheinbaum, provocando violentamente para que los
reprimieran, y así acusar a la 4Tde gobierno represor y compararlo con el
PRIAN.
No pudieron, a pesar de la misoginia y el desprecio que exhibieron por
la primera mujer que preside México. Hay muchos rumores, no documentados, que
conocido empresario que no quiere pagar impuestos, entregó millones de pesos a
sus dirigentes para amenazar y amedrentar a Claudia Sheinbaum. Aunque la
izquierda buenaondita de Julio Astillero defienda las violencias de la CNTE,
porque supone que hay que derrocar al gobierno progresista, porque,
efectivamente, el PRIAN les repartía ingentes recursos públicos para alimentar
sus violencias. En Michoacán, se tienen documentados cómo de plantón en plantón
y de marcha a marcha, los gobiernos del PRI y el PRD, les entregaban millones
de pesos a sus dirigentes para contener sus violencias. Hace muchos años, este
escribano conoció varios de sus pliegos petitorios, en los que, entre otros
asuntos, pretendía convertirse en garante de las políticas educativas, sociales
y culturales.
Con la típica actitud estalinista-maoísta-polpotiana, muy “natural” a la
izquierda buenaondita de Julio Astillero, la CNTE siempre ha pretendido “refundar”
la educación y la cultura, pero exigiendo millones de pesos a los gobiernos
para llevar a cabo sus proyectos, algunos de los cuales revisó este escribano
y, hay que decirlo, no tenían ni principio ni fin, menos coherencia. Efectivamente,
las políticas educativas, sociales y culturales, siempre fueron el talón de
Aquiles de los gobiernos del PRIAN. Con AMLO, las cosas comenzaron a cambiar. Según
el Banco Mundial –a menos que pretenda “ofrecerle” un cuantioso crédito a la
presidenta de México- 11 millones de mexicanos salieron de la pobreza en
tiempos de AMLO, 3 millones del recuento, quizás más cercano a la realidad, del
desaparecido CONEVAL. Asimismo, año con año se incrementa, no solo el número de
personas adultas mayores objeto de la política social, sino también los
recursos que el Estado les otorga. En términos culturales, los cambios han sido
evidentes, pero se han acelerado en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Quizás las principales banderas de la CNTE ya fueron colonizadas por la
4T, por eso la violencia con la que se manifiestan. Tal vez, como los rumores
afirman, un empresario financió con millones de pesos sus recientes plantones. También
hay que considerar que Mario Delgado, un operador político sin credenciales en
la política educativa, tiene poco que hacer con un magisterio tan beligerante y
violento. México merece políticas educativas ajenas a las disputas políticas,
tanto de la derecha como de la izquierda, en particular de la izquierda
buenaondita. Pronto leeremos una diatriba justificante de la irrupción violenta
del editor de La Jornada que, dice, conoce muy bien a la CNTE. Es decir, sabe
de su violencia, desquiciamiento y misoginia. La misoginia no es un “mal”
exclusivo de los hombres, algunas mujeres suelen ejercerla con maneras mucho
más violentas. Veremos que sigue en la violencia política de la CNTE.
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