lunes, 30 de septiembre de 2024

La última y nos vamos

30 de septiembre de 2024. Qué lejano, pero igual cercano en la conciencia, se ve ese 1 de julio de 2018, cuando el INE confirmó el triunfo avasallador de AMLO. Tampoco es tan lejano ese 1 de diciembre del mismo año, cuando tomó posesión de la presidencia de México. Y este lunes, no solo fue su última Conferencia Presidencial, la mañanera como realmente se le conoce, sino también es el final de su sexenio. Seis años de un gobierno que cambió la manera en que el representante del Poder Ejecutivo, el presidente, se comunicaba con millones de mexicanos a través de un instrumento inédito como la mañanera. Asimismo, demostró que la política es relación social e ideológica, activa, viva, andante, no solo el parapeto de políticos y partidos políticos que marcaban distancia con los ciudadanos, suponiendo que terminaba una elección y los hombres del poder tenían todos los permisos del mundo para hacer y deshacer en un país, como casi un siglo lo hizo el PRI, y 30 años, el PRIAN.

Según los medios corporativos, mexicanos y extranjeros, la mañanera era el lugar de la polarización, como si México, y el capitalismo en general, antes de 2018 hayan sido sistemas económicos y sociales sin divisiones, igualitarios. 9 millones de mexicanos, certificados por el Banco Mundial, organismo multilateral que ha impuesto a muchos países políticas devastadoras, salieron de la pobreza. En contrario, el ejemplo actual es Argentina, con Javier Milei, alumno avanzado del neoliberalismo impuesto por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el BID, que sigue hundiendo a su país. El CONEVAL también lo refrendó. Previamente, 60 millones de mexicanos fueron registrados. La polarización no fue producto de la narrativa presidencial, sino de un sistema injusto, desigual, basado en la extracción de plusvalía y la depredación de los recursos naturales, para sostener los niveles de la tasa de ganancia, los procesos de acumulación de capital y la concentración de la riqueza en pocas manos.

La supuesta armonía que alegan los medios corporativos, políticos, lectores de noticias, articulistas, tanto de derecha como de la llamada “izquierda verdadera” y la “izquierda buenaondita”, acusando a AMLO de polarizar, o son ignorantes o están desinformados. Pero no, nada de ignorancia y falta de información. La derecha repele la mañanera porque el presidente la desnudó. La frase “tengo otros datos”, fue fundamental. Con datos del INEGI, Banco Mundial Fondo Monetario Internacional, OCDE, entre otras instancias nacionales e internacionales, el gobierno mexicano exhibió a la derecha en sus mentiras, Fakenews, Lawfare. No hubo debacle económica y varios organismos internacionales reconocieron los avances impulsados por AMLO y la 4T. Por su parte, las izquierdas que se enfrascaron en desacreditar, sin muchas razones unas, con críticas ácidas a los faltantes –Ayotzinapa, inseguridad-, otras, construyeron sus castillos de naipes con la finalidad de presionar por radicalismos injustificados o intentar que su impostura “izquierdista” se convirtiera en la narrativa pública.

La última y nos vamos, no implica que AMLO desaparezca de la esfera política. Su legado es imborrable. La mañanera fue el gran instrumento de comunicación por medio del cual AMLO y la 4T interactuaron con el pueblo mexicano. Las preguntas de los reporteros de los medios corporativos, algunos intentando conseguir primeras planas con golpes mediáticos, como sicarios golpistas, exhibieron en muchas ocasiones la inmundicia que sostienen a sus medios. Reporteros que le apostaron a pervertir el ejercicio periodístico por unas monedas y por lealtades a sus directores, jefes de redacción, cuyo principal fin fue golpear y publicar falsedades. Este último día del gobierno de AMLO, la prensa sicaria tradicional ilustra, con sus escribanos y primeras planas, el odio y el desprecio de políticos, dueños de medios, la derecha, la oligarquía que perdió privilegios. Y las redes sociales la violencia y el odio total. 

domingo, 29 de septiembre de 2024

Los falsos moralismos de la izquierda

 

Cuando inicia el actual sexenio que está por finalizar, el que en 2018 marcó un giro político, ideológico, económico, social en el país, con el arribo de AMLO al Poder Ejecutivo y el intenso proceso de cambio que comenzó en diversos campos de la vida pública y las relaciones del gobierno con los mexicanos, se fueron decantando, en la izquierda mexicana, algunos sectores. El PRD se autollamó la “izquierda verdadera”; en los medios corporativos, algunos escribanos que eran identificados como de izquierda, se fueron deslindando de AMLO y Morena, con agrias y amargas críticas; otros, que regularmente han tenido una postura de izquierda, llegaron a negar la existencia de la 4T y que México se estuviera transformando; los menos, presumiendo cierto aire de izquierda, aunque nunca lo han sido, declararon que acompañarían a la 4T desde una perspectiva crítica; finalmente, en las redes sociales algunos usuarios –Youtubers, Tuiteros- asumieron también actitudes de izquierda, varios a favor de AMLO y la 4T, pocos desde una impostura más cercana a la derecha, pero declarativamente de izquierda.

A raíz de la aprobación de la reforma judicial, quienes en su momento dijeron que acompañarían a AMLO y la 4T, pero regularmente con fuertes críticas, muchas muy cercanas a la derecha, y algunos izquierdistas de redes sociales, iniciaron un golpeteo político por el modo en que fue aprobada. En la Cámara de Diputados, Morena, PT y PVEM, tienen una holgada mayoría capaz de impulsar reformas constitucionales, no así en el Senado, donde falta un voto para completar similar mayoría. La reforma fue aprobada, en el Senado, con el voto de un diputado del PAN, hoy en proceso de expulsión, y la ausencia de otro de Movimiento Ciudadano, la que la oposición buscó usar alegando que estaba secuestrado o detenido por el gobierno de Campeche. Lo que realmente enfureció a ese pequeño sector de la izquierda, fue el voto del panista Yunes, miembro de una corrupta y saqueadora familia veracruzana. El pragmatismo salvaje, como el reconocido periodista fundamentó, Francisco Cruz, fue parte de la estrategia de AMLO, Morena, PT, PVEM, para alcanzar la mayoría calificada.

Un sector de la izquierda youtubera criticó acremente esa decisión, pero entendió mucho mejor que esa izquierdita infantil –Julio Astillero y amigos opinantes, Hernán Gómez Bruera, Carlos Pérez Ricard- la operación de ese pragmatismo salvaje. La reforma judicial tiene más adeptos que los sectores “rebeldes” del Poder Judicial, la derecha golpista y la izquierda “acompañante” que no tardó en deslindarse de AMLO y la 4T. Armando Bartra, reconocido izquierdista de décadas y miembro de avanzados movimientos sociales, ha dicho que Morena debe realizar un esfuerzo crítico como partido político, pero no rechazó con tal furia, como los izquierdistas de ocasión, la aprobación de la reforma judicial. No solo era un mandato popular, también significa romper con el monopolio de sectores de la derecha y la oligarquía que se han adueñado del Poder Judicial. La reforma judicial no podía consumirse en narrativas puristas izquierdistas. El voto del panista Yunes estaba ahí. Por supuesto que hubo una negociación y algo se acordó, pero sus implicaciones están más allá del berrinche moralista de los “izquierdistas”.

La 4T emergió de la convergencia de diferentes sectores del pueblo mexicano, promovido y empujado por AMLO y otros liderazgos. Las autollamadas “izquierda verdadera” y la “izquierda buenaondita”, nunca se sumaron al movimiento, lo que exhibe su oportunismo político e ideológico. No hay que olvidar que Julio Astillero, en su programa youtubero y en cuanto foro que aparece, niega rotundamente el cambio en este sexenio. Quizás esperaba la estatización de la economía, disolución de la propiedad privada, etc., lo que igualmente esas izquierdas repelerían, porque en su infantilismo no cabe la gradualidad, el progresismo desde una perspectiva no radical. En el movimiento de la 4T y Morena, no hay duda: izquierda moderada.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Ayotzinapa y los medios corporativos y alternativos

 

AMLO termina su mandato constitucional con 73% de aprobación, lo que significa que, a pesar de importantes faltantes, como el caso Ayotzinapa, los mexicanos, de diversas clases sociales y sectores, lo despiden con fuerte consenso sobre su desempeño como presidente. Sin duda, Ayotzinapa es el caso de desaparición forzada y asesinato de jóvenes normalistas que, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se perpetró, y AMLO prometió resolver, queda sin concluir. La autollamada “izquierda verdadera” –Julio Astillero y amigos, entre otros- achacan al ejército la falta de resolución, pues aducen que el presidente de la República se negó a enjuiciar a las fuerzas armadas como principales protagonistas, a pesar de que no pueden exhibir pruebas fehacientes sobre su intervención. Claro, argumentarán que son periodistas “en resistencia” y que no están obligados a presentarlas. Igualmente, lanzan acusaciones por doquier sin el menor decoro. En eso se ha convertido Julio Astillero: especulación tras especulación, dando permiso a sus amigos a inventar lo que se les venga en gana.

El cinismo de los medios corporativos es explicable; su uso de cualquier asunto gubernamental, difundiendo bulos un día sí y otro también, los exhibe diariamente, pero en el caso del llamado periodismo alternativo, en particular el digital, el anidado en las redes sociales, es cuestionable su crítica ácida, descontextualizada y personal. Esto no significa que la información oficial y la narrativa de AMLO sean indiscutibles, pero es necesario contextualizar para tener una panorámica de lo que se plantea desde la esfera oficial. Asimismo, como lo he comentado en otra parte, las herramientas analíticas y paradigmas deben ser revisados para comprender los procesos que a partir de 2018 se han estado operando. Sin duda, en el caso de Ayotzinapa no ha habido justicia, pero, desde mi punto de vista, sí verdad, aunque parcial. Por ejemplo, la llamada “verdad histórica” fue desmantelada; uno de sus promotores, el exprocurador Murillo Karam, está en prisión domiciliaria –gracias a las triquiñuelas del Poder Judicial-; hay militares procesados; a pesar de que el podrido Poder Judicial liberó a una veintena de implicados, al menos un par han sido reaprendidos, y se abrieron diversos archivos.

Ahora bien, lo que esa “izquierda verdadera” no alcanza a ver, es la multiplicidad de factores que convergieron para esa fatídica noche del 26-27 de septiembre de 2014, con la finalidad de culpar a AMLO. No hay duda que el ejército intervino, sea por omisión o directamente, pero no fue el único factor. Julio Astillero insiste en culpar al ejército, pero ignora los procesos que en su momento se abrieron contra algunos militares, además de los archivos que fueron entregados. Argumenta, como los padres de los 47 normalistas, que faltan 800 folios. Más allá de esta narrativa política e ideológica, que a veces se acerca a la derecha, la “izquierda verdadera” no cuenta con pruebas, menos con certezas sobre una atroz situación que, por un lado, es necesario aclarar, pero no como esa izquierda infantil exige, y por el otro, ignorar que no son todos los mexicanos los que comparten sus infantiles exigencias, porque exhiben, como la derecha, una postura moral que pretenden sea lo defina la agenda política del gobierno de Claudia Sheinbaum.

Podemos moralizar la actuación del gobierno de AMLO, pero a la “izquierda verdadera” le da fobia, sin argumentos, la idea de optar entre inconvenientes. Este planteamiento político, ideológico y social, permite entender algunas de las decisiones de AMLO, Morena y sus aliados, y la 4T, lo que en su ortodoxia estalinista e infantilista la izquierda mediática repele. La “izquierda verdadera” desea decisiones apegadas a su purismo izquierdista, salpicado de evidentes errores de análisis y precarización política. Por ejemplo, cuando Julio Astillero fue a reclamar por ser exhibido en la Conferencia Presidencial por ciertos dichos, mostró su talante radical conservador: “no, fue así, es como YO lo digo”. El narcisismo de Julio Astillero alcanza a muchos de sus invitados. Solamente los integrantes de la mesa de los viernes son capaces de increparlo, pues de lunes a jueves, todos los demás lo aplauden y arropan, aunque prevalezcan sus especulaciones. Su apoyo a Ayotzinapa, es plausible, pero su “periodismo en resistencia” no admite gran análisis. La “izquierda verdadera” no hace crítica “constructiva, sino que busca socavar gobiernos democráticamente electos, beneficiando, con creces, a la derecha y el fascismo.

lunes, 23 de septiembre de 2024

Caos mediático, digital y judicial

 

Los medios corporativos, las redes sociales y el Poder Judicial, están empeñados en hacer del caos su peor estrategia para demostrar que el poder de las elites políticas y la oligarquía marcarán la presidencia de Claudia Sheinbaum. El Poder Judicial orquestó una maniobra para forzar una ruptura institucional que generara una crisis constitucional, en la que la requisa, los juicios políticos y las inhabilitaciones pudieron alcanzar a jueces, magistrados, ministros y trabajadores, lo que hubiese aplaudio a la derecha internacional y sus organismos como la OEA, la CIDH, la ONU, el Parlamento Europeo, el Departamento de Estado, muy dispuestos a intervenir, sin descartar una invasión militar, por los gritos de “presos y perseguidos políticos”, a pesar de que el podrido Poder Judicial es uno de los principales instigadores del caos.

El Poder Judicial, ha operado, durante casi todo el sexenio de AMLO, una guerra legal –Lawfare- contra el gobierno legítimo y democráticamente electo. La liberación de delincuentes de cuello blanco, narcotraficantes, miembros de carteles delincuenciales, descalificación de reformas –la eléctrica entre las más importantes-, fallos a favor de empresarios que no pagan impuestos, congelamiento de demandas por adeudos fiscales, uso faccioso de la ley, entre otros, culminan ahora con las ilegales huelgas y paros de ministros, jueces, magistrados, trabajadores, amparos que buscaron detener la discusión y aprobación de la reforma judicial. No es que al Poder Judicial importe la legalidad y los derechos de sus trabajadores y los ciudadanos, sino que le interesa defender sus privilegios, corruptelas, saqueo y protección a delincuentes, elites políticas y la oligarquía.

Como parte del caos, con la reforma constitucional aprobada y en espera de ser operada con sus leyes secundarias y demás normativa, Norma Piña, ministra presidenta de la SCJN, vuelve a aceptar “consultas” de jueces que esperan controvertir la reforma judicial, sin importarle que el Poder Judicial estaría violentando el marco constitucional y la misma Constitución. En esta línea está transitando la llamada “izquierda verdadera” o la “izquierda buenaondita” al gritar que AMLO le deja a la ya, en breve, presidenta constitucional un “grave” problema, con lo que pretenden que el nuevo gobierno continuara atado a las veleidades de la guerra legal de la derecha, en la que el Poder Judicial juega un papel fundamental sostenido en la normativa actual. Al parecer, a la derecha y la izquierda en México les va bien con el viejo régimen. No vislumbran que la reforma judicial busca cambiar de fondo, no solo la impartición de justicia, sino también que la justicia sea para todos los mexicanos.

A los medios corporativo y sus escribanos no les importa la impartición de justicia y que todos los mexicanos accedan por medio de un piso parejo a la justicia, les importa defender al establishment porque de ese modo se garantiza la complicidad, la impunidad, el saqueo y la corrupción. No olvidemos que varios medios corporativos eran beneficiarios de la distribución de medicamentos, la concesión de hospitales y cárceles, incluida una pista del NAIM de Texcoco, entre otros negocios en los que el dinero público fluía para los bolsillos de los propietarios de los medios y para sus escribanos. Sin duda, todos eran activos participantes de la corrupción y el saqueo, por lo que su activismo en el caos mediático es muy importante. Las redes sociales han escalado su golpismo por medio de inyecciones de recursos privados y públicos, para golpear a AMLO, la 4T, Morena, Claudia Sheinbaum y los mexicanos que apoyan la transformación.

El caos mediático, digital y judicial sigue en marcha. Los intentos por desacreditar al próximo gobierno será una constante, lo que hará de la presidenta constitucional y la 4T, un baluarte en contra del golpismo de la derecha y el fascismo. Los mexicanos decidieron seguir con los cambios, quienes buscan impedirlos repelen la democracia y la decisión mayoritaria de un pueblo.

jueves, 19 de septiembre de 2024

Las tragicomedias de la derecha mexicana

 

Se suele afirmar que la historia se repite, pero como tragicomedia. Es lo que parece pasar con la derecha mexicana que pretender expropiar al Poder Judicial para sus fines. En un evento de abogados, aparece de nuevo Ernesto Zedillo Ponce de León, expresidente de México, gritando que la reforma judicial es una aberración. También participó la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, lloriqueando y despotricando contra lo mismo. Dos personajes que han demostrado con creces su interés por destruir México, sin importarles la democracia ni los mexicanos. La historia de Zedillo, con una esposa cuya familia estaba ligada al narcotráfico, es trágica para millones de mexicanos. Las masacres de Acteal y Aguas Blancas, son parte de la historia represiva del expresidente. El famoso error de diciembre de 1994, fue otro episodio que hundió al país, además de entregar los ferrocarriles a una empresa estadounidense, de la que fue después empleado.

Pero la disolución autoritaria de la SCJN, que no suscitó gritos en contra por supuesto autoritarismo o destrucción de la democracia que la derecha afirma de la actual reforma judicial, es el gran acto del derechista Zedillo. Con un golpe autoritario desapareció a la SCJN y redefinió al Poder Judicial. Ni moral ni políticamente Ernesto Zedillo puede argüir lo que sea, tanto en contra de AMLO y el gobierno de la 4T, como en contra de la reforma judicial. Asimismo, el presidente que llegó a encabezar el Poder Ejecutivo, después del asesinato de un candidato presidencial del PRI, dio otro golpe autoritario e ilegal, al decretar el rescate de banqueros, empresas y amigos, por medio del saqueo del erario público: el Fobaproa.

La derecha mexicana, en su desesperación, trae a la arena política, en el contexto de la reforma judicial en marcha y de la transición gubernamental, a un personaje anquilosado en sus mentiras. Un expresidente moral y políticamente acabado, desprestigiado, corrupto, saqueador. No es de extrañar que los medios corporativos golpistas y personajes derechistas en las redes sociales, repliquen el discurso golpista zedillista y operen una campaña para convertir al expresidente en su nuevo adalid, ocultando las atrocidades del personaje, que implicaron masacres, saqueo y corrupción del erario público y el Estado mexicano. La derecha mediática, política, judicial y empresarial, necesita alimentar su narrativa para emprender nuevas campañas, tanto para intentar restar credibilidad a AMLO, quien finaliza su sexenio con más de 70% de aprobación, como para presionar y socavar al gobierno de Claudia Sheinbaum.

En este contexto, es entendible la carta de Genaro García Luna, el exsecretario del narcopresidente Felipe Calderón, quien en unas semanas podría ser condenado en Estados Unidos, después de un juicio en el que fue declarado culpable por cargos graves ligados al narcotráfico. En la misiva, se autodeclara inocente y acusa al gobierno de AMLO que fue condenado con información que supuestamente su gobierno proporcionó a los fiscales estadounidenses que lo juzgaron, además de afirmar que existen audios, videos, fotografías, documentos, que involucran al presidente en vínculos con el narcotráfico. Al parecer, sus fuentes son las mismas que las de Anabel Hernández, quien sigue mintiendo, sin pruebas, sobre lo mismo, con la derechista Carmen Aristegui. Dice Genaro García Luna, que su honor sigue intacto. Esta frase no solo provoca carcajadas, sino exhibe el cinismo de un individuo, cuya carrera delictiva ha sido documentada con rigor periodístico por Francisco Cruz (García Luna: el señor de la muerte, Planeta, 2020).

La derecha desempolva cartas marcadas, desprestigiadas y las hace coincidir para golpear a AMLO, Claudia Sheinbaum y la 4T. El problema es que, del asesino, corrupto y saqueador Ernesto Zedillo, se sabe mucho, y de Genaro García Luna, se sabe que es un narco condenado en Estados Unidos y espera su condena. Sentenció AMLO en una de sus más reciente conferencias mañaneras: falta Salinas de Gortari. ¿Se animará la derecha y la oligarquía a darle reflectores?

Pragmatismo salvaje

 

Retomo la idea del extraordinario periodista de investigación Francisco Cruz, al referirse al voto del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, quien finalmente votó a favor de la reforma judicial para otorgar la mayoría calificada. Efectivamente, Maquiavelo se sonrojaría por este voto que pone en entredicho a Morena, la 4T y AMLO, pero con Lilly Téllez y Germán Martínez Cázares, sería suficiente para incomodar a cualquiera. En este momento, a quien acusa, con razón, Lydia Cacho, que aprecia la corrección política en tiempos de canallas, lo que es entendible por los abusos que sufrió del exgobernador de Puebla, hoy en su casa gracias al Poder Judicial, lo que la agraviada no denuncia, pues supone que es culpa de AMLO, la familia Yunes otorgó su voto para una reforma judicial que, incluso, les podría perjudicar. Quizás ahí estuvo la negociación.

AMLO respondió a una periodista cabildera de Univisión, quien asistió a la Conferencia matutina el 11 de septiembre de 2024, pretendiendo involucrar al presidente de México en pactos fuera de la realidad política del país. Como AMLO lo expresado claramente, el voto de los Yunes es una manera de optar entre inconvenientes; es decir, en la arena política los purismos, tanto de la izquierda estalinista, la llamada “izquierda verdadera” y la derecha, no pueden definir el actual momento, saturado de intentos de la derecha fascista con la guerra legal –Lawfare. No sorprende entonces, el llanto de la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, menos la diatriba de Ernesto Zedillo, quien ordenó los asesinatos de Acteal, el ilegal FOBAPROA que obliga a los mexicanos a entregar miles de millones de pesos a la oligarquía, creador de una SCJN a modo –recordemos el anatocismo, ilegal cobro de intereses sobre intereses que favorece a la banca, sobre todo extranjera-, entre otras graves cuestiones. Vienen meses de Lawfare recargada.

El reclamo de Marko Cortés a Miguel Ángel Yunes Márquez, revela cómo actúa el PRIAN por medio de pactos en los que la corrupción y el saqueo prevalecen; alude al supuesto honor que debería respetar, cuando entre los del PRIAN no existe el honor, ejemplifica la traición como medida del PRIAN, pues los casos de los Yunes se alinean a los de Lilly Téllez y Germán Martínez Cazares cuando abandonan Morena y traicionan a AMLO. El ejemplo del botín de Coahuila parece que no fue base del acuerdo original Yunes-PAN. Y por supuesto, no conocemos bien el acuerdo –porque seguro que hubo un acuerdo-, entre Morena y los Yunes, pero lo que es evidente es que AMLO decidió asumir los costos políticos de una situación en la que lo de menos es la traición de los Yunes al PAN, porque a esta familia se le da muy bien. Y AMLO se va con la aprobación jamás experimentada por cualquier otro mandatario mexicano.

Pragmatismo salvaje es lo que define el acuerdo Yunes-Morena, pero el debate que levantó entre la llamada “izquierda verdadera”, periodistas de “izquierda”, resume una situación tan infantil como alineada a la derecha. Es el caso de Hernán Gómez Bruera, quien de supuesto apoyador de la 4T pasó a defender al Poder Judicial. Entre sus alegatos, destaco su argumento de que a la 4T no les gustan los contrapesos. Como si el Poder Judicial fuera un contrapeso. Defenderlo es favorecer la corrupción, el saqueo, los privilegios, las complicidades, los intereses de la oligarquía. Es cuestionable, criticable y urgente de revisión el acuerdo Yunes-Morena, pero rechazarlo categóricamente como ese periodismo “de izquierda” hace –entre otros, en el espacio youtubero de Julio Astillero- es desconocer los procesos sociopolíticos que caracterizan el momento actual. La autollamada “izquierda verdadera” está anclada al estalinismo, representa bien lo que Lenin calificó como infantilismo de izquierda, y su cercanía con la derecha.

En el espacio de Julio Astillero, la admirada Sabina Berman planteó que esa “izquierda verdadera” no es reconocida por Morena y la 4T, lo cual es falso. Armando Bartra, Enrique Semo, entre otros connotados izquierdistas, críticos de Morena y la 4T, participan activamente y no ocultan detrás de una narrativa izquierdista, la que en realidad se acerca mucho a la derecha. Sabina Berman se equivoca de nuevo, como su reiterado desconcierto sobre la crítica de AMLO a la clase media.

domingo, 15 de septiembre de 2024

La tiranía de las mayorías

 

En una pasada reflexión escribí sobre la derecha creativa. Lo que la derecha llama “la tiranía de las mayorías” es una narrativa que intenta descalificar la democracia y el voto libre. Es decir, es malo que los ciudadanos den su voto mayoritario a una determinada fuerza política, porque ese voto condena a las minorías a ser minoría. Sin duda, es la narrativa de la derecha y el fascismo. En México, la participación ciudadana ha estado cambiando, a pesar de las mañas y triquiñuelas de la derecha. Después del fraude electoral de 1998, orquestado por el gobierno priista, en 2006 y 2012, el PRIAN operó de nuevo para intentar detener el voto ciudadano. Porque los dos últimos fraudes electorales, no solo se trató de la figura de AMLO como líder político y social, cabeza de un movimiento transformador, sino también de los mexicanos que experimentaron tales fraudes, y sabían que su voto fue burlado. En estos procesos, la estafa de la transición y la traición de Vicente Fox a una elección que lo llevó a la presidencia, jugó un papel importante.

Si la derecha supone que las dos últimas elecciones presidenciales -2018 y 2024- llevan a la sociedad mexicana al autoritarismo y la tiranía de las mayorías, es porque ocultan su propia debacle. No es que no hayan entendido la nueva realidad, como incluso entre los medios alternativos y la “izquierda verdadera” youtubera se plantea, sino que sus fracasos en las urnas, a pesar del apoyo de los medios corporativos golpistas, la derecha empresarial, el financiamiento de Estados Unidos y la Unión Europea a dizque organizaciones de la sociedad civil, reflejan que hace años dejaron de representar a los mexicanos. Incluso, hasta sus bases se han ido diluyendo. Sus derrotas nada tienen que ver con el autoritarismo y la tiranía de las mayorías. AMLO gobernó con el apoyo de millones de mexicanos. Claudia Sheinbaum, no solo refrendó la necesidad de dar continuidad a la transformación, sino que también gobernará con mayorías que rechazan a una minoría que sigue con sus mismas mañas, corruptelas, saqueo y triquiñuelas.

La derecha mexicana continúa viviendo una realidad alterna en la que la manera en que la gente del PRIAN sigue actuando, un modo de hacer política normalizado que tiene a la corrupción y el saqueo como elementos centrales, prevalece. La tiranía de las mayorías fue intentada conceptualizar por intelectuales de derecha, pero fallaron, pues les niegan a muchos ciudadanos, no solo ser reflexivos, sino hacer su voto válido como a sus intereses convenga. 36 millones de mexicanos votaron por Morena y Claudia Sheinbaum, mientras la derechista Xóchitl Gálvez fue rechazada de modo contundente. La tiranía de las mayorías es otro recurso narrativo de la derecha para descalificar a la ciudadanía y la democracia en general. A la derecha no le resulta cómoda una mayoría votante, menos una mayoría legislativa. En el caso de la reforma judicial, jueces y magistrados han interpuesto amparos que resultan en simples golpes mediático, tanto para la derecha y la oligarquía nacional como para los gobiernos extranjeros intervencionistas.

Ningún amparo contra la reforma judicial constitucional procede. Así lo prevé la Constitución y la Ley de Amparo. Entonces, no es que la derecha no conozca las leyes o sus abogados sean ignorantes. Suponen que el impacto mediático a nivel nacional e internacional, facilitará la intervención de gobiernos extranjeros golpistas, como Estados Unidos, organismos multilaterales –ONU, OCDE, FMI, BM, BID, OEA-, calificadoras desestabilizadoras, organizaciones de la supuesta sociedad civil. Pero esta intervención, aunque se haga a nombre de la democracia, en realidad está cargada de intereses políticos, económicos, financieros, extranjeros. La “tiranía de las mayorías” es un simple epíteto para negar a los pueblos del mundo ejercer su soberanía, participar para tomar las decisiones en entornos que les afectan, votar por mayorías calificadas para que legislen a su favor. El Poder Judicial está podrido, no ofrece justicia a las mayorías, solo a quienes pagan los favores de jueces, magistrados y ministros.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

La violencia derechista

 

El próximo 11 de octubre, se cumplirán 15 años de que el narcopresidente Felipe Calderón, con la complicidad del PAN, PRI, la derecha intelectual, los medios corporativos golpistas y la oligarquía, ordenó la violenta extinción de la empresa Luz y Fuerza del Centro, dejando sin empleo a más de 40 empleados organizados en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y sin sustento a miles de familias mexicanas. Este es un ejemplo emblemático, de muchos, de la violencia derechista. Hoy, miembros del Poder Judicial se han movilizado, no para protestar pacíficamente para defender los privilegios de una serie de castas doradas que lo integran, sino para golpear, amenazar, irrumpir violentamente en la sede del Senado de la República, amedrentar senadores, perseguir con violencia a quienes apoyan la reforma judicial. El PAN y el PRI, hostigan, acosan y violentan a sus propios legisladores, además de obligarlos a votar en contra de la reforma judicial. También, en el colmo de la violencia mediática, el PAN y Movimiento Ciudadano (MC), inventaron la detención del padre de un senador de MC y acusaron de secuestro de un senador del PAN. Pronto el show se les cayó cuando ambos senadores negaron la mentira.

Ante este fracaso, los golpistas del Poder Judicial irrumpieron en el Senado de la República, intentando romper la sesión. Lo curioso es que la puerta por la que entraron violentamente, no estaba resguardada y ya dentro del lugar, se tomaron fotografías con senadores del PRI y el PAN. Esta violenta irrupción toma a veces el cariz de una horda fascista. El fin de semana, por ejemplo, esa horda persiguió, cuchillo en mano, a una persona que está a favor de la reforma judicial, además de golpear a un periodista que los cuestionaba. No es simple enojo por la reforma judicial, es una explosión fascista por la pérdida de privilegios, corrupción, saqueo, complicidades. La propia ministra presidenta de la SCJN, al presentar su supuesta propuesta “integral”, aceptó que más de 16 mil miembros del Poder Judicial son familiares. El nepotismo corrupto a todo lo que da. Y los escandalosos sueldos de magistrados, jueces y ministros, quienes liberan delincuentes de cuello blanco y criminales, mientras miles de mexicanos permanecen en prisión por años sin resolver sus juicios. Y muchos, son inocentes.

Los mexicanos votaron por reformar la Constitución, no solo por otorgar una curul a diputados y senadores. Así como votaron por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, también dieron su voto para continuar con la transformación del país, a pesar de la derecha partidista, los fascistas y la oligarquía. A partir del inicio de la sesión en el Senado, la aprobación después de las 11 PM, y durante la madrugada, cuya sesión concluyó desechando las reservas particulares, el canal del Congreso conoció sus mejores números en cuanto a audiencia. Miles de mexicanos observando los exabruptos, mentiras e incursiones violentas de la derecha. Seguro vieron la sesión gente de uno y otro bando, pero destacan los posts de los que favorecían la reforma judicial: a favor, por eso votamos, la reforma va. La derecha partidista, su facción fascista, los medios corporativos y la oligarquía golpista, no cabían en azoro, enojo y ansias de violencia.

Al remitirse a los estados de la República, 16+1 deberán aprobarla para sus efectos constitucionales, lo que podría conseguirse de inmediato, dada la dominancia de Morena a nivel de varios Congresos estatales. No hay duda que la violencia fascista llegará a los estados para intentar impedir el voto a favor de la reforma judicial. En este contexto, tendrá que observarse y estar alerta por la violencia delincuencial que podría generarse, pues la reforma judicial implica romper pactos entre jueces, magistrados y ministros con el crimen organizado. Recomiendo la lectura del libro de Jesús Lemus sobre El Cartel judicial, recién publicado, y la propuesta de la pésima y fracasada líder de la derecha fascista, Norma Piña. No hay duda que la presidenta electa Claudia Sheinbaum relevará a AMLO con una papa caliente que de seguro ya sabe cómo enfrentar.

martes, 10 de septiembre de 2024

Neoliberalismo y Poder Judicial

 

Es claro que la defensa ilegal, mentirosa y belicosa del Poder Judicial, va más allá de los privilegios, abusos, complicidades y uso faccioso de la ley a favor de la delincuencia de cuello blanco, la delincuencia organizada, los políticos corruptos y la oligarquía. A inicios de su sexenio, AMLO declaró extinto el neoliberalismo, pero fue en realidad una narrativa política que favoreció la concientización de millones de mexicanos, porque el programa neoliberal sigue vigente. Los mejores ejemplos, son los bancos, cuyas obscenas ganancias ascendieron a más de 200 mil millones de pesos el año pasado, y la concentración de riqueza y poder en pocas manos, destacando un puñado de mexicanos y sus familias con miles de millones de dólares en sus arcas. En ambos casos, ganancias y enriquecimiento son producto de las políticas neoliberales que delinearon durante más de 30 años el saqueo y corrupción en México.

La injerencista postura de congresistas estadounidenses, republicanos y demócratas, inventando una supuesta afectación de la reforma judicial al TMEC, es clara: no están defendiendo la democracia, sino a las corporaciones de su país y el saqueo y corrupción que han practicado durante siglos en México, con la venia de la derecha y el Poder Judicial, en diferentes momentos de la historia mexicana. De acuerdo con esa carta, el maíz transgénico, el fracking, el litio, el sector eléctrico, las instancias supuestamente reguladoras y autónomas, destacan en su defensa. Es decir, sus alegatos, además de mentirosos, manipuladores, injerencistas, imperialistas, buscan que el Poder Judicial mexicano siga como está, pues las corporaciones, transnacionales y demás empresas estadounidenses, usan cotidianamente al Poder Judicial para imponer sus intereses corporativos. El maíz transgénico, de una industria altamente subsidiada por el gobierno de Estados Unidos, busca ser impuesto al pueblo mexicano, a costa de su producción y alimentación milenaria.

El fracking es una de las prácticas extractivas más contaminantes, invasivas y ambientalmente insostenibles. Contamina el agua a raudales y provoca daños irreversibles, pero a las corporaciones estadounidenses lo que menos les importa es el cambio climático y el ambiente. Les importan los negocios, el dinero. El litio es un material que en las recientes décadas adquirió gran importancia, particularmente para el desarrollo de tecnologías supuestamente limpias. La industria automotriz e informática, encabezan la lista de las ambiciones del capitalismo salvaje. Y las transnacionales estadounidenses buscan apropiárselo para su beneficio sin importar el daño ambiental. El sector eléctrico es una de las industrias más deseadas, sobre todo por los subsidios gubernamentales que favorecen a los privados y las ganancias de un mercado desregulado.

Los órganos supuestamente reguladores y autónomos, fueron instancias impuestas por el FMI, BM, BID, acorde con las políticas neoliberales, cuyo principal interés es favorecer a las corporaciones extranjeras y nacionales, desregulando el mercado, imponiendo prácticas empresariales y reduciendo la operación de las empresas estatales. Organismos como la COFECE, INAI, entre otros, no responden a los intereses de la ciudadanía –usuarios y consumidores, acorde con la terminología neoliberal que desfigura a las personas y las convierte en simples individuos compradores- sino a lo que a las empresas privadas importa. Por ejemplo, en el sector eléctrico, se impusieron una serie de normas que usaban la red eléctrica nacional y el presupuesto público a favor de las transnacionales, las que imponían las tarifas eléctricas que se les antojaban. El INAI, suele restringir datos y sospechosas acciones fraudulentas de políticos, empresarios y empresas, además de que sus “consejeros” viven con grandes privilegios.

Sin duda, la defensa del Poder Judicial es la defensa del neoliberalismo que aún subsiste. Un neoliberalismo declarado políticamente extinto por AMLO para promover la concientización de México. Transformar el Poder Judicial, será, ahora sí, declarar la muerte neoliberal.

sábado, 7 de septiembre de 2024

Elon Musk: el golpismo digital de un narcisista y sociópata

 

Elon Musk, dueño de la plataforma X (antes Twitter) y de otras compañías, ha protagonizado, en las últimas semanas, actos de golpismo digital, sin precedentes. Primero, inició un golpeteo político-ideológico contra Nicolás Maduro, presidente de Venezuela y triunfador en las pasadas elecciones presidenciales de ese país soberano. Apoya abiertamente a la golpista, la derechista María Corina Machado, y a su botarga, quien se ha declarado ganador de la contienda electoral, pero sin probar ante las autoridades electorales su supuesto triunfo. Pero X, le ha servido de escaparate golpista para diseminar odio y mentiras, además de presentar una serie de imágenes de supuestas actas electorales, las que ha usado, tanto Musk, sus trolls y bots, como Estados Unidos, la prensa corporativa derechista y la Unión Europea para convertirse en supremos poderes electorales, y declarar ganador a la marioneta de Machado.

Pero el golpismo del narcisista y sociópata dueño de Tesla, escaló en el caso de Brasil. Un juez le ordenó cerrar una serie de cuentas fascistas en X, propagadoras de mentiras, teorías conspiracionistas y auténticos vómitos de odio y desprecio racial, misógino, homofóbico, transfóbico, clasista, para favorecer al fascista Jair Bolsonaro, quien, al perder la presidencia, operó una intentona de golpe de estado en ese país sudamericano. Con la intención de eludir la sentencia de un juez, cerró su representación en Brasil, pero siguió con el golpeteo fascista contra el gobierno de Lula da Silva, presidente brasileño, quien, ante la actitud golpista del narcisista multimillonario fascista, tuvo que intervenir para denunciar la intentona de Musk. El sociópata Musk, es multimillonario gracias a las complicidades de gobiernos derechistas y por eludir las leyes soberanas de distintas naciones. No tanto por la tecnología que sus empresas desarrollan.

Los multimillonarios como Elon Musk, no solo pretenden incursionar políticamente, sino también promover lo que a su narcisismo y sociopatía satisface. Para estos individuos, la democracia estorba, los negocios depredadores son lo que los mueve. En X, pretende que el golpismo digital es igual a libertad de expresión, sin importar que se propaguen mentiras y odio contra naciones y políticos que le impiden adueñarse de los recursos naturales y violentar las leyes soberanas. En Venezuela amenaza al gobierno de Nicolás Maduro, con el interés por apropiarse del petróleo, una de las reservas más importantes del mundo. En Brasil, además de promover el regreso del fascista Jair Bolsonaro, busca derrocar a un gobierno democrático y violentar las leyes soberanas del país. Sin olvidar que durante el mandato del fascista Bolsonaro, se impuso una política depredadora para arrasar con la Amazonia, el fundamental pulmón del mundo.

No es casual que el narcisista y sociópata Elon Musk tenga entre sus grandes amigos a otro similar: Donald Trump, quien recién prometió inventarle un cargo gubernamental de ganar la presidencia en noviembre próximo, para que el multimillonario se entretenga supuestamente saneando las finanzas públicas y restringiendo presupuestos en áreas de seguro fundamentales y que afectarán a las minorías no anglosajonas estadounidenses. El supremacismo blanco no es un fantasma en Estados Unidos, es la encarnación real del sueño americano. Quien señale que la Constitución de ese país “no es neoliberal”, lo cual es un absurdo porque el término fue acuñado en el último tercio del siglo XX, ignora que los fundamentos que crearon la Unión Americana fueron los de un capitalismo agresivo, invasor, depredador, dominante, imperialista. La Constitución de ese país refrenda los aspectos básicos de la acumulación capitalista y el expansionismo imperialista.

El sueño americano que pregonan Donald Trump y Elon Musk no es para el mundo, es para ese sector supremacista blanco, racista, clasista, que se enriquece a costa de millones de personas y con dinero público. Todas las empresas de Elon Musk están subsidiadas por el gobierno estadounidense. La empresa espacial de Musk, recibe fondos federales de la NASA, por ejemplo.

jueves, 5 de septiembre de 2024

El Poder Judicial en su laberinto

 

La huelga del Poder Judicial, parece haber entrado a un callejón sin salida. Lo único que defienden es la supuesta superioridad de un poder corrupto, cooptado por la oligarquía, comprado por la delincuencia de cuello blanco y los criminales. Se parapetan en la defensa de una autonomía perversa que no reconoce a los otros poderes del Estado mexicano. Se van a la huelga por una reforma que todavía no sucede. Cuestionan el contenido de la reforma judicial que en ningún lado afirma que va a golpear a los empleados y sus derechos laborales esenciales. La perversidad de un grupúsculo de ministros, magistrados, jueces, se impuso al razonamiento básico, a quienes no les importan los derechos de los trabajadores, sino solo sus privilegios. De los 55 mil trabajadores del Poder Judicial, una minoría se embolsa millones de pesos anuales y cuenta con privilegios de todo tipo, incluidos una serie de fideicomisos con miles de millones de pesos, mientras la mayoría de los empleados gana, en promedio, unos 5 mil pesos mensuales.

Con el avance de la discusión de la reforma judicial en la Cámara de Diputados, integrantes del Poder Judicial, una minoría y sus grupos de choque, bloquearon el recinto camaral lo que obligó a los diputados a sesionar en una sede alterna. En este contexto, jueces y juezas decidieron violar la Ley de Amparo y la Constitución, autoamparándose. Asimismo, lanzaron a la calle a estudiantes de universidades privadas, la UNAM y la UAM, cuyos liderazgos están vinculados a personajes cercanos a Claudio X. González, además de que las marchas han sido encabezadas por la derecha partidista y grupúsculos ligados a la marea rosa. El rechazo a la reforma judicial es, en este momento, el objetivo de la derecha, pero ignoran que los mexicanos están claros de la necesidad de cambiar el Poder Judicial, pues no solo es un nido de corrupción, nepotismo, saqueo, violaciones constitucionales, abusos de poder, casos sin resolver, ausencia de justicia para los más vulnerables, también es un coto de privilegios. Una isla dorada elitista.

Tanto el Poder Judicial como la derecha partidista y de la llamada sociedad civil, han argüido durante décadas “la ley es la ley”, además de esgrimir una de sus frases favoritas, estado de derecho, pero en las últimas semanas vemos que la ley es la ley y el estado de derecho son a conveniencia de sus intereses. Gritan cuando marchan y dicen que defienden al INE, la SCJN, el Poder Judicial, pero en cuanto la ley y la Constitución les son adversas, exigen violar cualquier normativa porque afecta sus privilegios. Durante la calificación de las elecciones del 2 de junio de 2024, ante el masivo voto a favor de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y la mayoría calificada de Morena y sus aliados, inventaron cualquier artimaña para violar la ley electoral y la Constitución. Hoy, con la reforma judicial a punto de ser aprobada, violentan la Ley de Amparo y la propia Constitución emitiendo autoamparos y amenazas, sin pudor.

El laberinto del Poder Judicial está llevando a este poder del Estado mexicano a su debacle, pero no por la reforma judicial, sino por la persistencia de las violaciones a las leyes y la Constitución perpetradas por la SCJN, el CJF (Consejo de la Judicatura Federal), jueces, ministros y magistrados. El Poder Judicial está creando las condiciones para una crisis constitucional, la cual el Congreso de la Unión tiene las atribuciones constitucionales para revertir. Desde juicios políticos y hasta el extremo de una requisa, pueden ser argumentados y llevados a cabo por Morena y sus aliados. El presidente de la República ha insistido en la necesidad de operar los cambios de manera democrática. La mayoría calificada en la Cámara de Diputados y la mayoría simple en el Senado, son producto del juego democrático. Millones de mexicanos, a pesar del desprecio y el odio de la derecha, salieron a votar por transformar un Poder Judicial que no les garantiza justicia, que tuerce la ley a favor de la oligarquía y los delincuentes, y en contra de millones de mexicanos vulnerables y vulnerados por el Poder Judicial.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

“Lo hicimos entre todos”

 

Esta frase es el corolario de seis años de un gobierno que alentó a millones a integrarse al proceso de transformación, enojó a otros tantos, quienes permanentemente buscaron derrocarlo, además de denostarlo, y algunos autollamados la “izquierda verdadera”, cuyos miembros, entre estalinistas, izquierdistas neozapatistas, izquierdistas columneros de los medios corporativos, izquierdistas youtuberos y tuiteros, izquierdistas radicales, reclaman a AMLO, autoritarismo, falta de radicalidad, molestia personal y supuesta incongruencia. Asimismo, izquierdas y derechas demandan lo que señalan como militarización. En muchos casos, la “izquierda verdadera”, tanto periodística como parte de algunas organizaciones, suele acercarse a la derecha en diversas quejas, aunque lo niegan.

Sin duda, quedan muchos pendientes, como Ayotzinapa, los desaparecidos, la inseguridad, pero no se pueden negar los avances. Aunque prometió resolverlos, la descomposición del país que heredó después de la larga noche neoliberal instrumentada por el PRIAN, apoyada por el PRD, partido “de izquierda” ya declarado extinto por el INE, tuvo graves implicaciones sociales, políticas, económicas, culturales e ideológicas. Se señala que AMLO no incluyó a los desaparecidos en su 6to Informe, lo cual es falso. No hizo mención en su discurso de cierre, que es diferente a ignorar las devastadoras consecuencias de la desaparición forzada, perpetrada en los gobiernos del PRIAN, tanto por el Estado mexicano como por la delincuencia organizada. Durante su gobierno la desaparición forzosa ha sido un hecho perpetrado por delincuentes, y en algunos casos, con la complicidad de gobiernos del PAN y MC, como en Jalisco y Guanajuato. El gobierno federal no está desapareciendo mexicanos.

Ayotzinapa es la herida abierta que el gobierno mexicano no pudo resolver. La desaparición de los estudiantes normalista durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, con la complicidad de sectores de las fuerzas armadas, autoridades locales, policías municipales y narcos, se convirtió en la papa caliente de AMLO. Con fuertes presiones de grupos del ejército, los padres organizados, el Poder Judicial liberando implicados, organizaciones de la sociedad civil, la “izquierda verdadera”, la derecha golpista, los medios corporativos, entre otros poderes fácticos, la solución no llegó. No es solo que desde dentro del Estado mexicano se tejieron complicidades y se fraguó un crimen de lesa humanidad, sino que también la oligarquía y la derecha impiden el avance. La inseguridad es otro tema pendiente. De un lado, se mal interpretó el lema “abrazos no balazos”, y del otro la derecha partidista, los medios corporativos, la “izquierda verdadera”, se alinearon y corrieron a la derecha para reclamar la supuesta militarización, sin plantear mecanismos y propuestas viables. De lo que se trató fue no reconocer el descenso de la violencia e inventar una explosión social.

Pero en este contexto, es menester reconocer que hubo avances importantes en lo económico (crecimiento, alza salarial, intercambio comercial con Estados Unidos fuerte, fortalecimiento del mercado interno, etc.), social (reconocimiento constitucional de derechos, rechazo al racismo, al clasismo y la discriminación), cultural (centrar a los pueblos originarios en el discurso y la realidad mexicana). Por ello, la frase “lo hicimos entre todos”, cobra relevancia política e ideológica. La transformación impulsada por AMLO, la 4T, Morena y sus aliados, no es un gesto político, voluntarioso e individual, sino la apertura de los caminos necesarios para transformar el país, y restaurar la República. A contrapelo, la derecha partidista, los medios corporativos, la oligarquía, la derecha intelectual, entre otros actores, arreciaron su golpismo, buscando derrocar a un gobierno legítimo y democráticamente electo. “Lo hicimos entre todos”, también tiene que ver con los resultados electorales del 2 de junio de 2024. Claudia Sheinbaum es presidenta electa, y a partir del 1 de octubre presidenta constitucional que garantizará la continuidad del cambio.