lunes, 30 de diciembre de 2024

El fraude intelectual

 

Una de las sacudidas impulsadas por AMLO y la 4T, fue poner al descubierto cómo la intelectualidad de la derecha mexicana convirtió la información, el conocimiento, el pensamiento, la reflexión, en una mercancía. Los intelectuales encumbrados por el neoliberalismo en México, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, entre los más conocidos, cabeza de grupos que se organizaron alrededor de algunas figuras, como Octavio Paz, y grupos editoriales que publican las revistas Nexos y Vuelta-Letras Libres, convirtieron la producción de conocimiento y la información en simples mercancías, narrativas al costo y a favor de los gobiernos del PRIAN para justificar la pobreza, la brutal contención salarial, la concentración de la riqueza en pocas manos, el saqueo, la corrupción, los crímenes del gobierno y el Estado mexicano, entre otros.

Cuando Enrique Krauze escribió su ensayo sobre la democracia sin adjetivos, pretendió vender una idea liberal en la que la ideología y la política eran neutras. Si El fin de la historia de Francis Fukuyama anunció la omnisciencia capitalista, Krauze pretendió que en México la democracia se quedara en las urnas, negando la ciudadanización, advirtiendo que solo los partidos políticos y el sistema eran los legítimos manejadores de un proceso en el que el voto se quedaba en las cuentas alegres de los organismos electorales. La historia de la democracia mexicana, como el neoliberalismo la concebía, era el principal bastión de la derecha y el mercado regularía todo. La estafa intelectual de la derecha fincaba el fraude en la supuesta neutralidad, la operación de instancias que resguardarían una democracia edulcorada, además de proteger que los ciudadanos ejercieran alguna ciudadanía efectiva.

Por su parte, el grupo que creció alrededor de la revista Nexos, osciló entre ciertos esfuerzos de pretensiones filosóficas liberales, que finalmente se convirtieron en justificación neoliberal, y una narrativa que hizo de la democracia sin adjetivos el principal objetivo del neoliberalismo en boga. Por su parte, Vuelta-Letras Libres, es una revista que, sin cortapisas, celebra el neoliberalismo. Octavio Paz y Enrique Krauze habla de liberalismo, pero en realidad están justificando al naciente neoliberalismo en México. Y es una de las tragedias del neoliberalismo. La derecha intelectual mexicana, no solo falla en el pensamiento y el conocimiento, sino traiciona al mismo liberalismo. Carlos Salinas compró a Octavio Paz, Nobel de literatura mexicano, con una prodigiosa producción, pero que sucumbió a las lisonjas y el presupuesto gubernamental.

Los intelectuales derechistas mexicanos, no solo fracasaron en justificar el saqueo y la corrupción, primero del PRI, después del PAN, sino que nunca construyeron un discurso alterno. Durante 30 años publicaron artículos y libros que tuvieron al neoliberalismo como la única opción intelectual. Es decir, el pensamiento único. Nunca debatieron, solo justificaron, a pesar de las evidencias que les decían lo contrario. Incluso pensadores tan interesantes, fueron seducidos por la derecha y fueron asiduos publicantes en Nexos y Vuelta-Letras Libres. La llamada intelectualidad mexicana se centró en ideas que en realidad justificaban las atrocidades del neoliberalismo. Como Rolando Cordera Campos, quien publica en La Jornada –y en Nexos- unas diatribas en contra de AMLO, la 4T, Morena y Claudia Sheinbaum. Supone que es un “izquierdista” prístino.

Parece ser que la intelectualidad mexicana, la derecha intelectual, no puede producir nada diferente a las mentiras, el odio y el saqueo. Es patético escuchar, por ejemplo, a Héctor Aguilar Camín, insultando al expresidente AMLO y afirmando que estamos en un país autoritario. Lo mismo con Enrique Krauze, aludiendo cotidianamente al autoritarismo y que México se convertirá pronto en Venezuela. Pero ni siquiera saben qué sucede en Venezuela. Solo parten de las acusaciones de la derecha de ese país. Pero no hay ideas, solo golpeteo político. Venezuela es un país que ha logrado resistir a la invasión y Washington. No hay nada nuevo. La intelectualidad derechista mexicana no perdió nada. Es la basura del país.G

El coming out de la derecha mexicana

 

En el ambiente LGBT+ se suele usar la metáfora del closet para indicar que una persona “oculta” su condición sexual a los demás, pero también se dice, cuando finalmente sale del closet, “coming out”, es decir, declara abiertamente su orientación sexual. Es interesante aplicar ambos términos a la derecha mexicana, pues durante el sexenio de AMLO y los tres meses que lleva la presidenta Claudia Sheinbaum, la derecha mexicana dejó el closet y declaró, sin ambages, que odia y desprecia a los mexicanos. Cuando algunos derechistas y fachos, en redes sociales, hablan sobre el supuesto 40% que los apoya, se siguen hundiendo. En los hechos, solo el 26% del padrón electoral votó por el PRIANRD, y un 6% por la derecha naranja, Movimiento Ciudadano, lo que implica suponer que un 31% apoya a la derecha, pero no ese 40% que alegan.

Lo importante de el golpeteo de la derecha mexicana, es que sigue derrapando ante la opinión pública. Las últimas encuestas de aprobación de la presidenta Claudia Sheinbaum, la ubican favorablemente arriba del 70%. Es decir, por la presidenta votó 60% del padrón electoral, pero en los primeros tres meses un 10% o más de los mexicanos aprueban su gobierno. En tanto, la derecha sigue cayendo en las preferencias ciudadanas o al menos conservando ese 20% por ciento de seguidores. Y la derecha, en voz de sus principales voceros –Marko Cortés, Alito Moreno, Lilly Téllez, Kenia López Rabadán, Pedro Ferriz de Con y su hijo, Beatriz Pagés, Alazraki, entre otros- no tiene un discurso alternativo. Solo odio y desprecio. La misoginia exaltada.

El coming out de la derecha mexicana ha permitido conocer el odio y desprecio de los partidos políticos, la comentocracia de los medios corporativos y de redes sociales. Así como durante la campaña electoral de Xóchitl Gálvez, la fallida y fracasada “indígena” candidata de la derecha, no hubo discurso alternativo, menos proyecto más allá de regresar los privilegios a la oligarquía y a los políticos derechistas, ahora ni siquiera intentan articular una narrativa que de sentido a su odio. No hay el menor interés en construir una alternativa. Por ejemplo, su defensa del corrupto Poder Judicial, no superó la reforma judicial que finalmente se convirtió en Constitución. Y en Morelia, un juez vuelve a lo mismo, amenazar al IEEM, porque no detiene lo que constitucionalmente está prescrito.

La derecha mexicana salió del closet, pero con tropezones. El coming out no resolvió la estupidez de una derecha que no cree en la democracia. El 2 de junio de 2024, los mexicanos jugaron con los términos de la democracia burguesa. Fueron a las urnas para votar por la opción que les importaba, no lo que la propaganda de odio y desprecio afirmaba. La derecha perdió con sus propias armas, el voto ciudadano. Cuando pretendió la “sobrerrepresentación”, fue de risa. El PRIAN decidió previamente esa “sobrerrepresentación”, pero como no le favorecía buscó terminarla, incluso con la complicidad de la SCJN. No sucedió. Lo importante es que los ciudadanos estén alertas sobre las mentiras y bajezas de la derecha. No va a regresar al poder vía la democracia, sino por sus trampas e ilegalidades.

Quizás lo peor para la derecha mexicana, son las alianzas que está haciendo con la extrema derecha, los fascistas. La derecha mexicana sale del closet mostrando sus peores caras y discursos. Alianzas con el empresariado golpista, financiamiento extranjero, corrupción y saqueo en los gobiernos que ha encabezado, son algunas de las señales de esa derecha cavernaria. Los ciudadanos mexicanos no dejarán de ser conservadores solo porque Morena gobierne, pero si votaron masivamente por Claudia Sheinbaum y Morena, es porque saben que el odio y el desprecio de la derecha es corrosivo. A los mexicanos no les interesa que la derecha regrese al poder porque sería un retroceso que a todos golpearía. A los conservadores que votaron por la presidenta de México, no les convence el aborto, la igualdad sustantiva, el castigo a los feminicidas, el respeto a la diversidad sexual. Pero tampoco les interesa que el PRIAN gobierne.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Trump y la amenaza de las deportaciones masivas

 

¿Quién se beneficia de las caravanas de migrantes? Médicos Sin Fronteras ha identificado a más de 950 mil personas en situación irregular en tránsito a Estados Unidos. Los traficantes de personas y la delincuencia organizada y de cuello blanco, son los que ganan, mientras Donald Trump continúa amenazando con deportaciones masivas. ¿Tendrá la fuerza total dictatorial para cumplir sus amenazas? De acuerdo con Manuel Orozco de Inter-American Dialogue, no habrá deportaciones masivas. Podría deportar a 150 mil, incluyendo mexicanos y centroamericanos, porque no será fácil, además de que económicamente podría tener implicaciones que no está calculando. A partir del 20 de enero, veremos las Acciones Ejecutivas que podría dictar para darle la vuelta al sistema jurídico estadounidense, lo que podría llevar al colapso de la normativa jurídica que sustenta la inmigración y el asilo. Migration Policy Institute (MPI) discute el legado de Joe Biden en cuanto a inmigración y asilo.

Según el MPI, el legado de Biden implicó rehacer el anquilosado sistema migratorio estadounidense torpedeado por Donald Trump. Tuvo algunos éxitos, pero no deshizo los golpes Trumpianos. Los académicos estadounidenses y latinos, suelen simular que su postura nada tiene que ver con ideologías y políticas, pero los panelistas del MPI, no resuelven el dilema migración-asilo político en la era Biden, porque confunden los hechos –por ejemplo, la desgarradora separación de niños y niñas de sus madres y padres, uno de los sellos antiinmigrantes del Trumpismo- con las deficiencias de Biden. En el último año fiscal (septiembre 2023-octubre 2024), más de 250 mil migrantes fueron expulsados de Estados Unidos y muchos de los niños y niñas separados de sus padres, siguen en el limbo.

Entre fines de los ochenta y los noventa del siglo pasado, la IRCA (Immigration Reform and Control Act, 1986) ofreció a los indocumentados mexicanos un camino a la regularización, pero Bill Clinton, el demócrata, al endurecer las leyes migratorias de Estados Unidos, normalizó las deportaciones de inmigrantes de distintas nacionalidades. Barack Obama, el otro demócrata, deportó a más de dos millones de inmigrantes. Donald Trump, en su primer mandato, continuó el proceso, sobre todo cambiando profundamente el sistema legal que sustentaba la inmigración y el asilo. Joe Biden trató de reparar la normativa, pero las deportaciones no se detuvieron. La amenaza de Trump no debe tomar por sorpresa a nadie. Quizás aspectos como intentar reinterpretar la 14ª enmienda sobre la ciudadanía a los nacidos en territorio estadounidense, impresionen mucho, más el entramado legal e institucional de Estados Unidos, podría impedirlo.

La amenaza no es solo a México, sino para miles de inmigrantes que ingresaron a Estados Unidos de manera irregular o están a la espera de la cita que el gobierno de Biden les proporcionó, pero que quizás a partir del 20 de enero se esfume. Ahora bien, en el caso de nuestro país, es probable que la amenaza de considerar a los carteles de la droga como terroristas, sea la moneda de cambio para confrontar a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien tendrá que decidir entre la ominosa intervención Trumpista, el reforzamiento de la barrera antiinmigrante y el arribo de migrantes deportados, los que tendrían que ser enviados a sus países por el propio gobierno estadounidense. El gobierno mexicano no tiene la infraestructura necesaria para recibir a miles de inmigrantes. Menos para regular las deportaciones de migrantes actualmente encarcelados o con orden de deportación, contingentes que quizás sean los primeros en ser expulsados.

Hay personas, entre académicos, miembros de ONG, el propio gobierno mexicano y personas comunes, que no creen que la amenaza Trumpista se cumpla, pero más nos vale estar preparados. Si las caravanas migrantes han roto la relativa calma en el país, particularmente en los estados de tránsito, estancia temporal o permanente y, muchas veces, destino final, urge un plan. Primero, quizás sea importante que algunas ONG, comentócratas de derecha y de la izquierda buenaondita, guarden sus adversos y golpistas vaticinios y hagan un frente que converja con los esfuerzos del gobierno para enfrentar las amenazas de Donald Trump. Segundo, la firmeza de la presidenta de México, debe prevalecer y contar con el apoyo de todos los mexicanos.

martes, 24 de diciembre de 2024

¿Ideología de género?

 

¿De qué hablan la derecha y la Iglesia católica cuando despotrican en contra de lo que dicen es “ideología de género”? La “ideología de género” no existe. Existen los géneros, masculino y femenino, según el lenguaje normado por la Real Academia Española, pero la teoría feminista va más allá de la normativa de una instancia que ha sido rebasada, no solo por los españoles locales latinoamericanos, sino por la ciencia social y humanística. La “ideología de género”, es una construcción sociopolítica de la derecha, para combatir el empoderamiento de las mujeres en el contexto de la sociedad patriarcal. Patriarcalismo que favorece el abuso, el feminicidio, la violencia contra las mujeres.

Lo que la derecha y la Iglesia católica y el protestantismo evangélico pentecostal llaman “ideología de género”, es un planteamiento, anclado en las tradiciones académicas del conocimiento científico social y humanístico, que desvela lo que históricamente se ha negado, desconoce o ignora. Los géneros, femenino y masculino, son construcciones culturales e históricas, lo que en su momento me hizo rememorar mis cursos sobre materialismo histórico y materialismo dialéctico, en los que entendí que el trabajo es una categoría histórica y científica. No es solo abstracta, sino concreta acorde con el sistema socioeconómico en el que nos ubiquemos. El patriarcado capitalista ha pretendido hacernos creer que los humanos solo somos lo que nuestros genitales dicen, ignorando incluso a las personas que nacen con ambas características.

Negar la historicidad de los cuerpos humanos, pretender que la naturaleza humana es ahistórica y distópica, suponer que los humanos somos simple biología, naturaleza pura, es ocultar e ignorar los procesos sociohistóricos y las formas culturales e ideológicas de las distintas sociedades humanas. La humanidad es una, sí, pero como la paleontología, la paleontropología, entre otras disciplinas científicas, siguen demostrando, es sobre todo diversa. Fenotipos, genotipos, colores de piel, colores de ojos, estaturas, complexiones físicas, formas de organización y producción de cultura diversas, sociedades en las que las mujeres y los hombres han jugado, históricamente hablando, papeles distintos. Los estudios de género están fundamentados en evidencias científicas, no en ideologías basadas en las creencias, la fe y las religiones.

La fe, la religión y las creencias que el patriarcado pretende universales, únicas, ahistóricas, distópicas, no pueden seguir ocultando y negando las realidades de los géneros. Las mujeres y los hombres están histórica, social y culturalmente construidos. Por ejemplo, durante décadas se supuso que las mujeres eran acompañantes reproductoras de los hombres prehistóricos y cuidadoras de sus crías, pero las evidencias se imponen: han sido quienes han contribuido, de manera fundamental, a la domesticación de las plantas, a la agricultura y a otros procesos que ha implicado el camino de la civilización. Asimismo, en el centro de los procesos civilizatorios, la mujer ha sido crucial.

El capitalismo no solo cambió la organización de la economía y la sociedad, poniendo las bases de los procesos de acumulación, explotación de unos humanos sobre otros e hizo de la tasa de ganancia su motor, también potenció la estructura patriarcal, confinando a las mujeres a posiciones ínfimas, negando su historicidad. El hombre no es la humanidad, es solo una parte, pero durante su camino hacia la civilización su “naturalidad” se fue construyendo histórica y socialmente. En este contexto, los estudios de género también han visibilizado los otros cuerpos que habitan en hombres y mujeres. La diversidad sexual también es parte de la naturaleza humana. La heterosexualidad no es la pauta central de la civilización humana. Existe una diversidad que, aunque minoritaria, es histórica y socialmente parte de los procesos civilizatorios. El género no es un simple asunto biológico o natural, es una construcción histórica y social.

lunes, 23 de diciembre de 2024

¿A dónde va la política migratoria mexicana?

 

Como en Estados Unidos, la política migratoria mexicana es también de carácter federal, excepto que para el gobierno de ese país es un asunto doméstico, es decir, es un problema que atañe nada más a los gobernados y su gobierno. A nadie más. México ya no es más un país expulsor de migrantes. Se ha convertido en país de tránsito, arribo, estancia temporal y permanente, y destino laboral. Estos procesos, además de la presión estadounidense para detener y regular la llegada y paso de las multitudinarias caravanas migrantes, cuya principal meta es el país del norte, han obligado a cambiar la política migratoria mexicana.

Sin embargo, han sido cambios coyunturales, no estructurales. Cambios políticos, es decir, para mantener una relación bilateral estable, evitando las amenazas del gobierno estadounidense. Durante el primer mandato de Donald Trump, ante la amenaza de aplicar aranceles y la construcción del muro fronterizo, el gobierno mexicano se vio obligado a negociar y aceptar algunas condiciones de Trump, convirtiendo a México en barrera para evitar el paso de miles de migrantes que vienen del sur de América Latina, incluyendo nacionalidades de otras partes del mundo. Muy desafortunado, pero el realismo se impuso.

En este sentido, a México le toca "manejar", ya no solo la salida de mexicanos que se van a Estados Unidos –programas braceros, migración indocumentada, movilidad laboral H2A y H2B, amnistía en 1986, etc.-, sino también los contingentes de migrantes que vienen de Centroamérica y del Sur. Cuando AMLO asumió la presidencia de México, planteó una política migratoria hacia las caravanas migrantes de libre paso, pero la que tuvo que redefinir ante las presiones de Donald Trump. El segundo mandato del energúmeno naranja no será tan diferente. Tano halcón nombrado para su gobierno –en realidad parece una mafia derechista y fascista- no augura una buena relación bilateral y con América Latina y el Caribe, aunque la decisión clara y fuerte de la presidenta Claudia Sheinbaum, no permitirá, a pesar de la derecha mexicana, un trato belicoso.

Ahora bien, la política migratoria mexicana debe cambiar profundamente, sobre todo en cuanto al manejo del Instituto Nacional de Migración (INM), ente dependiente de la Secretaría de Gobernación. Su reestructuración urge. Esta instancia actúa, en los hechos como una barrera violenta y corrupta de la transmigración, tergiversando las leyes migratorias mexicanas vigentes e impidiendo la regulación de los migrantes que arriban al país, con la intención de internarse a territorio estadounidense. El INM debe garantizar el respeto de los derechos humanos de los migrantes, el derecho al asilo y el tránsito por el país. Asimismo, la COMAR, instancia que regula el refugio debe igualmente transformarse y desburocratizarse.

Si en su momento el actual delegado del INM fue un erróneo nombramiento de AMLO, pues, aunque el titular saliente tiene formación en derechos humanos, su actuación ha sido devastadora para la posición de México en el marco de la ola migratoria que diversidad de situaciones obligan a distintas nacionalidades a abandonar su país, sus localidades, sus pueblos. Asimismo, el reciente nombramiento del exgobernador de Puebla pone en duda, entre ONG protectoras de los derechos humanos de los migrantes y estudiosos de las migraciones, su incorporación a una institución sobre la que pesan más preocupaciones y miedos. No parece haber mucho interés en reestructurar y refundar la instancia encargada de manejar la política migratoria mexicana. Asimismo, los estados deben involucrarse más activamente, pues sus territorios son áreas de tránsito, permanencia temporal o definitiva de algunos grupos de migrantes.

El nuevo delegado del INM debe garantizar la aplicación de una política migratoria que atienda efectivamente las migraciones internacionales, sin violentar los derechos humanos de los migrantes, además de alentar su estancia temporal sin violencia o canalizar su permanencia, si algunos grupos de migrantes deciden establecerse en México.

sábado, 21 de diciembre de 2024

Órganos autónomos: constitucionalmente extintos

 

Finalmente fue publicado el decreto que extingue siete órganos autónomos que los neoliberales crearon para regular diferentes áreas de la vida económica y transparencia en México, pero que, al ser fijados en la Constitución, ninguna ley, gobernante, funcionario público y ciudadano, podía interpelarlos. Energía, telecomunicaciones, hidrocarburos, competencia, políticas sociales, transparencia, educación, todo estaba vedado. Solo algunos privilegiados podían entender sus reglas y disfrutar de sus fallos a favor de los monopolios de todo tipo y el ocultamiento de información sensible –como la guerra del narco Felipe Calderón-, pero también en contra de las empresas del Estado mexicano, además de tergiversar hechos sobre algún personaje político combatido por la derecha.

Los siete órganos constitucionales –COFECE, IFT, CRE, CNH, CONEVAL, MEJOREDU, INAI- que desaparecen de las páginas de la Constitución mexicana, fueron creados para repartir un pastel de privilegios y favorecer a empresas y empresarios mexicanos y extranjeros, además de tergiversar la información sobre algunos sujetos obligados –jerga de la transparencia neoliberal- y duplicar estudios y análisis sobre las políticas sociales y la educación. Siete órganos en los que los exorbitantes sueldos y las estructuras burocráticas –directores generales, directores adjuntos, directores del director y un largo y obsceno organigrama- eran la norma. Y como eran “órganos autónomos constitucionales”, nadie podía cuestionar. Durante el gobierno de AMLO, nos enteramos de los abusos de funcionarios del INAI. Ninguno está en la cárcel o devolviendo lo que se gastaron en viajes y table-dances.

Sin duda, el neoliberalismo no solo anhelaba privatizar todo el Estado, sino repartir privilegios para algunos, mientras sus políticas económicas restringían el salario mínimo de los trabajadores mexicanos. Los sueldos de todos los funcionarios de los siete organismos –más “prestaciones”- son realmente insultantes. Entre seguros médicos privados de más de 70 mil pesos, jugosos aguinaldos y primas vacacionales, viajes pagados a donde se les ocurriera, comidas y uso de recursos públicos para ir a bares y lugares donde la trata de mujeres para la lascivia del macho patriarcal son comunes, los funcionarios públicos –titulares o no- eran protegidos por la Constitución. En este sentido, la extinción de estos órganos constitucionales cambiará, no solo cómo pretendían regular los mercados, favoreciendo a las empresas nacionales y extranjeras, en contra del Estado mexicano, sino también el uso de la información y la duplicidad –privilegiada- de datos gubernamentales.

A medida que el neoliberalismo constreñía al Estado, inventaba instancias para proteger al mercado, no para regular. Por ejemplo, la CFE quedó totalmente descartada del mercado como productora de energía eléctrica, pero toda su infraestructura fue puesta a disposición de las empresas eléctricas extranjeras, las que además recibían jugosos subsidios y quebrantaban las reglas del despacho y distribución de energía eléctrica. Los supuestos “socios” –Oxxo, entre los más evidentes- que se “asociaban” a las compañías extranjeras por un dólar, burlaban la propia normativa de la COFECE y otras instancias, mientras la empresa estatal sucumbía ante un mercado “competitivo”, pero en el que jamás pudo competir.

Igualmente, PEMEX fue fraccionado, se crearon filiales de todo tipo, mientras era endeuda perversamente para quebrarla y buena parte de las coquizadoras y refinerías fueron abandonadas para que la empresa estatal sucumbiera y fuera vendida al mejor postor a precios irrisorios. Es la breve historia de los órganos constitucionales que se convirtieron en entes privilegiados, pero no regulaban. Eran instancias de cuello blanco, con funcionarios privilegiados que vivían del erario público y favorecían a las empresas privadas. Jamás a las empresas del Estado mexicano.

viernes, 20 de diciembre de 2024

Los humanos migrantes no son humanos

 

Deshumanizar, de eso se trata la amenaza de deportación masiva. Solo los humanos blancos y protestantes son humanos. Los demás son indeseables, criminales, invasores. Envenenan la sangre estadounidense. Es el discurso de Donald Trump, quien el 20 de enero de 2025 toma la Casa Blanca por asalto. No es que no haya ganado las elecciones de su país. Lo hizo con gente que incluso votó de otro modo previamente. El llamado de Trump de deshumanizar es claro, pero Joe Biden no ha hecho nada diferente. El genocidio en Gaza representa muy bien la postura blanca, anglosajona: los palestinos son cualquier cosa, menos que humanos.

Donald Trump y los esbirros que ha nominado a importantes puestos en la Casa Blanca, no son solo halcones, también varios son fascistas y de extrema derecha. En Europa, algunos analistas niegan que Trump sea fascista. Intentan deslindarlo de posiciones extremas y las amenazas que diariamente anuncia. Quizás Europa no se sienta amenazada, porque Estados Unidos es su principal socio y el país que sigue financiado -80% del total son fondos autorizados por el Congreso estadounidense a Joe Biden, además del armamento para atacar Rusia-, pues América Latina, Oriente medio y Asia si están entre sus objetivos para intentar recuperar la influencia de ese país en el mundo.

Al deshumanizar y minimizar a los migrantes y a todos los pueblos no blancos y europeos occidentales, Estados Unidos muestra su gran desprecio contra una gran parte de la humanidad. Los estudios históricos, sociológicos y antropológicos de las últimas décadas han demostrado con fuentes irrefutables que, Adolf Hitler, no sustentó de la nada su crueldad y odio hacia los judíos europeos, sino que sus bases estuvieron en grupos racistas y eugenistas de Estados Unidos. El exterminio de los pueblos originarios y la confinación en reservas de los que sobrevivieron, en la Norteamérica anglosajona, la invención de la eugenesia, teoría que proclamaba el supremacismo blanco, el supremacismo como elemento esencial, ideológico, social, racial y político de la población blanca protestante (WASP), el Ku Klux Klan con su racismo extremo, entre otros factores, alimentaron el nazismo.

En este sentido, la deshumanización de los inmigrantes no blancos, no europeos, de los palestinos y otros pueblos árabes (Gaza, Líbano, Siria, Irán), es la esencia de Estados Unidos como país de inmigrantes. La Doctrina Monroe, reivindica claramente la urgencia de “americanizar” las naciones y pueblos de América Latina y del Caribe. Los golpes de estado, las dictaduras, las invasiones, el intervencionismo, son parte de la política estadounidense. El imperio, el imperialismo, términos que cayeron en desuso bajo el manto del pensamiento único neoliberal, siguen siendo fundamentales para entender al país del norte. No como parte de un eje del mal, sino como un aspecto fundamental de la geopolítica. La política interna, doméstica, sigue normando cómo el establishment, el llamado “Deep State”, domina al mundo.

Cuando la globalización llegó a su cenit, algunos estudios plantearon, no sin razón, que en realidad el proceso económico, social, financiero y comunicacional que implicaba la globalización, significaba la “americanización” –norteamericanización, señalaban algunos- del mundo: las fronteras, los estados-nación, los pueblos del mundo con sus particularidades organizativas y socioculturales, tenían que ceder ante el individualismo extremo, el mercado y la disolución de los vínculos comunitarios, colectivos y familiares que ataban local y nacionalmente, recursos naturales, tierras, aguas, selvas, etc. Todo tenía que estar sujeto a la mercantilización de las relaciones; todo tenía que favorecer las nuevas formas de acumulación de capital, la recuperación de la tasa de ganancia en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. La deshumanización de la otra parte del mundo, es esencial. Los migrantes no son humanos, son desechos de la humanidad.

jueves, 19 de diciembre de 2024

Pudrición institucional

 

Al leer, escuchar y tener más información sobre la corrupción y el saqueo de instituciones creadas por el Estado mexicano, en los tiempos del corrupto PRI y el PAN –circula en redes sociales un audio de la corruptaza Carolina Viggiano del PRI, que con mentiras dice a los derechohabientes del INFONAVIT cómo “recuperar” su dinero porque se lo va a “quedar la 4T”-, tiene mayor sentido aquella frase que AMLO acuñó en el 2006: “al diablo con sus instituciones”. Entonces, se refirió a las trampas legaloides que intentaron someterlo, pero lo que sucedió en el ISSSTE, IMSS, INFONAVIT, revela bien cómo el PRIAN convirtió esas –y otras- instituciones que apoyaban a los trabajadores de México –salud, vivienda- en redes de corrupción, saqueo y abuso de poder. El caso del INFONAVIT es emblemático. Mientras los “representantes” de los trabajadores y los empresarios cobran sueldos arriba de lo que cobra a la presidenta de México, salarios abusivos que salen de los fondos de los trabajadores.

La campaña en los medios corporativos y sus comentócratas, y en redes sociales, impulsa la mentira sobre los fondos de los trabajadores en el INFONAVIT, aduciendo que se los va a quedar la 4T, pero nada dicen de la corrupción y el saqueo normalizados de los recursos de los trabajadores. La mentira es burda, porque actualmente existen diversas normas y leyes que permiten al trabajador recuperar su dinero, las cuales no serán reformadas. Lo que la iniciativa de la presidenta de México plantea, es acabar con la corrupción y el saqueo de sindicatos y sus dueños, que no representan a los trabajadores, los empresarios, constructoras, notarios, valuadores, empleados públicos, entre otros, que son parte de una red de corruptos y saqueadores que, no solo cobran grandes sueldos y sustraen dinero de esos fondos, sino también han creado estructuras para saquear el dinero “privado” –como alegan- sin control, sin auditorias.

El alegato, ante las evidencias, es insoportable. Ni el PRI, ni el PAN, ni Movimiento Ciudadano, están defendiendo a los trabajadores. Su narrativa golpista es a favor de la corrupción y el saqueo de sindicatos y empresarios. No es que este escribano crea a pie juntillas en el planteamiento presidencial para reformar al INFONAVIT, pero la revelación de las corruptelas, saqueo y uso de los recursos de los trabajadores, la hace creíble. Muchos, sino es que miles y millones que cotizan en el INFONAVIT, tenían sospechas de las triquiñuelas en esa institución. Otros miles vivieron en carne propia la corrupción, como en los casos de ventas y reventas de casas en diversos estados del país, trabajadores a quienes se les arrebató su propiedad cuando, por adeudos, los citaron en otros lugares, pero no donde vivían, y los desalojaron de su vivienda, personas que después de 20 años acumulan deudas impagables y otros trabajadores, cuyas cuotas no les alcanza para adquirir un modesto patrimonio, porque los neoliberales y el PRIAN hicieron del salario mínimo una burla.

Si bien, el PRI creó instituciones a favor de los trabajadores, también creó redes de corrupción y saqueo para horadarlas. Además de inventar consejos de administración para saquear los recursos públicos, en el caso del INFONAVIT, el dinero “privado”, inauditable, es usado por sindicatos y empresarios para darse privilegios sin fin, mientras los salarios de los trabajadores eran contenidos por una perversa política neoliberal. Durante los dos sexenios del PAN, poco más de una década perdida, la corrupción y el saqueo se profundizo. Recordemos cómo los hijos de Martha Sahagún adquirieron, a precios irrisorios, cientos de casas incautadas, despojadas o abandonadas por los trabajadores, producto de políticas habitacionales gubernamentales que implicaban construir pequeñas casas a 20 kilómetros de los centros de trabajo, sin servicios, sin infraestructura comercial. Esas zonas habitacionales, en lo menos que se convirtieron fue en “dormitorios”. Se de algunas personas en la ciudad donde vivo que salían de su casa a las 5 de la mañana, llevaban a sus hijos a la escuela, llegaban al trabajo y regresaban a las 7 de la tarde.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

El purismo de la derecha y la izquierda buenaondita

 

El affaire Ricardo Monreal-Adán Augusto López, además de dejar al descubierto una disputa entre los coordinadores de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado, acusaciones de supuestas corruptelas, uso indebido del presupuesto público y reducción de recursos, reveló el preocupante purismo de la derecha y la izquierda buenaondita respecto a Morena, la 4T, el obradorismo y el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. El pseudopurismo de la derecha podría ser comprensible, pues sus anclajes moralistas parecerían justificarla, pero en realidad intenta desviar la atención de sus propios yerros que siguen hundiendo al PRIAN; en tanto, la izquierda buenaondita está pretendiendo convertirse en guardián de toda la izquierda mexicana. La mesa de pseudoperiodistas y analistas de Julio Astillero, muestra a una pequeña secta izquierdista, heredera del estalinismo, cómo trata de imponer, entre su auditorio y seguidores, sus agendas personales y de grupúsculo, usando sus historias personales aparentemente impolutas y moralmente superiores.

