miércoles, 12 de marzo de 2025

Guanajuato y Jalisco

 

Guanajuato, continúa siendo el foco de los homicidios dolosos. Desafortunadamente, la entidad gobernada por el PAN, presumida por este partido político por su supuesto éxito económico, está sumida en la violencia sistémica. Es un estado prisionero de la delincuencia organizada, sobre todo local, aunque con presencia de carteles que a nivel nacional mantienen indudable dominio. En el caso de Jalisco, la denuncia del hallazgo de un sitio de entrenamiento y exterminio del CJNG, lo pone en el reflector público, no solo porque ese lugar fue inspeccionado antes por la Fiscalía estatal y, según informes oficiales, no halló lo que hoy una organización de buscadoras de personas desaparecidas está documentando. Hasta hoy, tanto el gobierno estatal jalisciense, que pretendió deslindarse afirmando que no fue en la administración que hace poco que empezó, como la anterior, tienen mucho que decir. Aunque el exgobernador Enrique Alfaro, ya goza del producto de su corrupción en España, como el asesino Felipe Calderón y el corruptazo Enrique Peña Nieto.

Ambos estados son ejemplo de lo que sucede en nuestro país. Por ello, la comentocracia y los medios corporativos desvían la atención hacia entidades como Sinaloa, donde la guerra entre los narcos encabezados por los “chapitos” y los “mayitos”, a raíz del secuestro y entrega del Mayo Zambada a Estados Unidos, está activa y sus secuelas de violencia son evidentes. Con todo, en Guanajuato, según los datos oficiales, los homicidios dolosos se incrementaron un 33% en los últimos meses, mientras Jalisco es una de las entidades del país con el mayor número de desaparecidos. En 2022, el exgobernador Enrique Alfaro, decidió no reportar las desapariciones, con el pretexto de que era usado “políticamente” por las madres buscadoras. En Guanajuato, un exfiscal, o no actuó o era cómplice o tenía tratos con la delincuencia organizada, lo que llevó al estado a momentos de horror –masacres, asesinatos diarios, complicidades de las autoridades locales y estatales- que siguen golpeando a la población guanajuatense. En Jalisco, se han documentado los vínculos del exgobernador con el CJNG.

Las implicaciones de ambas relaciones gubernamentales con los narcos, son evidentes: masacres, asesinatos, desapariciones. En Jalisco, el exgobernador decidió no documentar, desde hace tres años, la desaparición de personas, una situación que sufre cotidianamente la sociedad jalisciense. Bajo la argucia de ofrecer empleo, muchos hombres jóvenes, quizás incluso mujeres, el CJNG atraía gente hacia sus dominios y prácticamente los esclavizaba para hacerlos formar parte de sus filas. Y si se oponían, los asesinaba y cremaba. Las fotografías que han circulado en los medios y las redes sociales, son aterradoras. Cientos de zapatos, ropa, mochilas, de personas que atendían el llamado de los oferentes de empleo, y acudían con sus pertenencias a supuestas capacitaciones. La deshumanización de quienes los mantenían como esclavos, es realmente impactante. Porque, acorde con testimonios de quienes pudieron escapar, el abuso y el maltrato, pretendía convertirlos en parte de la delincuencia organizada, deshumanizándolos para cumplir con los horrores del CJNG en su operación y expansión.

En Guanajuato, no solo las cifras oficiales dan cuenta del horror del exterminio creciente, sino también de la imposibilidad de las autoridades, incluida la actual gobernadora de esa entidad, de revertir las aterradoras situaciones que los guanajuatenses tienen que enfrentar cotidianamente. La emblemática entidad del PAN, está sucumbiendo ante una delincuencia que crece, asesinando a ciudadanos, policías y cualquier persona que se le oponga. Es lamentable también. Pero los vínculos de los anteriores funcionarios, como el caso del exfiscal, tienen que ser revisados y, en caso de comprobarse relaciones de complicidad e impunidad, deben ser indiciados. Aunque la derecha mexicana y sus medios corporativos golpistas oculten lo que pasa en Guanajuato y Jalisco, culpando al gobierno federal, lo que sucede en esos estados debe ser atendido por sus gobiernos.

No hay comentarios: