lunes, 26 de agosto de 2024

De minoría descalificada a mayoría calificada

 

Durante 36 años, el PRIAN ejerció su mayoría implacablemente. En ese lapso, hizo cambios trascendentales a la Constitución mexicana, haciendo del país, no solo un mercado abierto en el contexto de la globalización y el libre comercio, sino también un territorio para explotar, saquear, contaminar, arrebatar a los mexicanos sus tierras, recursos naturales y formas de organización. Miles de mexicanos fueron expulsados de sus vidas y localidades con la promesa del primer mundo, pero cayeron en las trampas del mercado capitalista: no pasaron de ser consumidores y trabajadores endeudados con salarios precarios y anclarse en la pobreza, mientras la tecnocracia, los gobiernos del PRIAN, los partidos políticos, algunos funcionarios públicos, patrimonializaban el dinero público y convertían muchas instituciones públicas en medios de transferencias de dinero público para los bolsillos de las elites de cuello blanco y sectores oligárquicos.

Los cambios que en su momento operó el PRIAN para reformar la Constitución y la ley electoral, fueron para favorecer a ambos partidos políticos en el Congreso de la Unión y sus gobiernos traidores (Vicente Fox), espurios (Felipe Calderón) y fraudulento y corrupto (Enrique Peña Nieto). Si bien en 2018 ganó AMLO, no consiguió asegurar mayorías calificadas en la Cámara de Diputados y de Senadores, aunque sí mayorías simples. Asimismo, el Poder Judicial se alineó a la derecha partidista, políticos corruptos y saqueadores, y la oligarquía, con la finalidad de detener cualquier reforma constitucional promovida por AMLO y sus legisladores. Pero el pasado 2 de junio de 2024, los ciudadanos iniciaron otra rebelión democrática al otorgarle a Claudia Sheinbaum la presidencia de la República, y a Morena, PT y PVEM, los votos suficientes para operar reformas constitucionales, como la del Poder Judicial para que la justicia llegue.

A la derecha no le importa la justicia. Al articular el coro medios corporativos-redes sociales a favor de violar la Constitución, mostraron su talante golpista y fascista. Su mayoría se esfumó desde 2018, pero siguen pretendiendo tenerla –ya no en el Congreso, pero sí entre la ciudadanía- aunque mientan e inventen cualquier realidad alterna. En este contexto, observamos cómo los papeles de han invertido. AMLO y Morena, fueron, antes de 2018, atacados sin cesar. Eran la minoría descalificada, mientras la derecha PRIAN y su adherente el PRD, se alzaban como la mayoría calificada. Entre 2018 y 2024, cambios profundos se han operado entre la ciudadanía, la que ha decidido convertir a Morena y sus aliados PT y PVEM, en una mayoría calificada. No se trata nada más de la Cámara de Diputados o de la de Senadores, sino de facto.

El 2 de junio de 2024, millones de ciudadanos salieron a las calles para votar por profundizar los cambios que la 4T, AMLO, Morena, PT, PVEM, pregonan. No se trata nada más de reformas constitucionales, sino también seguir promoviendo la concientización, reposicionar a los ciudadanos, particularmente los más vulnerables, como sujetos de la historia y su historia individual y colectiva. El proceso civilizatorio mexicano tiene que pasar por la fundación real de una sociedad de derechos, pero no los que muchas organizaciones no gubernamentales o de la llamada sociedad civil han secuestrado para sus fines elitistas y acorde con los designios de la derecha y la oligarquía. Los derechos tienen que estar respaldados por la Constitución. El derecho a la justicia, por ejemplo, tiene que estar garantizado por la nueva mayoría calificada. La gente votó por reformar al Poder Judicial para ponerlo al servicio del pueblo, de las mayorías, no de las elites partidistas, los delincuentes de cuello blanco, los narcos y la oligarquía.

Por ello es crucial que el TEPJF cumpla con su papel, respaldando a la mayoría calificada, más allá de las fobias derechistas, las que promueven una campaña de odio y desprecio, no solo en contra de Morena y sus aliados, sino también en contra de la mayoría de los mexicanos que votaron para convertirse en la mayoría calificada de este país. No es nada más el Congreso. Es el país.

No hay comentarios: