Es claro que la defensa ilegal, mentirosa y belicosa del Poder Judicial,
va más allá de los privilegios, abusos, complicidades y uso faccioso de la ley
a favor de la delincuencia de cuello blanco, la delincuencia organizada, los
políticos corruptos y la oligarquía. A inicios de su sexenio, AMLO declaró
extinto el neoliberalismo, pero fue en realidad una narrativa política que
favoreció la concientización de millones de mexicanos, porque el programa
neoliberal sigue vigente. Los mejores ejemplos, son los bancos, cuyas obscenas
ganancias ascendieron a más de 200 mil millones de pesos el año pasado, y la
concentración de riqueza y poder en pocas manos, destacando un puñado de
mexicanos y sus familias con miles de millones de dólares en sus arcas. En
ambos casos, ganancias y enriquecimiento son producto de las políticas
neoliberales que delinearon durante más de 30 años el saqueo y corrupción en
México.
La injerencista postura de congresistas estadounidenses, republicanos y
demócratas, inventando una supuesta afectación de la reforma judicial al TMEC,
es clara: no están defendiendo la democracia, sino a las corporaciones de su
país y el saqueo y corrupción que han practicado durante siglos en México, con
la venia de la derecha y el Poder Judicial, en diferentes momentos de la
historia mexicana. De acuerdo con esa carta, el maíz transgénico, el fracking,
el litio, el sector eléctrico, las instancias supuestamente reguladoras y
autónomas, destacan en su defensa. Es decir, sus alegatos, además de
mentirosos, manipuladores, injerencistas, imperialistas, buscan que el Poder
Judicial mexicano siga como está, pues las corporaciones, transnacionales y
demás empresas estadounidenses, usan cotidianamente al Poder Judicial para imponer
sus intereses corporativos. El maíz transgénico, de una industria altamente
subsidiada por el gobierno de Estados Unidos, busca ser impuesto al pueblo
mexicano, a costa de su producción y alimentación milenaria.
El fracking es una de las prácticas extractivas más contaminantes,
invasivas y ambientalmente insostenibles. Contamina el agua a raudales y
provoca daños irreversibles, pero a las corporaciones estadounidenses lo que
menos les importa es el cambio climático y el ambiente. Les importan los negocios,
el dinero. El litio es un material que en las recientes décadas adquirió gran
importancia, particularmente para el desarrollo de tecnologías supuestamente
limpias. La industria automotriz e informática, encabezan la lista de las
ambiciones del capitalismo salvaje. Y las transnacionales estadounidenses
buscan apropiárselo para su beneficio sin importar el daño ambiental. El sector
eléctrico es una de las industrias más deseadas, sobre todo por los subsidios
gubernamentales que favorecen a los privados y las ganancias de un mercado
desregulado.
Los órganos supuestamente reguladores y autónomos, fueron instancias
impuestas por el FMI, BM, BID, acorde con las políticas neoliberales, cuyo
principal interés es favorecer a las corporaciones extranjeras y nacionales,
desregulando el mercado, imponiendo prácticas empresariales y reduciendo la
operación de las empresas estatales. Organismos como la COFECE, INAI, entre
otros, no responden a los intereses de la ciudadanía –usuarios y consumidores,
acorde con la terminología neoliberal que desfigura a las personas y las
convierte en simples individuos compradores- sino a lo que a las empresas
privadas importa. Por ejemplo, en el sector eléctrico, se impusieron una serie
de normas que usaban la red eléctrica nacional y el presupuesto público a favor
de las transnacionales, las que imponían las tarifas eléctricas que se les
antojaban. El INAI, suele restringir datos y sospechosas acciones fraudulentas
de políticos, empresarios y empresas, además de que sus “consejeros” viven con
grandes privilegios.
Sin duda, la defensa del Poder Judicial es la defensa del neoliberalismo
que aún subsiste. Un neoliberalismo declarado políticamente extinto por AMLO
para promover la concientización de México. Transformar el Poder Judicial, será,
ahora sí, declarar la muerte neoliberal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario