Guardadas las distancias, en México y Estados Unidos, la derecha y
ultraderecha tienen una tarea común: socavar la sociedad, los derechos de las
personas, generar odio y agravios, aunque estos últimos jamás serán aceptados
como producto de ese odio. Pensé mucho en lo que sigue, pues no es lo mío
revictimizar a una víctima; nadie merece la muerte, independientemente de sus
circunstancias. El activista Trumpista de ultraderecha, Charlie Kirk, fue
asesinado por los agravios que sembró; no es echarle la culpa por lo que le
sucedió, No. Es reconocer un contexto de odio que desde los 19 años fue
construyendo. El grupo extremista de derecha que fundó, Turning Point US, tiene
como principales objetivos a los jóvenes estadounidenses. No es casual que,
durante una conferencia en una universidad derechista de Utah, Estados Unidos,
fuera asesinado. La derecha busca negros, hispanos, izquierdistas, gay, como perpetradores
del ataque, pero pudo ser un ataque desde dentro. MAGA se ha ido fracturando,
generando odios y agravios entre ellos mismos.
A Charlie Kirk se lo llevó su odio, pero los agravios que generó,
podrían tener más que ver con sus extremismos, no con negros, hispanos, gay,
izquierdistas. Por ejemplo, después de defender el supuesto “derecho” de Israel
al genocidio de miles de palestinos, dio un vuelco y comenzó una campaña en contra
de Benjamín Netanyahu, lo que para el lobby judío fue inaceptable. El disparo
que segó su vida, fue de alta precisión. Fue realizado a más de 40 metros de
distancia, lo que llevaría a un francotirador entrenado por la CIA, el FBI, el
ejército estadounidense, no un gay, hispano, negro, izquierdista que se
sintiera agraviado. Y aunque fuera de esos orígenes, podría estar vinculado a
grupos de extrema derecha. El asesinado fue experto en convencer a jóvenes estadounidenses,
universitarios o no, para votar por Trump, el fascista mayor, pero también su narrativa
tuvo la intención de generar odio y agravios.
Los extremistas estadounidenses tienen actualmente permiso para generar
odio, caos y agravios por todo Estados Unidos. Porque crear caos parece que fue
una de las intenciones perversas de Charlie Kirk. Su discurso fue escalando, desde
el primer mandado de Trump, hasta alcanzar la resonancia que hoy tenía. No solo
apoyaba a Trump en sus perversidades y esquizofrénicas políticas racistas, sino
que también impulsaba el discurso de odio de MAGA. Para la víctima, los
derechos civiles y humanos de las personas no blancas, no eran importantes. Fue
un activo opositor de personas de otros orígenes. Afirmaba que solo los
blancos, como él, eran “americanos”, los demás debían ser expulsados de Estados
Unidos. Pero Kirk mentía, porque, con excepción de los indios que previamente
habitaban el territorio “americano”, todos, hasta los antepasados del asesinado,
eran inmigrantes, esclavos y migrantes mexicanos, latinos, japoneses, chinos y
de otros orígenes, que fueron asentándose en la “América” de Kirk.
El muy lamentable asesinato de Charlie Kirk, quien será convertido en mártir
de la ultraderecha de las menos de Trump, quizás genere efectos adversos a los
que los extremistas desean. Donald Trump exhibe actualmente una aprobación
realmente negativa, pero intentar colgarse de una víctima y un asesinato no le reditúen
más puntos a favor, no lo hace mejor. Los muertos por “conservar” la enmienda
que favorece las armas en Estados Unidos, el sionismo que glorificó al
genocidio en Gaza, el racismo que exhibió diariamente en su vida cotidiana,
fueron parte de su narrativa. Su blancura fascista y esquizofrénica fue parte
de una vida extrema que alentaba la polarización, el odio, el desprecio por el
otro y la idea de una guerra civil encabezada por los WASP. El señor Kirk no
solo fue víctima de su odio, sino de un sistema en el que el fascismo está
anidando un golpe que favorezca el discurso ultraconservador y un gobierno
abiertamente racista. Su ejecución es un símbolo de la degradación social que en
el país del norte se enraíza. Así como los grupos extremistas fascistas crecen,
personajes como Kirk promueven el caos racial.
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