viernes, 29 de noviembre de 2024

Canadá: hipocresía y oportunismo

 

En la reunión del G20, la presidenta de México anunció que se reunión con el hipócrita primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, había sido muy amigable, pero el mandatario canadiense, quien, según las encuestas podría ir de salida, traía detrás el ataque de gobernantes de las provincias de su país con juego sucio. No solo se trataba de denostar a México, sino de pretender sacar del T-MEC a México, cuando Canadá ni siquiera puede satisfacer el mercado estadounidense, excepto con su producción de fentanilo, como se ha revelado recientemente el “hallazgo” de grandes –enormes, que son incomparables con lo encontrado en México- laboratorios de esa droga sintética que surte, tanto al mercado canadiense como al de Estados Unidos. Las sociedades canadienses y estadounidenses, caminan paralelamente en cuanto a adicciones.

Previo a la plática telefónica de la presidenta de México con el presidente electo Donald Trump, el premier de Canadá se comunicó con Trump y difundió que había sido una conversación amistosa, pero posteriormente se reveló que no hubo tal. A diferencia de la conferencia de Claudia Sheinbaum con Donald Trump, quien posteó en su red social, una verdad y una media verdad, el encuentro telefónico con Trudeau fue amenazante. En este contexto, uno que otro gobernador de algunas provincias canadienses, le han ofrecido a Trump “colaborar” con la deportación de migrantes y con cerrar sus fronteras, lo que posteriormente fue matizado. En Canadá se ha desatado el terror político y el caos, lo que se lo quieren cobrar a México, cuando, la presidenta ha recordado reiteradamente, que Canadá está en el T-MEC porque México intercedió con Trump para que ese país permaneciera en el acuerdo, pues Trump lo rechazaba.

En Canadá como en Estados Unidos, la inmigración mexicana está presente. Por supuesto, es incomparable con la presencia histórica y el enraizamiento de al menos tres generaciones de mexicanos y mexicano-estadounidenses en Estados Unidos. Asimismo, existen con ambos países sendos tratados para regular la movilidad laboral por medio de visas para que contingentes de trabajadores mexicanos, agrícolas y de otras especialidades, anualmente se inserten en los mercados laborales de la Unión Americana y Canadá. Y a pesar de que se ha denunciado continuamente que el tratado laboral con Canadá viola derechos laborales y humanos, el mismo sigue en pie. Por ello es que la hipocresía y oportunismo de Justin Trudeau y de los gobernadores de las provincias de ese país son vomitivas. En Estados Unidos, tanto la inmigración indocumentada y documentada son fundamentales en diversas industrias, pero en Canadá varios sectores económicos no funcionarían sin la migración laboral documentada.

No hay duda que el trato de Donald Trump a la presidenta de México fue diferente respecto al primer ministro de Canadá, pero no solo porque es mujer, pues el presidente electo de Estados Unidos no se distingue por diferencias en su interacción con hombres y mujeres, sino porque la relación comercial y, en general, en cuanto a temas migratorios y el trasiego de drogas –fentanilo- es mucho más importante que con su vecino canadiense. El exabrupto de un canadiense aludiendo a que se sentía insultado por Trump porque los canadienses son blancos, no surtió efecto en cuanto a la sumisión que perfila un periodista canadiense que su país tiene que poner en práctica. México, en palabras de la presidenta, defenderá su soberanía y exigirá respeto en la relación bilateral. Por eso, la amenaza de imponer aranceles de 25%, fue respondida con certeza y precisión: en principio, afectará a los estadounidenses, sin descartar a México. Y la caída de las acciones de empresas estadounidenses, como General Motors y otras dos firmas, fue contundente.

La amenaza en México, ante la respuesta puntual, segura y contundente, no tuvo efectos. El peso se cimbró, pero hoy se situó en 20.38 por dólar, es decir, no llega la debacle anunciada por la derecha mexicana. México parece estar manejando al Trumpismo a pesar de las amenazas.

jueves, 28 de noviembre de 2024

La recomposición del Estado mexicano: los “órganos autónomos constitucionales”

 

La reforma constitucional que devolvió a PEMEX y CFE su carácter de empresas estatales, la reforma judicial, así como la desaparición de los llamados “órganos autónomos constitucionales”, tienen el efecto de devolver atribuciones y funciones al Estado mexicano. Como empresas “productivas”, PEMEX y CFE estaban sujetas a los vaivenes del mercado, en el que las empresas privadas eran privilegiadas, recibiendo incluso subsidios multimillonarios. La reforma judicial, no se trata nada más de que los mexicanos elijan a jueces, magistrados y ministros, sino también rehacer al Poder Judicial que está al servicio de políticos, partidos políticos, empresarios y empresas extranjeras y nacionales, y la oligarquía. Los “órganos autónomos constitucionales” cercenaron funciones esenciales al Estado, además de que los gobiernos neoliberales, al plasmarlos en la Constitución, buscaron proteger a instancias garantes de privilegios, empresas nacionales y extranjeras, información y grupos de supuestos expertos que no podían ser cuestionados.

Durante tres décadas, el neoliberalismo buscó transformar la estructura económica y social, por medio de reformas constitucionales que favorecieran al mercado, las transnacionales y las empresas nacionales. Por ejemplo, es el caso de los “órganos autónomos constitucionales” que operaron bajo la idea de la “preponderancia” para marginar y quebrar a las empresas del Estado mexicano, mientras protegían las inversiones privadas y a las empresas transnacionales y mexicanas. Según la derecha en el Congreso de la Unión, la 4T acabó con “contrapesos”, lo que llevará al autoritarismo, pero en la Constitución no dice nada de estas instancias como “contrapesos”; solo se les daba la función de reguladoras (mercados de energías, telecomunicaciones, hidrocarburos, información, política social y educativa). Pretender convertirlas en “contrapesos”, oculta la naturaleza real de estos organismos que recibieron la protección de los gobiernos del PRIAN.

En los hechos, los “órganos autónomos constitucionales” desregulaban el mercado, al tomar sus comisionados y consejeros decisiones a favor de las empresas privadas, impidiendo a las empresas del Estado mexicano, competir realmente. Por ejemplo, la conectividad vía Internet era una atribución exclusiva de la iniciativa privada, porque si el gobierno pretendía intervenir en el mercado, le era aplicada la fórmula de la “preponderancia”; es decir, si se trataba de una empresa conformada con dinero público, de inmediato se le repelía, solo por ser parte del gobierno. No se trataba de competencia, competitividad e innovación, sino de salvaguardar un mercado que se suponía exclusivo del sector privado. El caso de la transparencia y la información –INAI- el organismo, además de que varios de sus comisionados estaban envueltos en escándalos de corrupción y saqueo del erario público, ocultó información que supuestamente era de importancia para la seguridad nacional, como el informe que Felipe Calderón entregó sobre su fatídica guerra contra el narco. Si bien, en otros casos favoreció la transparencia –la Estafa Maestra-, en otros colaboró con la oposición para inventar situaciones para golpear al gobierno –la casa gris.

Los años neoliberales aún no terminan, pero está en proceso el desmantelamiento de la estructura jurídica neoliberal. Con este hecho, el neoliberalismo en México no sucumbe de tajo, como cuando en los años dorados del salinismo, el zedillismo, el foxismo, el calderonismo y el peñanietismo, se impusieron sin consideraciones de ningún tipo reformas constitucionales para moldear el país acorde con las necesidades del mercado y del capital. Porque el neoliberalismo no solo se trató de los “órganos autónomos constitucionales”, sino de entregar dinero público, recursos naturales, tierras y privilegios fiscales, condonaciones de impuestos, a las elites económicas y políticas. Asimismo, estas instancias estuvieron sujetas al reparto de cuotas políticas y partidistas. Sus titulares y comisionados tenían vínculos evidentes con las elites económicas y políticas.

martes, 26 de noviembre de 2024

Las sentencias apocalípticas de la “izquierda buenaondita”

 

Si los obradoristas, morenistas, izquierdistas que apoyan a AMLO y Morena, AMLO mismo, se extasiaban con los pleitos al seno de las derechas, en las últimas semanas la derecha aplaude el pleito artificial orquestado por la izquierda buenaondita, particularmente la encabezada por Julio Astillero y sus amigos, como Federico Bonasso, además de la diatriba izquierdoide de los opinadores Hernán Gómez Bruera y Carlos Pérez Ricart, a raíz, primero de la aprobación de la reforma judicial, con el voto de uno de los impresentables senadores del PAN, Yunes, quien contribuyó a la mayoría calificada en el Senado de la República, lo que también causó una rabia furiosa entre esa izquierda buenaondita, y segundo, por la reelección de Rosario Piedra Ibarra, en la CNDH, la que, de manera imprudente e irracional, lanzó una diatriba en contra de sus odiadores izquierdo-buenaonditas, señalando a la dramaturga y opinadora, Sabina Berman, de ser parte de los ataques en su contra –lo cual es cierto.

En los últimos días, Julio Astillero pergeñó unas supuestas mesas de análisis con sus amigos –Federico Bonasso, Teresa Rodríguez de la Vega, Hernán Gómez Bruera- intentando justificar la diatriba de su izquierda buenaondita, en la que persisten varios asuntos que debería preocuparle a esa izquierda sectaria: toda su narrativa gira en torno a sus razones para “criticar” y lanzar sentencias apocalípticas en contra de Morena, el obradorismo, la presidenta Claudia Sheinbaum, retomando el tono de la derecha intelectual, pero frunciendo el ceño para que su auditorio crea que la izquierda buenaondita tiene la razón absoluta; la única verdad es la que estos personajes blanden y si Morena, los obradoristas y Claudia Sheinbaum, no se adaptan a la agenda izquierdo-buenaondita, la debacle está cerca. Pareciera que gente como Bonasso, Gómez Bruera, Pérez Ricart,  buscan llenar el hueco que los intelectuales de la derecha, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, la comentocracia de los medios corporativos, entre otros, dejaron con el arribo de AMLO.

La “izquierda buenaondita” tiene más escollos estalinistas e infantiles que certezas. Sus integrantes, autoadscritos a cierta izquierda radical, periodística, académica, opinadora, intelectual, marginal, argumentan desde agendas personales y maximalistas. Han encontrado el aplauso en algunos nichos youtuberos, en particular en el canal de Youtube de Julio Astillero, quien, con varios de sus amigos, pontifican sobre cómo sus agendas individuales deberían ser adoptadas, sí o sí, por el obradorismo, Morena, la 4T, la presidenta de México. Pero sus esquemas analíticos poco reconocen la realidad actual. Al leerlos, su narrativa resume el reclamo de una realidad que favorece a la derecha y al fascismo, no a al progresismo o la izquierda. Es curioso, pero su posición de “izquierda” se alinea más al recién extinto PRD, partido político que fue arrastrado por la derecha PRIAN.

Durante la etapa neoliberal en México, algunos grupos de intelectuales fueron entronizados en la agenda cultural por medio de “apoyos” de los gobiernos neoliberales. Les pagaron encuentros, congresos y diversas reuniones; les otorgaron recursos por supuestos trabajos de alto nivel o de manera directa para aceitar sus “empresas culturales”, es decir, revistas, editoriales, edición de libros, opiniones a modo. No es lo que la izquierda buenaondita ansía. De eso no hay duda. Son pudorosos y honestos, pero si buscan ocupar el lugar de la intelectualidad derechista neoliberal. El fraude intelectual del neoliberalismo, busca ser sustituido, bajo circunstancias distintas con un gobierno progresista que domina el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, con la agenda de la izquierda buenaondita. La crítica de este sector de la izquierda mexicana, es necesaria y válida, pero no puede ser presentada como la “verdad absoluta” sobre lo que un gobierno progresista realiza. Al parecer, la izquierda buenaondita está construyendo, como la derecha, su propia realidad alterna. Una locura del fraude intelectual.

lunes, 25 de noviembre de 2024

Violencia contra las mujeres

 

La conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres o Día Naranja, el 25 de noviembre, decretado oficialmente por la ONU en 1999, nos recuerda que, en el capitalismo, la sociedad patriarcal sigue ejerciendo las peores violencias contra las mujeres de todo el orbe. No hay nada que celebrar, sino arreciar la marcha hacia una sociedad en la que el proceso civilizatorio arraigue una cultura en la que los hombres respeten la vida, el cuerpo, los sueños, los intereses, las aspiraciones, de las mujeres. En México, una mujer es asesinada cada 2.5 horas, pero no es un homicidio o una muerte “simple”; es un feminicidio, porque a las mujeres los hombres –parejas, familiares, crimen organizado, delincuencia- las matan por ser mujeres. Son crímenes de odio.

Asimismo, la violencia contra las mujeres tiene otras manifestaciones: bajos salarios, discriminación laboral y social, violencia económica, familiar, psicológica, vicaria, abusos, maltrato violaciones. Y la situación puede ser más grave tratándose de mujeres indígenas, de comunidades originarias y afromexicanas. Todavía, por ejemplo, en algunas comunidades de Oaxaca, la venta de las niñas es parte de las prácticas locales. En la violencia contra las mujeres, no solamente el Estado mexicano tiene un papel; igualmente, la Iglesia católica y el Poder Judicial. A nivel nacional se multiplican los casos de mujeres encarceladas por abortar, independientemente de las circunstancias. No olvidemos el caso de una niña de 14 años, a quien el fiscal de Querétaro ordenó prisión domiciliaria y la había condenado a pagarle, a su violador, 500 mil pesos por un aborto espontáneo. Muchas mujeres están en la cárcel por defenderse de su agresor.

El patriarcado no descansa reglamentando y normando la vida reproductiva, sexual, laboral, emocional, sentimental de las mujeres. A la mayoría, se les educa para ser objetos sexuales. Objetos para el uso, abuso y disfrute del hombre. La erradicación de la perversa “costumbre” del piropeo lascivo, pervertido y lujurioso, es difícil, porque hay mujeres que, como parte de su educación como objeto sexual, lo esperan y celebran. Si los hombres no las lascivan en la calle, se sienten rechazadas. Pero no es porque solo porque se vean así mismas como objetos sexuales, sino porque el patriarcado las educó de ese modo y les exige actuar en consecuencia.

La presidenta Claudia Sheinbaum, lanzó una campaña para concientizar y erradicar la violencia contra las mujeres, porque no es normal. Aunque el patriarcado y el machismo en que las cosas son como los hombres deciden, es necesario ponerle un alto a las múltiples violencias contra las mujeres. En las relaciones, interacciones y vínculos entre los hombres y las mujeres, nada es natural ni normal. Todo está atravesado por construcciones sociales, culturales, económicas, políticas, religiosas y de género. La manera en la que los hombres perciben e interactúan con las mujeres, está socialmente construida por el género. Y no, la “ideología de género”, espantajo terminológico inventado por el machismo, la derecha y el fascismo, no existe. El género es una construcción social y cultural, basada en las expectativas del patriarcado y el machismo sobre las mujeres. No hay nada natural.

En el actual sexenio, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien afirma de manera contundente que no llegó sola, sino todas las mujeres, la erradicación de la violencia contra las mujeres es esencial. De ningún modo se hace a un lado a los hombres, pero sí se les exige que repiensen su sitio en el entramado social, cultural, económico, político, religioso, que sostiene al patriarcado y el machismo. Las masculinidades están obligadas a cambiar. Es necesario que la sociedad mexicana rechace las normas heterosexuales, machistas y patriarcales. No habrá paz si la violencia contra las mujeres no es erradicada. Los feminicidios deben parar. Los hombres machistas, libidinosos, deben asumir que la transformación urge detener la violencia de todo tipo.

jueves, 21 de noviembre de 2024

Órganos autónomos: opacidad, privilegios y malversación de dinero público

 

En su momento, AMLO abordó con particular interés público el caso de los órganos autónomos, creados en el contexto del neoliberalismo, con la finalidad de promover la competencia e innovación, pero en realidad sirven para justificar las veleidades del mercado y favorecer a las empresas privadas y la oligarquía. Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, por ejemplo, de las reformas al artículo 27 constitucional que sujetaron las tierras ejidales al mercado, generando una nueva concentración de la tierra en pocas manos, a las llamadas reformas estructurales impuestas por Enrique Peña Nieto con el apoyo del PRIANRD, pasando por la destrucción de empresas públicas como Luz y Fuerza del Centro que lanzó a las calles del desempleo a más de 40 mil trabajadores, situación orquestada por la dupla del narcogobierno encabezado por Felipe Calderón y Genaro García Luna, el objetivo ha sido favorecer la depredación del país.

Competencia, competitividad, innovación, son tres términos que han devenido mitos geniales del neoliberalismo en México. Fueron el gran pretexto para inventar organismos reguladores que no regulan, porque en nuestro país los monopolios privados abundan. Los mal vistos son los públicos. Según esa terminología, las empresas públicas no compiten, pues no crean riqueza e impiden a la iniciativa privada invertir libremente; no son competitivas, pues son ineficientes, burocráticas y corruptas, y no innovan, inhiben la innovación, porque no compiten ni son competitivas. Son un lastre para el mercado. De ser verdad, entonces ¿por qué empresas públicas con números rojos, como Telmex, fueron malbaratadas? ¿por qué Pemex fue fragmentada y algunas de sus filiales fueron vendidas sin ganancias para la empresa estatal? Preguntas similares pueden ser hechas sobre la industria eléctrica. La producción de energía eléctrica era parte de un monopolio privado, cuyos privilegios abarcaban no pagar por la infraestructura y la transmisión eléctrica.

Hoy, con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y la aprobación en lo general de una iniciativa que desaparecerá a siete órganos “autónomos”, la oposición grita sus supuestas bondades, pero nada dice que fueron pillados en corruptelas y favoritismos. Pero no es solo ese el problema. Los autollamados órganos autónomos han construido sus propios castillos de privilegios, corruptelas y saqueos. Las estructuras burocráticas han sido erigidas, no para regular lo que en sus normas plantean, sino para favorecer componendas económicas y políticas, además de que, como en el INE, por ejemplo, esos organismos eran repartidos acorde con los intereses de los partidos políticos, cabilderos de empresas privadas y la oligarquía. Más de 30 mil millones de pesos han costado al erario público, mientras se han convertido en espacios para las componendas con transnacionales y negocios nacionales.

Que desaparezca el INAI, el IFT, la COFECE, el CONEVAL, entre otros órganos autónomos, no causará inestabilidad o retroceso, pues las funciones de los mismos existían previamente a su declaración de organismos constitucionales, con lo que se pretendió blindar al mercado y los negocios privados, condenando a las empresas públicas a la desaparición. La autonomía técnica prevalece, pero se les quita la protección constitucional para avalar componendas, fraudes, negocios, privilegios, corruptelas y saqueos. En Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, existen organismos que cumplen con las funciones técnicas de los supuestos órganos constitucionales mexicanos, y jamás se ha inventado la “necesidad” de protegerlos en las Constituciones de esos países y áreas económicas. Para el neoliberalismo mexicano era “necesario”, pues no se trataba de innovación, competitividad y competencia, sino de tener a la disposición de las transnacionales y las empresas mexicanas instancias que protegieran sus negocios y arreglos.

La oposición afirma que se afectan los derechos humanos, la estabilidad, a los consumidores, pero son solo parte de una narrativa de la derecha, que pretende defender instancias a las que ahora llaman “contrapesos”, cuando en la Constitución solo se les dieron funciones técnicas y regulatorias. Los siete organismos autónomos que desparecerán, jamás han sido “contrapesos”.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Futbol y genocidio

 

El futbol nunca me ha quitado el sueño, pues, excepto el futbol callejero y de ligas institucionalizadas menores, lo que se ve en los medios corporativos es un espectáculo, shows mediáticos de pan y circo. Pero lo sucedido la semana pasada en Ámsterdam, Holanda, y en Francia, es parte del contexto en el que el genocidio en Gaza ya es insoportable. En el primer lugar, durante el juego de Maccabi, equipo israelí, contra el Ajax, de la Europa League, y en el segundo, el encuentro de la selección de futbol del Estado sionista de Israel contra Francia, se encendieron los ánimos proPalestina y antisionistas por el genocidio en Gaza.

Según lo que se observa en los videos del encuentro futbolero en Ámsterdam, no fueron los propalestinos quienes atacaron a los israelíes, sino éstos iniciaron la agresión. Incluso se observa que los sionistas llevaban palos. Otra historia contaron los medios corporativos proisraelíes. Insistieron en que la agresión provino de los protestantes a favor de Palestina e, incluso, las autoridades locales los acusaron de antisemitas. En París, Francia, apenas unas 14 mil personas asistieron al estadio. Una buena parte del boletaje no se vendió, a pesar de que a los franceses les encanta ir al futbol y celebrar que su selección nacional juegue.

Los protestantes a favor de Palestina, fueron calificados por los medios corporativos, las autoridades locales y los gobiernos de otros países como antisemitas. El antisemitismo, se ha convertido en la bandera del Estado sionista de Israel, pero en realidad la ideología política antisemita tiene una carga racial innegable. Los sionistas israelíes se apropiaron de una voz que es muy criticada, convirtiéndola en su parapeto ideológico-político para acusar a cualquier persona o grupo que cuestione la conducta del sionismo israelí. No hay, en quienes están a favor de Palestina, ninguna actitud antisemita, pues incluso los palestinos son pueblos de origen semita, pero en el siglo XIX, de manera tortuosa, se acuña el término antisemita o antisemitismo y se lo apropian los sionistas, no el pueblo judío.

En este contexto, el futbol aquí es solo un momento en el que el juego en una cancha se convirtió en confrontación callejera no futbolera. La inasistencia de los fans, en el caso de la selección de Francia, ilustra también una respuesta distinta a una situación insoportable: el genocidio del Estado sionista de Israel en Gaza. Cerca de 40 mil palestinos, más ciudadanos de Líbano, Siria e Irán que están en peligro ante un conflicto financiado y atizado por Occidente, particularmente Estados Unidos. Regularmente, las rivalidades en el futbol callejero se resuelven con una convivencia en la que el alcohol circula sin pena. En el show mediático futbolero, se zanja con grandes sueldos por algunos pares de piernas, muchos anuncios comerciales y corrupción galopante en entre las televisoras, los dueños de los equipos de futbol y la FIFA.

Si bien el ataque de Hamas abrió un frente bélico, la respuesta del Estado sionista de Israel ha sido desproporcionada, llevando el conflicto a situaciones escandalosas como la limpieza étnica y el genocidio. Es incómoda, por ejemplo, la postura del Papa Francisco, quien ha llamado a analizar con tiento –palabras más, palabras menos- si hay o no un genocidio en Gaza. Ojalá el jefe de la Iglesia católica no desvirtúe lo que miles alrededor del mundo denuncian y observan en tiempo real: no hay guerra en Gaza. Hay una operación de un Estado, apoyado y financiado por Occidente, para barrer con un pueblo. Es obvio que la fuerza militar de Hamas o de otras organizaciones similares no es equiparable a la del Estado sionista de Israel, sobre todo porque Occidente, en particular Estados Unidos, financia con ingentes dólares y armas a un grupúsculo de genocidas que se parapeta en la supuesta legitimidad de la autodefensa.

El sionismo y el antisemitismo, son ideologías políticas que justifican el genocidio en Palestina, obscureciendo la verdad del holocausto judío cometido por los nazis, por Occidente.

Mainstream Trumpista: desencanto e irracionalidad

 

Trabajadores blancos, mujeres, latinos/hispanos y afroamericanos votaron para que Trump, el empresario delincuente y sus secuaces –prácticamente todo su gabinete, con muy pocas excepciones, son delincuentes- administrara Estados Unidos. Según diversos testimonios, la economía fue central para decidir el voto en general, pero por origen étnico, género y clase, las motivaciones varían. Las mujeres que votaron por Trump lo hicieron contra otras mujeres, favoreciendo a un abusador sexual y un hombre que seguirá restringiendo sus derechos –como el aborto durante su primer mandato, pero vienen más cambios. Entre algunos hispanos/latinos, la economía, la inmigración y la transfobia sobresalen entre sus razones.

El voto por Trump, resume dos aspectos que algunos analistas plantean: desencanto e irracionalidad. Es decir, el nuevo mainstream Trumpista está alimentado por humanos y humanas irracionales y desencantados. Es entendible que la clase trabajadora blanca, anglosajona y evangélica, se haya desencantado con el Partido Demócrata, porque se convirtió en un partido de las elites. Pero el Partido Republicano es también un partido de las elites. Los nombramientos de funcionarios que Trump sigue haciendo, nombrados que, no solo no saben nada del asunto para los que son convocados, sino también son de las elites políticas y económicas. Elon Musk, quien tiene el encargo de acabar con los trabajadores de cuello azul, muchos blancos anglosajones, es el hombre más rico del mundo. Los blancos anglosajones no votaron por su victimario, pero Trump sabe pagar bien a quien le dio más de 100 millones de dólares para su campaña.

45% de los hispanos/latinos votó por Trump. De este porcentaje, 3 de 10 de origen mexicano lo favorecieron, mientras las amenazas de deportación crecen: restringir el derecho de los nacidos en Estados Unidos a la ciudadanía, aunque tendría que reformar la Constitución estadounidense, es una amenaza latente; expulsar a los padres y madres de los nacidos en la Unión Americana, deportar a familias completas, proscribir a los indocumentados –alrededor de 7-8 millones de mexicanos-, usar a las fuerzas armadas de ese país para organizar una deportación masiva, entre otras medidas que darán continuidad a los cambios que Trump hizo durante su primer mandato al sistema migratorio, parecen inminentes. Donald Trump tiene, a partir de enero de 2025, solo 4 años para hacer realidad su agenda supremacista, racista, clasista, blanca, anglosajona para salvar, en sus propias palabras, el “american way of life”.

En este sentido, el nuevo mainstream estadounidense no incluye a los cerca de 40 millones de latinos/hispanos. Se trata de “recuperar” el sueño americano para millones de anglosajones blancos protestantes, a millones de los cuales no les interesa hacer los trabajos que millones de hispanos/latinos hacen, particularmente los indocumentados. Lo que señalo, es que salvar el “sueño americano”, no incluye a los inmigrantes, menos a los mexicanos que “contaminan” la sangre blanca anglosajona, en palabras de Trump. Y según parece, apenas tome posesión la amenaza electoral será hecha realidad: pretende declarar una emergencia nacional y usar a las fuerzas armadas de Estados Unidos para comenzar con las expulsiones masivas. Parece obvio que los primeros en ser expulsados, serán los indocumentados, pero pende sobre las cabezas de otros inmigrantes la delirante amenaza: dreamers, quizás recién naturalizados, familias mixtas –residentes legales, naturalizados e indocumentados) y la posibilidad de ordenar quitarles la ciudadanía a los nacidos en ese país.

Si bien, quitar la ciudadanía a los nacidos en Estados Unidos, hijos de inmigrantes de diverso origen y estatus legal, requeriría reformar la Constitución estadounidense (14ª enmienda), no olvidemos que tiene a su favor las Cámaras de Representantes y de Senadores, y la Suprema Corte. Con los votos de los republicanos y jueces conservadores puede hacer muchas cosas.

lunes, 18 de noviembre de 2024

La derecha y la “izquierda buenaondita” ante la 4T, 2

 

En América Latina, la segunda ola de gobiernos progresistas no va bien. Además del acoso externo, de Estados Unidos y la derecha internacional, los movimientos de izquierda en algunos países parecen fracturarse, como en el caso de Bolivia. El conflicto entre el expresidente Evo Morales y el actual mandatario, Luis Arce, surgidos de las filas de la izquierda, la que recuperó el gobierno después del cruento golpe de estado orquestado por la OEA, financiado por Estados Unidos, y la derecha racista y clasista boliviana, está erosionando, no solo a su partido, el MAS, sino a la izquierda en general. En Colombia, el presidente Petro está amenazado por la derecha con un juicio por supuesto financiamiento ilegal. En Brasil, Lula Da Silva, acosado también por la derecha bolsoranista y externa, decidió romper la aparente unidad de la izquierda latinoamericana, al presionar sin muchas pruebas a Venezuela, por una elección muy cuestionada.

Asimismo, en Perú, después del brutal golpe de estado encabezado por la derecha, que destituyó y enjuició ilegalmente al presidente Castillo, la izquierda peruana no parece tener brújula. En Honduras, un exministro acusado por Estados Unidos de supuestos vínculos con narcos, han hecho tambalear al gobierno progresista encabezado por la primera presidenta. En Guatemala, prevalecen los intentos por derribar al recién integrado gobierno de izquierda. En Nicaragua, la caída de la izquierda sandinista ha sido elocuente, con un presidente con tintes dictatoriales y acusaciones de corrupción. En Chile, el presidente Boric, además de no poder consolidar su gobierno y al propio movimiento de izquierda que lo encumbró, parece que acabará entregando el gobierno a la derecha de nuevo. Mientras, Cuba y Venezuela, resisten bloqueos e intentos de la derecha y Estados Unidos, para derribar los respectivos gobiernos.

En México, a pesar del acoso de la derecha y de la izquierda buenaondita, a la 4T, la presidenta Claudia Sheinbaum y Morena, el partido movimiento dominante, parece que la opción progresista tiende a consolidarse. Cerca del 70% de los mexicanos apoyan a la presidenta, un porcentaje mayor al alcanzado por el voto del 2 de junio de 2024. La soberbia de la izquierda buenaondita prevalecen una disputa en la que las agendas personales, no de grupo, menos ideológicas, pero abiertamente políticas contra todo lo que parezca 4T. De acuerdo con un reciente estudio de la Universidad de Londres y el Instituto Alan Turing, actualmente en la red social X (Twitter) el abuso político de derechas e izquierdas es un “rasgo clave de la comunicación política” (Nature Communications, 14/11/2024, https://www.nature.com/articles/s41467-024-53868-0). Si bien no se incluye en la investigación a México, algunos de los resultados pueden ser referencias interesantes sobre como las derechas e izquierdas mexicanas suelen interactuar en las redes sociales.

La red social X, cuyos viejos controles censores, que cerraban y proscribían cuentas de uno de los implicados, pero permitían al otro continuar con su acoso, fueron clausurados por su nuevo patrón, Elon Musk, el multimillonario sudafricano dueño de Tesla y Starlink, quien ocupará un cargo en el gobierno de Trump, a través del cual agregará mayor toxicidad a la administración Trumpista, se ha convertido en un campo de batalla donde las derechas y, ciertos sectores de las izquierdas, además de pelearse entre sí, ambas tienen como principal objetivo socavar a la 4T. Sin embargo, para los estudiosos del fenómeno comunicativo en X es reprobable que los detractores del mismo partido político, sean vituperados y atacados al ser identificados como tales. Es decir, debería prevalecer la “corrección política” y dejar que infamadores que se dicen, en el caso de la izquierda buenaondita en México, “acompañantes” o “apoyadores” vilipendien a los otros cuando sus agendas personales no son las que marquen el debate. La investigación citada es un gran avance para conocer la toxicidad de derechas e izquierdas, pero sus conclusiones mantienen el sesgo que cuestionan, inclinándolas hacia un bando.

viernes, 15 de noviembre de 2024

La derecha y la “izquierda buenaondita” ante la 4T, 1

No cabe duda que el movimiento encabezado por AMLO, que en 2018 se convirtió en gobierno y a su máximo líder en presidente de México, inició un cambio profundo en todos los ámbitos de la sociedad mexicana, además de cuestionar verdades anquilosadas tanto en la derecha como en la izquierda, y hacer visibles a grupos y personajes más allá de los partidos políticos, anclados en ciertos medios de comunicación e instituciones académicas. Por supuesto, las viejas narrativas se reforzaron y las aparentemente novedosas se ven limitadas por posturas y agendas más personales.

La derecha ha sido muy transparente, aunque le falta cohesión y coherencia a su actuar y su discurso. Por ejemplo, el PAN, el PRI y el recién desaparecido PRD, tomaron la mala decisión de unificarse, sin perder sus siglas partidistas y el dinero público, bajo el mando del derechista Claudio X. González. Asimismo, diversas organizaciones de la sociedad civil (ONG, OSC) hicieron un bloque que las llevaron a realizar las famosas marchas rosas y, en algunos casos, a defender la esquizofrénica guerra contra el narco, de Felipe Calderón; particularmente a su principal ejecutor: Genaro García Luna, hoy acusado de narco y preso en Estados Unidos.

En general, sin matices, la derecha mexicana ha realizado duras campañas golpistas en los medios corporativos, los que están a su servicio, y las redes sociales en contra de AMLO. La coronación de las mismas puede resumirse en los hashtags que intentaron vincular a AMLO, la actual presidenta de México y a Morena, con el narco. Actualmente promueven la cruzada “narcoterrorismo”, haciendo hincapié en la intervención de Estados Unidos en el país. El PAN la encabeza y, en el contexto del triunfo de Donald Trump, la derecha mexicana no ha dudado hacer de las amenazas del republicano su narrativa. No les interesan los mexicanos, menos el país soberano. La derecha llama a la violencia.

Mientras la derecha hace su juego golpista, la izquierda mexicana se balcanizó. Entre las expresiones más radicales, que siguen conservando su perfil, pasando por el neozapatismo del EZLN, sobresalen los llamados “progres buenaondita” o la izquierda buenaondita, conformada por periodistas que presumen estar en “resistencia” –como la derecha- y algunos académicos convertidos en periodistas, columnistas y opinadores. Parte de la izquierda buenaondita negó abiertamente que la 4T estuviera promoviendo cambios importantes, en diversos niveles. Es el caso de Julio Hernández López, conocido como Julio Astillero, columnista del periódico La Jornada, quien desde su canal en Youtube reúne a comentaristas, analistas, opinadores y algunos periodistas que, desde sus entrañas estalinistas, golpean un día y otro a la 4T.

Nadie puede argumentar unanimidad acrítica por la 4T, AMLO, Morena, la presidenta Claudia Sheinbaum, pero tampoco especular e inventar una narrativa sin sustento, como lo hacen de lunes a viernes Julio Astillero y varios de sus amigos. Igualmente, la autoridad moral que algunos se arrogan, como Hernán Gómez Bruera y Carlos Pérez Ricart, saliendo en sus redes sociales y sus columnas en algunos medios corporativos, a descalificar cualquier acto de la 4T. Acusan cerrazón de la 4T, pero en realidad como no se cumple su agenda “progre”, sus intereses personales, entonces no hay cambios. Todo es cuestionable, pero parten de descontextualizar los procesos políticos, sociales y económicos en marcha, y exigir que, desde una extraña autoridad moral y política, todo debería ser como ellos dicen. Es donde se alinean perfectamente con la derecha.

Del lado de la derecha, las pérdidas y fracasos que arrastran, parece que les impiden sostener un discurso coherente opositor, en tanto la izquierda buenaondita ensaya una narrativa que cuestiona todo, sobre todo si su agenda no es asumida por la 4T. Van juntas derecha e izquierda. La balcanización de la izquierda mexicana parece buscar el desmantelamiento del gobierno mexicano, como sucede en Bolivia y la fallida administración de Lula Da Silva en Brasil. 

jueves, 14 de noviembre de 2024

Trump y los inmigrantes indocumentados

 

En 1986, Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos, miembro del Partido Republicano, promovió y aprobó la llamada “amnistía”, que formalmente es la Immigration Reform and Control Act (IRCA), ley que modificó el sistema inmigratorio estadounidense y legalizó la estancia de al menos 2 millones de inmigrantes mexicanos y de origen mexicano, por medio de dos programas. En 1996, Bill Clinton, presidente del país del norte, miembro del Partido Demócrata, impuso una nueva ley migratoria, la Illigal Immigration Reform and Immigration Responsability Act (IIRIRA), una ley que criminalizó la inmigración indocumentada. Recordemos programas como Gatekeeper y otros que restringieron el acceso en la frontera México-EEUU, además de redirigir la entrada de migrantes a zonas muy peligrosas. Son incontables las víctimas –muchas no identificadas- de este proceso.

Los ataques terroristas a Nueva York y el Pentágono, en 2001, durante el mandato del republicano George Bush, incrementaron los controles migratorios. El Acta Patriótica (Patrior Act) jugó un papel importante. Asimismo, durante los tres primeros lustros del presente siglo, creció el número de migrantes mexicanos que, en ese periodo, ante el temor de las deportaciones, permaneció en Estados Unidos, rompiendo la circularidad migratoria, aunque le emigración mexicana a ese país continuó, con importantes reducciones. Pero el terror de las deportaciones se hizo realidad con Barack Obama, presidente miembro del Partido Demócrata, quien durante sus dos mandatos presidenciales fue como el “deportador en jefe”, porque expulsó a cerca de 4 millones de inmigrantes indocumentados

El republicano, Donald Trump, durante su primer periodo gubernamental, ordenó acelerar la construcción del muro fronterizo y una serie de incursiones en lugares de trabajo que implicaron el arresto y la expulsión de inmigrantes de diverso origen, sobre todo mexicanos. Asimismo, amenazó al gobierno de AMLO con mayores aranceles si no regulaba los flujos migratorios del sur que se dirigen a Estados Unidos. Después de décadas en la que la política migratoria mexicana no cambiaba, la 4T tuvo que hacer ajustes para responder a las coacciones del derechista Trump. El retorno del energúmeno a la presidencia del país del norte, con notorios cambios, pues tendrá al Congreso estadounidense, la Suprema Corte y el gobierno, a su servicio. Algunos analistas han insistido en que las campañas electorales imponen ciertos comportamientos, pero al llegar al gobierno, el candidato deberá ejecutar lo necesario para ponerlos en práctica, lo que no necesariamente sucede.

Con todo, es urgente observar la composición de sus funcionarios para la frontera y para la política exterior, la que pondrá gran atención en el sur latinoamericano, particularmente la migración. Durante la campaña electoral, Trump amenazó, no solo a los inmigrantes de origen mexicano y al gobierno mexicano, sino también se mostró más dispuesto a poner en práctica sus extremas políticas, tanto migratorias como económicas, para delinear lo que la MAGA desea: recobrar el “sueño americano”. La narrativa Trumpista no incluye a los inmigrantes latinos/hispanos, aunque residan legalmente o hayan nacido en Estados Unidos; va dirigida a los blancos anglosajones, en particular a los del medio rural y de áreas en las que la clase trabajadora enfrenta importantes situaciones. Si bien no es real que los inmigrantes les arrebaten los empleos, su sentimiento es que su “sueño americano” no los alcanza como les inculcaron.

La película de Trump y los inmigrantes ya la hemos visto. Las amenazas a los inmigrantes de origen mexicano y al gobierno mexicano también. De hacerse realidad el extremismo fascista de la nueva administración Trumpista, podríamos asistir a cambios fundamentales en la relación bilateral, más allá de relación comercial. En este contexto, Trump y sus fanáticos tienen la palabra.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

La degradación del PAN

 

En el PAN, la crisis interna parece ahondarse. Elegir a un personaje identificado con el llamado cartel inmobiliario de la Ciudad de México, negado por Jorge Romero, quien ganó la dirigencia de ese partido político con una tercera parte de la militancia panista, no solo pone en entredicho al PAN y sus dirigencias, sino también a su voto duro, el que parece que prefirió a un corrupto y saqueador conocido que a una mujer. No hay renovación –en realidad eso de la “apertura” que esgrimió cuando se declaró ganador, confirma el vacío político y narrativo del “nuevo” dirigente y su grupúsculo-, solo el intento de paliar la debacle. Que el ya exdirigente Marko Cortés haya pedido, traidor a la patria, la intervención de Estados Unidos con el grito de “narcoterrorismo”, también puede entenderse como un aullido de auxilio de la derecha mexicana.

Ahora el Poder Judicial está en la CIDH, apoyado por la derecha panista, lo que confirma que el PAN sigue buscando un asidero para no seguir naufragando. La nueva dirigencia exhibe el fracaso del neoliberalismo y del PAN, un legado de corrupción y descrédito, lo que muestra también que la camarilla que sigue usufructuando el PAN no tiene proyecto político y tampoco proyecto de nación. Pero el voto duro intenta detener la debacle, revelando que está cómodo con la corrupción y el saqueo de sus dirigencias. No votó por irse al centro ni por la extrema derecha. El voto duro del PAN votó por los los negocios que hacen, como en Guanajuato que recién concesionaron una carretera, o los negocios inmobiliarios que no solo fueron hechos en la CDMX. Parece que en los lugares donde gobierna el PAN, son los negocios más jugosos. La degradación del PAN sigue su curso. Pero no parece vergonzoso al voto duro.

Lo que esta elección en el PAN muestra, es que el voto duro de este partido político está muy alejado de sus principios fundacionales. Quizás algunos fundaron al PAN, pero a sus bases complace que la dirigencia del partido derechista no tenga principios, menos los valores a los que algunos panistas esgriman. La derecha y el fascismo van de la mano en esta elección panista. La corrupción y el saqueo son parte esencial de ese voto duro y de ese PAN inescrupuloso. Al parecer, la degradación del PAN es promovida por su propio voto duro y no le aparece importarle su hundimiento. En el PAN no hay disputa, solo contubernios para seguir reptando, corrompiendo y saqueando.

En este contexto, ante su debacle, el PAN no es más un partido político de oposición. Es simplemente una oposición derechista que no tiene propuestas, no tiene proyecto. La narrativa panista solamente reitera lo que su jefe real, Claudio X. González les dicta, mientras los panistas se denigran cada día. Retomar el neoliberalismo tampoco les redituaría votos, porque la mayoría de los mexicanos experimentaron, durante 30 años, los efectos de una política económica que deterioró su salario, profundizó la pobreza, concentró la riqueza en pocas manos, promovió el saqueo, la corrupción y el feroz endeudamiento del gobierno mexicano, disolvió los lazos comunitarios, sembró el individualismo extremo y el consumismo, normalizó una guerra interna con miles de ejecuciones, desaparecidos, asesinatos y violaciones a los derechos humanos. Con excepción del voto duro del PAN, millones de mexicanos votaron por no regresar a ese pasado reciente.

Como muchos analistas dicen, la oposición en México no existe. El PAN se diluye como parte de un grupúsculo de opositores derechistas financiados por algunos miembros de la oligarquía mexicana y agencias estadounidenses y europeas. A lo único que le apuesta el PAN, es derrocar con un movimiento golpista a la actual presidenta de México, como lo hizo en contra de AMLO, y la 4T. Por medio de Lawfare hasta la fecha le ha fallado; también sus llamados a las fuerzas armadas, y sus marchas rosas por el INE, la SCJN, el Poder Judicial, tampoco han tenido éxito.

martes, 12 de noviembre de 2024

Trump: salvar el sueño americano

 

Algunos México-americanos, descontextualizando el momento en que Estados Unidos se convierte en una nación independiente, engrandecen, por simple ignorancia y desconocimiento histórico, los “valores” de la Constitución estadounidense, negando que ese país comenzara su carrera por afianzar el capitalismo que se erigía como sistema económico en Inglaterra, pero que auguraba su predominio mundial. En los orígenes del capitalismo, Marx planteó que la expoliación del campesinado en Inglaterra y otros lugares, como Francia, fue un signo esencial de la acumulación capitalista. En Estados Unidos, el exterminio de las sociedades originarias, el esclavismo y la colonización del medio oeste, son comparables con las raíces del capitalismo que Marx advirtió en Inglaterra.

Las 13 colonias que se independizaron de la Corona inglesa, estaban conformadas por grupos de extremistas conservadores, donde la religión era esencial en su vida cotidiana, cuyas ideas están presentes en la Constitución estadounidense, lo que podría suponer que luchaban por una libertad prístina y una grandeza originaria. Es lo que algunos México-americanos creen que es la felicidad pura que suponen buscaban las comunidades que fundaron ese país. Asimismo, también ignoran que más de 200 años después, el país que celebran, es el principal motor del capitalismo salvaje. El capitalismo salvaje es una realidad, y es impulsado por las grandes corporaciones estadounidenses, cuyos dueños hacen realidad la Constitución estadounidense predicando que la acumulación capitalista y la tasa de ganancia son esenciales al llamado “sueño americano”.

El MAGA (Make America Great Again), con el proyecto 2025, apuntan a rescatar el “sueño americano”, pero solo para unos cuantos. Es decir, para los blancos anglosajones fundadores de Estados Unidos. Las anunciadas deportaciones masivas de inmigrantes, no solo incluyen a los indocumentados, acorde con los planteamientos de los extremistas que ocuparán los principales cargos para su frontera sur y la política exterior en general, también a otros grupos. Actualmente, hay alrededor de 12 millones de inmigrantes indocumentados en ese país, de los cuales cerca de 7 millones son mexicanos. Pareciera lógico que este universo de personas sea su principal objetivo, pero parecen ir por más. El “sueño americano”, solo será posible, según el proyecto 2025, que prevé cambios radicales en todos los sentidos, con el capitalismo salvaje.

Donald Trump regresa a la presidencia de Estados Unidos, en condiciones realmente privilegiadas. La Cámara de Representantes, la Cámara de Senadores, la Suprema Corte, y el gobierno, son suyos. En los próximos cuatro años podría imponer su nacionalismo extremo, radical proteccionismo e ideas racistas, misóginas, clasistas y antiinmigrantes. En el caso de la población de origen latino/hispano, su incomodidad con los demócratas los llevó a darle a los republicanos extremistas un voto que quizás los afecte también en muchos sentidos. No es extraño. Muchos de los grupos de inmigrantes –naturalizados, residentes, nacidos, etc.- son conservadores. Son pocos los liberales y las ideas de izquierda son rechazadas enfáticamente. En otro lado aludí a la idea de que los latinos/hispanos están moldeando un nuevo “mainstream”; un nuevo marco sociocultural que está redefiniendo a la sociedad estadounidense.

El MAGA es un slogan para hacer frente a la pérdida de hegemonía e importancia global de Estados Unidos, si bien sigue siendo la más poderosa economía. Es un discurso dirigido, sobre todo a los votantes anglosajones, que los hispanos/latinos no han comprado totalmente, porque son poblaciones muy diversas con orígenes múltiples que, aunque están bastante bien integradas a ese país, la manera en que lo han hecho, también de modos complejos, poco tiene que ver con la negación de sus raíces, una gran diferencia con los inmigrantes anglosajones y de otros precedentes europeos, quienes construyeron lo que podríamos llamar el mainstream estadounidense histórico.

lunes, 11 de noviembre de 2024

Universidades públicas

 

La presidenta de México anunció recientemente que se crearán más de 300 mil nuevos espacios para estudiantes universitarios de nuevo ingreso, pero para disgusto de sus críticos, particularmente de la “izquierda buenaondita”, será a través del fortalecimiento y ampliación de la Universidad Rosario Castellanos, creada durante su mandato en CDMX, y el sistema de universidades “Benito Juárez”, instituido por AMLO. El malestar no se hizo esperar. Según sus críticos, debería mirar a las actuales universidades públicas para reforzarlas y hacerlas crecer, pero sus mismos detractores evitan plantear que prácticamente todas las universidades públicas autónomas están copadas por mafias y grupos de poder y privilegiados que impiden el cambio interno profundo.

Son grupos aferrados a intereses internos y privilegios de todo tipo; los sindicatos administrativos y de profesores, además de mafias y burocracias ligadas a políticos, partidos políticos, gobiernos estatales y elites locales, han anclado a las universidades públicas no a la consecución de los derechos de los trabajadores y docentes, y el cumplimiento de sus principales funciones –docencia, investigación y difusión de la cultura-, sino a privilegios de grupo y clase. Esta situación, además del uso político de la autonomía para resguardar privilegios y sostener la opacidad y el uso de los recursos públicos sin rendición de cuentas y austeridad, hace casi inviable construir un sistema universitario público sin mafias sindicales y académicas.

Antes de los dorados años neoliberales, en muchas universidades públicas estatales se conformaron diversidad de grupos –porriles, organizaciones estudiantiles combativas, sindicatos que reivindicaban los intereses de docentes y personal administrativo, sindicatos charros, colectivos ligados a grupos de izquierda radical y de derecha, burócratas, etc.-, muchos de los cuales se adueñaron de las estructuras universitarias, convirtiendo los espacios universitarios en campos de batalla de privilegios y subordinación a grupos políticos, partidos políticos y gobiernos. Pero las décadas neoliberales significaron, en todos los casos, la consolidación de mafias académicas, sindicales y burocráticas que hicieron del ingreso –estudiantil, docente, investigadores, académicos en general, trabajadores administrativos- un negocio en el que los recursos públicos son el principal botín, tanto político como pecuniario.

En este contexto, el reforzamiento del sistema de universidades “Benito Juárez” y la ampliación de la Universidad Rosario Castellanos, representan un experimento que pretende alejarse del actual funcionamiento de las universidades públicas estatales. Desde mi punto de vista, las primeras todavía están por demostrar sus bondades, aunque ofrecen alternativas educativas profesionales que impiden que los estudiantes sean rechazados u obligados a apagar cuotas de diverso tipo. Asimismo, en el caso de los usos de los recursos públicos, también debe darse mayor transparencia, así como en la contratación del personal docente y administrativo. Ahora bien, el modelo debe generar sus propios mecanismos para evitar la burocratización y la formación de grupos de interés de todo tipo, lo que no significa negar la posibilidad de que docentes y administrativos se organicen para defender sus intereses académicos y laborales.

Lo que sin duda debe evitarse, es la formación de mafias académicas y administrativas que retrasan el cambio y deciden, más allá de sus atribuciones, las funciones esenciales universitarias y el reparto –no distribución- de los recursos públicos. También debe evitarse el uso de la autonomía universitaria para sostener sistemas opacos y sin rendición de cuentas. En el ámbito académico, las universidades públicas estatales consolidaron grupúsculos de poder que deciden el ingreso de nuevos miembros, muchos, parte de redes de intereses, corrupción y saqueo, que determinan que se investiga y qué programas académicos se implementan, algunos de los cuales son premios para amigos y mafias encerradas en sus doradas torres de privilegios.

sábado, 9 de noviembre de 2024

Valencia, solidaridad

 

La DANA, como otros fenómenos naturales-ambientales-sociales, porque las fuerzas y frecuencias de huracanes, ciclones, tormentas, estaciones intensas de calor, lluvias y frío, invertidas, que estamos experimentando actualmente tienen una carga antropocéntrica innegable, está marcando un claro cambio de rumbo de la población española de esa zona. Miles han marchado para exigir la renuncia de Carlos Mazón, un oscuro integrante del Partido Popular que supuestamente gobierna Valencia, pero que disolvió un sistema de emergencia para dárselo a quienes adoran torturar toros, ignoró alertas de la catástrofe, mientras disfrutaba de una linda fiesta, acompañó al repudiado rey de España y al presidente del Gobierno español Sánchez, quien se hace pasar por socialista, unos días después de la calamidad vivida por los valencianos, sin atender sus angustias, pérdidas personales y ruina de su vida cotidiana.

Sin duda, la derecha en España ha avanzado casi de modo inexorable. Muchos ciudadanos, quienes viven entre el pasado franquista, extremista que aseguran salvaguardó los “valores” de sociedades ultra conservadoras, y la modernidad de la Unión Europea que con su sistema de codesarrollo ha cambiado a naciones sumidas en la pobreza –como lo fue España-, hoy se percatan que votar por la derecha, el franquismo, el conservadurismo, no es garantía que su vida cotidiana importe. Son preferibles las torturas y masacres de animales indefensos que miles disfrutan, como parte de la barbarie de un proceso civilizatorio que conoce cada vez más obstáculos y retrocesos que avances. Los valencianos no están cambiando sus anquilosados modos de pensar, pues la mayoría votó por tener a un gobernante derechista, fascista, que prefiere masacrar toros, sino están reaccionando ante un personaje que fue elevado a “autoridad” con la esperanza de que sus vidas importen.

Como quiera, hoy la solidaridad con Valencia es fundamental. Es urgente, no solo rescatar a los habitantes de Valencia de tormentas que han vuelto sus vidas insoportables, sino también de una derecha a la que no le importan los ciudadanos, a pesar de que proclamen que la familia tradicional debe prevalecer. El PSOE no tiene respuestas a los desafíos que los valencianos presentan a la derecha, en un giro político, pero no ideológico, contra un gobernante que debería renunciar ya, porque es compañero de viaje de la derecha, del conservadurismo, y a veces del fascismo franquista. Los “socialistas” del PSOE, como el Partido Demócrata en Estados Unidos, abandonaron hace tiempo a los obreros y a los ciudadanos en general. Si hoy tienen la presidencia del Gobierno español, no es por abanderar causas socialistas, sino por componendas políticas.

En México, los últimos fenómenos naturales-ambientales-sociales, devastaron a muchas comunidades. Aunque a la “izquierda buenaondita” no guste, AMLO, ante el huracán Otis, operó un programa que incluyó rescatar a las comunidades afectadas y las bases económicas de zonas como Acapulco, cuya economía local y familiar dependen del turismo. A la “izquierda buenaondita” se le “olvida” que vivimos en el sistema capitalista y que huracanes como Otis, son producto del capitalismo salvaje, además de un estado como Guerrero que es disputado por la delincuencia organizada y a la que la 4T podría salírsele de las manos, a juzgar por los recientes acontecimientos. La delincuencia organizada en Guerrero actúa como cualquier mafia capitalista. Disputar por territorios, que incluyen gobiernos locales y comunidades, no es solo establecer fronteras para la producción de delincuencia, es para afianzar el dominio mediante el terror.

En Valencia, España, la mafia derechista y fascista, se olvidaron del pueblo valenciano. No hay parangón con lo que sucede en Guerrero, excepto que AMLO hizo lo necesario para atender –a pesar de los medios corporativos golpistas que afirman que jamás fue a Guerrero después del impacto de Otis- a las comunidades devastadas y a los negocios de los capitalistas. Ingentes recursos se aplicaron. Por eso el secretario de Hacienda debe ser ratificado, no fue nada más voluntad política. Fue un manejo extraordinario de los recursos públicos y la economía.

La nueva campaña de la derecha: narcoterrorismo

 

La derecha mexicana no ceja de promover campañas golpistas, a pesar de sus estridentes fracasos. El intento golpista usando a la SCJN –la pirueta inconstitucional, de 8 a 6 votos, de la corrupta ministra Norma Piña, es lo más tragicómico de ese fiasco- y al Poder Judicial, fracasó porque compraron a una torpe jurista que no sabe ocultar o disimular sus intenciones, pues no es una política, sino un remedo de ministra impuesta por Enrique Peña Nieto y elevada a la presidencia de la SCJN por esa derecha que pretende regresar y adueñarse de México. La derecha ahora acudirá a la CIDH de la OEA, esperando que ese organismo derribe la Constitución mexicana, ya que lo que siguen llamando “reforma judicial” es ya parte del texto constitucional. La intención es usar la “reforma judicial” como violatoria de los derechos humanos, claro, de ministros, magistrados y jueces, no de quienes exigen justicia. Miles de mexicanos encarcelados, con procesos pendientes, están siendo violentados en sus derechos humanos. Lo demás es parte de la tragicomedia.

En este contexto, el PAN está impulsando la campaña sobre supuesto “narcoterrorismo”, en la cual la derecha cree que pronto lo arropará Donald Trump, quien durante su campaña electoral amenazó a México con aranceles si no detenía la migración, el trasiego de drogas y a los carteles del narcotráfico. Según el fracasado líder del PAN, Marko Cortés, lo del “narcoterrorismo” es una “opinión” y exige a la presidenta de México “respetar” sus exabruptos golpistas e intervencionistas. Exigir que los carteles del narcotráfico sean identificados como “narcoterroristas” y pedir que Estados Unidos invada nuestro país, sí es traición a la patria, acorde con el Código Penal mexicano. No es una “opinión”. Recordemos cómo la derecha ha pedido históricamente la intervención extranjera, trayendo príncipes europeos, ejércitos extranjeros y que, en el caso de Estados Unidos, haga de nuestro país lo que le convenga como imperio.

Ante el fracaso de la última andanada golpista que finalmente terminó de hundir a la SCJN y al Poder Judicial en la ignominia y el descredito, el PAN pretende encabezar la nueva campaña golpista. No será extraño que los medios corporativos –prensa, tv, radio, plataformas digitales, redes sociales- pronto inunden con “sesudas” columnas de la comentocracia pagada por la derecha sus espacios impresos y virtuales. Tampoco debe extrañar que la ridiculez y traición a la patria encabezadas por Marko Cortés y Lilly Téllez, sean pronto la bandera mejor pagada por la derecha. Y no deberá extrañar que en Estados Unidos se renueve el ataque a nuestro país. Tanto Donald Trump como su vicepresidente Vance, compiten como los energúmenos con más poder en ese país. Nada saben de relaciones bilaterales e internacionales, pero suponen que su beligerancia en América del Norte les será favorable. Consumidores estadounidenses, prepárense para una mayor inflación y desempleo.

Por la amenaza de subir las tarifas, lo que los blancos anglosajones, celebran, repercutirá en los precios que todos los productos que sean importados de México. Son los blancos anglosajones que pagarán la estupidez de Trump de aumentar los aranceles a México. En nuestro país no hay plantas chinas que construyan o armen automóviles. Son estadounidenses, europeas o japonesas. Los autos que son exportados a Estados Unidos tienen componentes de esos orígenes. No chinos. La disputa comercial con China es una de las grandes estupideces de los gobiernos –demócrata y republicanos- estadounidenses. En realidad, es una disputa por el comercio mundial, en el que China presiona fuerte a las economías capitalistas occidentales. No es México el “problema”, es la debacle del imperio estadounidense. La guerra en Ucrania y el genocidio en Gaza han alentado a la industria militar, pero no es suficiente.

La postura de la derecha mexicana se topará con barreras, más que ideológicas, económicas. Estados Unidos la puede acompañar, pero la relación bilateral es más importante.

jueves, 7 de noviembre de 2024

El nuevo mainstream estadounidense

 

Durante mis años de estudios y análisis de la emigración mexicana a Estados Unidos, además de tratar de entender cómo las diferentes generaciones de mexicanos y de origen mexicano se han integrado al mainstream de ese país –ya no el famoso melting pot-, hoy creo esbozar una “conclusión” más o menos precisa. 45% de los latinos votaron por Donald Trump, sobre todo los hombres. También los afroamericanos masculinos le dieron su voto. Es quizás una afirmación simplista, pero latinos, afroamericanos, votaron por el patriarcado estadounidense representado por Trump: machista, misógino, anti LGBT, anti aborto, antiinmigrante, racista, favorable al segregacionismo. Son comunidades que están bien integradas al patriarcado estadounidense y están orgullosas de un hombre que, con todo el poder acumulado, podrá devolverles la tranquilidad de que los hombres siguen llevando el mando en la pudrición del sistema capitalista.

Porque Trump representa a la decadencia capitalista, a pesar de sus promesas de hacer grande a su país de nuevo (MAGA). Entonces, el hacer grande de nuevo grande a Estados Unidos, no tiene que ver con la economía o la inmigración, sino con renacer los valores masculinos, machistas y al patriarcado. Es decir, que los hombres vuelvan a tener la supremacía sobre las mujeres. Si bien, varias encuestas de salida coinciden en que la economía y la inmigración motivaron el voto a favor de Trump, los WASP (blancos anglosajones) no tienen que probar que conculcan con la perspectiva machista trumpista, en el caso de los hombres latinos y afroamericanos, era urgente su afirmación. Adicionalmente, entre los latinos, era necesario hacerse a un lado de los inmigrantes. Es decir, sus padres, seguro fueron inmigrantes, pero millones de segunda, tercera y cuarta generación, no tienen por qué identificarse con esos orígenes. Ya son estadounidenses.

Así, aunque Trump apeló a los blancos anglosajones estadounidenses, los hombres latinos y afroamericanos rechazaban que una mujer afroamericana los presidiera. Parece que suficiente tienen con que las mujeres tengan el protagonismo que actualmente tienen en la sociedad estadounidense. Recordemos que los emigrantes mexicanos, al menos de primera generación, salen de comunidades mexicanas muy conservadoras, donde las mujeres tienen su destino predeterminado por el patriarcado. No es una disputa política, sino ideológica, de valores, moralidad. Tampoco olvidemos que buena parte de los latinos ha sido colonizado por el cristianismo en sus diferentes formas estadounidenses.

Muchos latinos de origen estadounidense se han integrado al mainstream, no solo por la llamada “ética del trabajo” –un concepto extraordinario de Max Weber para explicar el impacto del protestantismo en la Alemania de su tiempo- sino también por los valores del moralismo evangélico en el que el dinero y el capitalismo salvaje son fundamentales. Esto es lo que muchos adoradores de la Constitución estadounidense ignoran. En particular algunos México-americanos que creen que los supuestos valores constitucionales son los que movieron a las 13 colonias cuáqueras a independizarse de Inglaterra. El mainstream estadounidense precisa que la ideología patriarcal es la que debe prevalecer. Ideología sustentada en lo que los blancos anglosajones sostienen. Es lo que el patriarcado blanco anglosajón impone. Es lo que los latinos y afroamericanos machos suponen que están perdiendo y que con Trump recuperarían.

Que Trump haya triunfado abrumadoramente, no es una buena noticia para el mundo occidental que se debate entre el liberalismo y el conservadurismo. La derecha y el fascismo internacionales podrán celebrar ese triunfo, pero quienes confían en que el proceso civilizatorio, donde los derechos de todas y todas son fundamentales, debe avanzar, incluyendo el movimiento a favor del cambio climático, el cual es negado por Trump y sus seguidores blancos anglosajones. No hay buenas noticias para el mundo liberal occidental. Menos para las mujeres y las minorías.

La nueva derrota de la derecha

 

La sesión de la SCJN en la que se pretendía violar la Constitución, dejó en claro la torpeza política y el afán de torcer la ley de la ministra presidenta Norma Piña, quien debería renunciar, no solo porque aprobó que los partidos políticos PAN, PRI, MC, presentaran acciones de inconstitucionalidad ilegalmente, sino también porque jamás le ha interesado respetar la Constitución, la legalidad, el estado de derecho y el orden constitucional. Ante la postura del ministro Alberto Pérez Dayán, quien rompió el bloque de los 8 que parecían dispuestos a violentar la Constitución, al aceptar que no estaba de acuerdo con la “reforma judicial”, pero tampoco podía excederse en sus atribuciones, la ministra Piña intentó cambiar las reglas de la votación.

El hecho es que fracasó la derecha de nuevo. Supuso que, al adueñarse de la SCJN, usándola para afianzar su narrativa golpista y violentar el orden constitucional y el estado de derecho, tendría un poder a su servicio para imponer su narrativa y rumbo a un país que votó en contrario. La jugada de la ministra presidenta Norma Piña, pretendiendo cambiar las reglas de la votación al afirmar que no se necesitaban 8 votos sino 6, no solo la exhibió como una vulgar golpista, sino como una jurista dispuesta a torcer la ley sin pena, en transmisión directa por el canal oficial de la SCJN. La ministra y sus 6 amigos deberían renunciar, pues su circunstancia en la SCJN no tiene un buen camino. La derrota es profunda.

Si bien, la derecha mexicana busca posicionarse como supuesta defensora de la legalidad, al empujar a la SCJN y el Poder Judicial en su aventura anti “reforma judicial”, prácticamente ha logrado lo contrario. Su intención de convertir a la SCJN en el supremo poder conservador, le ha propinado a los ministros y ministras que son parte de la intentona golpista, reveses de todo tipo. Si los 8 pensaban retirarse como prestigiosos juristas, tendrán que pensar si continúan, no solo como ministros de la SCJN, sino también como arietes de las intentonas golpistas derechistas. La peligrosidad del jefe del cartel de la derecha, Claudio X. González, es evidente. Sus torpezas políticas, planes golpistas y narrativas, con todo y los fiascos que arrastra, ponen en peligro los cambios por los que los mexicanos votaron.

En este sentido, las derrotas de la derecha dejan ver a un grupúsculo de golpistas y fascistas, cuya furia podría impactar de diverso modo al país, pues no se conforman con sus derrotas y menos parecen aprender de sus fracasos. Apenas pierden una bandera, inventan otra, pero el problema es que cuentan con algunos apoyos soterrados a nivel extranjero. En el caso del derechista Claudio X. González, sus organismos disfrazados de organizaciones de la sociedad civil, se sabe que reciben financiamiento de instancias de Estados Unidos claramente intervencionistas. La USAid y la NED (National Endownment for Democracy), CIA, DEA, entre las más conocidas, financian golpes de estado y grupos abiertamente contra los gobiernos progresistas de América Latina. Tampoco olvidemos los criminales bloqueos a Cuba y Venezuela impuestos por EEUU.

Sin duda, no se cerró el caso promovido por la SCJN y el Poder Judicial. Haber perdido la votación que intentó declarar inconstitucional la Constitución, no finaliza el embate legaloide –Lawfare- contra la 4T y la presidenta de México. Una nueva campaña se está reforzando, sobre todo con el triunfo de Donald Trump, la cual retoma la intentona de vincular a AMLO y Claudia Sheinbaum con el narcotráfico, pero con la variante del narcoterrorismo. La intención de la derecha, en particular el PAN y su fracasado líder, Marko Cortes, es vincular las recientes situaciones de violencia en Guerrero, Chiapas, Sinaloa, Tamaulipas, con el narcoterrorismo. En las últimas semanas, el lidercillo panista ha exigido declarar a los carteles del narcotráfico como narcoterroristas, lo que implicaría abrir las fronteras del país para favorecer la invasión de Estados Unidos. De esto va la reciente campaña de la derecha y el fascismo mexicanos.

lunes, 4 de noviembre de 2024

¿Dos Constituciones?

 

El sedicioso y golpista exministro fascista Cossío lanzó una serie de sentencias ilegales y sin sostén jurídico en una “entrevista” con la fascista Azucena Uresti en Radio Fórmula, con la admiración y deseo de derrocar a la presidenta de México de la primera, y las mentiras y golpismo del segundo para alimentar a una ignorante mujer y su auditorio en contra del marco constitucional vigente. El sedicioso y golpista exministro señaló que de favorecer las patrañas del ministro González Alcántara Carrancá y, que de incurrir en desacato, tanto la presidenta como las tres terceras parte de la Cámara de Diputados y de la de Senadores, serían destituidos y encarcelados. El exministro sabe bien que eso es imposible, pero los uh y ah de la fascista Azucena Uresti, en su ignorancia e imbecilidad, cree que es posible. Era notable la fascinación fascista de la locutora.

Con todo, la supina ignorancia de la locutora de Radio Fórmula no sustituye a la realidad. De caer en desacato, como lo imagina lascivamente el exministro Cossío, amanuense del junior tóxico Claudio X. González, la presidenta de México y el Poder Legislativo no pueden ser tocados. Primero porque esa acusación es ilegal en todos sus términos. La SCJN aceptó una controversia constitucional o acción de inconstitucionalidad de partidos políticos que carecen de interés jurídico. Es decir, que sus recursos son ilegales. Segundo, es la SCJN la que está violentando el estado de derecho y el orden constitucional, no la presidenta de México. Tercero, el absurdo del exministro al afirmar que habría dos constituciones, es parte de la cadena de irregularidades en la que cae diariamente la SCJN y sus 8 ministros golpistas, porque el texto constitucional vigente está por encima de lo que decidan.

La SCJN, como muchos juristas y constitucionalistas han dicho, no es legisladora. Solo el Constituyente (Mayorías calificadas en la Cámara de Diputados, Cámara de Senadores y Congresos locales) puede modificar la Constitución. El mandato del 2 de junio de 2024 es claro: se le dio a la 4T mayorías para modificar la Constitución y las leyes necesarias que favorezcan al pueblo. Acorde con recientes encuestas, 70% de los mexicanos apoyan a la presidenta de México, es decir, poco más de los votos que recibió en las urnas. En tanto, los 8 ministros que pretenden legislar y modificar la Constitución, no fueron electos por los ciudadanos. Son producto, en todos los casos de propuestas de anteriores presidentes y de cuotas partidistas. Es claro que esos 8 ministros, sin olvidar a un ministro y una ministra que traicionaron a AMLO, están políticamente inclinados a la derecha y fueron parte de negociaciones para favorecer al PRIAN.

En este sentido, la SCJN y el Poder Judicial no pueden presumir –peor si Ernesto Zedillo lo hace en el Washington Post, expresidente que aniquiló la SCJN existente durante su mandato para nombrar una a su modo- de independencia y neutralidad. En esa época, nunca fueron cuestionadas las privatizaciones, el FOBAPROA que obliga a los mexicanos a pagarles billones de pesos a banqueros y empresarios corruptos, las masacres de Acteal y Aguas Blancas, y otras ilegales medidas que ningún ministro tocó. Incluso, esa SCJN zedillista liberó a los asesinos de Acteal, según los cuestionables resultados jurídicos de un grupúsculo de estudiantes y abogados del CIDE, CPI del CONACYT que fue colonizado y capturado por los neoliberales, para ponerlo al servicio de las elites y la delincuencia de cuello blanco y criminales de todo tipo.

A unas horas de que 8 ministros decidan dilapidar lo que les resta de vida profesional por violentar el estado de derecho y el orden constitucional, los medios corporativos golpistas intentan erigirse en los prístinos defensores, no de la Constitución, tampoco del estado de derecho, menos del orden constitucional, sino de un grupúsculo de privilegiados que representa a la derecha y la oligarquía que intentan recuperar lo que la democracia les arrebató. No fueron votados unos y otros perdieron estrepitosamente en las urnas. Los ciudadanos tomaron decisiones.