A la derecha, tanto mediática –medios corporativos y sus comentócratas- como partidista, le urge imponer la narrativa del desgajamiento de Morena, con la finalidad de desviar la atención de hechos incontrovertibles como el fracaso de la derecha encabezada por Claudio X. González, la broma de un sector de la derecha de fundar un partido republicano en México, la cada vez más ridícula diatriba de supuestos legisladores del PRIAN, como Kenia López Rabadán, Lilly Téllez, Ricardo Anaya, Alito Moreno, y el pesar que les causa la aprobación record de al menos 18 reformas constitucionales y diversidad de leyes secundarias, todas en favor de los mexicanos. No es que la derecha sea purista, guardiana de las “prácticas políticas” de la izquierda que actualmente gobierna México. De acusar a la 4T y la presidenta de México de tiranía, comunista, dictadura, han pasado a cuestionar los devaneos de Morena.

Por su parte, la izquierda buenaondita se ha impuesto la tarea de desvelar la inmoralidad y amoralidad de Morena. Por un lado, ha dedicado diatribas al pragmatismo tóxico y obsesivo de Morena –Yunes, Layda Sansores, Ricardo Monreal, Adán Augusto López, las hermanas Alcalde, aparente nepotismo en las listas de los precandidatos a puestos en el Poder Judicial, etc.-, y por el otro, desde sus supuestas impolutas y moralmente superiores agendas personales, dictar la manera en que Morena, la 4T, los obradoristas, la propia presidenta de México, deberían de comportarse. Si no lo hacen esa sectaria izquierda mandata, entonces se acabó la 4T. El segundo piso de la transformación no va a avanzar. Pero sus historias y agendas personales no son las de millones de mexicanos. La diatriba de la izquierda buenaondita se conformó con el avance del sexenio de AMLO. Julio Hernández López, ante un cuestionamiento a su activismo, decidió asistir a una Mañanera para reclamar a AMLO que lo cuestionaran, declarándose “periodista en resistencia”.

De lunes a viernes, Julio Astillero organiza su discurso “periodístico” en torno a los yerros de la 4T y Morena, además de inducir las respuestas de quienes forman parte de sus “mesas periodísticas”. Lo que llama “periodismo en resistencia” es en realidad especulación y opinión personal, tanto del titular de su programa youtubero como de sus amigos. Si la derecha funda su narrativa en el odio y desprecio a AMLO, la 4T, Morena, Claudia Sheinbaum, los millones de mexicanos que los llevaron al poder político, la izquierda buenaondita basa su discurso en su supuesta superioridad moral y la imposición de una presunta agenda de la “verdadera izquierda”. En la derecha la autocrítica a su odio y desprecio no existe. En la izquierda buenaondita cualquier cuestionamiento externo es llevado a la tribuna mediática, para defenderse como secta estalinista, no como una izquierda democrática. Julio Astillero olvida que la vida pública en este país está cambiando y que su anquilosamiento estalinista es simplismo periodístico. ¿A qué se resistirá cuando califica su práctica periodística como “periodismo en resistencia”? Especulación simplista.

Morena: relaciones tóxicas y pragmatismo obsceno

 

Sin duda, recientes hechos revelan que el pragmatismo puede llevar por rumbos escabrosos a la izquierda mexicana hoy en el poder. AMLO llegó al poder producto de la convergencia de fuerzas, personajes, políticos y grupos divergentes. Claudia Sheinbaum también fue electa presidenta de México, no solo por una mayoría ciudadana, sino también por acompañantes, muchos de ellos impresentables. Pero quizás los últimos acontecimientos, como es el caso de los Yunes y el nombramiento de un delincuente en el gabinete de la gobernadora de Campeche, muestran efectivamente esas contradicciones. Los movimientos sociales se nutren, en general, de personajes y grupos discordantes. Si se sigue creyendo en la pureza que alegan los estalinistas y la izquierda buenaondita –hay que oír diariamente a Julio Astillero y sus cuatitos izquierdoides pero estalinistas de cepa-, jamás los progresistas alcanzarían algún triunfo en el capitalismo realmente existente.

El affaire Ricardo Monreal-Adán Augusto López, dio a los medios corporativos golpistas, la derecha partidista, sectores de extrema derecha y la izquierda buenanondita, un buen espectáculo que nunca debió trascender. Si bien el desaguisado implica cuestionamientos por la reducción del presupuesto a la Cámara de Senadores y ventilación de contratos millonarios atribuibles a la pasada administración senatorial, encabezada por Monreal, es importante analizar el contexto. Ambos llegaron a las posiciones que tienen por acuerdos con el presidente AMLO. Como perdedores de la contienda por la candidatura de Morena, finalmente ganada y asumida por la ahora presidenta Claudia Sheinbaum, su inclusión implicó negociaciones un tanto tóxicas.

La derecha ha interpretado el conflicto Monreal-López como la debacle de Morena, pero olvidan que el movimiento que fundó AMLO es producto de esa convergencia tóxica y el pragmatismo obsceno, mientras la izquierda buenaondita ha puesto énfasis en una supuesta lucha por la sucesión presidencial para el próximo sexenio y actos de corrupción. La primera versión es el sueño húmedo de la derecha, porque Morena ha resistido, más allá de la ortodoxia política y el estalinismo de la izquierda buenaondita, abundantes embates, de los que ha salido con éxito, aunque con algunas pérdidas, muchas de ellas marginales. En el caso de lo señalado por la izquierda buenaondita, exponen razones importantes que exhiben el actuar político cotidiano de Ricardo Monreal en su paso por diversos cargos políticos –gubernatura de Zacatecas, diputaciones y senaduría, entre otros- en los que las corruptelas y el saqueo de los recursos públicos han llamado la atención.

Por su parte, Adán Augusto López, si bien se anotó un punto a favor de la mayoría calificada en el Senado, al reclutar, con acuerdos tóxicos, al impresentable senador Yunes, es un político menor. Su papel como responsable de la bancada Morenista, es importante, porque ha estado sacando las reformas constitucionales planteadas por AMLO y la presidenta Claudia Sheinbaum, además de varios cambios a leyes secundarias impulsadas por la segunda, pero de ahí a suponer que pudiera estar peleando con Monreal por la candidatura presidencial para el próximo sexenio, es una simple especulación. Ahora bien, como la anodina presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, dijo, si hay actos de corrupción en el Senado, hay que denunciar. Es decir, la corrupción no es un asunto personal, es institucional.

Como quiera, las relaciones tóxicas y el pragmatismo obsesivo en Morena, deben ser cuestionados y repensados. Desde el particular punto de vista de este escribano, con Luisa María Alcalde como presidenta de Morena, podría ser difícil un cambio profundo. Por ejemplo, acorde con militantes y algunos funcionarios de Morena que piden el anonimato, el papel de la instancia formadora de militantes ha sido reducido de manera importante, mientras durante el mandato de Mario Delgado, hoy secretario de Educación, fue potenciado y el activismo morenista creció. Es cuestionable que la actual presidenta de Morena, pretenda reclutar más militancia, sin formarlos políticamente.

martes, 17 de diciembre de 2024

Periodismo delirante y narconovelismo

 

Antes del contundente triunfo de AMLO en 2018, Carmen Aristegui fue construyendo una reputación como periodista que le implicó reconocimientos y premios, coronándola como una comunicadora que caminaba haciendo un periodismo crítico, documentado y basado en análisis igualmente bien fundamentados. Después de la censura de que fue objeto en los gobiernos del narco Felipe Calderón y el corrupto Enrique Peña Nieto, decidió lanzar su propia plataforma de noticias, en la que era común la intervención de diversos comentaristas, periodistas y analistas de variado perfil político-ideológico. Pero después de que AMLO asumió el Poder Ejecutivo y planteó una política de comunicación en la que una parte del periodismo mexicano fue foco de categóricos señalamientos, ante su alineación al viejo régimen, partidos políticos y políticos de derecha y sectores de la oligarquía agraviados por la política económica de la 4T –que incluyó atacar la corrupción y el saqueo de grupos empresariales y dueños de medios de comunicación corporativos-, la entonces “gran” periodista se colocó a la derecha del espectro político.

En el caso de Carmen Aristegui, su plataforma de noticias es financiada, entre otros, por Grupo Reforma, cuya línea editorial antiAMLO, anti4T y antiMorena es evidente. Asimismo, varios de sus comentaristas, algunos, además de escribir en el periódico Reforma, han plantado una narrativa de odio, antiperiodística y llena de mentiras, insultos y diatriba. Solo mencionaré a Figueroa, uno de los esbirros de Aristegui, que hace un par de semanas despotricó en contra de la presidenta de México, solo porque todos le dicen Doctora, título que se ha ganado a pulso, pero el citado opinador explotó en un odio irracional, permitido por la titular de su propio programa noticioso. En este contexto, es interesante también señalar el gran despliegue mediático que le otorga a la narconovelista Anabel Hernández, quien cada vez que aparece en Aristegui Noticias, inventa más historias en contra de AMLO y Claudia Sheinbaum. Hace varios años, la misma pseudoperiodista había recalcado que no tenía pruebas de que AMLO fuera corrupto o tuviera nexos con la delincuencia, pero en el marco de la reciente campaña electoral, cambió su discurso, asegurando que el expresidente había recibido una maleta cargada de dinero del narco.

Pero la narconovelista tiene compañía. Es el caso de Ricardo Ravelo, uno de los amigos del izquierdista buenaondita Julio Astillero (Julio Hernández López), quienes disfrazan su odio y desprecio a AMLO, la 4T, Morena, el obradorismo, Claudia Sheinbaum, repitiendo la diatriba del narconovelismo. Ravelo, sin pruebas, sin documentar su narrativa, pero con odio feroz, acusa, como Anabel Hernández, a AMLO por supuestos vínculos con el narco, lo que hace extensivo a la presidenta de México. En este narconovelismo, no se ven las pruebas, sino solo los dichos de un personaje que se oculta en la fachada del “periodismo crítico y de investigación”, amplificado por la postura izquierdo buenaondita de Julio Astillero. Con el supuesto “periodismo en resistencia” y financiamiento aparentemente de sus seguidores, el periodista de La Jornada, alimenta su canal de Youtube con “periodistas” y “analistas” que juegan a golpear al gobierno de la 4T. Con algunas excepciones, varios de sus invitados, arman una narrativa que raya en el golpismo. Son personajes dispuestos a poyar el derrocamiento, de darse, del gobierno progresista.

En otro lado he planteado el ascenso del periodismo delirante en México. En los medios corporativos, el golpismo y el apoyo al Lawfare ha sido evidente. Al favorecer al Poder Judicial con sus comentarios y total sustento, incluso con mentiras e insultos, en su momento la comentocracia de derecha suponía que la SCJN debía deponer al gobierno progresista, porque sin duda temen a un Poder Judicial electo por los mexicanos. A la prensa golpista no le interesa la democracia, menos que el pueblo participe en las decisiones de política pública, pues les implica que sus privilegios, y los de la derecha partidista y la oligarquía, se vean afectados.

domingo, 15 de diciembre de 2024

La perversión neoliberal

 

En las décadas neoliberales en México, ciertos grupos de académicos centraron sus esfuerzos en hacer de la apuesta neoliberal el enfoque analítico, teórico y metodológico único, sobre todo en el campo de la economía y otras disciplinas académicas cercanas. Por ejemplo, convirtieron al CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas) en el ente privilegiado para la formación de capital humano, haciendo un lado su carácter de Centro Público de Investigación (CPI) del entonces CONACYT. No solo en sus aulas se educaban cuadros para nutrir el neoliberalismo como ideología y fundamento de las políticas públicas y los gobiernos afines, sino también competía con centros como el ITAM y otros, cobrando fuertes cantidades a quienes ingresaban al CPI.

Cuando María Elena Ávarez-Buylla, reconocida científica mexicana, asumió la dirección del CONACYT, incluso promoviendo su cambio de nombre para darle a las Ciencias Sociales y Humanidades un lugar menos marginal, emprendió una limpieza no solo del CONACYT sino también de los CPI. En algunos no tuvo éxito, pues los anquilosados círculos académicos impidieron la renovación y, hasta la fecha, siguen reinando en los CPI, repartiéndose el ya reducido presupuesto público para la docencia e investigación científica. En el CIDE, el grupúsculo de neoliberales que se sentían dueños de la institución hasta organizó marchas y rebeliones internas.

Finalmente, el actual director del CIDE tomó posesión y promovió cambios internos para “desneoliberalizar” a la institución, no sin enfrentar presiones, pues la instancia académica prácticamente había sido entregada a la derecha empresarial y organizaciones, supuestamente de la sociedad civil, como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, propiedad del jefe del PRIANRD, Claudio X. Gonzalez. Pero recientemente, un sicario del Banco de México, representan de este organismo autónomo del Estado mexicano en la junta de gobierno del CIDE, propinó una andanada de insultos y señalamientos racistas y clasistas. Afirmó, ante la reciente contratación de nuevos docentes, que incluía algún egresado del propio CIDE, que “solo las contrataciones de extranjeros garantizan la calidad académica”.

Las expresiones del neoliberal del Banco de México, institución cuya autonomía no puede ser entendida como salvaguarda de la impunidad y perversión neoliberal, requirieron que el director del CIDE solicitara a la gobernadora del BdeM, la sustitución del citado funcionario, funcionaria pública que fue propuesta por AMLO para ocupar el cargo. No hay duda de que el BdeM sigue tomado por el neoliberalismo que durante décadas argumentó que, por ejemplo, subir los salarios mínimos implicaría mayor inflación, así que los trabajadores y empleados mexicanos podían esperar que por la magia inflacionaria mejoraran sus ingresos, cuando perdieron, durante las décadas neoliberales, más de 70% del poder adquisitivo. Y con el gobierno de AMLO y la presidenta Claudia Sheinbaum, se ha demostrado que el dogma neoliberal de la inflación es basura tecnicista, ideológica y política.

Como quiera, el reino neoliberal no acaba de implosionar en diversas instituciones académicas y gubernamentales del país. Los neoliberales siguen aferrados, tanto al presupuesto público, como a sus dogmas, los cuales suponen intocables y superiores en términos raciales y clasistas. Según ese funcionario del BdeM, solo los extranjeros, educados en universidades del mainstream estadounidense o europeo, garantizan la mejoría de las instituciones académicas mexicanas. Los morenos, educados en instituciones de educación superior en México, son mediocres y están muy lejos de abonar a una “educación de excelencia”. La mediocridad, racismo y clasismo del funcionario Bazdresch, hijo de un neoliberal que hundió al país en la ignominia, que justifico el atraco de sus tecnócratas al pueblo mexicano y al erario público, educado en el extranjero con tecnicismos ideológico-políticos, es evidente y reprobable.

sábado, 14 de diciembre de 2024

Las amargas lágrimas de Norma Piña

 

La ministra presidenta de la SCJN, quien llegó a ese cargo por imposición de un grupo que domina el Poder Judicial, cercano al PRIAN, políticos corruptos y saqueadores, y la oligarquía mexicana, se va de ese alto tribunal con amargas lágrimas, pues, aunque maniobró ilegalmente, no pudo derribar el aplastante triunfo de la presidenta de México y Morena y sus aliados; tampoco pudo impedir la reforma judicial. Asienta la ministra que ministros, magistrados y jueces fueron amenazados con causas penales y juicios políticos, pero miente por defender al viejo régimen y los privilegios de un Poder Judicial podrido.

Si bien, Norma Piña fue la primera mujer en presidir la SCJN, se va sin pena ni gloria, pero con las bolsas llenas de dinero público, producto de los privilegios y el saqueo. Torpe y mediocre políticamente, mentirosa y la mejor representante de la oposición derechista que aceleró su hundimiento, parecida en el lloriqueo a Claudio X. González, jamás entendió a México y a los mexicanos. En su mediocre fantasía, supuso que su vulgar candidata Xóchitl Gálvez, remontaría y ganaría, pero se pasmó cuando vio que 36 millones de mexicanos le dieron el triunfo a Claudia Sheinbaum y, con Morena y sus aliados, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.

A la señora Norma Piña le faltó visión o asesores políticos que le advirtieran que su torpeza política, mediocridad y mentiras, llevarían al suicidio a la oposición. La derecha mexicana eligió a una ministra políticamente torpe, sin posibilidad de competir con AMLO, menos con la presidenta de México. Su conducta infantil de no ponerse de pie en un informe del presidente de México, electo democráticamente y con el apoyo de millones de mexicanos, marcó su hundimiento como ministra presidenta de la SCJN y el fracaso de la derecha, pues decidió poner en manos de una mujer políticamente fracasada, su triunfo. Su falta de respeto al presidente de México y sus maniobras para declarar inconstitucional la propia Constitución mexicana, la exhibieron en su mediocridad, mientras Claudio X. González financiaba al Poder Judicial como oposición.

El fracaso de la derecha es notorio. Supuso que, violentando la ley con amparos ilegales, atracción de controversias ilegales y el intento de una SCJN derechizada, fascistoide, por violentar la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, triunfaría. Pero la derecha no conoce de política. Menos de legalidad y leyes. A Norma Piña la eligieron para encabezarla, a pesar de su mediocridad y fracasos. La derecha supuso que el desdén al presidente de México, era una buena señal. Una mujer que, según su discurso cuando llegó a la presidencia de la SCJN, rompía un manoseado cristal, le falló. Enrique Krauze, súbdito de la Corona española, representante de la derecha intelectual mexicana, dice que con los ocho ministros que se van pierde México.

La decadencia de la derecha mexicana es evidente. Las amargas lágrimas de Norma Piña, son las amargas lágrimas de la derecha, sus partidos políticos, la oligarquía y grupúsculos que han vivido del saqueo, la corrupción y los privilegios durante años. Pero, a pesar de las derrotas de la derecha en México, nadie puede cantar victoria. Intenta reagruparse con Javier Milei y Donald Trump. Gritan por la intervención de Estados Unidos, piden que México sea invadido, anhelan que sus privilegios y corrupción sean restaurados por el imperio. Cuando reclamaban que la reforma judicial significaba el fin de los contrapesos, en los hechos pretendían que el Poder Judicial se convirtiera en el Supremo Poder Conservador, es decir, el poder sobre cualquier otro poder. Es lo mismo que piden que, con amargas lágrimas, piden a Trump.

Los mexicanos ya conocen los lamentos de la derecha. El 60% del padrón electoral votó por Claudia Sheinbaum, Morena y sus aliados. El PRIANRD obtuvo 27% de la votación. Alega la derecha que fue 40%, es decir, que hasta los que no votaron por ellos, votó por ellos. Vaya cuentas con las que buscan engañar a los ciudadanos. La fantasía de los fachos.

lunes, 9 de diciembre de 2024

Batallas culturales

 

¿De qué habla la derecha cuando plantea una “batalla cultural”, cuando en realidad su narrativa mediática está construida a partir de improperios, insultos, odio contra los progresistas y quienes votaron por el progresismo y las izquierdas? Las batallas “culturales” se sustentan en ideas y conceptos que apuntan, no solo a cuestionar lo que está vigente, sino también en argumentos articulados y cohesionados con un proyecto de nación que ofrezca alternativas. Porque la “batalla cultural” tiene que estar sustentada en propuestas, no solo en amenazas y odio. La izquierda y el progresismo, no construyeron la alternativa presente, en el caso de México, sino por medio del liderazgo fuerte de AMLO, quien conocía muy bien lo que sucedía en su entorno, y la organización social de un vigoroso movimiento social. La relación de AMLO con la gente, el pueblo, fue esencial para llegar al Poder Ejecutivo y negociar con parte de la oligarquía. La oposición que Claudio X. González pretende encabezar, con el PRIANRD como su mayor base política, no tiene alternativa, a menos que proponga, en su regreso, algo distinto a la 4T.

¿Qué proponen las derechas de regresar al poder? En el caso de Donald Trump, un accidentado camino de odio, desprecio, misoginia, racismo y clasismo, lo llevó de nuevo a la Casa Blanca, con un equipo de trabajo de extrema derecha y fascistas que han puesto en la mesa una “invasión suave” a México, deportaciones masivas de migrantes, alza de aranceles, anexión de Canadá y México para no “subsidiarlos”, una acusación infundada, antieconómica y nacionalista que afectaría a Estados Unidos, dada la integración económica y comercial entre los tres países de Norteamérica, espacio en el que México es ya el primer socio comercial de la Unión Americana. En el caso de Javier Milei, su libertarianismo recoge los restos del neoliberalismo, pero llevados al extremo de destruir un país, como Argentina. Desaparecer ministerios de Estado, restringir derechos, negar medicamentos y pensiones, restringir recursos a las universidades, despedir a miles de trabajadores, aumentar la pobreza y desarticular la economía interna. En resumen, quebrar a un país con un discurso y acciones en contra de la población argentina.

Si bien en las reuniones de Madrid y Buenos Aires, intervinieron otros conocidos derechistas y ultraderechistas, como Felipe Calderón, quien administró México por medio de un fraude electoral y la construcción de un narco Estado. Su gran “programa” incluyó una guerra esquizofrénica atroz, el saqueo del erario público –ingresos petroleros-, endeudamiento público creciente, pobreza imparable, desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales, desprecio a los mexicanos, en general y a los jóvenes en particular. En el caso de Ricardo Salinas Pliego, el empresario mexicano evasor de impuestos, quien ha construido su fortuna saqueando al gobierno, su narrativa basada en la violencia verbal –“gobiernícolas”, “zurdos que se regresen a las alcantarillas”, no tiene más que misoginia, desprecio, odio. Sus seguidores suponen que gobernar es golpear a sectores que lo rechazan abiertamente. La “batalla cultural” de la derecha no parece tener muchos rumbos alternativos.

Las batallas culturales son reales, pero en el caso de la derecha, es importante no confundir su odio, insultos, diatriba y desprecio en contra de sus opositores. Su “batalla cultural” parece reducirse a una guerra de narrativas, no de conceptos, categorías y proyectos de nación alternativos. La idea de las “narrativas” es un reduccionismo del debate de ideas y conocimientos sobre la realidad. La confrontación de narrativas reduce la lucha política, ideológica, conceptual, a “opiniones” personales o grupales. Por ejemplo, la misoginia no es una opinión, es una práctica patriarcal que violenta a las mujeres de diverso modo. Igualmente, el clasismo es una expresión de la opresión y la estructura de clases de una sociedad, en la que unos pocos tienen el poder económico para subyugar a otros grupos sociales, cuyo poder es limitado.

domingo, 8 de diciembre de 2024

La oposición sin cabeza

 

Parafraseando al gran José Revueltas, por su Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, en el que argumentaba que, al momento de haber escrito esta gran obra, no había un partido político que guiara a la clase obrera mexicana, es interesante apuntar que la derecha mexicana no tiene quien la guie, pero tampoco una cabeza que piense, argumente y proponga alternativas más allá de lo que el libertarismo caótico y aniquilador que promueve. Javier Milei, quien llegó a la presidencia de Argentina, por el hartazgo a los gobiernos peronistas-kirchneristas que se agotaron tan rápido como llegaron al poder. Cuando al progresismo y a cierta izquierda se le agotan las políticas llevadas a la práctica y la atención de las necesidades reales de los ciudadanos que los votaron favorablemente, los monstruos de la derecha se ven complacidos por el voto de esos ciudadanos que creen que hundir el Estado, cortar políticas públicas y fondos públicos a todos los sectores de la población, ayudará a una nación en la que la miseria campea por todos los rincones.

En ese país, otro cónclave de la derecha latinoamericana y mundial, no se plantearon rutas y proyectos de nación, solo insultos, diatriba y odio en contra de los ciudadanos que han decidido elegir, acogiéndose a los valores de la democracia burguesa, candidatos progresistas y de izquierda que cambien, no solo la manera de hacer política y políticas públicas, sino también renovar a la anquilosada clase política de sus países. Javier Milei y su narrativa de los “zurdos de mierda”, lo único que está haciendo es hundir a una gran nación como la argentina, en la que ya más del 50% de la población cayó en pobreza y la que era pobre solo ve cómo empeora su situación. En el caso del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego y su discurso sobre los “gobiernícolas” y hacer que los “zurdos regresen a las alcantarillas de donde salieron, tampoco se alcanza a ver un programa político, una propuesta de nación, una alternativa real para millones de ciudadanos que siguen hundiendo electoralmente a la derecha.

Ni Javier Milei ni Ricardo Salinas Pliego, son esa cabeza que necesita la oposición. La narrativa de ambos está constituida por improperios, insultos y odio. El programa de gobierno de Milei, está basado en retacería neoliberal de extrema derecha. Por supuesto que es preocupante que un individuo como el presidente de Argentina pretenda diseminar su arsenal político-ideológico con reuniones en las que se busca articular a las derechas latinoamericanas y mundiales, pues da cuenta, por un lado, del poder económico que la sustenta, y por el otro, de un vacío programático que, en algún momento, podría ser suplido con las armas de los ejércitos golpistas. Las dictaduras en el cono Sur no necesitaron de un gran bagaje conceptual y teórico para derrocar a gobiernos progresistas. Simple y llanamente asaltaron el poder con tanques y metralla, asesinando o encarcelando a presidentes progresistas, electos por el pueblo, y aniquilando y desapareciendo con total impunidad a militantes, pensadores y artistas progresistas y de izquierda.

Por su parte, Ricardo Salinas Pliego, el empresario mexicano multimillonario explotador de sus trabajadores, abusivo en “pagos chiquitos” contra miles de mexicanos que no tienen otras opciones para adquirir bienes, misógino, deudor de miles de millones de pesos de impuestos al fisco mexicano, corruptor de jueces y ministros del Poder Judicial y la SCJN que lo ampara para no pagar sus impuestos, diseminador de odio contra mujeres y hombres que lo cuestionan, tampoco tiene un discurso alternativo. En la red social X se dedica a denostar y diseminar odio en contra de mujeres de la 4T, y haciendo de su narrativa de odio y desprecio en contra de los ciudadanos mexicanos estandarte de una derecha que sigue anclada en un modelo económico que le dispensó privilegios fiscales e hizo crecer su fortuna saqueando al Estado mexicano y corrompiendo jueces y magistrados. La concesión televisiva que posee la obtuvo con dinero saqueado al erario público en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, supuesto préstamo de su hermano Raúl Salinas.

En este sentido, la “batalla cultural” de la derecha parece perdida, pero es peligrosa porque las oligarquías y los políticos de derecha, extrema derecha y fascistas, pueden comprar, sin argumentos políticos, solo con el miedo de los generales derechistas al “comunismo”, a las fuerzas armadas para perpetrar golpes de Estado y masacres en contra de naciones y pueblos enteros. No olvidemos, en México, el 68, el 71, y el asesinato de líderes como Lucio Cabañas y el aniquilamiento de la Liga 23 de Septiembre y otras organizaciones clandestinas y radicales. Tampoco los cruentos golpes de Estado en Sudamérica y el asesinato y desaparición de miles de militantes de izquierda. Son las lecciones que tenemos que aprender y tener presentes.

viernes, 6 de diciembre de 2024

La derecha y su “batalla cultural”

 

En Madrid y Buenos Aires, las derechas del mundo se reunieron para amenazar y denostar a sus enemigos: los “zurdos de mierda”, los “gobiernícolas”, los pueblos que al ejercer su derecho al voto decidieron el camino hacia el progresismo y la izquierda en general, hundiendo electoralmente a la derecha. Entre discursos insultantes y vacíos, sin proponer una ruta alterna, en el caso de México y otros países latinoamericanos, los encuentros dieron la voz al narcoexpresidente Felipe Calderón en España, y al evasor de impuestos Ricardo Salinas Pliego, cuya empresa Elektra ha perdido miles de millones de pesos. El empresario mexicano, ubicado entre los más ricos de México, lanzó el exabrupto de la “batalla cultural” de la derecha, con la intención de combatir a la izquierda y los gobiernos progresistas.

Sin embargo, la “batalla cultural” de la derecha, basada en insultos, saqueo, corrupción, evasión de impuestos y un libertarismo hueco, promotor de pobreza, como en la Argentina de Javier Milei, es una simple narrativa mediática, pues el campo del enfrentamiento entre derecha e izquierda no es cultural, sino político y económico. En su momento, el fallecido Carlos Castillo Peraza, argumentó que el PAN se había anotado un triunfo cultural; es decir, la defensa de la democracia por la derecha panista había alcanzado cierta pretensión paradigmática, la que se precipitó al vacío tras las famosas concertacesiones con Carlos Salinas de Gortari, el expresidente que ocupó el gobierno mexicano por un descomunal fraude electoral, y el triunfo de Vicente Fox y la continuidad con Felipe Calderón. La derecha mexicana y, en general, mundial, supone que el arribo de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos hará la diferencia y los arropará.

El problema con la “batalla cultural” de la derecha mexicana y mundial, es que nada tiene que ver con el regreso de Trump a la Casa Blanca. El voto que impulsó a Trump no es producto de una “batalla cultural”, sino del hartazgo y el miedo inoculado a los anglosajones, blancos y ciertos sectores hispanos/latinos que suponen que los problemas de Estados Unidos –inmigración, seguridad, comercio, adicciones- están afuera, no en su sueño americano. De ningún modo se puede ignorar el grito de guerra de la derecha mexicana e internacional con su idea de la “batalla cultural”, pero es necesario desmenuzarla analíticamente y centrar el debate en lo político y económico, no en una supuesta “cultura” de derecha, la cual se pretende presentar como un modelo a adoptar y celebrar. Los “zurdos de mierda” si han ganado culturalmente el debate, el gobierno y la narrativa. La derecha se revuelca en una “batalla cultural” en la que la corrupción, el saqueo y la delincuencia prevalecen.

La izquierda y el progresismo en América Latina, no solo gana elecciones, promueve la redistribución del ingreso, impulsa políticas sociales, también genera consciencia crítica. En México, más de 30 millones de mexicanos votaron por Claudia Sheinbaum y la continuidad de la 4T. Y acorde con las más recientes encuestas, 74% de los ciudadanos la apoyan; es decir, a dos meses de haber iniciado su mandato, más mexicanos aprueban a la presidenta de México y su expectativa por los cambios se mantiene y crece. Pero la mayoría de esos mexicanos no pueden ser encasillados como gente de izquierda. En el país prevalecen formas ideológicas y culturales conservadoras, que, al parecer fueron tocados por las expectativas políticas de un líder social y político como AMLO, generando una consciencia crítica alimentada por los mismos partidos políticos de derecha. Corrupción, saqueo, inseguridad, violencia contra las mujeres, abusos de todo tipo, han influido en esa expectativa. Cambio cultural fundamental.

Sin duda, el libertarismo de la extrema derecha y el fascismo latinoamericano no puede convocar a una “batalla cultural”, porque su narrativa no está anclada en conceptos e ideas novedosas, sino en insultos, bravuconadas, odio, racismo, clasismo, desprecio a la gente y la democracia.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Gaza en la consciencia académica mexicana

 

En general, El Colegio de México (ColMex), como institución académica formadora de recursos humanos de alto nivel en el campo de las ciencias sociales y humanidades, así como muchos de sus profesores-investigadores, se han cuidado de expresar abiertamente posturas políticas e ideológicas, además de cercanía con determinados gobiernos, presidentes del país y tendencias político-ideológicas. Lo anterior no implica suponer que la academia y los académicos mexicanos sean neutrales, como es el caso de Sergio Aguayo Quesada, quien abiertamente combatió a AMLO y mostró su apoyo a la derecha mexicana y sus partidos políticos, aunque decepcionado decidió retirarse de un supuesto comité para definir al candidato presidencial de la oposición. Hay otros casos, pero este ha sido el más evidente por sus posturas públicas en la televisión del Estado mexicano, participación en organizaciones de la sociedad civil, en redes sociales y los medios de la prensa corporativa.

Asimismo, El Colegio de México es depositario de los ideales y enseñanzas del exilio republicano en México. La Casa de España en México se convirtió en El Colegio de México, modelo francés que diseminó en otros espacios que se fueron fundando, con sus particularidades locales, en otros estados del país en las últimas décadas del siglo XX. Por ello, no es extraño que estudiantes y profesores hayan sido consultados para decidir si la institución debía seguir relacionándose con la Universidad Hebrea de Jerusalén, en el contexto del genocidio en Gaza, perpetrado por el Estado sionista de Israel. Los integrantes de la institución académica votaron por suspender esa vinculación, pero ahora en un desplegado de intelectuales, artistas, escritores y personajes de la comunidad judía y la derecha mexicana, le exigen al ColMex, sin mencionar el genocidio en Gaza, la limpieza étnica que el Estado sionista de Israel encabeza, el apoyo criminal de Estados Unidos y la Unión Europea, que es errónea la decisión de su comunidad académica.

En Gaza, están asesinando a miles de palestinos, pero para la comunidad judía intelectual y artística de México, el genocidio palestino no existe. Es hasta vergonzoso ver la firma de importantes escritores y escritoras de origen judío, firmar un libelo que condena al ColMex por una decisión democrática tomada por su comunidad académica. Pero la firma de personajes de origen judío mexicanos no es extraña. Muchos de esos personajes han sido y son activamente opositores a la 4T, tanto contra AMLO como contra la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, una judía de cepa, a quien millones de mexicanos abrazan. Los abajofirmantes se equivocan de nuevo, pues su firma es contra la democracia y contra el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Miles de palestinos han sido masacrados en Gaza y Benjamín Netanyahu ha sido condenado por la Corte Internacional por crímenes de lesa humanidad, por genocidio, lo que a la intelectualidad y artística judía no le importa. Qué oportunamente olvidan el holocausto judío.

Hace unos días, más de 1,500 académicos mexicanos de instituciones como la UNAM, la UAM, la UPN, El Colegio de México, entre otros, hizo pública su postura, no solo para apoyar al ColMex, deslindarse de los intelectuales y artistas judíos y de la derecha mexicana, sino también para alertar del genocidio en Gaza y exigir a las universidades mexicanas romper relaciones con todas las universidades israelíes y al gobierno mexicano que rompa relaciones diplomáticas con el Estado sionista de Israel. Entre los firmantes, también hay académicos de origen judío. Lo importante de este nuevo desplegado es que la academia muestra que la neutralidad no existe y que no es un asunto de narrativas, como la intelectualidad judía y la derecha mexicana señalan. No es un asunto de opiniones, es la realidad de una guerra que implica crímenes de lesa humanidad y la condena a un criminal como Benjamín Netanyahu, quien ordena todos los días masacrar al pueblo palestino, además de continuar su guerra nazi-fascista contra otros pueblos árabes (Líbano, Irán, etc.)

martes, 3 de diciembre de 2024

Deportaciones masivas y odio antiinmigrante

 

La postcampaña de Donald Trump se ha centrado en el odio antiinmigrante, las deportaciones masivas y las adicciones en Estados Unidos. En ese país, los opiáceos en los 90 acrecentaron las adicciones, lo que Trump y sus amigos, quienes serán parte de su gabinete, ignoran o no les importa. El fentanilo fue lo que vino después. En 2022 causó más de cien mil muertos. La crisis de adicciones no es un problema “mexicano”, es un problema estadounidense. Los adictos de Estados Unidos son un problema de salud pública, pero que oficialmente no se reconoce. Para el gobierno y la sociedad de ese país es un problema individual.

Es el capitalismo estadounidense, el cual no solo exalta el individualismo, también ataca los valores colectivos y las colectividades que intentan organizarse comunitariamente. En Europa, las reformas protestantes, al romper con la Iglesia católica, buscaban transformar las propias raíces del cristianismo, el que sucumbía entre la corrupción y el desorden total. En Estados Unidos, el protestantismo se conectó de manera particular con el desarrollo capitalista. La ética del trabajo que desveló Max Weber en Alemania, avanzó de manera que transformó los valores del cristianismo.

Un reciente libro (Yii-Han Lin, Immigration and apocalypse. How the book of Revelation shaped American immigration, Yale University Press, 2024), analiza cómo el libro de la revelación fue usado por el cristianismo estadounidense para justificar la inmigración en Estados Unidos, pero no cualquier inmigración, tampoco cualquier inmigrante. Los blancos anglosajones y en general otros europeos, fueron bienvenidos al país del capitalismo salvaje, mientras otros, como los chinos, los japoneses, los mexicanos, eran rechazados. No eran parte del “pueblo elegido” para asentarse en la Unión Americana. Sin duda, Trump sabe de estos planteamientos y los explota de manera particular. En su campaña, la inmigración no blanca era rechazada de manera violenta.

Estados Unidos es un país en el que la migración, particularmente la europea anglosajona y blanca en general, buena parte formada en ese cristianismo individualista y que rechaza los valores colectivos, moldeó un país en el que el capitalismo salvaje es esencial a esa inmigración. Por ello, los gritos Trumpistas contra los inmigrantes mexicanos y de otros países, son parte de ese capitalismo de la inmigración blanca y cristiana. Es su sueño americano. No de otros. Es el máximo valor del capitalismo salvaje.

Durante su campaña, Trump afirmó que los inmigrantes envenenaban la sangre estadounidense. Atacaba así a un sector de la población blanca compuesta por familias “mixtas” y a los 40 millones de inmigrantes latinos/hispanos, la mayoría de los cuales son mexicanos y de origen mexicano de primera, segunda, tercer y cuarta generación. Asimismo, Trump ignora la aportación económica y cultural de esa inmigración que no respeta ni tolera. Si esa minoría fuera blanca, no estaría entre los objetivos de su odio racista y clasista.

Como quiera, de llevar a cabo las deportaciones masivas -1 millón de inmigrantes al año- les costaría a los ciudadanos estadounidenses, independientemente de su origen, clase y raza, 1 billón de dólares. Y si lleva a cabo su otra amenaza de implementar aranceles a México y Canadá, el consumidor de ese país sufriría las consecuencias de una política comercial esquizofrénica. Por ejemplo, una de la SUV más populares en ese país, es importada de México, y de aumentar los aranceles, les costaría al menos 3 mil dólares más. Y otros productos también tendrían alzas, lo que repercutiría en los consumidores estadounidenses. Quizás las amenazas Trumpistas no se concreten, pero ha causado pánico entre las comunidades migrantes latinas/hispanas, incluso entre quienes votaron por Trump, quienes argumentan que están por parar la migración. A partir de enero de 2025 veremos cómo Trump siembra más pánico.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Canadá: la frontera paria

 

Efectivamente, Donaldo Trump no debió haber comparado la frontera canadiense con la mexicana. Pero no por las razones que argumentó un gobernador de una provincia de Canadá, tampoco porque tanto la conversación telefónica como la cena que el premier de ese país “disfrutó” con el presidente electo de Estados Unidos, en su suntuosa propiedad de Mar-a-Lago en Miami, no disiparon la amenaza de aplicarle 25% de aranceles, aunque la embajadora canadiense insista en lo contrario. El oportunismo electorero de Justin Trudeau, quien, según las encuestas electorales, podría perder la reelección, no superó su hipocresía, en palabras de Trump. La presidenta de México, conversó en dos ocasiones y le envió una carta y no requirió solicitarle una cena para arrastrase y presumir sumisión, como Trudeau. Y tampoco olvidemos que Canadá estuvo a punto de no ser partícipe del T-MEC, pero AMLO insistió ante Trump para que esa nación fuera incluida.

Sin duda, Canadá es una nación parecida a Estados Unidos. La mayoría de la población es blanca, aunque de otros orígenes europeos, protestante y muy conservadora. Derechista, a pesar de que Justin Trudeau se haga pasar por “progresista”. Aunque la economía canadiense, mostró buenos resultados en el segundo trimestre del presente año, el PIB per cápita permaneció estancado y su economía depende un 70% del mercado de Estados Unidos. No es solo que le venda gasolina refinada, si Trump aplica su amenaza de 25% de aranceles, Canadá se hunde. Y esto en periodo electoral –el próximo año. Y, en general, según los datos más recientes, el ingreso de los trabajadores sigue cayendo. Asimismo, tiene graves problemas de consumo de fentanilo. Si en Estados Unidos, las muertes de consumidores por esta droga llegan a más de 90 mil ciudadanos, en Canadá el alza es impresionante. Este es otro de los “parecidos” de Canadá con Estados Unidos.

No hay duda que las maneras en que el desarrollo en ambas sociedades tiene sus problemas graves, mientras en México el consumo de fentanilo y otras drogas, sigue siendo menor respecto a Estados Unidos y Canadá. Señalar lo que aparentemente distingue a Canadá y México, podría resultar discriminatorio, pero quizás las profundas raíces de la mayoría de la sociedad mexicana, pueda explicar algo. Los problemas de consumo de fentanilo en Canadá, no se acercan en nada a los graves problemas de adicciones en México. En Estados Unidos y en Canadá, la crisis de fentanilo es asumida como un simple problema de carácter individual, no como un problema de salud pública. No hay duda de que problemas como las adicciones tienen sus causas en problemas de las sociedades capitalistas y sus crisis cíclicas.

Ahora bien, tanto Estados Unidos como Canadá se parecen en cuanto a migración legal procedente de México. Nuestro país mantiene sendos tratados laborales con ambos países. Con Estados Unidos el tratado requiere, tanto trabajadores agrícolas como especializados en otros rubros, sobre todo urbanos –Visas H-2A y H-2B-, mientras con Canadá son básicamente empleos en el sector agrícola. Si bien los dos tratados limitan los derechos de los inmigrantes mexicanos, sometiéndolos a jornadas laborales que violan, tanto sus derechos laborales como humanos, pero es el acuerdo con Canadá que las violaciones son realmente devastadoras. Canadá ofrece condiciones que son violadas frecuentemente, no solo por el gobierno canadiense, sino también por los empleadores. A los trabajadores, supuestamente para “prevenir” que permanezcan ilegalmente en Canadá, se les confiscan visas y cualquier documento legal, además de confinarlos en instalaciones que los parecen esclavizar y no tratar como humanos. Es un tema que el gobierno mexicano tendrá que atender. Finalmente, se sabe que actualmente el 85% de las muertes por fentanilo en Canadá, supera otras causas. Y en la provincia de la Columbia Británica, el fentanilo es la principal causa de muerte. 

Efectivamente, Trump no comparó a Canadá con México, sino, al parecer, ahora sí tenía cierta información. México no corre para tener “buena” negociación. Es inteligente.

viernes, 29 de noviembre de 2024

Canadá: hipocresía y oportunismo

 

En la reunión del G20, la presidenta de México anunció que se reunión con el hipócrita primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, había sido muy amigable, pero el mandatario canadiense, quien, según las encuestas podría ir de salida, traía detrás el ataque de gobernantes de las provincias de su país con juego sucio. No solo se trataba de denostar a México, sino de pretender sacar del T-MEC a México, cuando Canadá ni siquiera puede satisfacer el mercado estadounidense, excepto con su producción de fentanilo, como se ha revelado recientemente el “hallazgo” de grandes –enormes, que son incomparables con lo encontrado en México- laboratorios de esa droga sintética que surte, tanto al mercado canadiense como al de Estados Unidos. Las sociedades canadienses y estadounidenses, caminan paralelamente en cuanto a adicciones.

Previo a la plática telefónica de la presidenta de México con el presidente electo Donald Trump, el premier de Canadá se comunicó con Trump y difundió que había sido una conversación amistosa, pero posteriormente se reveló que no hubo tal. A diferencia de la conferencia de Claudia Sheinbaum con Donald Trump, quien posteó en su red social, una verdad y una media verdad, el encuentro telefónico con Trudeau fue amenazante. En este contexto, uno que otro gobernador de algunas provincias canadienses, le han ofrecido a Trump “colaborar” con la deportación de migrantes y con cerrar sus fronteras, lo que posteriormente fue matizado. En Canadá se ha desatado el terror político y el caos, lo que se lo quieren cobrar a México, cuando, la presidenta ha recordado reiteradamente, que Canadá está en el T-MEC porque México intercedió con Trump para que ese país permaneciera en el acuerdo, pues Trump lo rechazaba.

En Canadá como en Estados Unidos, la inmigración mexicana está presente. Por supuesto, es incomparable con la presencia histórica y el enraizamiento de al menos tres generaciones de mexicanos y mexicano-estadounidenses en Estados Unidos. Asimismo, existen con ambos países sendos tratados para regular la movilidad laboral por medio de visas para que contingentes de trabajadores mexicanos, agrícolas y de otras especialidades, anualmente se inserten en los mercados laborales de la Unión Americana y Canadá. Y a pesar de que se ha denunciado continuamente que el tratado laboral con Canadá viola derechos laborales y humanos, el mismo sigue en pie. Por ello es que la hipocresía y oportunismo de Justin Trudeau y de los gobernadores de las provincias de ese país son vomitivas. En Estados Unidos, tanto la inmigración indocumentada y documentada son fundamentales en diversas industrias, pero en Canadá varios sectores económicos no funcionarían sin la migración laboral documentada.

No hay duda que el trato de Donald Trump a la presidenta de México fue diferente respecto al primer ministro de Canadá, pero no solo porque es mujer, pues el presidente electo de Estados Unidos no se distingue por diferencias en su interacción con hombres y mujeres, sino porque la relación comercial y, en general, en cuanto a temas migratorios y el trasiego de drogas –fentanilo- es mucho más importante que con su vecino canadiense. El exabrupto de un canadiense aludiendo a que se sentía insultado por Trump porque los canadienses son blancos, no surtió efecto en cuanto a la sumisión que perfila un periodista canadiense que su país tiene que poner en práctica. México, en palabras de la presidenta, defenderá su soberanía y exigirá respeto en la relación bilateral. Por eso, la amenaza de imponer aranceles de 25%, fue respondida con certeza y precisión: en principio, afectará a los estadounidenses, sin descartar a México. Y la caída de las acciones de empresas estadounidenses, como General Motors y otras dos firmas, fue contundente.

La amenaza en México, ante la respuesta puntual, segura y contundente, no tuvo efectos. El peso se cimbró, pero hoy se situó en 20.38 por dólar, es decir, no llega la debacle anunciada por la derecha mexicana. México parece estar manejando al Trumpismo a pesar de las amenazas.

jueves, 28 de noviembre de 2024

La recomposición del Estado mexicano: los “órganos autónomos constitucionales”

 

La reforma constitucional que devolvió a PEMEX y CFE su carácter de empresas estatales, la reforma judicial, así como la desaparición de los llamados “órganos autónomos constitucionales”, tienen el efecto de devolver atribuciones y funciones al Estado mexicano. Como empresas “productivas”, PEMEX y CFE estaban sujetas a los vaivenes del mercado, en el que las empresas privadas eran privilegiadas, recibiendo incluso subsidios multimillonarios. La reforma judicial, no se trata nada más de que los mexicanos elijan a jueces, magistrados y ministros, sino también rehacer al Poder Judicial que está al servicio de políticos, partidos políticos, empresarios y empresas extranjeras y nacionales, y la oligarquía. Los “órganos autónomos constitucionales” cercenaron funciones esenciales al Estado, además de que los gobiernos neoliberales, al plasmarlos en la Constitución, buscaron proteger a instancias garantes de privilegios, empresas nacionales y extranjeras, información y grupos de supuestos expertos que no podían ser cuestionados.

Durante tres décadas, el neoliberalismo buscó transformar la estructura económica y social, por medio de reformas constitucionales que favorecieran al mercado, las transnacionales y las empresas nacionales. Por ejemplo, es el caso de los “órganos autónomos constitucionales” que operaron bajo la idea de la “preponderancia” para marginar y quebrar a las empresas del Estado mexicano, mientras protegían las inversiones privadas y a las empresas transnacionales y mexicanas. Según la derecha en el Congreso de la Unión, la 4T acabó con “contrapesos”, lo que llevará al autoritarismo, pero en la Constitución no dice nada de estas instancias como “contrapesos”; solo se les daba la función de reguladoras (mercados de energías, telecomunicaciones, hidrocarburos, información, política social y educativa). Pretender convertirlas en “contrapesos”, oculta la naturaleza real de estos organismos que recibieron la protección de los gobiernos del PRIAN.

En los hechos, los “órganos autónomos constitucionales” desregulaban el mercado, al tomar sus comisionados y consejeros decisiones a favor de las empresas privadas, impidiendo a las empresas del Estado mexicano, competir realmente. Por ejemplo, la conectividad vía Internet era una atribución exclusiva de la iniciativa privada, porque si el gobierno pretendía intervenir en el mercado, le era aplicada la fórmula de la “preponderancia”; es decir, si se trataba de una empresa conformada con dinero público, de inmediato se le repelía, solo por ser parte del gobierno. No se trataba de competencia, competitividad e innovación, sino de salvaguardar un mercado que se suponía exclusivo del sector privado. El caso de la transparencia y la información –INAI- el organismo, además de que varios de sus comisionados estaban envueltos en escándalos de corrupción y saqueo del erario público, ocultó información que supuestamente era de importancia para la seguridad nacional, como el informe que Felipe Calderón entregó sobre su fatídica guerra contra el narco. Si bien, en otros casos favoreció la transparencia –la Estafa Maestra-, en otros colaboró con la oposición para inventar situaciones para golpear al gobierno –la casa gris.

Los años neoliberales aún no terminan, pero está en proceso el desmantelamiento de la estructura jurídica neoliberal. Con este hecho, el neoliberalismo en México no sucumbe de tajo, como cuando en los años dorados del salinismo, el zedillismo, el foxismo, el calderonismo y el peñanietismo, se impusieron sin consideraciones de ningún tipo reformas constitucionales para moldear el país acorde con las necesidades del mercado y del capital. Porque el neoliberalismo no solo se trató de los “órganos autónomos constitucionales”, sino de entregar dinero público, recursos naturales, tierras y privilegios fiscales, condonaciones de impuestos, a las elites económicas y políticas. Asimismo, estas instancias estuvieron sujetas al reparto de cuotas políticas y partidistas. Sus titulares y comisionados tenían vínculos evidentes con las elites económicas y políticas.

martes, 26 de noviembre de 2024

Las sentencias apocalípticas de la “izquierda buenaondita”

 

Si los obradoristas, morenistas, izquierdistas que apoyan a AMLO y Morena, AMLO mismo, se extasiaban con los pleitos al seno de las derechas, en las últimas semanas la derecha aplaude el pleito artificial orquestado por la izquierda buenaondita, particularmente la encabezada por Julio Astillero y sus amigos, como Federico Bonasso, además de la diatriba izquierdoide de los opinadores Hernán Gómez Bruera y Carlos Pérez Ricart, a raíz, primero de la aprobación de la reforma judicial, con el voto de uno de los impresentables senadores del PAN, Yunes, quien contribuyó a la mayoría calificada en el Senado de la República, lo que también causó una rabia furiosa entre esa izquierda buenaondita, y segundo, por la reelección de Rosario Piedra Ibarra, en la CNDH, la que, de manera imprudente e irracional, lanzó una diatriba en contra de sus odiadores izquierdo-buenaonditas, señalando a la dramaturga y opinadora, Sabina Berman, de ser parte de los ataques en su contra –lo cual es cierto.

En los últimos días, Julio Astillero pergeñó unas supuestas mesas de análisis con sus amigos –Federico Bonasso, Teresa Rodríguez de la Vega, Hernán Gómez Bruera- intentando justificar la diatriba de su izquierda buenaondita, en la que persisten varios asuntos que debería preocuparle a esa izquierda sectaria: toda su narrativa gira en torno a sus razones para “criticar” y lanzar sentencias apocalípticas en contra de Morena, el obradorismo, la presidenta Claudia Sheinbaum, retomando el tono de la derecha intelectual, pero frunciendo el ceño para que su auditorio crea que la izquierda buenaondita tiene la razón absoluta; la única verdad es la que estos personajes blanden y si Morena, los obradoristas y Claudia Sheinbaum, no se adaptan a la agenda izquierdo-buenaondita, la debacle está cerca. Pareciera que gente como Bonasso, Gómez Bruera, Pérez Ricart,  buscan llenar el hueco que los intelectuales de la derecha, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, la comentocracia de los medios corporativos, entre otros, dejaron con el arribo de AMLO.

La “izquierda buenaondita” tiene más escollos estalinistas e infantiles que certezas. Sus integrantes, autoadscritos a cierta izquierda radical, periodística, académica, opinadora, intelectual, marginal, argumentan desde agendas personales y maximalistas. Han encontrado el aplauso en algunos nichos youtuberos, en particular en el canal de Youtube de Julio Astillero, quien, con varios de sus amigos, pontifican sobre cómo sus agendas individuales deberían ser adoptadas, sí o sí, por el obradorismo, Morena, la 4T, la presidenta de México. Pero sus esquemas analíticos poco reconocen la realidad actual. Al leerlos, su narrativa resume el reclamo de una realidad que favorece a la derecha y al fascismo, no a al progresismo o la izquierda. Es curioso, pero su posición de “izquierda” se alinea más al recién extinto PRD, partido político que fue arrastrado por la derecha PRIAN.

Durante la etapa neoliberal en México, algunos grupos de intelectuales fueron entronizados en la agenda cultural por medio de “apoyos” de los gobiernos neoliberales. Les pagaron encuentros, congresos y diversas reuniones; les otorgaron recursos por supuestos trabajos de alto nivel o de manera directa para aceitar sus “empresas culturales”, es decir, revistas, editoriales, edición de libros, opiniones a modo. No es lo que la izquierda buenaondita ansía. De eso no hay duda. Son pudorosos y honestos, pero si buscan ocupar el lugar de la intelectualidad derechista neoliberal. El fraude intelectual del neoliberalismo, busca ser sustituido, bajo circunstancias distintas con un gobierno progresista que domina el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, con la agenda de la izquierda buenaondita. La crítica de este sector de la izquierda mexicana, es necesaria y válida, pero no puede ser presentada como la “verdad absoluta” sobre lo que un gobierno progresista realiza. Al parecer, la izquierda buenaondita está construyendo, como la derecha, su propia realidad alterna. Una locura del fraude intelectual.