El presidente de Ucrania recibió este viernes una devastadora
humillación por parte de Donald Trump y el vicepresidente JD Vance. Ante el
presidente del país todavía más poderoso del mundo, Volodymir Zelenski fue
reconvenido, criticado acremente y humillado. El actor Donald Trump parecía
cómodamente instalado en su programa televisivo The Apprentice, del que Zelensky fue expulsado de manera
humillante, en parte porque se niega a acordar un alto al fuego en su guerra
con Rusia, la cual fue, principalmente, promovida por la Unión Europea, la OTAN
y aprobada por Joe Biden. La invasión de Rusia a Ucrania es indefendible, pero
si se revisan los antecedentes del conflicto, bien se puedo haber resuelto el
diferendo en una mesa de dialogo. Trump le reclamó que su país le había
entregado 350 mil millones de dólares y tenía que pagarlos. Es decir, el
imperio no obsequia nada. Arrebata, pero dádivas no.
Sin duda, el imperio no busca acuerdos, sino arrebatar. El supuesto acuerdo
sobre tierras raras y otros materiales, no garantiza que Trump tenga todo a su
favor, por eso presiona. Como es el caso de las tarifas a México, Canadá, China
y Europa. Después de la humillación en cadena nacional y la expulsión de la
Casa Blanca –se tenía preparada una comida, según fuentes del gobierno
estadounidense, pero se les “pidió” a los miembros de la delegación de Ucrania
que acompañaban a Zelensky, que se fueran, que no habría nada, todos fueron
expulsados de la Casa Blanca, no solo de la Oficina Oval-, la Unión Europea
arropó al comediante ucranio, pero saltan las preguntas ¿Qué harán los
mandatarios europeos con Zelensky, si Trump no consigue lo que quiere? ¿Qué
costo estará dispuesta a pagar la Unión Europea si Trump retira su apoyo a
Ucrania y de paso margina a los europeos?
La humillación pública a Zelensky no tiene precedente, pero el ejemplo
del primer ministro de Canada, Justin Trudeau, ampliamente publicitado, para
que no fue atendido. Emmanuel Macron, el presidente de Francia, se equivocó al
insistirle a Trump de que recibiera a Zelensky ¿Pero, de que sirve que el
cuestionado mandatario francés lo arrope? Al parecer de muy poco. Sin duda,
Donald Trump no requiere de Ucrania, menos de la Unión Europea para buscar un
cese al fuego Rusia-Ucrania, lanzar un plan en el que Rusia se va a quedar con
una parte del territorio ucranio –hasta donde la invasión ha avanzado- y
conseguir un acuerdo para que Estados Unidos explote las tierras raras de
Ucrania. No son solo los 350 mil millones de dólares –armas y dinero- enviados
por Biden para sostener un conflicto que no podrá ser ganado por Ucrania, sino
el retorno de un personaje que supone que su país debe recuperar su presencia
imperial y dominación del mundo, sino también redireccionar la economía mundial
a favor de Estados Unidos.
Si bien, los medios corporativos estadounidenses –New York Times,
01/03/2025- cuestionan la actitud de Donald Trump en su trato a Zelensky, y en
general a los aliados europeos de Estados Unidos, no vislumbran las implicaciones
del desatinado show protagonizado por Trump, Vance y Zelensky. Para la prensa
de ese país es un “problema” con los aliados, pero la estrategia geopolítica de
Trump va más allá de reconocer a Rusia y su invasión a Ucrania. Trump busca
restablecer las condiciones mínimas del imperio en el mundo. Además de acabar
con la globalización, protegiendo a la plutocracia, va por restablecer el poderío
económico de Estados Unidos y el papel de su país en el contexto del avance de
un orden trilateral, en el que China juega un papel central. Para Trump, el
escenario bilateral –Estados Unidos-Rusia- es la mejor apuesta para impulsar a
su país con políticas que ignoran el cambio climático y que alientan el
fracking y el uso intensivo de combustibles fósiles. Por ejemple, a la prensa
estadounidense, debería tener un significado menos formal el hecho de que,
entre sus primeras órdenes ejecutivas, se haya salido de los Acuerdos de París,
la OMS y todo aquello que le resulte adverso para relanzar el poderío del
imperio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario